Elyeza Bazna

Elyeza Bazna
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Espía al servicio de Alemania Nazi
NombreElyeza Bazna
Nacimiento28 de julio de 1904
Pristina, Bandera de Albania Albania
Fallecimiento21 de diciembre de 1970
Múnich, Bandera de Alemania Alemania
Causa de la muerteNatural
NacionalidadAlbanesa
Otros nombresCicerón
OcupaciónEspía

Elyeza Bazna, nació el 28 de julio de 1904 y murió el 21 de diciembre de 1970 uno de los espías más conocidos de la Segunda Guerra Mundial fue también el más caro del mundo. Espió para los alemanes entregando secretos tan importantes que los propios alemanes no podían creer lo que “Cicerón” les presentaba. Su pasado se mantiene en el misterio aún hoy en día.

Síntesis biográfica

Elyeza nació en Pristina, Albania, cuando el país era una provincia del Imperio Otomano. Se mudó a Ankara, con su familia, cuando la ciudad se convirtió, después de la Primera Guerra Mundial, en la capital de Turquía. Después de realizar diversos trabajos se introdujo como ayudante de cámara del embajador británico Sir. Hugh Knatchbull-Hugessen. Elyeza Bazna utilizó la rutinaria vida del embajador y la prepotencia del mismo como su mejor arma. Sir. Hugh Knatchbull-Hugessen estaba convencido que tenia la embajada completamente controlada y estaba inmune a cualquier acto de espionaje.

Sus primeros pasos

Bazna trabajó en varias actividades de tipo doméstico, primero como chofer, luego como mayordomo y finalmente como valet de varios prominentes diplomáticos y políticos conectados con las embajadas europeas, incluyendo la británica, americana, yugoslava y alemana, cuyas sedes se encontraban en Turquía.

Entrada a la embajada británica

En 1943, debido a esa experiencia en el servicio doméstico y a las recomendaciones de representaciones diplomáticas, Bazna fue contratado como valet de Sir Hugh Knatchbull-Hugessen, embajador británico en Ankara, . Knatchbull fue un diplomático muy predecible que seguía sus rutinas al segundo y al milímetro. Era muy preciso y poco imaginativo y confiaba que su oficina estaba inmune a cualquier acto de espionaje, porque según creía, a él no se le escapaba nada. Llegó a la sede diplomática británica en Ankara, procedente de Teherán. En 1943 Knatchbull contrató a Bazna y le delegó todas sus necesidades personales. Bazna, era servil adulador y preciso para atender a sus patrones. Hablaba varios idiomas y era muy exacto cumpliendo sus obligaciones. En suma, le caía como anillo al dedo al muy británico embajador.

Arendiendo los hábitos del embajador

En poco tiempo, Bazna aprendió todos los hábitos del diplomático, los cuales nunca variaban. Se levantaba a la misma hora, comía a las mismas horas y se acostaba puntualmente. Atendía las obligaciones sociales siguiendo rígidos esquemas, llegando y saliendo al tiempo preciso. Bazna estudió todos los movimientos del embajador. En particular, observó que tenía el hábito de llevar consigo a la cama, la caja donde guardaba los documentos que despachaba diariamente. Bazna notó, que había un hábito que variaba, algunas veces dejaba la caja en su dormitorio al día siguiente. Bazna hizo un duplicado de la cerradura de la caja negra utilizando cera para imprimir la huella de la llave. También se las arreglo para descubrir la combinación de la caja fuerte de la residencia del embajador. En concreto, Bazna tenía acceso a todos los secretos diplomáticos británicos que entraban y salían de Ankara. Sin mucho esfuerzo, Bazna había hecho, no sólo la llave de la caja del embajador, sino también la llave para obtener fortuna.

Contacto con los nazis

La noche del 26 de octubre de 1943, el oficial de inteligencia alemán L.C. Moyzisch, residente en Ankara, recibía la visita de Bazna en la residencia diplomática alemana, donde fue introducido por el Primer Secretario Jenke, para quien Bazna había trabajado como valet anteriormente. Bazna le propuso a Moyzisch entregarle importantes documentos a cambio de 20 mil libras esterlinas. Obviamente Moyzisch no podía disponer de tamaña suma y que tenía que ver los documentos primero, para ver si valían esa cantidad tan grande de dinero. Bazna no se inmutó y replicó que si no aceptaba le daría los documentos a los soviéticos. Explicó que los papeles serían entregados en microfilm y que el costo de cada entrega posterior sería de 15 mil libras cada vez. Le dijo a Moyzisch que lo llamaría el día 30 de octubre a las 3PM, que se identificaría como Pierre y que le preguntará si tiene una carta para él. Si la respuesta era no, los alemanes nunca volverían a saber de él nunca más. Al despedirse, Bazna le dijo al oficial "¿Quiere saber usted quién soy? Soy el valet del embajador británico."

La cautela del embajador alemán

Al día siguiente, Moyzisch le comunicó al embajador alemán, Franz von Papen, ex-canciller de Alemania, lo ocurrido. Von Papen era un experto en espionaje. Durante la Primera Guerra Mundial dirigió el espionaje en Estados Unidos y estuvo relacionado con la famosa Mata Hari. Von Papen fue enviado a Ankara, por ser un centro de intriga y espionaje como lo eran Berna y Lisboa. Por eso, cuando formó su staff para la sede diplomática reclutó a cuanto ex miembro de la Abwehr hubiera disponible, los cuales fueron luego destinados a los más importantes puntos del Medio Oriente. Pero, esta vez von Papen fue cauteloso. Le advirtió a su subordinado que él no pagaría 20 mil libras por documentos que no hubiera revisado antes, y que en el mejor de los casos, tal decisión tenía que ser tomada por el Ministro del Exterior Joachim von Ribbentrop. No tomaría la decisión en un caso tan particular.

