Estrategia Nacional de Educación Ambiental

Estrategia Nacional de Educación Ambiental
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Concepto:Instrumento inicial en el que se establecieron las direcciones a seguir para la concienciación de la población cubana en materia ambiental.

Estrategia Nacional de Educación Ambiental. Creada en el año 1997 cumpliendo un importante papel en el desarrollo de esta actividad en Cuba como instrumento inicial en el que se establecieron las direcciones a seguir para la concienciación de la población cubana en materia ambiental.

Contexto en que se inscribe la estrategia

La globalización de la economía asociada a modelos de desarrollo basados en las leyes del capital y en valores éticos - que justifican el deterioro de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad, así como la injusta distribución de las riquezas y por consiguiente el aumento de la pobreza- están intrínsecamente vinculados a procesos de homogeneización cultural, orientados a exportar los patrones insostenibles de consumo que caracterizan a las sociedades económicamente desarrolladas y que son elementos consustantivos de la problemática ambiental.

Este panorama sitúa a la educación como una premisa de importancia significativa para lograr los procesos de cambio, que deben orientar a la humanidad hacia un sistema de relaciones más armónicas entre la sociedad y la naturaleza, que permitan el tránsito hacia niveles de desarrollo sostenibles y propicien una calidad de vida decorosa y equitativa para la sociedad de la Tierra.

"La Educación es de importancia crítica para promover el Desarrollo Sostenible y aumentar la capacidad de las poblaciones para abordar cuestiones ambientales y de desarrollo... Para ser eficaz, la educación en materia de medio ambiente y desarrollo debe ocuparse de la dinámica del medio físico y biológico, y del medio socioeconómico y el desarrollo humano (que podría comprender el desarrollo espiritual), integrarse a todas las disciplinas y utilizar métodos académicos y no académicos y medios efectivos de comunicación. "

Tomado del capítulo 36: “Fomento de la Educación, la Capacitación y la Toma de Conciencia” de la Agenda 21

En el caso cubano, como consecuencia del hostigamiento político, el bloqueo económico que dura ya más de 37 años, y la amenaza a la seguridad y soberanía por el estado más poderoso del mundo; dependemos como ningún otro país de las propias fuerzas y recursos; en cuyo contexto, cobra una singular importancia el rigor con que se manejen las riquezas, los problemas y la medida en que seamos capaces de integrar los procesos naturales, sociales y culturales con los de desarrollo económico.

Las propias dificultades de la situación del país generadas a partir del bloqueo económico impuesto, propiciaron al mismo tiempo una oportunidad única para desarrollar un proceso de construcción colectiva y creativa de alternativas de conocimiento científico y soluciones prácticas a los problemas ambientales que hoy preocupan a la humanidad en su conjunto.

La problemática ambiental cubana, está condicionada por una difícil situación económica, y caracterizada por un lado, por una aún insuficiente conciencia ambiental de los actores económicos y sociales, y por otro, por una también insuficiente aplicación de una política que en la práctica integre la dimensión ambiental a los procesos de desarrollo. Es por ello que se requiere de un manejo racional basado en la armonía entre la conservación de las conquistas sociales alcanzadas y la protección sostenible de los recursos naturales, y para ello se necesita de una población capacitada, que conscientemente incorpore en su vida cotidiana la dimensión ambiental.

En este complejo proceso juegan un importante papel la forma de pensar y los estilos de comportamiento de las personas y de las comunidades, las políticas de los sectores de la economía, de la ciencia, de la educación y de la cultura pero, sobre todo, la existencia de una voluntad política y la capacidad para integrarlos.

El gobierno cubano consciente de esta realidad, creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y dentro de sus atribuciones y funciones le asignó las de dirigir y controlar las Estrategias y Programas de Educación Ambiental.

En este contexto, es de gran urgencia trazar e implementar una Estrategia Nacional de Educación Ambiental con amplia participación, que se constituya en una plataforma que sustente la preparación de la sociedad para enfrentar los complejos procesos de desarrollo del final del siglo XX y del próximo milenio.

