El Revisor Político y Literario

El Revisor Político y Literario
Información sobre la plantilla
Fecha de Fundación1823
UbicaciónLa Habana
PaísBandera de Cuba Cuba
Idiomaespañol

El Revisor Político y Literario (La Habana, 1823-?) fue un periódico que comenzó a publicarse a partir del 3 de marzo de 1823, bajo el lema en latín «Semper ego auditor tantun? Nanquam ne reponan...?».[1]

Surgimiento

Inicialmente su salida fue irregular. Antonio Bachiller y Morales señala, en la página 226 del tomo 2 de su obra Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública en la Isla de Cuba,[2] lo redactaron varios jóvenes alumnos de la clase de Constitución del Colegio de San Carlos», que antes habían publicado El Americano Libre.

En su introducción se lee:

Restituida la tranquilidad al seno de la dichosa y pacífica Habana, acallado el lenguaje feroz de las pasiones y aplacado algún tanto el resentimiento de los odios políticos, nada es más natural y consiguiente que presentar al público ilustrado un periódico, en que se desenvuelvan materias políticas, científicas y literarias; materias, que al paso que sirvan de alguna instrucción, agraden y deleiten.

Contenido

Constó de dos tomos: el primero comprende desde su inicio hasta el número 58 (14 de julio de 1823) y el segundo el número 71 (30 de agosto de 1823). Publicó trabajos sobre crítica literaria, especialmente; sobre teatro español y cubano de su época, bellas artes, teoría literaria y otros asuntos de interés general. Como constante, brindó amplia información sobre cuestiones políticas, sociales y económicas del país. Publicaba también con frecuencia discursos de personajes de la época y documentos políticos de importancia histórica. En sus páginas abundaron anécdotas y poesías, entre ellas las de José María Heredia, quien firmaba con la inicial de su apellido.

Colaboradores

José M. Labraña afirma, en la página 678 de su artículo «La prensa en Cuba» ―aparecido en Cuba en la Mano[3] que colaboraron en sus páginas Félix Varela, Francisco Arango y Parreño, José Antonio Saco, Domingo del Monte, Anacleto Bermúdez, Antonio M. Valdés, Francisco J. de la Cruz, Cayetano San Feliú, José S. Mojarrieta, Francisco E. Hevia. Enrique Wilston, José Antonio Sintra, Desval (seudónimo de Ignacio Valdés Machuca) y otras figuras que firmaron con seudónimos de desconocida identidad, entre ellos L. E., Inarco Calemio, Amante de las Leyes, Delio, Zulio, El Habanero, Marón Dáurico, y otros.

Fuentes