El próximo disparate

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El próximo disparate
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El lector quedará prendado de su verso y su espíritu, de un modo de hacer singular: el estilo indiscutible con que la autora ha venido cautivando en la última década, lo mismo que con sus narraciones, a los niños de Cuba y otras latitudes.
Título originalEl próximo disparate
Autor(a)(es)(as)Mildre Hernández Barrios
Editorial:Editorial Oriente
Corrección:Ricardo Vázquez
GéneroPoesía infantil
Primera edición2010
Notas
Contiene 93 páginas

El próximo disparate. Libro de poesía realizado por la escritora espirituana y Premio Casa de las Américas 2015, Mildre Hernández Barrios en 2010 y publicado por la casa editorial Oriente. En este libro el pequeño encontrará desde bichos raros, polillas poetas hasta sabandijas sin habilidad en la esgrima, con todos ellos será de gran diversión a través de la lectura de sus páginas.

Síntesis

El libro ostenta un estilo coloquial, la autora utiliza los versos como vehículo para la epístola, en sus más diversas modalidades, preferentemente mensajes de amor y desamor que no excluyen la vía electrónica y su modo sucinto, a la cual se asocian términos relacionados con la tecnología digital que la autora muy bien aprovecha en favor de la diversión y el disparate con que se ha propuesto endulzar sus mensajes.

Aunque hay una evidente intención de hacer prevalecer la función lúdica de la literatura para facilitar la interacción de los textos con su destinatario, el lector se percata de que tras estos escarceos con palabras y situaciones, se exponen aspectos de la realidad no siempre amables, y de que los conflictos de animales, plantas, cosas o abstracciones personificados con que la autora fabula pueden ser los de cualquiera persona.

Argumento literario

En “Dentro de 7 burbujas”, segundo grupo de poemas, la décima se dinamiza valiéndose de artilugios verbales, breves frases explicativas o enfáticas, interjecciones; se escriben elementos habitualmente no gráficos como la palabra “firma”, por ejemplo, acompañando a esta al final de una carta.

En la tercera parte del poemario: “__@.comversación”, la autora apela francamente al diálogo, como en los poemas “Primer interrogatorio“ y “Segundo interrogatorio“, sabroso intercambio cuyo ritmo inicial, sin embargo, se resiente en el primer verso de ambas composiciones a causa de la métrica. En otros casos juega con los signos de puntuación, en ocasiones sustituidos por sus nombres para completar estrofas o versos; y lo mismo sucede con las letras y signos del nuevo lenguaje de la informática, sus software y hardware, cuyas notaciones invaden desde hace un tiempo nuestra rancia lengua.

Con el humor que caracteriza a todo el libro, algo más de ironía, tal vez, y su habitual ingenio, lo que comienza pareciéndose mucho a la sección precedente termina por analizar, cuestionar el universo intelectual, en especial, lo concerniente a la creación literaria, las publicaciones y los concursos, o las relaciones entre las entidades (autor, editor, jurado) de ese micromundo que a veces se tiende a magnificar.

En “Agencia literaria de orugas”, por ejemplo, alguien aconseja a una lombriz de tierra hacer lo que digan los editores con tal de publicar y vender. ¿Concesiones comerciales, o a políticas editoriales? “Escribe lo que les guste”, le dice sencillamente. Pero, poco antes, había sentenciado: “Las grandes presentaciones / son de bichos adulones / que entre ellos se hacen la guerra”. ¿Hastío?, ¿amargura?, ¿desencanto? Puede que algo más. En “Fe de rata”, poema donde resalta la función metalingüística, además de una crítica a la figura del editor, se acota lo magro de las ganancias que el autor recibe, la mayoría de las veces, por la publicación de su obra.

Estos últimos poemas podrían ir marcando un crescendo hacia el cierre de una parte segunda y final donde se incluirían los textos de “Dentro de 7 burbujas” y “__@.comversación”, pues, a la postre, elementos de la informática presentes o no ―no me parece que sean, de cualquier modo, tema de los textos―, las cartas de amor entre tojosa y rinoceronte o entre Polilla y Alcaldesa, de esta tercera sección, tienen el mismo cariz que las contenidas en la anterior, y todo el conjunto culminaría bien arriba con “Agencia literaria de orugas”. En cuanto a la décima “¿Presentación?”, bien funcionaría como eso, como presentación, pórtico, esplendente disparate para invitar a la lectura, y con ello el volumen ganaría en cohesión, asumiría una estructura más acertada.

Otros temas y problemáticas se aprecian esbozados ―o embozados― entre estos versos para niños, pero prefiero que los lectores indaguen, interpreten, me desmientan tal vez. Sí quiero resaltar la trilogía Polilla-Alcaldesa-Polilla, donde, valiéndose de un supuesto malentendido causado por el socorrido correo electrónico, se llama la atención de manera natural y jocosa sobre la libertad del individuo para elegir pareja.

El lector quedará prendado de su verso y su espíritu, de un modo de hacer singular: el estilo indiscutible con que la autora ha venido cautivando en la última década, lo mismo que con sus narraciones, a los niños de Cuba y otras latitudes.

Datos del autor

Mildre Hernández Barrios. Escritora de literatura infantil nacida en Jatibonico, en la provincia de Sancti Spíritus en 1972. Narradora y poeta que ha dedicado toda su obra al género infantil juvenil. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Galardonada en su país con los premios Eliseo Diego, Pinos Nuevos, Abril (en tres ocasiones), La Rosa Blanca, Regino Boti y Hermanos Loynaz. Entre sus libros están Depertar, (Ediciones Luminaria, 2000), Vuela una sombra (Ediciones Ävila, 2000), Cuentos para dormir un elefante (Editorial Gente Nueva, 1999), Cartas celestes y Noticias de Brujas (Editora Abril, 2004), Memorias de un sombrero (Ediciones Capiro, 2003), entre otros.

Fuentes