El Espectador (periódico de Colombia)

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El Espectador
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Periódico de pago de mayor difusión y antigüedad en Colombia
Director(ar):Fidel Cano Correa
CirculaciónNacional
Cantidad de números50 000 ejemplares de lunes a sábado y 150 000 los domingos
ISSN0122-2856
Fecha de Fundación22 de marzo de 1887
IdiomaEspañol
Sitio web
http://www.elespectador.com/noticias

El Espectador. Periódico colombiano de pago, redactado en español y de tirada nacional, cuya sede principal se encuentra en la ciudad de Bogotá.

Fue fundado por Fidel Cano Gutiérrez en 1887 en la ciudad de Medellín y cuenta con una audiencia estimada de 1,85 millones de lectores.

Se considera el rotativo de mayor prestigio y antigüedad tanto en Colombia como en gran parte de América Latina.

Debe su nombre a la gran admiración de su fundador por el poeta Víctor Hugo, quien colaboraba en Francia en un diario que llevaba el mismo nombre.

Se define como un periódico político, literario, noticioso e industrial. Desde el 2012 cuenta con una versión digital.

Historia

Primeros años

El Espectador fue lanzado el 22 de marzo de 1887 en la ciudad de Medellín, a cargo de su fundador, Fidel Cano Gutiérrez quien junto al equipo editorial lo definían como un periódico político, literario, noticioso e industrial.

Fidel Cano Gutiérrez, fundador del periódico El Espectador.

Sin embargo debe aclararse que en el momento en que nace El Espectador, Colombia se encuentra bajo una hegemonía conservadora impositiva, que cercena libertades y no ve con buenos ojos el ejercicio de la libertad de opinión. Sin duda alguna eran momentos difíciles para la prensa libre colombiana.

Por tales motivos, el rotativo sufrió varias suspensiones producto de la censura desatada por los distintos gobiernos políticos de la llamada época de la “Regeneración” quienes adoptaron una tendencia a la intolerancia política que no tardó en repercutir en la libertad de prensa. El propio artículo 42 de la Constitución de 1886 rezaba: “… la prensa es libre en tiempos de paz”.[1] cuyo mensaje quedó abierto a todo tipo de interpretaciones que hicieron posible no sólo implementar la censura como una política gubernamental, sino también justificarla en nombre de la paz.

Otro de los conflictos sufridos en sus primeros años fue con la Iglesia Católica, que ejercía una posición social preponderante en la época. En 1888, a raíz de un artículo publicado en uno de los primeros números del diario, que criticaba la fastuosidad de la Iglesia para organizar celebraciones religiosas, el entonces obispo de Medellín declaró pecado mortal la lectura de El Espectador. Ello trajo como resultado que numerosos lectores tomaran distancia del periódico.

Apenas tres meses después de su lanzamiento, el 8 de julio de 1887, el periódico fue clausurado por el gobierno de Núñez, por considerarlo subversivo y le fue imposible circular hasta el 10 de enero de 1888, amparado por el decreto sobre libertad relativa de prensa publicado en esa fecha. Más tarde ese mismo año, ocurrió un nuevo cierre, esta vez por mano del presidente delegado Carlos Holguín. Aunque la prohibición de publicación era de sólo seis meses, el periódico no pudo reanudar su circulación sino hasta el 12 de febrero de 1891.

En agosto de 1893, por mandato del gobernador de Antioquia, Abraham García, el periódico fue cerrado nuevamente, esta vez con la detención de Fidel Cano, quien fue puesto en prisión durante casi un año por haber permitido la publicación del discurso del Indio Uribe, pronunciado en homenaje al poeta Epifanio Mejía y con el cual pretendía recaudar fondos para enviárselos al manicomio.

En marzo de 1986, el periódico vuelve a aparecer para enfrentar dos nuevas clausuras, una en junio de ese mismo año, y otra en octubre de 1899, cuando se vio obligado a cesar sus actividades por la Guerra de los Mil Días.

Después de cuatro años sin circular, El Espectador volvió a ser editado, pero a finales de 1904, bajo el Gobierno de Rafael Reyes y fue cerrado de nuevo por razones de índole política. Este fue el período de cierre más largo que tuvo que enfrentar el periódico, que se prolongó durante casi nueve años, desde 1904 hasta 1913 cuando reapareció renovado.

Tras la muerte de su fundador Fidel Cano, ocurrida en 1919, el diario se consolidó como una empresa familiar, ya que la dirección del periódico recayó en manos de Gabriel Cano, hijo del fundador y hasta entonces codirector del periódico.

Mientras tanto, Luis Cano, otro de los hijos del fundador, manejaba la edición bogotana del periódico. Comenzó así una época de fortalecimiento del rotativo, que comenzó a ganar prestigio en la capital, hasta que en 1923, se canceló la edición de en Medellín y Gabriel Cano se trasladó a Bogotá para dirigir junto a su hermano la edición capitalina. Para entonces la suscripción anual al diario tenía un costo de $7.4.