Antecedentes

En el ámbito de la educación no formal y como un elemento inherente al proceso revolucionario, la educación ambiental ha estado presente de diferentes formas en el quehacer social del país a través de la participación popular, de las organizaciones políticas y de masas y de otras organizaciones no gubernamentales, lo que se ha convertido en parte de las tradiciones nacionales, demostrado por ejemplo, en tareas que históricamente se han realizado a nivel de cuadra y de comunidad, vinculadas al mejoramiento de su calidad de vida, aunque no estuvieran vinculadas explícitamente con la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, ni relacionadas con todo el espectro temático que esta problemática demanda. Entre ellas, pueden mencionarse las siguientes:

  • Tareas de prevención de la salud, como las campañas de vacunación, las donaciones de sangre, el control y atención a grupos de riesgos, entre otros.
  • Participación en labores relacionadas con la limpieza, embellecimiento y saneamiento en general.
  • Las vinculadas al ahorro de agua, de electricidad, y de recursos en general.
  • Recuperación de materiales de desecho de todo tipo, con el objetivo de rehusarlo o recuperarlo para su posterior procesamiento.
  • Participación en labores de repoblación forestal y de recuperación y mantenimiento de áreas verdes urbanas.
  • Las vinculadas con la atención a los problemas socioculturales de la población en general y en particular a los grupos sociales más necesitados.

Por otra parte, las instituciones científico-recreativas, tales como museos, jardines botánicos, acuarios, parques zoológicos, entre otras, exhiben una larga experiencia en el desarrollo de programas educativos dirigidos a niños, jóvenes y población en general sobre el conocimiento y protección de la flora y la fauna, el patrimonio cultural, y otros elementos importantes del medio ambiente.

Se ha distinguido la labor de maestros y profesores en el desarrollo de una intensa actividad extradocente y extraescolar, vinculada al conocimiento y protección de la Naturaleza, como continuadores de la obra de maestros cubanos desde el siglo pasado, de los que fue su máximo exponente el Héroe Nacional José Martí y que nos legaron una ética muy arraigada de respeto y protección de la naturaleza.

Una práctica consecuente de esta herencia cultural de especial significación, y que constituye un principio del sistema educacional, es la combinación del estudio con el trabajo.

En el nivel primario todas las escuelas, tanto urbanas como rurales, están vinculadas a un huerto donde los niños participan de la producción agrícola y después disfrutan de las cosechas; en las secundarias básicas y preuniversitarios urbanos, los estudiantes se incorporan una vez al año a campamentos agrícolas durante 30 días, y las de régimen interno, tienen organizada la asistencia diaria al campo. Los Centros de Educación Superior lo hacen de forma sistemática, a través de la incorporación de los estudiantes a las labores agrícolas cada año, durante las vacaciones, además a través de sus prácticas preprofesionales participan de los procesos de la producción, los servicios, y la investigación.

Por otra parte los estudiantes del subsistema de educación técnica y profesional se encuentran vinculados a centros de producción o de servicios del mismo perfil de sus especialidades y donde también participan directamente de sus procesos productivos o de servicios.

Estas modalidades de estudio-trabajo estimulan una concepción que identifica la Naturaleza como fuente de toda riqueza, y el trabajo como el medio para su transformación que contribuye a convertir los hábitos de consumidores en hábitos de productores.

La combinación del estudio con el trabajo se fundamenta en el principio de vincular la escuela con la vida, la enseñanza con la producción, y la teoría con la práctica. Tiene dos profundas raíces, la que inculcara el Héroe Nacional José Martí y la que aprendimos de los clásicos del marxismo.

Por otro lado, también es parte de la política educacional cubana el desarrollo de fuertes vínculos de la escuela/universidad con la comunidad, lo que contribuye a educar a los niños y jóvenes en el respeto a sus mayores, en el cuidado de la propiedad social, y la protección de la naturaleza.

En el ámbito de la educación formal, desde hace varios años se han venido introduciendo institucionalmente elementos relacionados con el medio ambiente en programas de asignaturas de diferentes niveles, sobre todo en aquellas cuyo objeto de estudio están vinculados a los sistemas naturales, y con mayor énfasis en el nivel primario.

