Epifanía

Epifanía
Información sobre la plantilla
Epifanía.jpg
Epifanía
TipoReligioso
Fecha6 de enero
PaísTodo el Mundo

La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa "manifestación", pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos.

Historia

Como lo sugiere su nombre, la Epifanía tuvo su origen en la Iglesia Oriental. Allí existe por cierto una homilía de Hippolytus a la cual (sólo en un manuscrito) se le puso el lema ieis ta hagia theophaneica [no epiphaneia: Kellner]; ésta es dirigida en su totalidad a un individuo que estaba a punto de ser bautizado, y trata sólo el Sacramento del Bautismo. Fue revisada por Bonwetsch y Achelis (Leipzig, 1897); Achelis y otros la consideran adulterada.

La primera referencia sobre la cual nos podemos sentir seguros se encuentra en Clemente (Strom, I, xxi, 45, en P.G., VIII, 888) que escribe: "Encontramos aquellos que también de un modo demasiado curioso le asignan al Nacimiento de Nuestro Salvador no sólo el año sino el día, el cual afirman que es el 25 Pachon (20 de mayo) en el año vigésimo octavo de Augusto. Pero los seguidores de Basilides también celebran el día de su bautismo, pasando la noche previa en lecturas. Y ellos dicen que fue el 15 del mes de Tybi del año 15 año de Tiberius Caesar. Y algunos dicen que se cumplió el 11 del mismo mes." Ahora, 11 y 15 Tybi corresponden al 6 y al 10 de enero respectivamente. De inmediato surge la pregunta: ¿Los Basilidianos celebraban la Natividad de Cristo y también su bautismo el 6 y el 10 de enero, o simplemente mantenían su bautismo en esos días, al igual que su Natividad en otra fecha? Si las propias palabras de Clemente no lo sugieren, la evidencia sugiere lo anterior.

Es seguro que el festival de la Epifanía en el Oriente admitió muy tempranamente una conmemoración más o menos marcada de la Natividad, o al menos del Angeli ad Pastores, la "manifestación" más impresionante de la gloria de Cristo en esa ocasión. Lo que es más, la primera referencia a la fiesta eclesiástica de la Epifanía (Ammianus Marcellinus, XXI, ii), en 361, parece estar duplicada en Zonaras (XIII, xi) por una referencia al mismo festival que el de la Natividad de Cristo. Más aún, Epiphanius (Haer., li, 27, en P.G., XLI, 936) afirma que el seis de enero es hemera genethlion toutestin epiphanion, el cumpleaños de Cristo, es decir su Epifanía. Por cierto, el asigna el bautismo al 12 Athyr, es decir al 6 de noviembre.

Nuevamente en los capítulos xxviii y xxix (P.G. XLI, 940 sp.) él sostiene que el nacimiento de Cristo, es decir la Teofanía, tuvo lugar el 6 de enero al igual que el milagro en Caná, lo que diera como consecuencia que el agua, en varios lugares (por ejemplo Cibyra), por obra de un milagro se convirtiera anualmente en vino, del cual él mismo había bebido.

Origen

La razón para la fijación de este día es imposible de descubrir. La única solución tolerable es la de Mgr. Duchesne (Orig. Chr., 262) quien explica simultáneamente la celebración del 6 de enero y del 25 de diciembre por un reconocimiento hacia atrás del 6 de abril y del 25 de marzo respectivamente. Sozomen (Hist. Eccl., VII, xviii, in P.G., LXVII, 1473) dice que el Pepyzitae, o Phrygian Montanists, mantuvo la Pascua el 6 de abril; por lo tanto (considerando la cantidad exacta de años de la vida Divina) el cumpleaños de Cristo debería haber caído el 6 de enero. Pero, se puede insistir en que el primer anuncio que tenemos sobre el cumplimiento de esta fecha, se refiere al Bautismo de Cristo. Pero esto (si asumimos que los Basilidians, también discutieron sobre el 6 de abril) habremos llegado al aniversario exacto del nacimiento. Pero, ¿por qué celebrar preeminentemente el bautismo, podría ser que la celebración hubiera comenzado con aquellos, de la secta que fuere, que sostenían que en el bautismo Dios descendió sobre Cristo? Sobre este terreno incierto será mejor que no avancemos hasta que se nos presente evidencia más reciente, si es que la hay. Kellner, Heortologie (Freiburg im Br., 1906); Funk en Kraus, Real-Encyclopädie, s. v. Feste; Bingham, Antiquities of the Christian Church (London, 1708-22), Bk. XX, c. iv; Usener, Religionsgeschichtliche Untersuchungen (Bonn, 1889). I.Cyril Martindale.

Sagrado misterio de la Epifanía

El sagrado misterio de la Epifanía está referido en el evangelio de San Mateo. Al llegar los magos a Jerusalén, éstos preguntaron en la corte el paradero del "Rey de los judíos". Los maestros de la ley supieron informarles que el Mesías del Señor debía nacer en Belén, la pequeña ciudad natal de David; sin embargo fueron incapaces de ir a adorarlo junto con los extranjeros. Los magos, llegados al lugar donde estaban el niño con María su madre, ofrecieron oro, incienso y mirra, sustancias preciosas en las que la tradición ha querido ver el reconocimiento implícito de la realeza mesiánica de Cristo (oro), de su divinidad (incienso) y de su humanidad (mirra).

Epifanía en la liturgia

La Epifanía, como lo expresa la liturgia, anticipa nuestra participación en la gloria de la inmortalidad de Cristo manifestada en una naturaleza mortal como la nuestra. Es, pues, una fiesta de esperanza que prolonga la luz de Navidad. Esta solemnidad debería ser muy especialmente observada por los pueblos que, como el nuestro, no pertenecen a Israel según la sangre. En los tiempos antiguos, sólo los profetas, inspirados por Dios mismo, llegaron a vislumbrar el estupendo designio del Señor: salvar a la humanidad entera, y no exclusivamente al pueblo elegido.

Fuentes