El Espectador en Bogotá

La segunda mitad del siglo XX trajo para El Espectador un nuevo desafío: la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla. Ante el régimen dictatorial, el periódico asumió una actitud de oposición frontal, lo que le costó grandes cantidades de dinero en multas impuestas por el Gobierno y una suspensión indefinida en febrero de 1956.

En su lugar comenzó a circular un periódico de nombre El Independiente, que se mantuvo hasta 1958, año en que El Espectador reapareció, cambiando su horario vespertino por uno matutino.

El 22 de marzo de 1964 las instalaciones del diario se trasladaron al occidente de Bogotá, sobre la avenida 68 ―conocida como avenida El Espectador―. En la inauguración su entonces director Gabriel Cano afirmó que el diario tendría la mejor esquina del país.

Los años ochenta marcó el inicio del declive del periódico, principalmente por causas económicas. A pesar de tener sede en Bogotá, la dirección del periódico decidió fortalecer sus operaciones desde las diferentes regiones del país, hecho que algunos analistas consideran fue un gran error que conllevó a una crisis anunciada en las finanzas del diario.

La investigación sobre el manejo de las acciones del Grupo Grancolombiano, emprendida por el diario, trajo como consecuencia funesta el retiro de la pauta publicitaria por parte de este grupo financiero. El Espectador había perdido a uno de sus mayores anunciantes, lo que le trajo grandes desequilibrios económicos. En medio de las dificultades económicas, el diario no abandonó la lucha por sus ideales, al contrario emprendió la batalla contra uno de los problemas más grandes del país: el narcotráfico.

De esta lucha se desprenden dos acontecimientos que golpearon seriamente al periódico y determinaron la crisis económica a la que tendría que enfrentarse un par de años después. Estos acontecimientos son: el asesinato el 17 de diciembre de 1986 del entonces director Guillermo Cano por sicarios del llamado Cartel de Medellín y la explosión de un carro bomba en la sede del periódico que dañó seriamente las instalaciones y dejó un saldo importante de heridos.

Portada de El Espectador anunciando el asesinato de su entonces director Guillermo Cano.

Las dificultades mencionadas culminaron con el colapso financiero del periódico en 1997, cuando la familia Cano tomó la decisión de vender El Espectador al grupo empresarial Santo Domingo.

En el año 2000, debido a los escasos recursos económicos con que contaba, El Espectador pasó a ser semanario y se mantuvo como tal hasta el 11 de mayo de 2008, cuando retomó su circulación diaria con un nuevo formato tabloide europeo más colorido y bajo la dirección de Fidel Cano Correa, bisnieto del fundador del periódico.

Época actual

En la actualidad, El Espectador se ha posicionado como uno de los diarios más importantes del país, competidor principal del periódico El Tiempo y ampliamente reconocido a nivel nacional e internacional por su imparcialidad y su línea editorial crítica, orientada a la búsqueda de la verdad y la defensa de los derechos civiles.

Fidel Cano Correa, actual director de El Espectador.

Estructura

En sus orígenes, el periódico utilizó un formato de cuatro páginas de un cuarto de pliego: en la primera página se publicaban avisos de propaganda comercial y en las páginas restantes aparecían las informaciones noticiosas. El tiraje inicial del periódico era de 500 ejemplares que circulaban los días martes y viernes de cada semana.

Con el de cursar del tiempo, se fue renovando y hacia 1913 reapareció con un mayor formato y con circulación diaria. Ya para 1915, empezó a circular simultáneamente en Medellín y en Bogotá, en horario vespertino. Actualmente, El Espectador cuenta con una cifra aproximada de 1,85 millones de lectores, y la tendencia es a un incremento continuo de la misma.

El 29 de mayo de 1996 el diario inauguró su sitio web (www.elespectador.com) como parte de la campaña emprendida desde el 22 de marzo de ese mismo año a fin de poner al periódico en armonía con los avances tecnológicos. Desde entonces se utilizó esa plataforma para permitir a los usuarios que no pudieran recibir el diario, leer las noticias, comentar con los editores y hasta poder suscribirse al mismo.

En mayo del 2000, el diario cambió por primera vez el estilo de su página web, a otro más completo en el que se incluían 3 tablas: la primera con el índice, la segunda con la noticia destacada del día y la tercera con noticias extras. Además se incluían enlaces a sitios claves, menos negrillas y un cambio de color en general. Hacia agosto de ese mismo año, el sitio volvió a cambiar su página web, recreando una página mucho más completa que incluía indicadores, encuestas y hasta foros de opinión.

En enero del 2002 volvió a cambiar su página web, una pequeña modificación que incluyó una columna izquierda con mayor contenido, un apartado de últimas noticias, el traslado del logotipo por debajo de su habitual menú, una mayor utilización de tablas, entre otras mejoras. Para septiembre del propio año el sitio vuelve a cambiar, dotando de colores llamativos las columnas de izquierda y derecha y de bordes circulares todas sus tablas.