En la Educación Superior también se vienen haciendo esfuerzos, sobre todo en las carreras cuyos perfiles están vinculados a los recursos naturales, y en particular en algunos centros de formación de docentes y se han obtenido significativos resultados en la investigación vinculada a la solución de problemas ambientales.

En el ámbito de la Educación Informal se hacen esfuerzos por sistematizar la transmisión de mensajes que contribuyan a estimular el cuidado y protección del medio ambiente y a establecer relaciones humanas armónicas en el barrio y la comunidad, a través de los sistemas de información y divulgación.

Si bien han sido importantes estos logros, es importante también reconocer que todavía no se han explotado todas las potencialidades y que es preciso ampliar mucho más el espectro temático del contenido de la educación ambiental, a partir de reformulaciones conceptuales y metodológicas que nos coloquen a la altura del grado de avance del sistema educacional en el resto de las esferas.

En este sentido se identifican como los principales problemas que deben ser priorizados en la formulación de una estrategia nacional los siguientes:

  • La ausencia de un accionar coherente y sistemático que integre los esfuerzos institucionales nacionales tanto gubernamentales como de las organizaciones de masas y otras no gubernamentales.
  • La ausencia de conocimientos y de una conciencia ambiental de los tomadores de decisiones, sobre la interdependencia entre sus decisiones/acciones y los procesos naturales, socioeconómicos y culturales, y su impacto sobre los procesos de desarrollo y la calidad de vida de la población.
  • Una insuficiente preparación teórica y práctica desde el punto de vista pedagógico y científico-técnico para acometer la introducción de la dimensión ambiental en los procesos educativos y de la dimensión educativa en los procesos de desarrollo, con una concepción de interdependencia medio ambiente-desarrollo y por consiguiente con un carácter interdisciplinario.
  • Un insuficiente tratamiento de la problemática ambiental en los planes de estudio de los distintos tipos y niveles de la educación, reducido en lo fundamental al estudio de la naturaleza y de los recursos naturales desvinculados de los procesos sociales y de desarrollo
  • La ausencia en unos casos y en otros, del suficiente y adecuado tratamiento de la problemática ambiental con un carácter integral por parte de la mayoría de las instituciones científico- culturales-recreativas, así como por instituciones gubernamentales y no gubernamentales dirigido al gran público en general, así como a grupos sociales específicos y en particular a las comunidades.
  • Una escasa disponibilidad y acceso a la información especializada en general y en particular la pedagógica.
  • La insuficiente divulgación ambiental desarrollada por los medios masivos de comunicación, dados por la escasez de espacios dedicados a la problemática medio ambiente-desarrollo, así como por la ausencia de la incorporación de la dimensión ambiental al resto de la programación. Asimismo es frecuente un inadecuado tratamiento desde el punto de vista conceptual y técnico de la información.
  • A partir de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992, en que quedaron definidos nuevas metas y nuevos elementos conceptuales, se ha llevado adelante en el país un proceso de adecuación de la política nacional de medio ambiente, a partir de modificaciones de la Constitución y materializado en un reordenamiento de la estructura institucional del Estado con el objetivo de fortalecer su capacidad, en función del tránsito hacia niveles de desarrollo sostenibles.

Este proceso, del que ha formado parte la elaboración de la nueva Ley Marco sobre Medio Ambiente y de la Estrategia Nacional Ambiental, constituye un elemento medular en la política de reformulación de las acciones nacionales en esta esfera y como una consecuencia lógica se complementa ahora con la Estrategia Nacional de Educación Ambiental, como elemento consustantivo a esta política y como el instrumento clave que contribuirá a la reorientación de la Educación hacia el Desarrollo Sostenible.

Proyecciones para la estrategia

A partir del reconocimiento de los logros alcanzados hasta el momento tanto, en lo formal como en lo no formal, y de lo que aún nos falta por lograr, debemos disponernos a producir cambios en el modo de concebir y de aplicar la introducción de la dimensión ambiental en los Planes, Programas y Proyectos en general, con una concepción sistémica de los problemas ambientales, y una visión interdisciplinaria en el proceso de introducción, lo que requiere de una participación armónica y coherente innovadora y comprometida de todos los actores y sectores.

