Eladio Forte
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Eladio Forte. Aunque quivicanero de pura cepa y ha vivido allí la mayor parte de los 70 años con que hoy cuenta, no todas las personas pueden dar fe de Eladio Forte en ese municipio, cuando nos referimos a él por su nombre y apellido. Algo muy distinto ocurre, en cambio, si averiguamos por El ciego del pito. En ese caso, no hay dudas de que nos encontramos ante una persona muy conocida.
Historia
Eladio es ciego de nacimiento, debido a una atrofia bilateral del nervio óptico; pero ello no fue obstáculo para que, desde pequeño, manifestara un espíritu de superación que le ha acompañado a lo largo de toda su existencia. Estudió en la Asociación Cubana de Ciegos que, allá por la década del ‘40, se hallaba enclavada en la capitalina barriada de La Víbora y contaba con un maestro tan destacado como el pianista Frank Emilio Flynn.
Años más tarde, mientras se desempañaba como cartonero en el centro industrial Sierra Maestra, también en La Habana, Fausto de Armas, director del entonces popular conjunto Antares, integrado por músicos ciegos, le enseñó a tocar el saxofón, instrumento cuyo sonido siempre le ha fascinado. Justamente el dominio del saxofón fue lo que le facilitó poder sacar diferentes melodías del silbato que siempre le acompaña en su gestión de venta por las calles de Quivicán.
Primeros años de la Revolución
Se inició en la venta de bonos de la lotería INAV (Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda) y de periódicos. En ambos casos, al principio, pregonaba a viva voz. Cuando se consiguió el silbato, vió que era mucho mejor. Hoy no saldría a la calle sin él.
Su repertorio
Eladio tiene incorporadas canciones, cha-cha-chás, obras del repertorio tradicional y hasta fragmentos de clásicos, de uno de los cuales —Beethoven— me habla con admiración.La música no solo le esparce la mente, sino que es su compañía inapreciable. Es su mejor medicina, el mejor sedante. Muchas veces,se le acercan personas a pedirle que les toque alguna canción. La gente lo quiere, lo aprecia y esa es su mayor riqueza. Por supuesto, como es ciego, hay quienes tienen prejuicio de acercarse; pero, después, cuando lo conocen, se van copenetrando.
Eladio, quien desde muy joven ha estado involucrado en los trajines de aglutinar en una organización a los ciegos y débiles visuales, para favorecer su plena inserción en la sociedad, es fundador de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI) y en ella se encarga actualmente de la esfera de Trabajo y Rehabilitación dentro de la provincia, a la vez que atiende las relaciones públicas de su municipio. Ahora mismo, acaba de regresar de [[Ciego de ��vila|Ciego de ��vila]], donde representó a los ciegos habaneros en el Activo de la Tercera Edad, que cada año organiza la ANCI. Le Gusta también investigar acerca de la historia y antecedentes de la ANCI, escribe décimas, realiza imitaciones, puede tocar el laúd y disfruta obsequiando a sus amigos modelos del alfabeto Braille, confeccionados por él mismo; pues es entusiasta promotor de este sistema, basado en puntos en relieve, que posibilita la lectura y escritura a los ciegos. Le gusta leer, tener acceso a la cultura, es tan esencial para un ciego como para una persona vidente. Es ciego y parece que ve. Llena de optimismo y de ideas que favorecen el desarrollo de su asociación, dejo a Eladio, en compañía de su inseparable instrumento, desandando como cada mañana las calles de su querido Quivicán, donde seguramente también usted, si se anima a dar una vuelta por ese municipio, podrá encontrarlo sin falta.
Fuente
- Página de Cultura Quivicán
