Ecos de Mantua (periódico de la provincia de Pinar del Río, 1946-)
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Ecos de Mantua. En mayo de 1946, cuando el mundo respiraba el primer año de paz, luego de una contienda bélica desvastadora, el esfuerzo de los mantuanos hizo posible la inauguración de este defensor de los intereses locales. Transcurridos 12 lustros, exactamente en octubre del 2006, aquel periódico sencillo y digno defensor de los intereses de esta pintoresca región de Cuba circularía nuevamente, fruto de la continuidad histórica que los hijos de las presentes generaciones supieron darle.
Fundación
En la tarde del 20 de mayo de 1946, con la presencia de la máxima dirección del recién fundado Patronato Local “Por Mantua M.N. y por una Cuba Mejor” quedó inaugurado el Periódico Ecos de Mantua, bajo la dirección del Abogado y Periodista de profesión, Doctor León Brunet y Ramírez.
Historia
Fue desde sus inicios una publicación al servicio de los intereses del pueblo, aun cuando el diario era propiedad privada, inscrita a favor del propio Doctor Brunet, miembro activo del Colegio Nacional de Periodistas y de la Asociación de la Prensa y Reportes de la Habana.
Los primeros números se editaban en la Capital del país los días 10, 20 y 30 de cada mes, debido a que la infraestructura de impresión en Mantua aun se encontraba en trámites. En 1948, su redacción se traslada para la localidad.
El periódico se publica hasta 1955, año en que fallece su gestor e impulsor León Brunet.
Cambio a formato digital
El 10 de octubre del año 2006, exactamente a las 12.00 de la noche, en la quietud del sueño reparador de nuestra villa, la simbiosis entre la ciencia y la voluntad humana hicieron nacer por segunda vez a Ecos de Mantua.
Un Sitio de igual nombre ocupó el lugar perdido entre las publicaciones nacionales, esta vez en el ciberespacio, con la misma hidalguía de la primera oportunidad y lleno de la juventud y las motivaciones necesarias para hacer del mismo una novedad diaria.
Hoy, en moderno soporte técnico se superan con creces las modestas tiradas de 200 ejemplares de aquella época, llevando a millones de personas en nuestro país y el mundo la realidad de nuestra pequeña villa, con lo cual se demuestra sin lugar a dudas que las ideas bien plantadas fructifican y se multiplican en el corazón de cada patriota.
