El canario que no sabía cantar (cuento)

El canario que no sabía cantar
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Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Silvia García Ruiz
GéneroCuento

El canario que no sabía cantar. Cuento para niños mayores de seis años, sobre un canario que vivía en una casa de mascota, pero a diferencia de sus hermanos este no sabía cantar.

Datos de la autora

Silvia García Ruiz nació, en España, en el año 1984. En la actualidad vive cerca de la costa, en Málaga, una ciudad y un municipio de España, capital de la provincia homónima y ubicada en la comunidad autónoma de Andalucía.

Es amante de la novela romántica por lo que no solo disfruta leyendo, sino también escribiendo este género literario. Desde pequeña sus padres la animaron a desarrollar su afición por la escritura por lo que nunca dejó de soñar con que algún día sus novelas se publicaran.

Ama vivir en la costa y sobre todo pasear por la orilla del mar aprovechando el momento para concebir los nuevos personajes y crear sus novelas. Con una imaginación siempre viva, no se permite dejar de pensar cómo sería la historia de amor de cada los personajes de sus novelas, y eso se lo debe a su fuerte creencia en el amor verdadero.

En la actualidad vive con su gran amor de adolescencia quien no deja de animarla a seguir escribiendo, compaginando el trabajo con su interés por la escritura. Obtuvo el Primer Premio Zafiro de la de Novela Romántica, con su obra “Jugar con fuego”.

Valores

Actitud positiva, valorar lo que tenemos, respeto por los animales

Cuento

Ponchi era un canario común, de plumas amarillas y pequeño pico reluciente. Tenía un año y vivía en un criadero de aves domésticas. Le acompañaban muchos otros de su especie pero también periquitos, cacatúas, agapornis, loros y ninfas.

Todos y cada uno de sus compañeros tenían brillantes plumajes. La verdad es que, unos mejor que otros, pero todos sabían cantar. Eso sí, los loros y las cacatúas preferían parlotear con los clientes del criadero y los cuidadores. Pero de vez en cuando canturreaban. Ponchi, en cambio, no podía. Se daba por sentado que todos los canarios sabían cantar. De hecho, la mayoría de las personas elegían un canario antes que otro ave precisamente por eso, por las alegres melodías que emitían desde sus jaulas.

Pero como decimos, Ponchi, era incapaz de pronunciar una sola nota. Eso le ponía inmensamente triste porque además algunos pájaros crueles se burlaban de él. Decían que si no podía cantar no servía para nada y que nadie se lo llevaría a casa. Ponchi escuchaba esas duras palabras y se sumía en una profunda tristeza. Pensaba que todos sus compañeros se irían yendo y él se quedaría solo y desamparado en el criadero.

Un día, el responsable del recinto llamó al veterinario inquietado por aquel canario mudo. Tras examinarlo, el especialista llegó a la conclusión de que aquel pajarillo no podría cantar nunca por un problema de nacimiento. No obstante, descubrió que sus patitas eran más largas de lo normal y que, gracias a ellas, podría hacer volteretas y piruetas.

Tras la visita del veterinario, el dueño del criadero situó a Ponchi en una jaula privilegiada anunciándolo como el canario acróbata. Le enseñó a hacer acrobacias y gracias a eso pronto una familia se lo llevó a su casa. Tuvo mucha suerte porque le tocó vivir en una jaula gigante que incluso tenía pequeños árboles dentro. Ponchi descubrió que, aunque no pudiese cantar, tenía otro tipo de habilidades. Que no todos los canarios tenían que ser iguales y que la diversidad era una de las cosas más maravillosas de la vida.

Fuentes

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/el-canario-que-no-sabia-cantar

https://www.ecured.cu/Silvia_Garc%C3%ADa_Ruiz