Donatilo Iselín Arencibia Buchillón

Donatilo Iselín
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NombreDonatilo Iselín Arencibia Buchillón
Nacimiento30 de julio de 1942
Chambas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento15 de abril de 1961
La Habana, Bandera de Cuba Cuba

Donatilo Iselín Arencibia Buchillón. Joven revolucionario que perdió la vida junto con un grupo de compañeros defendiendo la revolución frente al imperialismo yanqui.

Datos biográficos

Nació el 30 de julio de 1942. Era el menor de los seis hijos de los esposos Felipe y Onelia. Su padre trabajaba como obrero ferroviario. La situación económica de la familia no era buena pero a pesar de ello los padres de Iselín eran muy preocupados por la educación de sus hijos: Ibrain, Nélida, Ángel, Arquímedes, Felipe y Antonio, siendo Iselín el menor de sus hermanos.

No pudo mantener sus estudios por la situación económica de la familia y logró alcanzar los estudios primarios hasta el sexto grado con el maestro Ernesto Buchillón que funcionaba en el barrio.

Cuando contaba con 12 años de edad se ve forzado a dejar sus estudios debido a su situación económica y la de su familia y comienza a trabajar para poder ayudar económicamente a sus padres.

Le gustaba cuidar mucho su presencia y se caracterizaba por el respeto que profesaba a sus mayores, con discípulos y a su maestro. Era un joven sencillo, afable, muy apegado a su pueblo. De estatura mediana, algo corpulento, con un pelo muy negro y ondeado, bien parecido. Cantaba los boleros de la época.

Trayectoria laboral

Trabajó como panadero recibiendo como sueldo la mísera cantidad de 1 peso mensual.

A pesar de la alegría contagiosa de su juventud conoció trabajos mal pagados y el desprecio patronal. Fue repartidor de leche, cortador de caña y al triunfo de la Revolución Cubana estaba aprendiendo el oficio de tabaquero.

Trayectoria revolucionaria

Su familia era antibatistiana, no estaban de acuerdo con el golpe de estado de Batista el 10 de marzo de 1952. Él escuchaba hablar sobre el tema y así se fue forjando su carácter. Sabía de la existencia del Movimiento 26 de Julio y de los Jóvenes asesinados... Vivía orgulloso de sus padres y hermanos, expresando que quería ser una gente útil para ayudar a sus padres en la vejez. Integró el primer pelotón de las milicias que se formó en Chambas en marzo de 1959 por el primer teniente Félix Jiménez de la columna Numero 11 del Ejército Rebelde. Era abanderado del pelotón de las milicias que apoyaban a los actos públicos y auxiliaba al ejercito rebelde.

Consciente del significado de la Revolución, se incorporó a las Milicias Nacionales Revolucionarias en noviembre de 1959. En el año 1960 las agresiones piratas procedentes del norte se hacían más constantes. Participaba en todas las caminatas actividades y ejercicios de resistencias que programaban las milicias. En 1960 a finales de año y principios de 1961, cuando existieron situaciones de amenaza de invasión y otras manifestaciones en contra del proceso, se incorpora dispuesto a defender su patria. Cuando se crea la Asociación de Jóvenes Rebeldes en Chambas se incorporó a la organización juvenil y participa en las actividades como miembro de la misma.

El 19 de enero de 1961 cuando llegan a Chambas el capitán José Botello, de la Dirección de Desarrollo Agrario en la provincia de Camagüey, y el teniente Enrique Oribera, de la zona C-19 del INRA, quienes andaban captando milicianos jóvenes de procedencia obrera y campesina para la escuela antitanques Camilo Cienfuegos de Ciudad Libertad, mostró su disposición junto a otros 11 chamberos que fueron llamados a Ciego de Ávila, incorporándose Iselín al grupo de 200 jóvenes avileños. De allí partieron para el antiguo cuartel "Monteagudo" de Camagüey (hoy escuela técnica industrial Manuel Cañete Ramos) y el día 20 se dirigieron hacia La Habana siendo trasladados al campamento de las FAR "Ciudad Libertad" en Marianao. Fue incorporado a la escuela de artillería anti- tanque Camilo Cienfuegos. Sus compañeros de Chambas de la escuela de artillería se nombran: Rene Gari Burgos, Bolívar Fajardo Morales, Pedro de la C medina García, Edilberto Pérez Jiménez, Eladio Cepero Carvajal, Baldomero Rojas Pérez.

Su aptitud de compañerismo, de confraternidad y la preocupación por cumplir tareas, siempre estuvieron presentes en él. Cuando la caminata de los 72 Km. que representaba la prueba física para ser admitido al curso, realizó todo el trayecto con unos zapatos mocasines, dándole aliento a sus compañeros, diciéndole "de Chambas que no se quede nadie, si alguno se queda atrasado nosotros lo ayudamos, de Chambas salimos todos y tenemos que cumplir la prueba, todos"”. Al amanecer del 21 de enero de 1961 ya ingresó en la escuela en el campamento de la misma, cuando separaron a los menores de 18 años y él al observar que no iba a caer con el grupo de Chambas, rápidamente se paso al de mayores. Durante tres meses cursó los estudios de artillería anti tanque. Allí recibió diferentes materias en jornadas que comenzaban bien temprano y terminaban tarde en la noche con la superación cultural y política. Mantenía buena relaciones con el instructor político Eduardo García Delgado, con quien hablaba todas las noches porque radicaba en el mismo piso. Este joven, de 23 años, durante el ataque aéreo fue herido mortalmente y antes de morir escribió con su sangre el nombre de Fidel en una pared. El 15 de abril de 1961, cuando se produjo el bombardeo al aeropuerto de Ciudad Libertad, cae herido de muerte. Los hechos se relatan de esta forma: El día 14, sobre las 10.00 p.m., se reciben instrucciones de adelantar 30 minutos la hora del de pie, formar para desayunar para de inmediato proceder a descargar las rastras de proyectiles para cañón anti – tanque y así se hizo.

