Estado de Bahía (Brasil)

Estado de Bahía (Brasil)
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Bandera de Bahía
Bandera

Escudo de Bahía
Escudo

Mapa Bahia in Brazil.svg.png
EntidadCiudad
 • PaísBandera de Brasil Brasil
Población 
 • Total14 175 341 hab.
GentilicioBaiano
Bahía 1.jpg
Bahía (Brasil)

Bahía. Estado de Brasil, situado al NE del país, que cuenta con una superficie de 561.026 km².

Ubicación

Situado al S de la región Nordeste, de la que constituye la entidad estatal de mayor extensión (36,3% de la misma), limita al N con los estados de Alagoas, Sergipe, Pernambuco y Piauí, al S con los estados de Minas Gerais y Espírito Santo, al E con el océano Atlántico, y al O con los estados de Goiás y Tocantins. Geográficamente se sitúa entre los 8º 30′ y 18º 20′ de latitud S, y los 37º 22′ y 46º 35′ de longitud O.

Historia

En Bahía tocaron tierra brasileña por primera vez los hombres de Pedro Álvarez Cabral, cuando desembarcaron, en 1500, en lo que hoy es Porto Seguro. El 1 de noviembre de 1501 atracó una escuadra en el golfo, que fue denominado Baia de Todos-os-Santos. Desde ese año hasta 1534 se sucedieron diversas expediciones, tanto portuguesas como de otros países, en busca principalmente del palo de Brasil. En 1534, bajo el impulso de las misiones jesuitas, se da comienzo al poblamiento del territorio. También en este año, la corona portuguesa estableció el sistema administrativo de las capitanías hereditarias, e implantó en la costa bahiana las administraciones de Bahía de Todos los Santos, Porto Seguro e Ilhéus. Pronto, sin embargo, se advirtió el desacierto de tal división, por lo cual la corona decidió centralizar toda la administración y hacer de Bahía la sede del gobierno general de todo Brasil, de forma que el primer gobernador general, Tomé de Souza, se establecería en tierras bahianas el 29 de marzo de 1549, año en que se fundó la ciudad de Salvador que, durante más de dos siglos (1549-1763), sería la capital de Brasil.

Como primer foco de colonización portuguesa, Bahía contó durante más de un siglo con el puerto más importante del hemisferio sur, que mantenía un intenso movimiento hacia Europa, Asia y África. Por este mismo motivo, fue también uno de los principales polos de llegada y de distribución de los esclavos negros traídos de África. Mientras tanto, hacia el interior, la colonización se iba extendiendo al impulso de la cría de ganado, las plantaciones de caña y los ingenios productores de azúcar. En 1624 tuvo lugar la invasión de Bahía por parte de los holandeses, quienes, sin embargo, fueron expulsados al año siguiente. El descubrimiento de oro y piedras preciosas en el centro de Brasil, el año de 1763, hizo que la sede del entonces Vicerreino fuera transferida a Río de Janeiro.

Bahía fue escenario de un importante movimiento libertario que estalló en 1798, alentado por las ideas de la Revolución Francesa y por la inconformidad de los mineros: fue la llamada “revolución de los Alfaiates”, también conocida como la “Conjuración Bahiana”, que propugnaba la independencia e igualdad racial, el fin de la esclavitud y el libre comercio entre los pueblos. Esclavos, negros libertos y pequeños artesanos de Bahía se unieron para proclamar la “República de Bahía”. El movimiento fue reprimido y algunos de sus cabecillas ejecutados. Cuando el 7 de septiembre de 1822 se proclamó la independencia de Brasil, Bahía se convirtió en provincia del Imperio de Brasil.