En el mes de junio del 2004 centra todas las tablas, en aras de mejorar la estética del sitio; también mejora su logotipo en la web. Durante los años siguientes, el semanario continuó con los cambios en su versión digital; migró a una versión con tonos blancos y rojos, con 3 columnas: a la izquierda y derecha, enlaces a columnistas, noticias y secciones; y en el centro a noticias y publicidad. Asimismo renovó su logotipo en la web, agregando el (.com) y permitiendo comentar las noticias. Entró también en funcionamiento el registro de usuarios.

Luego de varios rediseños, el 7 de marzo del. 2008 “ElEspectador.com” cambió de imagen a una versión mucho más activa y dinámica, en la que, además de mejorar su registro y de ofrecer versiones individuales de noticias de última hora, ofrece apartados individuales de cada tema, sistemas de buscadores de noticias y suscripciones RSS, así como vídeos sacados de Noticias Caracol, debido a que Caracol Televisión pertenece, al igual que El Espectador, a Julio Mario Santo Domingo. El sitio usa el software de sistema de gestión de contenido Drupal. Su sitio web registró un crecimiento de 46% en el 2009.

El jueves 2 de octubre de 2008 recibió por parte de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT) el premio Colombia en Línea al mejor sitio de noticias online. En el 2009, le fue conferido por segunda vez consecutiva el mismo galardón. En el mes de abril del 2010 su página web alcanzó los 3 millones de usuarios únicos.

Importancia histórica

El periódico El Espectador es una publicación ejemplar que desde sus orígenes ha sabido mantener una tradición de justicia y búsqueda de la verdad. No sólo realiza investigaciones en profundidad, sino que da espacios para la diversidad de opiniones y géneros que llenan el país sin ser tomados fácilmente en cuenta.

Por otra parte, el pie de lucha y el empeño en la denuncia de la violencia y la corrupción, son rasgos admirables del diario, que se ha mantenido fiel a sus convicciones e ideología, sin importar las presiones, dificultades o amenazas que le rodean.

En sus 128 años de trayectoria, El Espectador ha sido una publicación insigne, imparcial y neutral, siempre en defensa del país y de los valores de la transparencia, la honestidad y la verdad, tan necesarios para construir una nación más justa, igualitaria y próspera.

Premios y reconocimientos

El Espectador fue considerado en los años 2009 y 2010 como el «Mejor Periódico Diario» en los premios anuales de Andigraf, la Asociación Colombiana de la Industria de la Comunicación Gráfica.

Notas de interés

  • Aunque no existen registros históricos que lo confirmen, la anécdota familiar cuenta que Fidel Cano, el fundador del diario El Espectador, tomó el nombre de un periódico francés en el cual prestaba su colaboración el reconocido poeta Víctor Hugo, por quien este sentía una profunda admiración.
Portada de El Espectador anunciando la captura de Pablo Escobar.
  • Desde 1960, el diario entrega anualmente un premio al deportista del año.
  • El diario El Espectador se convirtió en un enemigo feroz del narcotráfico en el país, especialmente contra el conocido Pablo Escobar, quien sintiéndose amenazado por las criticas del rotativo, ejecutó acciones terroristas contra sus trabajadores y mandó a asesinar a su entonces director Guillermo Cano.
  • En honor a la memoria del director del periódico Guillermo Cano, la UNESCO instituyó el Premio Mundial a la Libertad de Prensa Guillermo Cano, por su largo compromiso con la diversidad de opinión y las circunstancias de su muerte.
  • Un día después del asesinato de su director, El Espectador tituló en primera plana la frase «Seguimos adelante», que se convertiría en su constante durante todos los años siguientes.
  • Eduardo Zalamea Borda declaró a la BBC de Londres que consideraba a El Espectador el mejor diario del mundo. Sucesivamente el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez escribiría una carta, a manera de memoria, recordando este hecho y afirmaba que estaba de acuerdo con Zalamea: «...y es que todos los que hacían el periódico en aquel tiempo y muchos de quienes lo leían, estaban convencidos de que -dicha afirmación- era cierta».
  • El Espectador tiene el mayor crecimiento entre los diarios tradicionales de Colombia. En los últimos tres años, desde que regresó a diario: su lecturabilidad entre semana [UP], ha aumentado en un 51% y la edición dominical ha crecido un 44 %, de acuerdo con el Estudio General de Medios, EGM.
  • Los lectores de El Espectador se caracterizan por un alto nivel educativo: el 25% tiene grado de especialización, maestría o doctorado y el 33% tiene grados universitarios. Estas cifras están muy por encima del promedio colombiano que oscila entre 5% y 19%, respectivamente (según datos de EGM en el 2011).
  • ELESPECTADOR.COM es uno de los sitios más visitados del país con un total aproximado de cinco millones de usuarios únicos diarios.
  • Los jóvenes muestran una gran afinidad por El Espectador: un 29 % de las personas que leen El Espectador son jóvenes (según datos de EGM en el 2011).

References

  1. Constitución de 1886. Disponible en: «"El Espectador" siempre vuelve a estar de pie», artículo del 20 de abril de 2012 en el sitio web El Castor Histórico (Bogotá).

Fuentes