El Combate de la Crisis (1875)

El Combate de la Crisis (1875)
Información sobre la plantilla
Fecha:1875
Lugar:Cuba,Sancti Spiritus, Actual Mcpio La Sierpe
Resultado:
Según criterio militar Gómez, aseguro que esa columna debió estar muy impedimentada o llena de pánico)
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba vs Bandera de España España
Líderes:
Mayor General Máximo Gómez
Organizaciones involucradas:
Ejército Libertador, España

El Combate de la Crisis Después de la victoria de El Jíbaro las fuerzas mambisas atacan de forma relámpago el campamento enemigo de Río Grande. A partir de aquí inician un periplo por toda la jurisdicción que siembra el desconcierto en los españoles.

Recorrido de las tropas

El día 8 de febrero de 1875 Gómez ordena desde la reforma a sus principales Jefes que se concentren los días 20 y 21 de ese mes en la Crisis, mientras que él... con la escolta y algunas gentes más de los caballos estropeados de los cuerpos que andan en operaciones se dirige hacia este punto el día 9.

El día 12 una fuerte columna enemiga procedente de guayacanes acampa en Las Nuevas, de lo que se percata el Generalísimo al llegar a la finca Santa Elena, muy cercana a este lugar; continua su marcha hacia el sur para acampar el día 13 en las Vegas de paso viejo, en la cercanías del destruido pueblo de El Jíbaro y a orillas del Río Jatibonico del Sur. Aquí reponen un poco sus fuerzas y se envía una orden el coronel Cecilio González para que se dirija al nuevo punto de concentración que ha sido acordado.

El día 14, después de una hora de camino, arriban a La Crisis y después del correspondiente reconocimiento del lugar, deciden acampar a las primeras hora del 15 de febrero. Por la tarde arriban al improvisado campamento el General Julio Sanguily, el Coronel Cecilio González y el Brigadier Manuel Suáres que venia del Camagüey.

Por la madrugada del 16 reinician sus movimientos, esta ves hasta la Esperanza, un poco más al este, donde reciben noticias del Brigadier José González desde Cienfuegos. Aquí Gómez organiza dos columnas que debían partir, una para remedios y la otra para Cienfuegos.

El día 18 vuelve Máximo Gómez con sus hombre hacia la Vega de Paso Viejo y ordena al General Sanguily que marche hacia la Reforma con el objetivo de reactivar las acciones en esa zona, dejando el resto de la infantería a las ordenes del Comandante Serafín Sánchez. También ordena al Coronel Lino Pérez que pase con sus hombre hacia la jurisdicción de Villa Clara. Por la noche se incorpora el Coronel Pancho Giménez y se decide variar la posición, esta ves hacia la finca La Hungría.

El Combate de la Crisis (1875)

Después de acampar sin novedad el 19 del anochecer, los exploradores avisan, que muy cerca en La Crisis se encuentra una fuerte columna española. De inmediato el estado mayor toma sus precauciones para evitar una sorpresa, mientras se prepara el ataque que se llevará a efecto a la mañana siguiente.

A las 4:00 a.m. del día 20 están listos los 200 hombres de caballería para entablar combate. De ellos se escogen 50 jinetes bajo las órdenes de Coronel Pancho Giménez para que se situé en la retaguardia del enemigo y comience el ataque tan pronto este llegue a las posiciones del campamento que sería defendido por el Generalísimo con el resto de la tropa.

Tomadas todas estas medidas se esperó hasta las 7:00 a.m. pues los españoles avanzaban muy lentamente. Gómez ordena que a ambas márgenes del arroyo se sitúen dos grupos de exploración y atraigan al enemigo hacia un punto previamente escogido. Así sucede y tras un primer disparo una lluvia de proyectiles cae sobre los soldados que se ven atacados de frente y por la retaguardia. Ante esta situación los españoles no desplegaron su fuerza, sino que inmediatamente se concentraron, aprovechando las condiciones del terreno y la existencia de gruesos árboles y cercas donde la caballería mambisa no podía maniobrar con facilidad. El alto mando cubano dispuesto entonces a hostilizarlos con pequeños grupos ya que los españoles se habían puesto a la defensiva y no hacían ningún movimiento.

A las 9:00 a.m. el enemigo forma un cuadro que intenta avanzar. Gómez entonces selecciona 50 hombres para que, en su maniobra de engaño, cargasen sobre ellos y si hallaban resistencia se retiraran rápidamente hacia las posiciones donde lo esperaba el grueso de los cubanos que entonces cargarían con todas sus fuerzas. Esta estratagema no obtuvo resultados, porque los españoles al ver a los cubanos volvieron a replegarse hacia sus trincheras naturales, por lo que continua el hostigamiento por parte de los mambises.

A las 4:30 p.m. La situación había variado poco, por lo que teniendo en cuenta el desgaste de los caballos, que hacían muchas horas que no tomaban agua, Gómez decide retirar sus hombres a media legua del lugar de las acciones, dejando solo un pequeño grupo que debía continuar hostilizar al enemigo.

Al amanecer del 21 los españoles se retiran, abandonando las trincheras, en las que llenos de temor se parapetaron, quedando sobre el campo muchas señales de haber recibido bajas.

El Generalísimo Máximo Gómez calificó este encuentro como raro combate, porque a pesar de luchar durante más de doce horas, y con una densidad de fuego muy grande, su tropa solo sufrió dos bajas: el Jefe de su escolta y un sargento que fueron heridos, además de siete u ocho caballos.

Diario de campaña Gómez

Al hacer un análisis de los resultados del combate, el Generalísimo escribió lo siguiente en su diario de campaña: Ignoro el daño echo al enemigo, pero puedo bajo la responsabilidad de mi criterio militar, asegurar que ha recibido bastante y voy a dar los fundamentos de mi juicio, además de las señales que han dejado en el campo de sepulturas y rastros de sangre. La columna española pasaba de mil hombres y estaba agrupada en las márgenes de arroyo y en él cause del mismo, ellas no sé por qué, sin duda algún plan de emboscada, me presenta tan poca gente de frente, que como he dicho antes, debidamente contestaba nuestros fuegos, y con movimientos de arraigo y avances y retiradas hacia el arroyo se sostuvieron y mientras tanto, nuestro fuego dirigido a aquella masa, indudablemente debían ser certeros. Además hay que tener en cuenta otras circunstancias y es que los españoles hacía más de treinta días que nos buscaban para el combate, y su marcha de La Crisis muy al amanecer del veintiuno sin esperar ni perseguirme, indica que esa columna debió estar muy impedimentada o llena de pánico.

Fuentes