El Gigante Egoísta

El gigante egoísta
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Cuento infantil que trata sobre la distinción moral entre el bien y el mal y cómo comportarnos ante la sociedad.
Título originalThe selfish giant
Autor(a)(es)(as)Oscar Wilde
ColaboraciónBiblioteca Virtual Universal
Editorial:Editorial del Cardo, Bandera de Argentina Argentina
GéneroCuentos
Edición2013
IlustracionesAlexis Deacon
Primera edición1888
PaísBandera del Reino Unido Reino Unido

El gigante egoísta. Libro de cuento folklórico infantil realizado por el escritor y dramaturgo británico-irlandés Oscar Wilde en su primera edición en mayo de 1888. Fue escrito en la colección El príncipe feliz y otros cuentos, que reúne cinco cuentos del autor. Narra la historia de un gigante egoísta que no dejaba que los niños jugaran en su jardín, por eso allí se había instalado el invierno para siempre y los árboles se olvidaron de florecer. El libro fue escrito dos años después de haber nacido el último hijo del autor. Oscar Wilde, fallece en Francia en el año 1900. Su cuento ha sido llevado a la cinematografía bajo el nombre The selfish giant, película animada canadiense de 1972; y The selfish giant, película británica de 2013.

Sinopsis

El gigante egoísta no dejaba que los niños jugaran en su jardín, por eso allí se había instalado el invierno para siempre y los árboles se olvidaron de florecer. Pero un día, el amor de un niño conmovió el duro corazón del gigante y entonces comprendió cómo el egoísmo había alejado a la primavera de su jardín y a la belleza de su vida.

Un día de invierno el gigante vio en el rincón de su jardín que el árbol tenía flores y frutos y debajo de él al niño pequeño, entonces salió con él y le dijo que quien lo había maltratado y el niño le contesto que eran heridas de amor, el gigante asustado pregunto que quien era y le contesto que: -un día me dejaste jugar en tu jardín, hoy vendrás conmigo a mi jardín que es el paraíso.

Personajes

  • Los niños,
  • el gigante y
  • el pequeño.

Fragmento del cuento

Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la primavera se cubrían con delicadas flores color rosa y nácar, y al llegar el otoño se cargaban de ricos frutos aterciopelados. Los pájaros se demoraban en el ramaje de los árboles, y cantaban con tanta dulzura que los niños dejaban de jugar para escuchar sus trinos.

-¡Qué felices somos aquí! -se decían unos a otros.

Fragmento del cuento ilustrado

Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su amigo el Ogro de Cornish, y se había quedado con él durante los últimos siete años. Durante ese tiempo ya se habían dicho todo lo que se tenían que decir, pues su conversación era limitada, y el Gigante sintió el deseo de volver a su mansión. Al llegar, lo primero que vio fue a los niños jugando en el jardín.

-¿Qué hacen aquí? -surgió con su voz retumbante.

Los niños escaparon corriendo en desbandada.

-Este jardín es mío. Es mi jardín propio -dijo el Gigante-; todo el mundo debe entender eso y no dejaré que nadie se meta a jugar aquí. Y, de inmediato, alzó una pared muy alta, y en la puerta puso un cartel que decía: Entrada estrictamente prohibida bajo las penas consiguientes. Era un Gigante egoísta…

Los pobres niños se quedaron sin tener dónde jugar. Hicieron la prueba de ir a jugar en la carretera, pero estaba llena de polvo, estaba plagada de pedruscos, y no les gustó. A menudo rondaban alrededor del muro que ocultaba el jardín del Gigante y recordaban nostálgicamente lo que había detrás. -¡Qué dichosos éramos allí! -se decían unos a otros.

Cuando la primavera volvió, toda la comarca se pobló de pájaros y flores. Sin embargo, en el jardín del Gigante egoísta permanecía el invierno todavía. Como no había niños, los pájaros no cantaban y los árboles se olvidaron de florecer. Solo una vez una lindísima flor se asomó entre la hierba, pero apenas vio el cartel, se sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y volvió a quedarse dormida.

Los únicos que ahí se sentían a gusto eran la Nieve y la Escarcha…….Al día siguiente los niños lo encontraron muerto bajo el árbol cubierto de flores blancas.

Datos del autor

Oscar Wilde. Escritor y dramaturgo más destacados de Inglaterra en la época victoriana. Nació el 16 de octubre de 1854 en Dublín, Irlanda; hijo del cirujano William Wills-Wilde y de la escritora Joana Elgee. Tuvo una infancia tranquila y sin sobresaltos. Estudió en la Portora Royal School de Euniskillen, en el Trinity College de Dublín y, posteriormente, en el Magdalen College de Oxford, centro en el que permaneció entre 1874 y 1878 y en el cual recibió el Premio Newdigate de poesía, que gozaba de gran prestigio en la época. Entre 1887 y 1889 editó una revista femenina, Woman’s World, y en 1888 publicó un libro de cuentos, El príncipe feliz ( The Happy Prince), cuya buena acogida motivó la publicación, en 1891, de varias de sus obras, entre ellas El crimen de lord Arthur Saville (Lord Arthur Savile’s Crime).

Véase también

Fuente