Un conflicto de grandes proporciones se desató en 1897, el año en que se proclamó la república: la “Guerra de Canudos”. En esta oportunidad, la gente pobre del sertão de Bahía se unió en torno a Antonio Vicente Mendes Maciel, el “Consejero”, a quien seguían como a un auténtico líder espiritual mesiánico. Su centro de operaciones lo había establecido en la ciudad Belo Monte, por él fundada y que llegó a contar con unos 25.000 habitantes. Las tropas federales al mando del mayor Moreira César, sofocaron drásticamente el movimiento, arrasaron la ciudad y pasaron por las armas a todos sus moradores. Este hecho histórico ha servido de argumento a dos obras literarias: Os Sertões, del escritor brasileño Euclides da Cunha, y La guerra del fin del mundo, del escritor peruano Mario Vargas Llosa. También ha sido llevado a la pantalla por el cineasta Sérgio Resende, en la película Canudos.

Características

Clima y temperatura

El clima predominante del estado de Bahía es tropical, con temperaturas más elevadas en las partes más bajas, donde las medias pueden superar los 25 ºC. En las tierras altas, la temperatura desciende; la media se encuentra por debajo de los 18 ºC en las cumbres de la chapada Diamantina. Las temperaturas más bajas se han registrado en el municipio de Catieté (6,1 ºC), y las más altas se dan generalmente en el Remanso (41 ºC). El régimen de precipitaciones es muy desigual en las distintas regiones: a lo largo de la franja costera y en los extremos occidentales del estado, las precipitaciones son del orden de 1.250 mm de promedio anual, mientras que en el interior las lluvias no sobrepasan los 750 mm, y en el São Francisco Medio apenas alcanzan los 300 mm. La época de lluvias va de noviembre a marzo. Lo que más afecta a los sertãos son las frecuentes y prolongadas sequías, debidas a la irregularidad de la época de lluvias. Estas épocas de largo estiaje hace que muchos ríos del interior dejen de correr en los meses secos (prácticamente, el único río de caudal permanente en toda la parte norte del estado es el São Francisco).

Medio físico

Aunque morfológicamente todo el estado pertenece a la zona oriental del gran Planalto brasileño, su relieve es bastante desigual. La parte central de la entidad está dominada por las crestas de la chapada Diamantina, que constituye propiamente el corazón del estado, y en la que se encuentran los tres puntos más altos del estado: el Pico das Almas (1.958 m), el Itobira (1.970 m) y el Barbado (2.033 m), el más alto de todo el Nordeste.

Allí también nacen más del 90% de los ríos del estado, los tres mayores, exclusivamente bahianos, son: el Paraguaçu, el Jacuípe y el Contas. Al oeste, en los límites con los estados de Goiás y Tocantins, se encuentra la Serra Geral de Goiás (parte del Espigão Mestre, con alturas de unos 800 m), que marca la divisoria de aguas de los ríos Tocantins y São Francisco. Al sudeste se encuentran otros planaltos de hasta 900 m de altitud, como el de Conquista, que forman acantilados hacia el lado del mar. En la parte centro norte, desde el río Paraguaçu hacia arriba, incluido el curso del São Francisco, se extienden las grandes planicies cristalinas, de entre 200 y 500 m de altitud, que descienden suavemente hacia el océano. En medio de ellas sobresalen algunos cerros aislados (conocidos con el nombre de Inselberge).

En la franja litoral, con 932 km de longitud, pueden distinguirse tres sectores, de norte a sur: el primero, desde Río Real hasta el Recôncavo, está formado por playas de arena regular y baja; el segundo, desde Ponta de Santo Antonio hasta Bahía Camamu, es de un trazado irregular, y en él se encuentran la bahía de Todos los Santos y las islas de Itaparica, Tinharé, Boipeba y Quiepe; el tramo del sur, desde Camamu hasta Macuri, es también arenoso y bajo, estrechado por la cercanía de los contrafuertes de las sierras, con algunos puertos en las orillas de los ríos, como Ilhéus, Canavieiras, Belmonte, Porto Seguro y Caravelas.

La red hidrográfica del estado de Bahía se distribuye en dos cuencas: la del río São Francisco y la del Atlántico. En el primero desaguan los ríos Carinhanha, Corrente, Grande, Paramirim y Salitre, entre otros; mientras que hacia el Atlántico corren: el Vaza Barris, Itapecuro, Inhambupe, Jacuipe, Paraguaçu, Jequiriçá, Contas y Pardo.

