Emanuel Feuermann

Emanuel Feuermann
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Violonchelista austriaco
NombreEmanuel Feuermann
Nacimiento22 de noviembre 1902
Ucrania Bandera de Ucrania Ucrania
Fallecimiento25 de mayo 1942
Nueva York Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Causa de la muerteInfección
OcupaciónViolonchelista y pedagogo

Emanuel Feuermann. Violonchelista austriaco. Se le comparaba con el violinista Jascha Heifetz, con quien tocó a menudo música de cámara. Se recuerda también sus interpretaciones junto al director Eugene Ormandy. Con treinta y nueve años de edad, uno de los mayores prodigios del violonchelo veía truncada su vida y su carrera profesional. Su pérdida conmocionó al panorama musical del violonchelo.

Síntesis biográfica

De los cinco hijos habidos del matrimonio entre Maier Feuermann con una pianista, Emanuel fue el tercero en venir al mundo. Herr Feuermann era un buen intérprete de violín y violonchelo, con lo que la tradición musical en la familia comenzó a dar sus frutos muy pronto. Sigmund, el hermano mayor de Emanuel, era un niño prodigio del violín que despuntaba en el panorama musical con tan sólo seis años. Dada la notoriedad que su retoño mayor estaba alcanzando, la familia Feuermann se traslada a vivir a Viena en 1908. Maier estaba convencido de las grandes posibilidades de sus dos hijos varones que más aptitudes habían demostrado hacia la música.

Primeros estudios

Herr Feuermann entró a formar parte de la Tonkünstler Orchestra, mientras Sigmund comenzaba a tomar clases esporádicas de violín con el prestigioso Sevcik. Munio como se le apodaba cariñosamente a Emanuel, no comenzó a tomar clases de violonchelo de forma seria y continuada hasta los siete años. A partir de entonces, demostró unas aptitudes extraordinarias para este instrumento, hasta el punto de pedir a su propio padre que le construyese un violonchelo pequeño a su medida, puesto que su tendencia natural era colocar el violín de su padre en posición vertical, simulando un auténtico violonchelo. La vocación de Munio se estaba perfilando.

Niño prodigio del violonchelo

A la edad de nueve años (1911), el niño Emanuel recibía clases de la mano de Friedrich Buxbaum, que en aquellos momentos ocupaba el primer atril de violonchelos de la Orquesta Filarmónica de Viena además de ser miembro fundador del Rosé String Quartet. Especialmente significativo para nuestro joven protagonista fue el conocer personalmente a Pablo Casals en su debut en la capital austriaca en 1912. Aquel acontecimiento marcó profundamente a Feuermann. Desde aquel instante, tuvo clara que su verdadera y auténtica vocación era el violonchelo, y se entregó al estudio técnico de su instrumento de forma incansable.

Juventud

Comenzó estudios superiores en su especialidad con Anton Walter en la Academia de Música de Viena, y al poco tiempo se mostró como un auténtico alumno aventajado, un extraordinario violonchelista que acababa de iniciar de forma arrolladora su andadura en el ámbito musical. Los resultados no tardarían demasiado en materializarse. En el mes de febrero de 1914, y con tan sólo doce años de edad, Emanuel Feuermann realizaba su debut como profesional en una velada inolvidable, interpretando con éxito el Concierto en Re Mayor de Franz Joseph Haydn, con la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Paul Weingartner. Tras este éxito inicial, el joven Emanuel y su hermano Sigmund comenzaron una gira de conciertos durante tres años, en los que se darían a conocer por toda centroeuropa, interpretando el Doble concierto para violín y violonchelo de Johannes Brahms.

Consolidación técnica y profesional

En 1917, con tan sólo quince años de edad, el violonchelista inició estudios con Julius Klengel en Leipzigciudad adoptiva de Johann Sebastian Bach. Klengel era un gran pedagogo, y procuraba extraer siempre lo mejor de sus alumnos, sin influir en sus capacidades decisorias ni en su conducta como individuos. Bajo su tutela, Feuermann adquirió una enorme disciplina diaria, incorporando a sus sesiones de ejercicios técnicos y de solfeo otras materias musicales de forma ampliada (armonía, contrapunto, piano), así como buenas estrategias para confeccionar un repertorio adecuado para su instrumento y sus posibilidades técnico-expresivas.

El Conservatorio Gürzenich

Al año siguiente (1918), tendría lugar un suceso que cambiaría por completo la vida del joven instrumentista. Friedrich Grützmacher, catedrático de violonchelo del Conservatorio Gürzenich en Colonia (Köln), había fallecido repentinamente. Klengel no dudó al proponer al jovencísimo Emanuel para sustituirle al frente de la cátedra. Así fue como, con tan sólo dieciséis años, Emmanuel Feuermann se convertía en el Catedrático de violonchelo más joven de toda Alemania. Sus responsabilidades eran enormes –las propias de una cátedra de un prestigioso Conservatorio–, aunque oficialmente –y sólo a efectos de nómina– no se le acreditó la categoría profesional, dada su corta edad. Además de su intenso quehacer docente, Munio tuvo que hacerse cargo del Gürzenich Quartett en numerosos conciertos, amén de ocupar el primer atril de violonchelos en la Orquesta de Gürzenich.

