Dogmatismo

Dogmatismo
Información sobre la plantilla
Dogma.jpg
Concepto:La palabra "dogma" de origen griego significa doctrina fijada. Para los primeros filósofos significó "opinión". El dogmatismo es una escuela filosófica que : "Da por supuestas la posibilidad y la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto"


Dogmatismo, término que hace referencia a la admisión de dogmas. Un dogma es una proposición o enunciado que debe aceptarse por sí misma. En filosofía, el dogmatismo supone la admisión de dogmas y manifiesta una actitud carente de crítica. Esta actitud se opone al escepticismo, que niega la posibilidad de alcanzar un conocimiento cierto de alguna cosa.

El dogmatismo filosófico supone, además, mantener una ciega confianza en la posibilidad de la razón como órgano de conocimiento. A esta actitud se oponía Immanuel Kant, para quien el dogmatismo filosófico de la tradición racionalista había levantado un sistema metafísico sin atender a la experiencia, basado sólo en los principios de la razón abstracta. Contra este dogmatismo, Kant proponía su `filosofía crítica', que consistía, precisamente, en analizar los límites que posee la razón humana para alcanzar un conocimiento verdadero y fundamentado.

Origen

El dogmatismo se da en los siglos VII y VI a.C. : "El dogmatismo, al ser la actividad propia del hombre ingenuo es la más antigua y primigenia posición tanto en el sentido psicológico como en el histórico. En el período originario de la filosofía griega domina de un modo casi general."

Las reflexiones epistemológicas, no aparecen entre los presocráticos (los filósofos jonios de la naturaleza, los eleátas, los pitagóricos). Ellos son principalmente teóricos del mundo natural, lo que escriben entra en la designación genérica sobre la naturaleza. "Estos pensadores se hallan animados todavía por una confianza ingenua de la capacidad de la razón humana."

Para ellos el conocimiento no presenta ningún problema, están imbuidos en el ser y absorbidos por la naturaleza. Ella es la realidad que existe por debajo de todas las "cosas", y que, aunque es común a todas se distingue de ellas. En cambio las "cosas" múltiples más que realidades, son apariencias mudables, inestables y de duración limitada: "Esta naturaleza la entienden los presocráticos en un doble sentido: como ‘substratum’ inmudable del ser, por debajo de todas las mutaciones y de las cosas, y también, como fuerza que hace llegar las cosas a ser, como una fuente inagotable de seres."

Representantes

Tales de Mileto

Tales cree encontrar el principio básico (arjé), señalando al agua como principio de todas las cosas. Pero este principio no es sólo el fundamento de las cosas sino el principio de la vitalidad, de todo lo viviente.

"Lo que constituye el mérito histórico del milesio es, sin duda, el concepto de principio originario de todo ser, concepto que fue él el primero en haber definido."

Dos tesis le fueron atribuidas a Tales. La primera, que todo procede del agua. Sobre ésta nos informa Aristóteles: "Pero, en cuanto al número y a la especie de tal principio (el primer principio de todas las cosas) no todos dicen lo mismo, sino que Tales, el iniciador de la filosofía, afirma que es el agua (por eso también es que manifestó que la tierra estaba sobre el agua)."

La segunda, la idea de que la tierra descansa sobre el agua, parece mas bien una idea astrofísica. Todo procede del agua; es decir, que la multiplicidad fenoménica del mundo procede de algo simple. El mundo tiene pues una arquitectura inmanente. Existe un supuesto adicional en la "inocente" frase de Tales; se trata de que la estructuración del universo, es, en el mito y la religión, exclusiva y mistérica competencia de los dioses.

En principio, lo que Tales afirma es que todos los elementos, tenidos por inertes tienen "psyché", alma. Pero Tales hizo extensivo este atributo a todo lo inanimado (Tá apsychá). Aristóteles vio en la afirmación de Tales un cierto animismo (Hilozoísmo) que le impelía a adjudicar espíritus a todas las cosas.

El animismo de Tales no es superstición, supone una degradación de lo divino; en lugar de ser manifestación extraordinaria inaprehensible, los dioses se convierten en la esencia de todo lo que existe y se desdibuja en ellos el rasgo trascendente que los separaba del mundo y del alcance del pensamiento, iniciando su transformación en meras causas naturales.

Anaximandro

Aborda el problema de la naturaleza en el mismo sentido que Tales. "No se pregunta qué son las cosas, sino de dónde proceden, de qué están hechas y cómo se hacen."

El primer principio según Anaximandro es el "Ápeiron", lo indeterminado, ilimitado, lo indefinido. No es una finitud en abstracto, sino una materia primordial, inmutable, incorruptible generadora de todos los seres y a la cual todos retornan: "Viene a ser una especie de nebulosa, o materia plástica proteiforme, equivalente a caos de las antiguas cosmogonías, que no es ni agua, ni tierra, ni aire, ni fuego, sino anterior a todas las determinaciones y a todos los contrarios." Aristóteles la interpreta como una mezcla confusa de elementos, los cuales se van separando después por el movimiento".

Anaximandro considera que: "El ápeiron queda fuera del cielo, envuelve, contiene, y gobierna todas las cosas." Para explicar la formación de las cosas enseña un proceso de separación de contrarios. El interior de la masa confusa es agitado por un movimiento eterno, creando remolinos, originando así separación de cada una de las cuales se forman otros mundos.