El clima predominante del estado de Bahía es tropical, con temperaturas más elevadas en las partes más bajas, donde las medias pueden superar los 25 ºC. En las tierras altas, la temperatura desciende; la media se encuentra por debajo de los 18 ºC en las cumbres de la chapada Diamantina. Las temperaturas más bajas se han registrado en el municipio de Catieté (6,1 ºC), y las más altas se dan generalmente en el Remanso (41 ºC). El régimen de precipitaciones es muy desigual en las distintas regiones: a lo largo de la franja costera y en los extremos occidentales del estado, las precipitaciones son del orden de 1.250 mm de promedio anual, mientras que en el interior las lluvias no sobrepasan los 750 mm, y en el São Francisco Medio apenas alcanzan los 300 mm. La época de lluvias va de noviembre a marzo. Lo que más afecta a los sertãos son las frecuentes y prolongadas sequías, debidas a la irregularidad de la época de lluvias. Estas épocas de largo estiaje hace que muchos ríos del interior dejen de correr en los meses secos (prácticamente, el único río de caudal permanente en toda la parte norte del estado es el São Francisco).

La vegetación del estado es también bastante variada: la región caliente y húmeda del litoral, está cubierta de densos bosques pluviales; en la vertiente occidental de las chapadas, la vegetación es mas rala, y el bosque natural ha sido sustituido por sembríos y vegetación baja; en los planaltos secos, predominan las caatingas.

Desarrollo económico

La economía de estado se basa en la agricultura, la ganadería, la industria y el turismo. En cuanto a la primera, se distinguen dos grandes áreas: el litoral y el interior. En las tierras del litoral predominan los cultivos más representativos desde el punto de vista comercial: la caña de azúcar -el producto más representativo durante la colonia, ahora reducido a una zona al norte del Recôncavo-; el cacao, que ocupa una gran franja de tierra entre los ríos Jequiriça y Jequitinhonha; la hevea (árbol del caucho), introducida en las últimas décadas; el tabaco, característico del oeste del Recôncavo y de los sertões vecinos; el café, producido en el sureste. En el interior del estado, más seco, es característica la cría extensiva de ganado, así como el cultivo del algodón, abacá y la mamona (simiente de ricino), junto al millo, fréjol, mandioca, dendê (especie de coco), además de frutas tropicales -coco, plátano y naranja-, y frutas de clima templado -uvas y melones- en la zona regada por el São Francisco. La ganadería predominante es la bovina, junto con la ovina y la caprina. En la costa se practica la pesca con procedimientos poco industrializados, mientras que en el interior el único río de actividad pesquera significativa es el San Francisco, dada la intermitencia de la mayoría de las otras corrientes.

En el sector industrial tienen especial importancia las industrias químicas, petroquímicas y las agroindustrias (azucareras y oleaginosos: aceites de algodón, mamona -ricino- y de palma), las cuales están aglomeradas en tres grandes centros: Polo Petroquímico de Camaçari -COPEC-, localizado en el área urbana de Salvador; Complexo Industrial de Aratu -CIA-, situado en 18 km de Salvador, con 150 km de carreteras en su interior, que lo conectan con los puertos de Salvador y y Aratu; y Centro Industrial de Subaé -SIC-, emplazado en el municipio de Feira de Santana, a 198 km de la capital estatal. Además de estos grandes complejos, existen otras industrias especializadas en metalurgia, procesamiento de alimentos y de cacao, de mármoles y granito, de plásticos, confecciones y de textiles. El turismo es también otro capítulo importante, que genera 88.000 empleos directos y más de 490.000 indirectos en todo el estado. La minería está representada por la extracción de diamantes (en la Chapada Diamantina), y de petróleo, principalmente en los campos del Recôncavo. La zona conoció profundos cambios a partir de la década de 1950, con la ampliación de las actividades de la Petrobrás (compañía de Petróleos Brasileña), la construcción de la Refinería en Mataripe, el Centro Industrial de Aratu (1960) y el polo petroquímico de Camaçári (1970). Bahía es también un gran extractor de plomo, cristal de roca, hierro, carbón y talco.

