Diego García y Morales
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Diego García y Morales. Hacendado cienfueguero participante en las Guerras de independencia de Cuba. Una de las calles de Rodas, municipio de Cienfuegos llevó su nombre.
Síntesis biográfica
Nació en Yaguaramas, barrio de este término municipal, el 12 de noviembre de 1865. Cursó la primera enseñanza en Cienfuegos pasando después a estudiar el bachillerato en Santa Clara, donde ingresó como interno en el Colegio “El progreso de las Villas”, incorporado al Instituto Provincial.
Terminados sus estudios se dedicó a los negocios del campo, para los cuales tenía una gran capacidad, sorprendiéndole el Grito de Baire en unión de su primo el Sr. Lázaro Díaz cuando fomentaba su gran colonia “La Mascota” en el barrio de Aguada de Pasajeros. No pudo, como eran sus deseos, ser de los primeros en lanzarse a la revolución por tener que reducir a efectivo sus intereses, a fin de dejar a sus familiares a cubierto de la miseria. A las súplicas de sus compañeros que le aconsejaban marcharse al extranjero, contestaba siempre: “Aquí es probable que me mate una bala, pero allá es seguro que me matará la vergüenza de no haber cumplido mi deber de cubano. Prefiero morir en Cuba a morir por haberla abandonado”. Fue invariablemente ejemplar en sus actos de patriotismo y probidad, mientras luchó como libertador.
Labor revolucionaria
El 9 de febrero de 1896 se incorporó a las fuerzas revolucionarias, siendo ayudante del general José B. Alemán, y pasando después con este mismo cargo a las órdenes del coronel Joaquín Rodríguez. Tomó parte en innumerables combates entre ellos el librado cuando la invasión en las lomas del “Quirro”, Manicaragua, alcanzando las estrellas de capitán antes del año de figurar en las filas libertadoras.
En agosto de 1896, teniendo necesidad el Secretario de Hacienda de la República en armas coronel Ernesto Fonst Sterling, de enviar a Camagüey, lugar donde se hallaba el Gobierno revolucionario, varios miles de pesos, pidió un hombre de confianza al coronel Rodríguez, designando este, para una misión tan peligrosa a su ayudante Diego García, quien acompañado de una pequeña escolta cumplió fielmente el encargo confiado a su honor, demostrando una vez más su honradez a toda prueba.
Muerte
A principios de 1897 vino a esta jurisdicción, propuesto ya para el grado de comandante por el jefe de Brigada de Cienfuegos general Alfredo Rego y autorizado por este para cobrar a los hacendados la contribución de guerra. Cumpliendo dicha comisión halló la muerte en un combate contra una guerrilla española en la zona de Charcas, muerte debida a la fogosidad del caballo que montaba, que se introdujo en la filas contrarias quedando, a pesar de todo, el campo para los cubanos, los cuales dieron sepultura al cadáver de su jefe en el lugar que fuera conocido por Matún. Fue enterrado en Varacardo.
Después de la constitución de la República, los restos de Diego García fueron trasladados a Rodas, lugar donde residió gran parte de su vida y donde era muy querido, el 7 de diciembre de 1902. En imponente manifestación de duelo el pueblo acudió al cementerio y las fuerzas del ejército nacional tributaron al patriota muerto los honores de comandante.
El Ayuntamiento, en sesión extraordinaria, acordó cambiar, más tarde, el nombre a una de las calles de Rodas por el de Diego García.
Fuentes
- Libro 11 Apuntes Biográficos. Ejemplar digital de la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción en Cienfuegos, Cuba.
