Escuelas Rurales Cívico-Militares

Escuelas Rurales Cívico-Militares
Información sobre la plantilla
Institución
Escuelasr.jpg
Centros educacionales establecidos en áreas rurales de la República de Cuba.
Siglas o Acrónimo:Escuelas Rurales Cívico-Militares

LasEscuelas Rurales Cívico-Militares, centros educacionales establecidos en áreas rurales de la República de Cuba bajo la orientación del Consejo Corporativo de Educación, Sanidad y Beneficencia del antiguo gobierno, eran instituciones de carácter cívico-militar.

Historia

El Consejo Corporativo de Educación, Sanidad y Beneficencia fue una institución paramilitar, creada por el coronel Fulgencio Batista Zaldívar -jefe del Ejército Constitucional- para que se encargaba de orientar y aplicar la política social del Estado cubano en el sexenio 1935-1940.

El Consejo instauró un conjunto de instituciones mediante una sucesión de decretos-leyes, promulgados entre febrero y abril de 1936; entre ellas, las Escuelas Rurales Cívico-Militares. Durante la interinatura de José A. Barnet se establecieron, además de estas escuelas, el Servicio Técnico de Salubridad Pública, la Corporación Nacional de Asistencia Social y el Consejo Nacional de Tuberculosis, adscritos en sus inicios a la jefatura del ejército.

Mediante ley del 28 de agosto de 1936 esas instituciones quedaron agrupadas bajo el Consejo Corporativo, con lo que Fulgencio Batista Zaldívar lograba su reconocimiento jurídico por el poder legislativo.

Labor más extensa

La labor más extensa y significativa desarrollada para realizar los propósitos de esas instituciones fue la de las escuelas rurales cívico-militares, las cuales llegaron a disponer de un aparato educacional que alcanzó a tener cuarenta misiones educativas, encargadas de dirigir unas mil escuelas rurales de un aula y alrededor de ciento veinte escuelas de dos aulas, con unos 60 000 alumnos de matrícula diurna.

Por el Decreto-Ley No. 620 del 27 de febrero de 1936 que fundó estas escuelas, el jefe del Ejército Constitucional autorizaba la designación de miembros de este cuerpo para que prestasen servicios de maestros de enseñanza primaria en las regiones donde no existiesen escuelas, y autorizaba también el ingreso de personas civiles en el ejército para prestar esas funciones.

La Sección de Cultura del Ejército era la dependencia encargada de la organización, cumplimiento y control del funcionamiento de las escuelas, y para ello creó el Cuerpo de Cultura Cívico-Militar, que se ocuparía de acometer la labor docente, y la propaganda política e ideológica que también estaba llamado a realizar.

Regimientos militares

En cada uno de los seis regimientos militares que cubrían las antiguas provincias de Oriente, Camagüey, Las Villas, Matanzas y La Habana (incluidas en esta la Isla de Pinos y la antigua provincia de Pinar del Río) se creó una Sección de Cultura, que atendía las misiones educativas en su territorio. En lo fundamental, el personal docente que empleaban las escuelas estaba compuesto por mil sargentos de tercera que ejercían la función de maestros en las aulas establecidas.

Cada misión contaba con un oficial especialista para cada una de las materias impartidas: Pedagogía, Cirugía Dental, Medicina Veterinaria, Agricultura, Oficios, Higiene y Artes y Ciencias Domésticas.

Esos oficiales tenían el encargo de promover entre el campesinado de cada zona rural una campaña educativa, profiláctica y práctica, a favor de la salud, la higiene y la enseñanza. Cada año, durante la segunda semana del mes de abril -según establecía la Orden General No. 124 del Cuartel General del Ejército- los maestros rurales cívico-militares, teniendo en cuenta la labor y conducta de los alumnos durante el curso, así como los resultados en los exámenes, debían seleccionar al estudiante más distinguido de cada escuela, cuyo nombre sería registrado por los jefes de las misiones.

Orden General No. 129

Por la Orden General No. 129 del Cuartel General del Ejército se formó otra sección para las alumnas de esas escuelas, quienes recibirían enseñanza sobre las artes y las ciencias domésticas en la Escuela de Ampliación, Instrucción y Perfeccionamiento José Martí, en cursos de tres meses de duración. El Servicio Cultural de Radiodifusión se encargó de la instalación de la radioemisora CMZ en el campamento de Columbia, así como del reparto de más de mil aparatos de radio, para llevar a cabo una programación educativa radial, dirigida a los niños y maestros de las escuelas cívico-militares.

Para la administración de los fondos asignados al Consejo se formó un patronato que funcionaba como un organismo ad hoc, y quedaba integrado por el ayudante general del Ejército Constitucional -como presidente-, el presidente del Consejo Corporativo -cargo que asumió el teniente coronel Arístides Sosa de Quesada-, el cuartelmaestre del ejército, un representante de la Asociación Nacional de Hacendados y otro de la Asociación de Colonos.

Las demás instituciones creadas por el Consejo Corporativo completaron el sistema organizado para ejecutar las medidas de intervención social proyectadas: construcción de hospitales contra la tuberculosis y de dispensarios para primeros auxilios, realización del censo de enfermos, y tareas de índole asistencial y de beneficencia -como las subvenciones a orfanatos y asilos de ancianos-, así como reparto de ropas y víveres.

El Consejo Corporativo y sus dependencias perdieron su autonomía al promulgarse la Constitución de 1940, cuando pasaron a formar parte del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social.

Fuentes