En cuanto a los transportes, el estado de Bahía cuenta con una red de 130.000 km de carreteras, que unen todos sus municipios. Dispone de tres líneas de ferrocarriles, que tienen su origen en el eje Salvador-Alagoinhas. La primera se extiende hacia el suroeste, hasta la ciudad de Montes Claros, en el estado de Minas Gerais, donde se conecta con el ferrocarril del Sudeste; la segunda sigue rumbo norte, hasta el estado de Piauí; y la tercera, une el estado de Bahía con el de Sergipe, hasta la ciudad de Propriá. Tres importantes puertos marítimos le permiten exportar los productos locales, especialmente los petroquímicos. Estos puertos son: el puerto de Salvador, situado en la bahía de Todos los Santos, con capacidad para 2.400.000 toneladas de carga al año; el puerto de Aratu, asentado en la misma bahía de Todos los Santos, en el municipio de Candeias, con capacidad para 1.522.000 toneladas de carga líquida, 1.434.000 toneladas de carga sólida, y 430.000 toneladas de productos gasificados; finalmente, el puerto de Ilhéus, al sur del estado, especializado en carga de productos líquidos. Cuenta con un aeropuerto internacional en Salvador, y con aeropuertos locales en las principales y más alejadas ciudades de su territorio.

Atractivos turísticos

El turismo en Bahía ofrece una amplia gama de opciones y rutas con atractivos naturales, históricos y culturales en cada una de sus regiones.

  • Bahía de Todos los Santos: con sus 1.052 km2 de superficie, y sus 56 islas, constituye la mayor bahía de Brasil, y es un excepcional escenario para los deportes náuticos.
  • Recôncavo: región situada en torno a la Baia de Todos olos Santos, repleta de historia y de bellezas naturales. Allí vale la pena visitar Cachoeira, Santo Amaro da Purificação, con sus hermosos alrededores (donde abundan las cascadas, como las de Zé Regadas, Nanã, Vitória y Urubu), y con sus playas.
  • Costa dos Coquieros (Costa de los Cocos), desde Salvador hasta Mangue Seco (en el límite con el estado de Sergipe). Cuenta con playas tranquilas, protegidas por arrecifes, de aguas dulces y saladas; con la Linha Verde, primera carretera ecológica del país, de 142 km de longitud; el Área de Proteção Ambiental do Litoral Norte, que abarca cinco municipios, en una extensión de 1.348 km2.
  • Costa do Dendé (una especie de coco): polo turístico con nivel de lujo internacional, en medio de un ambiente rodeado de verde, arrecifes de corales y fauna multicolor. Abarca los municipios de Valença, Cairu (con su centro internacional Morro de São Paulo) y Maraú, y las islas de Tinharé y de Boipeba.
  • Costa do Cacau (del Cacao): entre los municipios de Itacaré y Canavieiras, guarda verdaderos santuarios ecológicos tropicales, desde playas casi vírgenes, con selva atlántica nativa, hasta cocoteros y grandes haciendas cacaoteras. Aquí se encuentra el delta del Ilhéus, la Estancia Hidromineral de Olivença, y el Proyecto de Preservación del Mico-Leão de Cara Dorada.
  • Costa del Descubrimiento: conserva todo el encanto que tanto sorprendió a los primeros portugueses que pisaron tierra brasileña en este lugar, Porto Seguro. Desde Santa Cruz de Cabralia, hasta el municipio de Prado, hay 150 km de playas, ensenadas, baias, numerosos ríos y riachuelos, en medio de un paisaje rodeado de cocoteros, manglares y selva Atlántica. Sobresale entre sus bellezas naturales, el Parque Nacional de Monte Pascoal.
  • Costa das Baleias (de las Ballenas): localizada en el extremo sur de la costa bahiana. Su mayor atractivo es el Parque Nacional Marino de Abrolhos, conjunto de islas situadas a unos 60 km de la costa. Fue establecido para proteger una serie de arrecifes coralinos, islas volcánicas y manglares, en medio de uno de los más bellos paisajes de las costas brasileñas. Otros grandes atractivos son el espectáculo acuático de las ballenas-jubarte (entre julio y noviembre) y el buceo submarino.
  • Parque Nacional Chapada Diamantina: creado en 1985, entre sus atractivos se encuentran numerosas grutas -como la del Poço Encantado, cuyas aguas, a pesar de sus 40 m de profundidad, permiten ver el fondo del lago-; cascadas -como la Fumaça, con 420 m de caída-. Se pueden realizar caminatas por antiguos senderos de garimpeiros, o a comunidades esotéricas, y, con un poco de suerte, contemplar algunas de las naves de extraterrestres, que frecuentemente “visitan” la zona. En la Chapada Diamantina se encuentra la famosa Ciudad Perdida de Igatú, supuestamente construida por alguna civilización precolombina, la cual es descrita en el manuscrito N. 512 (que data de 1753), el cual fue descubierto en la Biblioteca Pública de la Corte Brasileña de Río de Janeiro, y publicado en 1839. Las impresionantes ruinas de esta extraña ciudad se encuentran en el municipio de Andaraí. Se trata de construcciones ciclópeas, cuyos orígenes se pierden en el más absoluto misterio. (Para ampliar esta información, véase el apartado correspondiente a Curiosidades, en la entrada Goiás).
  • Región del Sertão: dominada por el gran río San Francisco, presenta entre sus variadísimos atractivos, la represa de Sobradinho (4.000 km2 de superficie); el embalse de Cocorobó, que en las épocas de sequía deja ver las ruinas de lo que fue la ciudad de Belo Monte ( o Canudos), escenario de la sangrienta guerra de Canudos; los balnearios de aguas minerales de Cipó y Caldas do Jorro, poblaciones que aparecen como auténticos oasis en medio del sertão; el Monte Santo, junto a la ciudad del mismo nombre, famoso por ser centro de religiosidad popular, al que acuden miles de peregrinos para subir en penitencia, recorriendo las estaciones del Via Crucis, que jalonan el escarpado sendero del ascenso.

