Enrique de la Rosa

Enrique
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NombreEnrique de la Rosa Pérez
Nacimiento14 de diciembre de 1937
Campechuela,Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento2 de enero de 1958
Bandera de Cuba Cuba

Enrique de la Rosa Pérez. Joven revolucionario cubano. Miembro activo del Movimiento 26 de Julio en el municipio de Campechuela, Granma, fue asesinado por el grupo paramilitar y gansteril conocido como Tigres de Masferrer.

Sintesis biográfica

Nacimiento

Nació en la Madrugada el 14 de diciembre de 1937, en la finca El Corojo, en La Gloria, antiguo barrio de Consejo Popular San Ramón, término municipal de Campechuela. Hijo de Enrique Rosa Batista y María Rosa Pérez, su familia estaba integrada además por los hermanos Belkis, Israel y Pancho, siendo él, el mayor de éstos.

Dificultades

Los tiempos en que le tocó vivir estaban caracterizado por una situación económica difícil, heredada de la neocolonia y los problemas sociales agudos, sin posibilidades de darle solución; el campesino no era dueño de la tierra por tanto entre más trabajaba más miseria tenía. La falta de médico y de instalaciones de ese tipo traía como consecuencia que murieran niños que contraían enfermedades curables y para resolver esa situación tenían que ir a los poblados más cercanos y no había dinero para pagar, por lo que la vida en la zona rural se hacía extremadamente difícil.

Niñez

Sus primeros años de vida transcurren en ese ambiente, que hicieron que este joven fuera adquiriendo un fuerte carácter y se sintiera inconforme con la sociedad que le toco vivir. No obstante de estos inconvenientes y vicisitudes, recibió una esmerada educación, sustentada en el respeto y el amor al prójimo, la honestidad y la laboriosidad, así como un alto sentido de justicia, como era costumbre en las familias campesinas.

Cursó sus primeros grados en una escuelita rural del barrio El Porvenir y en San Antonio, donde los maestros eran más los días que no asistían a clase que los que iban. Estos años de estudios en estas dos escuelas rurales los vivió en condiciones muy difíciles debido al mal estado de los caminos, el fango y la enorme distancia que debía recorrer diariamente entre la casa y la escuela. Estas circunstancias motivaron a sus padres y demás miembros de la familia a trasladarse para el poblado de Campechuela, con el propósito de mejorar las condiciones de vida y acercar a los hijos a la escuela.

Adolescencia

Pronto se percibieron en él cualidades sumamente humanas, con buena instrucción producto de la esmerada educación de sus padres, poseía una facilidad de palabra poco común entre los jóvenes de la época, su origen humilde siempre lo manifestaba sin pensarlo, pues le gustaba ayudar a los que nada poseían.  Desde su adolescencia fue muy rebelde ante las atrocidades que cometían los esbirros de la tiranía en la zona.

Una vez establecido en Campechuela junto a su familia, residiendo en la calle Agramonte, esquina a 27 de noviembre, Enrique Rosa Pérez matricula en una de las escuelas privadas existentes, y que era dirigida por la doctora en Pedagogía Zoila Alarcón, una maestra de piel negra, carácter afable y elevada cultura, que no simpatizaba con el gobierno imperante, por lo que profesaba ideas patrióticas y con cierta sutiliza exhortaba a la lucha. Era la época de los gobiernos auténticos, caracterizados por una política entreguista, de sumisión al imperialismo norteamericano, por la corrupción administrativa, la ilegalización de los partidos políticos, organizaciones obreras y persecución de los líderes sindicales y revolucionarios.

Joven revolucionario

Los acontecimientos anteriores sentarían las bases para que se perfilaran en él definitivamente sus ideas revolucionarias y que marcarían su juventud y su futura trayectoria. El joven Enrique de la Rosa Pérez irrumpe en el escenario revolucionario tras la consolidación de la lucha dirigida por Fidel en la Sierra Maestra, siendo miembro de una célula a la que pertenece un grupo de jóvenes, que dirigido por Celia Sánchez desarrolla un programa de acciones revolucionarias en el municipio de Campechuela. Siempre se destacó en la célula a la que pertenecía como dirigente y pronto su casa y el bar donde trabajaba se convirtieron en un hervidero de acciones revolucionarias.

Actividades

Comenzó siendo un hombre activo dentro del Movimiento 26 de julio, ocupando el cargo de las finanzas dentro de dicho movimiento. Pacho (como cariñosamente le decía la familia y sus amigos) era miembro de la clandestinidad junto a otros valerosos jóvenes campechuelenses como Rafael Rosa, Ernesto González y Juan Tamayo, conocido como El Zapatero. Cayó preso junto a Miguel Castells La O en la cárcel de Manzanillo, de la cual sale porque pagaron la fianza. Fueron múltiples las actividades que realizaban para apoyar la insurrección armada dirigida por Fidel Castro en la Sierra Maestra, como enviar medicamentos, armas, mensajes, repartir propagandas y preparar botellas de cóctel Molotov, etc. El conocimiento por parte del ejército del tirano Fulgencio Batista de este fuerte movimiento revolucionario en Campechuela desató una feroz persecución contra los jóvenes involucrados.

Asesinato

Sicarios batistianos aleados a Los Tigres de Masferrer, pandilla de policías muy temida y repudiada por todos los habitantes, pues se caracterizaba por la tortura, las detenciones, los interrogatorios brutales, el abuso y otras atrocidades, no pierden de vista el bar La Rosa, centro de trabajo y a la vez de conspiración de Pacho, haciendolo prisionero en diciembre de 1957. Fue sometido de inmediato a las más crueles torturas para que delatara a sus compañeros de lucha, pero mantiene en todo momento una postura firme a pesar de los sufrimientos. Al no conseguir los esbirros quebrantar su firmeza, lo trasladan a una arrocera de la finca de Roque Álvarez, en el lugar conocido como Las Mochas, y allí apareció su cadáver el 2 de enero de 1958, con 48 impactos de balas, le habían cortado los testículos y se los echaron en los bolsillos de la guayabera que vestía, le pincharon los ojos entre otras atrocidades.

Fuentes

  • Archivos históricos del Museo Municipal.
  • Testimonios de familiares.