Última etapa

En la formación frente al comedor, aparecen los aviones B26 pintados de verde olivo y con la bandera cubana, lo que produjo una confusión momentánea, comienzan a ametrallar convirtiéndose aquello en un infierno de humo y metralla. Cuentan los chamberos protagonistas de aquella ocasión que Iselín y otros compañeros trataron de protegerse en el tronco de un viejo Jagüey, resistieron el primer pase de los aviones, pero en el segundo soltaron una bomba de gran potencia que cayó como a 15 o 20 metros de donde estaban.

Recibió heridas mortales al igual que otros, donde hubo 7 muertos y 51 heridos. Tenia 18 años cuando murió.

La muerte de Iselín fue un duro golpe para sus familiares y sus compañeros. En el año 1964 fueron trasladados sus restos a su pueblo natal Chambas. Sus restos mortales hoy descansan en el Panteón de los caídos por la defensa (Chambas).

Al siguiente día de la agresión, el compañero Fidel Castro Ruz en el entierro de las víctimas, planteaba el carácter socialista de la Revolución y los obreros y campesinos reunidos allí juraron con las armas en alto la defensa de la Revolución, de los humildes y para los humildes.

Anécdotas

Muestras de su firmeza quedan como testimonio en dos ocasiones de diferentes etapas de su corta vida:

  • Cuando a su mamá en los primeros días del triunfo de la Revolución, en enero de 1959 le expresó, "Ya podemos hablar, bastante tiempo tuvo el pueblo amordazado, ahora ha triunfado nuestra Revolución".
  • En una conversación con su amigo y compañero Bolívar Fajardo Morales, sostenida en sus magníficas relaciones, le dijo, "Hay gentes que dicen que este gobierno es comunista. Yo solo sé que como se ocupa de nosotros, los humildes, tenemos que defenderlo hasta el final".

Memorias de su sepelio

El 16 de abril de 1961 en Ciudad de la Habana, en la histórica Colina Universitaria, el día 15 se había perpetuado más allá de sus 24 horas, los restos mortales de los 7 jóvenes combatientes, entre los que se encontraban los de Donatilo Iselín Arencibia Buchillón que recibían el homenaje ininterrumpido, silencioso de una muchedumbre desfilando ante los féretros cubiertos con la enseña nacional y escoltados por la guardia de honor.

Noche y madrugada acuñaron el llanto quedo conmovedor de sus familiares por la pérdida de sus seres queridos, desde entonces héroes de la patria. A las 10 y 30 a.m. del 16 de abril de 1961, tras la ultima guardia de honor encabezada por el presidente Osvaldo Dorticós Torrado y miembros del Consejo de Ministros, comenzaron a bajar las urnas mortuorias sobre hombros milicianos por aquel mar de pueblo uniformado que colmaban la escalinata universitaria para dar el último saludo a los hermanos caídos.

De lo alto del rectorado una gran bandera cubana se desplegaba recogida hacia la punta con un crespón negro.

Cuando el cortejo dobló por la calle L hacia 23, miles de capitalinos se sumaron a aquella marcha luctuosa y viril, encabezada por un vehículo del Ejército Rebelde con pabellón patrio seguido por la banda de música que entonaban el Himno Invasor, la marcha del 26 de julio y de las Milicias Nacionales Revolucionarias.

Desfilaron las unidades de combatientes que horas después marcharían al combate. A ambos lados de la calle se agrupaban también otros ríos de personas con rostros contraídos, ojos llorosos, puños crispados; mujeres y niños lanzaban flores al paso de la caravana.

Pasada las 11 y 30 de la mañana comenzaban a entrar a la Necrópolis de Colón los autos fúnebres. Cuando los aguerridos brazos milicianos alzaron el Ferrer para llevarlo hasta el panteón, la muchedumbre comenzó a entonar el Himno Nacional, como canto de guerra y llamado al combate, seguido de patria o Muerte "Venceremos".

En la esquina de 23 y 12 hablaría Fidel desde la improvisada tribuna la vista se perdía por aquel mar de verde olivo y boinas negras. Se reunían los habaneros, en representación de todos los revolucionarios cubanos, para despedir a hermanos caídos. Entonces el Comandante en Jefe diría.

"Compañeros obreros y campesinos, esta es la revolución socialista y democrática de los Humildes, con los Humildes y para los Humildes. Y por esta Revolución de los humildes, y por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida.".

"Obreros y campesinos, hombres y mujeres humildes de la patria, ¿juran defender hasta la última gota de sangre esta Revolución de los Humildes, por los Humildes y para los Humildes? Y un grito de ¡SÍ! con los fusiles en alto, se extendió como ola de mar embravecido.

Poco después y para terminar, tras del ¡Patria o Muerte!, ¡Venceremos!, Fidel pidió entonar el Himno Nacional y así se hizo, con el ímpetuo y vigor de quienes marchaban al combate.

Fuentes

  • Jiménez González, Leoncio R.:"Jefe de la Asociación Internacionalista del Municipio". Inédito, Mecanografiado
  • Suris Balmaseda, Luis Inocente. "Presidente del Consejo Municipal de la Sociedad Cultural José Martí e historiador del Movimiento Juvenil Cubano en Chambas.