Desarrollo social

Fiestas y folclore

Toda la fe y las creencias de los bahianos se manifiestan en el ciclo de fiestas populares, desde las celebraciones en honor de los orichás del candomblé, en las que los tambores suenan para hacer bailar a sus “hijos de santo”, hasta las fiestas católicas que adquieren un tinte profano con mucho ritmo de samba, y barracas repletas de variadas comidas y bebidas. Por otra parte, el temperamento bahiano se ha formado por el encuentro y la simbiosis de la cultura europea, africana e indígena, lo cual ha hecho de Bahía una tierra mística y folclórica por antonomasia. Aquí nació la samba, y aquí se preservaron, hasta hoy día, innumerables manifestaciones folclórico-culturales y religiosas.

Algunas de ellas son:

  • Fiestas del Bom Jesús da Lapa: en la ciudad del mismo nombre, en la margen orilla derecha del río São Francisco. Durante las celebraciones, entre los meses de junio a septiembre, el santuario recibe más de 700.000 peregrinos que vienen a venerar al Señor. El templo está emplazado en unas de las quince grutas existentes en el Moro da Lapa, que fue descubierta por un monje en el siglo XVII.
  • Procesión Marítima de Nosso Senhor Bom Jesus dos Navegantes: que se celebra en Salvador, a principios de año.
  • El carnaval: constituye el gran clímax festivo de Bahía, un delirio de masas, que se festeja a lo largo de una semana, desde el miércoles anterior al Domingo de Ramos, hasta el Miércoles de Ceniza. Su popularidad atrae a miles de turistas.
  • Las micaretas: son celebraciones que se llevan a cabo en las ciudades del interior, y que recuerdan las del carnaval, aunque fuera de época. También están siendo motivo de atracción turística.