Comunicación al ministro de exteriores nazi

El embajador envió a Alemania el siguiente mensaje secreto codificado: Para el ministro del exterior del Reich. Personal extremadamente secreto. Tenemos la oferta de un empleado de la embajada británica que dice ser el valet del embajador británico, para hacer fotografías de documentos secretos originales. Para la primera entrega el 30 de octubre exige 20.000 libras esterlinas en billetes de banco. 15.000 libras por cada futuro rollo de película. Informarnos si debemos aceptar la oferta. Si asi fuere, la suma requerida debe ser despachada por correo especial para que llegue a mas tardar el 30 de octubre. El pretendido valet fue empleado durante varios años por nuestro primer secretario, nada mas sabemos de el. Papen Cuando llegó la respuesta, von Papen leyó: Al embajador von papen. Personal extremadamente secreto. La oferta del valet britanico debe ser aceptada tomando todas las precauciones. El correo especial llegara a Ankara el 30 de octubre antes de mediodía. Esperamos reporte inmediato después de la entrega de los documentos. Ribbentrop A las 3:00pm exactamente, sonó el teléfono de Moyzisch. "Bonjour monsieur, habla Pierre. Recibió usted mi carta?" "Si", respondió Moysisch. "Le veré esta noche, Au revoir", replicó "Pierre."

Cicerón

Papen le indicó al oficial de inteligencia que utilizarían el nombre "Cicerón" para encubrir al valet. El correo con el dinero llegó exactamente a mediodía. Para el gusto de papen, los billetes se veían muy nuevos, para ser usados en una transacción de este tipo. A las 10pm llegó Bazna. El oficial Moyzisch lo condujo a su oficina y el albanés le extendió dos rollos de película de 35 mm, diciendo "Primero el dinero." El oficial le dijo que debía revelar primero la película, antes de entregarle el dinero y Bazna aceptó. Luego de ver el material, se cerró la transacción. Los informes parecían verdaderos.

Información suministrada

Los documentos que entregó Bazna eran auténticos y entre ellos figuraban el informe de la Conferencia de Casablanca entre Roosevelt, Churchill y Chiang Kai-Chek, así como los informes de la Conferencia de Teherán efectuada en noviembre de 1943, entre Roosevelt, Churchill y Stalin. Los alemanes se enteraron que Roosevelt había prometido a los chinos la devolución de Manchuria después de la derrota japonesa y de que el proyecto de Churchill de una ofensiva en los Balcanes había sido rechazada por sus pares. También conocieron los detalles sobre la Operación Overlord y que no era posible abrir un segundo frente por el momento. Luego de analizar toda la información, Ribbentrop y el Alto Mando Alemán dudaron que fueran verdaderos, a pesar que la investigación cruzada los hacían parecer reales. El ritmo de entregas de Bazna comenzó a disminuir en la primavera de 1944, cuando los aliados sospecharon que había una fuga de información en Ankara. La información fue obtenida gracias al espía alemán Fritz Kolbe, quien trabajaba para los aliados en el propio Ministerio de Asuntos Extranjeros en Berlín, como analista de documentos secretos. Kolbe hizo contacto con el jefe de la OSS británica en Berna, Suiza en 1943 y le suministró casi todos los documentos importantes que pasaban por sus manos. En 1944 Kolbe tuvo conocimiento del telegrama que Papen en Ankara envió al Ministerio. Inmediatamente le pasó la información a la inteligencia en Berna. La embajada británica fue alertada, pero sin saber quién era el misterioso Cicerón. Las cosas se iban a poner del lado de los británicos cuando ocurre un hecho fortuito. Una secretaria de la embajada alemana, que había trabajado para Moyzisch deserta y ofrece sus servicios a la embajada británica, comunicándoles que el tal Cicerón no es otro que Elyeza Bazna, el valet del embajador. Bazna fue interpelado por el embajador quien le increpó su conducta. Bazna no admitió nada y en la primera oportunidad se escapó de la embajada. Con más de 300 mil libras esterlinas, fruto de sus actividades, en su poder, se fugó a Lisboa y de ahí viajó a Sudamérica. Con el dinero que llevaba, era suficiente para vivir una vida cómoda y sin sobresaltos.

Posguerra

Al finalizar la guerra se dedicó a los negocios, invirtiendo las libras esterlinas que le habían dado los alemanes, pero quebró al descubrirse que estas eran falsas. Entonces, el ex espía se trasladó a Alemania Occidental y en 1954 pidió al canciller Adenauer una indemnización por los servicios prestados a su país durante el conflicto, cosa que no logró. Luego, con ayuda de un conocido abogado, demandó al gobierno federal pretendiendo ser resarcido por los daños causados por la “estafa urdida contra él por los servicios secretos del Tercer Reich, pero tampoco tuvo éxito. Pasó sus últimos años en la pobreza, en Múnich, trabajando como comisionista. Se escribieron varios libros, incluyendo sus memorias y hasta se filmó una película, titulada "Five Fingers" (Cinco Dedos), narrando las actividades de este espía, que resultó ser el más caro de la historia, pero que fue pagado con dinero falso, debido a que los alemanes creyeron que la información que recibieron también era falsa. Bazna murió en 1971.

Fuentes