Espasmos del llanto

Espasmos del llanto
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Concepto:Se caracterizan por el cese momentáneo de la respiración cuando el bebé está llorando

Los espasmos del llanto se caracterizan por el cese momentáneo de la respiración cuando el bebé está llorando. Se trata de una situación alarmante pero nada preocupante porque no es ningún síntoma de enfermedad ni supone daño alguno para el pequeño. Uno de cada 20 niños padece este trastorno, que casi siempre tiene antecedentes en otros miembros de la familia.

Nombres alternativos

Espasmo del sollozo

Causas

Los espasmos del llanto parecen ser una respuesta:

  • Al miedo
  • A dolor o hecho traumático
  • Al hecho de ser asustado o confrontado

Estos eventos pueden causar una reacción en el sistema nervioso del niño, lo cual puede disminuir la frecuencia cardíaca o la respiración por un corto período de tiempo. Los espasmos del llanto son más comunes en los niños con:

Los espasmos del llanto pueden comenzar a los dos meses de vida, pero es posible que no empiecen hasta los dos años de edad.Algunos niños presentan episodios o crisis graves. Por lo general, los episodios cesan cuando el niño llega a la edad de 6 a 8.

Tipos de espasmos del llanto

Existen dos tipos de espasmos: los azules (morados) y los pálidos.

  • Los clásicos espasmos del llanto son los azules o morados, en los que el niño presenta este color en la cara hasta que la respiración se restablece. El niño deja de respirar e inmediatamente después presenta llanto intenso.
  • En los de tipo pálido, el niño toma una coloración pálida intensa al momento del espasmo. Como en el tipo morado, el niño deja de respirar e inmediatamente después presenta llanto intenso. El niño puede desmayarse en el momento en que empieza a llorar y puede presentar una postura rígida y arqueada. La falta de respiración es muy breve y va seguida de respiración y de comportamiento normales.

Ambos tipos de espasmo, aunque causan mucha inquietud en los padres y en las personas que los presencian, son benignos y nunca causan daño al cerebro por falta de oxígeno, ni tienen nada que ver con la epilepsia, ni tienen efecto en el comportamiento o en el desarrollo posterior del niño. Con el crecimiento tienden a desaparecer. Recientemente, se ha encontrado que los espasmos del llanto tienden a desaparecer cuando se les administra sulfato ferroso a los pacientes. La causa de este efecto es desconocida.

Síntomas

Los espasmos del llanto involuntarios se presentan casi siempre cuando el niño repentinamente resulta enfadado o sorprendido. Después de asustarse o enfadarse, el niño puede quedar sin aliento durante un momento, luego exhalar y dejar de respirar. Los síntomas pueden abarcar:

La respiración normal comienza de nuevo después de un período breve de pérdida del conocimiento. El color del niño mejora con la primera respiración y el episodio termina. Esto puede ocurrir varias veces al día o sólo en raras ocasiones.

Diagnóstico

El diagnóstico se debe efectuar por descarte de enfermedades del sistema nervioso central, cardiovascular, respiratorio y enfermedades metabólicas.

  • Los niños con trastornos de conducta, hiperquinéticos, enuréticos, desobedientes y agresivos, sufren más frecuentemente de esta enfermedad en la infancia.
  • El mecanismo que lo provoca no está enteramente aclarado, pero intervienen factores anatómicos, estímulos vagales, caídas de la presión arterial e [[hiperventilación].
  • Los niños con anemia por déficit de hierro tienen mayor incidencia de espasmo del llanto. *La anemia sería causa de una menor oxigenación cerebral y un factor desencadenante del espasmo.

Tratamiento

Generalmente, no es necesario ningún tratamiento, a menos que haya una deficiencia de hierro u otra afección que cause los episodios. A los niños con una deficiencia de hierro se les administrarán suplementos de sulfato ferroso en forma oral durante 3 meses o hasta la normalización de los valores de hemoglobina (sustancia encargada del transporte de oxígeno en la sangre).

Pronóstico

La mayoría de los niños afectados superan estos espasmos del llanto con el tiempo hacia la edad de 4 a 8 años. Los niños que tienen una crisis epiléptica (convulsión) después de perder el conocimiento durante un espasmo del llanto no parecen tener un aumento del riesgo de padecer un trastorno convulsivo.

Qué se debe hacer ante un episodio de espasmo del llanto

Si este trastorno ya le fue diagnosticado se recomienda seguir algunos pasos ante un episodio de espasmo del sollozo.

  1. Mantener la calma. Si ya se le ha diagnosticado al bebé este trastorno deben quedarse tranquilos ya que el niño no corre ningún riesgo.
  2. Retirar los objetos que tenga en bebe en la boca para evitar que se ahogue.
  3. Colocarlo en una posición segura. Se recomienda que lo ubiquen de costado y alejado de los objetos con los que se pueda golpear. Esta posición permite mantenerlo seguro y fuera del alcance de objetos que podrían dañarlo durante el evento.
  4. No intentar detener el espasmo. No se debe intentar nada para detener o distraer al bebé ya que esto si podría interferir en el proceso habitual del espasmo y complicar la situación.
  5. Alejarse un poco del niño. Observarlo de forma indirecta, haciéndole pensar que no se le presta mucha atención al evento, ya que a veces utilizan estos episodios como métodos de disuasión.
  6. Dejarlo que duerma una siesta. Es importante que el niño tenga un tiempo de descanso para reponerse de los episodios y para que de alguna manera olvide el episodio que lo aquejaba. De esta forma puedes evitar varios episodios de espasmo del llanto al día.

Precauciones que se deben tomar

Deben tener en cuenta que nunca se puede tratar de reanimar al niño con ninguna maniobra como la respiración boca a boca o el masaje cardíaco, ya que pueden existir riesgos fatales si las realiza alguien inexperto. Tampoco se le puede administar agua hasta tanto se vea que se ha recuperado totalmente, ya que puede hacer que se ahogue provocando problemas mucho mayores que el propio espasmo.

Situaciones preocupantes

Se debes acudir inmediatamente al médico si el niño tiene espasmos de forma espontánea sin ninguna causa desencadenante, si tiene convulsiones, si no recobra la conciencia luego de los 30 segundos o si presenta estos episodios cuando está durmiendo.

Fuentes