El departamento de Bahía, especialmente su capital, se caracteriza por la adopción que allí se ha hecho de todos los ritos y magias traídas del África por los esclavos negros. Entre ellos destaca el candomblé, término con el que se denomina al culto afro-brasileño, que tiene como filosofía central la adoración a los orichás, considerados como espíritus de la naturaleza. Cada orichá tiene su correspondiente en la Iglesia católica, con sus características propias: semana, colores, vestidos, salutaciones y comidas. En realidad se trata de un sincretismo de las prácticas religiosas africanas con las creencias católicas, llegando a una mezcolanza muy propia de la idiosincrasia brasileña. Sus ritos se practican en lugares denominados terreiros, y son dirigidos por el pae-de-santo, especie de sacerdote o sacerdotisa. No existen libros sagrados. Las creencias y ritos se conservan gracias a la transmisión de pae-de-santo a pae-de-santo, es decir, de responsable a responsable.

Otra práctica folclórica incorporada al folclore bahiano bajo la influencia de los esclavos africanos es la capoeira. Se trata de un ejercicio artístico entre danza y “combate”, ejecutado con gran agilidad y coordinación de movimientos, casi siempre al ritmo de música interpretada por un berimbau (instrumento musical consistente en un arco de madera, provisto de una calabaza que hace de caja de resonancia). El capítulo de la artesanía se caracteriza por su riqueza y variedad. La artesanía bahiana es estimulada y promovida por el Instituto Mauá, por medio del cual se rescatan las antiguas tradiciones y se mantiene viva la artesanía del estado. La cerámica es trabajada en Maragogipinho (la mayor comunidad ceramista del estado, situada en el Recôncavo), en Coqueiros (a orillas del río Paraguaçu), Irará, Río Real, Barra e Salvador. La escultura, en Cachoeira, Ichú e Itabuna. El cuero, en la región de Barra do São Francisco; el metal, en Salvador, Río de Contas y en la zona de Recôncavo; encajes y bordados, en las islas de Maré y Saubara, en Paulo Afonso y en Inhambupe. Los tejidos manuales todavía se practican en Cipó, Nova Soure, Paulo Afonso, Paramirim, Guanambi y Salvador.

Centros e instituciones culturales

Algunos de los principales centros de enseñanza superior de Bahía son:

  • Universidade Católica do Salvador (UCSal). Salvador.
  • Universidade Estadual de Feira de Santana (UEFS).
  • Universidade Estadual de Santa Cruz (UESC). Ilhéus.
  • Universidade do Estado da Bahia (UNEB).
  • Universidade Estadual Sudoeste da Bahia.
  • Faculdade Santíssimo Sacramento: Administración y gestión de empresas, Análisis de sistemas, Administración y Comercio Exterior, Pedagogía y Turismo. Alagoinhas.
  • Faculdades Montenegro. Ibicaraí.
  • Faculdade São Francisco de Barreiras (FASB). Barreiras.
  • Faculdade Zacarias de Góes (FAZAG). Cursos de administración en agronegocios, administración de empresas, marketing, turismo, sistema de información, ciencias contables, económicas, hostelería. Valença,
  • Centros de Educação Superior (UNYAHNA). Institución de Educación Superior, con sedes en los municipios de Salvador, Feira de Santana, Barreiras e Vitória da Conquista.
  • União de Educação e Cultura de Eunápolis (UNECE). Facultades de Administración de Empresas, Pedagogía y Ciencias Contables. Eunápolis.

Monumentos históricos

Varias son las ciudades que guardan un rico patrimonio histórico cultural en el estado de Bahía. Entre ellas destacan:

  • Salvador: declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
  • Cachoeira: ciudad del Recôncavo (110 km al noroeste de Salvador), también declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
  • Santo Armaro: ciudad colonial a 70 km al noroeste de Salvador.
  • Valença: ciudad colonial de la segunda mitad del siglo XVIII. Conserva todo el sabor colonial en sus calles empedradas, sus iglesias y sus casonas.
  • Porto Seguro (680 km al sur de Salvador): primer núcleo poblacional colonial en Brasil. Declarada Monumento Nacional en su casco antiguo (Cidade Alta).
  • Caravelas (unos 880 km al sur de Salvador): Cuenta con algunos edificios relevantes, como la Iglesia de Santa Efigênia, con valiosas imágenes de los siglos XVII y XVIII, además de algunas mansiones con fachadas de azulejos portugueses y de Macao.

Fuente