Conciertos

Durante la década de los años veinte de la pasada centuria, inició una ardua y costosa gira de conciertos que le llevaría a casi todas las ciudades más importantes –musicalmente– de su época, invirtiendo grandes dosis de su tiempo en el perfeccionamiento de su técnica. Asímismo, comenzó a ofrecer recitales para la burguesía adinerada y a grabar sus primeros discos. En particular, en el mes de diciembre de 1921 aparecieron grabaciones del segundo y tercer movimientos del Concierto para violonchelo en Re Mayor de Franz Joseph Haydn. En 1923, Feuermann renuncia a su cargo en el Conservatorio de Colonia para dedicarse por completo a su carrera como concertista. En este período, colabora con músicos de la talla de Bruno Walter y Georg Szell en su faceta de pianistas, así como con Arthur Schnabel y Carl Flesch.

Integrante de un trío de cuerdas

En 1929, Emanuel se asoció profesionalmente con la cátedra de Violonchelo de la Berlin Hochschule für Musik la institución musical más prestigiosa de Alemania en aquella época, en condiciones para aspirar a la titularidad de la cátedra del Departamento lo que logró durante aquel año. Uno de sus mayores objetivos en el ámbito académico había culminado felizmente. Siguiendo con la gran tradición vienesa de las pequeñas agrupaciones musicales de corte camerístico, Feuermann formó un trío de cuerdas con Joseph Wolfstahl al violín (más tarde sustituido por Szymon Goldberg) yPaul Hindemith compositor de origen judío a la viola. Entre las estupendas grabaciones que legó este trío, cabe destacar el propio Trío para cuerdas nº 2 de Hindemith.

América

Feuermann se traslada a Zürich en 1937, y al año siguiente (1938) dará el salto definitivo al continente americano, al que llegará en octubre. El violonchelista se establece en Nueva York, donde colabora haciendo música de cámara con grandes músicos e intérpretes, tales como Jascha Heifetz, Primrose y Arthur Rubinstein. Realizó su debut en los Estados Unidos con la New York Philharmonic Orchestra, seguido por un recital en el Town Hall doce días después. La crítica musical norteamericana quedó fascinada con la enorme talla musical de Feuermann. En poco tiempo, el violonchelista exiliado del régimen nazi alcanzó una popularidad y un prestigio extraordinario.

Las interpretaciones de Feuermann

Son muchos los que piensan que el artista germano alcanzó un grado de perfección técnica en los últimos años de su vida todavía superior al que hasta entonces había demostrado. Por desgracia, su trágica e inesperada muerte tan sólo permite hacer especulaciones al respecto. El legado fonográfico de Munio Feuermann es realmente portentoso: más de setenta obras grabadas, que evidencian que su grado de musicalidad y de maestría técnica son prácticamente inigualables. Entre las interpretaciones más aclamadas por crítica y público, pueden citarse las del Concierto para violonchelo de Antonín Dvořák y del Doble concierto para violín y violonchelo de Brahms con Jascha Heifetz al violín.

Muerte

La muerte fue causada por una infección debida muy probablemente a una reacción alérgica a la morfina–, producida a raíz de una sencilla intervención quirúrgica (extirpación de unas hemorroides), no pudo ser frenada a tiempo por la falta de antibióticos eficaces a principios de los años cuarenta de la pasada centuria. Con treinta y nueve años de edad, uno de los mayores prodigios del violonchelo veía truncada su vida y su carrera profesional. Su pérdida conmocionó al panorama musical del violonchelo tanto como la del recientemente fallecido Mstislav Rostropóvich (Bakú, Azerbaiyán, antigua URSS, 27/03/1927 –Moscú, Rusia, 27/04/2007). En su funeral, un cuarteto de cuerdas –que incluía a Erica Morini y a Frank Miller– interpretó ad hoc el movimiento lento del opus 74 de Ludwig van Beethoven. Entre los portadores del féretro del insigne violonchelista, se encontraban algunos de los mejores músicos de aquella época: los pianistas Rudolf Serkin y Arthur Schnabel, los violinistas Mischa Elman y Bronislaw Huberman, y los directores musicales Georg Szell, Eugene Ormandy y Arturo Toscanini. Durante la procesión, el ilustre parmesano rompió el silencio y gritó: “¡Ha sido un crimen!”

Fuentes

  • [1] [Filomúsica]
  • [2] [Blog Clásico arte y cultura universal]