"Con esta contraposición entre los cosmos limitados y el ápeiron limitado, queda definida la oposición fundamental entre "finitud" e "infinitud" o limitado que recogerán los posteriores pre-socráticos."

Anaximandro "creyó que las cosas no nacían de una sola sustancia, como Tales del agua, sino cada una de sus propios principios particulares. Creyó que estos principios de las cosas singulares eran infinitos y que daban origen a mundos innumerables y a cuantas cosas en ellos nacen, y sustuvo que estos mundos se disuelven y nacen otra vez, según la edad a la que cada uno es capaz de sobrevivir."

Anaxímenes

Anaxímenes concibe el cosmos como un animal viviente, dotado de respiración, dentro del "Pneuma" infinito que lo envuelve todo. De ahí proviene probablemente su concepto de que el aire es el principio primordial de todas las cosas. Así como nuestra alma, siendo aire, nos mantiene unidos, así también el aliento y el aire circundan todo el cosmos. Pero no se trata del aire atmosférico, sino de un "protoelemento eterno", divino, viviente, ilimitado, sutil, movilísimo, casi incorpóreo, que es principio del movimiento y de la vida de todas las cosas.

Pitágoras

Pitágoras de movió en la dirección del dualismo órfico, de los cuales tomó la doctrina de la trasmigración de las almas. Por lo cual dice que el alma procede de otro mundo, se ha manchado con el pecado y ha de llevar ahora, encadenada al cuerpo, una vida de expiación, hasta que logre verse libre del cuerpo.

Dice que el número es el principio (arjé) de todas las cosas. Con ello se pone el principio de los seres, no en la materia, como hasta ahora, sino en la forma. El número es lo que da forma, lo que hace de lo indeterminado algo determinado.

Este descubrimiento del número ha sido muy productivo para el desarrollo de las modernas ciencias de la naturaleza, que viven cada vez más del número. Por lo tanto, siguiendo con la concepción pitagórica, las relaciones de los cuerpos del universo se expresan a través de números y se manifiestan ordenadas y proporcionadas. Él pone el fundamento del número en la forma y en su naturaleza.

Pitágoras, además, plantea la teoría de la eterna marcha circular de todas las cosas, que tuvo su expresión culminante en la idea del cosmos. En el gran año cósmico se nos revela esa idea de armonía. Así, el proceso cósmico no es una marcha rectilínea, sino que se desarrolla en grandes ciclos: estrellas y sistemas cósmicos vuelven siempre a su sitio y el reloj del mundo torna a recorrer el mismo camino de eternidad en eternidad.

Heráclito

Para Heráclito, el arjé no sería ni el agua ni el ápeiron, sino el devenir: "Ningún ser humano ni divino ha hecho este mundo, sino que siempre fue, es y será eternamente fuego vivo que se enciende según medida y según medida se apaga".

El fuego es para Heráclito no una determinada substancia corpórea, sino un símbolo de la eterna inquietud del devenir con sus incesantes subidas y bajadas. El devenir es una cierta tensión entre los contrarios, y esa tensión es la que pone en curso el movimiento.Este devenir es una sintética pervivencia de los contrarios: "no comprenden cómo lo discorde no obstante, concuerda. Es una armónica junto a opuestos como el arco y la lira."

La oposición para Heráclito es algo fecundo, lleno de vida y de fuerza creadora, y en este sentido se ha de entender su aforismo: "La guerra es padre de todas las cosas, es de todas las cosas rey."

Parménides

Para Parménides no hay un devenir, sino un ser, y este ser es compacto, es uno y todo. Sostiene la unidad del cosmos de una manera extrema, sin cambio, sin movimiento, en prefecto reposo. Parménides se coloca de un modo consciente en el pensamiento como vía única hacia la verdad. En su poema enfatiza sobre el peligro de caer en las vías de la experiencia sensible.

La distinción entre conocimiento sensible y conocimiento intelectual es lo que goza de aceptación en todo decurso de la historia de la filosofía. Toda forma de racionalismo caminará por las vías descubiertas por Parménides.

Parménides toma el mundo de los conceptos por lo auténtico y real. Así vino a confundir el mundo con el mundo de la realidad, y desde esa base estructuró de manera original su concepto de ser.

Diferentes conceptos

En la filosofía moderna, el dogmatismo está unido a las concepciones antidialécticas que niegan la idea de la variabilidad y del desarrollo del mundo, y también a la sociología burguesa que se manifiesta contra la teoría marxista relativa al desarrollo de la sociedad y la transformación revolucionaria de la realidad.

En la vida política, el dogmatismo conduce al sectarismo, al abandono del marxismo creador, al subjetivismo, a no tomar en consideración la práctica.

En las condiciones de nuestros días, el dogmatismo, junto con el revisionismo, constituye un gran peligro para el movimiento obrero internacional.

Los partidarios del dogmatismo se manifiestancontra la política de la coexistencia pacífica, no reconocen las vías pacíficas (en ciertas condiciones), del paso, al socialismo, la necesidad de restablecer las normas leninistas en la vida interna del partido.

Fuentes