Es el momento de superar la concepción tradicional en la que se identifica el medio ambiente con la Naturaleza y la educación ambiental con la educación para la conservación o para la protección de la naturaleza, lo que se hace más evidente en la práctica educativa.

Una importante dirección de la Estrategia es sin dudas la vinculada a los procesos educativos hacia las comunidades para capacitarlas en la participación en la toma de decisiones, y en la solución de los problemas locales que contribuyan a mejorar las condiciones de su medio ambiente natural y psicosocial, transitando hacia modos de vida más sanos.

Este proceso educativo comunitario debe conducir también a fortalecer los sentimientos de la identidad cultural cubana, a través del cuidado del patrimonio, de los recursos y la soberanía.

El trabajo educativo comunitario debe caracterizarse por el respeto a la diversidad de tradiciones culturales, y de su autonomía traducido en la determinación de sus propias necesidades y de la forma de solucionar sus problemas.

En Cuba permanecen en el área de las comunidades una masa considerable de personas, entre jubilados, amas de cas], estudiantes, discapacitados, y trabajadores por cuenta propia, por lo que resulta de gran importancia su atención educativa.

La formación y capacitación de profesionales, tiene una especial importancia, si tenemos en cuenta que constituyen actualmente y lo serán en el futuro, los que están directamente vinculados a la toma de decisiones, la proyección de políticas sociales y de desarrollo, a la explotación y uso de los recursos naturales, y a la prestación de servicios a la población en su sentido amplio, por lo que de su actuación dependerá en gran medida el rumbo que tome el proceso de desarrollo en el país.

Es por eso que tanto en las escuelas como en las universidades se deberá trabajar por introducir y perfeccionar la dimensión ambiental en los procesos educativos, a partir del establecimiento de las necesidades que plantea la problemática ambiental nacional, en correspondencia con los principales planes de desarrollo económico social del país, promoviendo la incorporación de un sistema de conocimientos, hábitos, habilidades comportamientos y valores, coherente con estas necesidades y mediante la cooperación de los colectivos pedagógicos de todas las disciplinas, por grado y años de las carreras.

La educación ambiental dirigida a los trabajadores en general, a través de planes de divulgación y de capacitación deberá seguir los mismos principios expresados para la formación de profesionales.

Marco teórico referencial

Considerando el criterio de que las definiciones reducen el universo de las ideas, y que son insuficientes para capturar la realidad y las riquezas de pensamiento, y que nunca por lo tanto abarcan todo el contenido necesario, se expondrán solamente las ideas claves que no deben dejar de considerarse en la orientación para la acción.

Medio ambiente

Sistema complejo y dinámico de interrelaciones ecológicas, socioeconómicas y culturales, que evoluciona a través del proceso histórico de la sociedad.

La concepción de medio ambiente debe tener un enfoque sistémico, en correspondencia con su complejidad; un carácter holístico, de totalidad, considerando que abarca la naturaleza, la sociedad, el patrimonio histórico cultural, lo creado por la humanidad, la propia humanidad, y como elemento de gran importancia las relaciones sociales y la cultura.

Esta interpretación propicia que su estudio, tratamiento, y manejo pueda caracterizarse por la integralidad, complejidad y vínculo con los procesos de desarrollo.

El manejo racional de los recursos naturales, y las prácticas de políticas de equidad y justicia social, son responsabilidades históricas que tiene la humanidad en su vínculo con el medio ambiente al que pertenece.

Dimensión ambiental

Enfoque, que en un proceso educativo, de investigación, o gestión o de otra índole, se expresa por el carácter sistémico de un conjunto de elementos que tienen una orientación ambiental determinada; expresada a través de los vínculos medio ambiente-desarrollo; los que consecuentemente están interconectados, y donde las funciones o comportamiento de unos, actúan y pueden modificar el de los otros.

En el caso de la dimensión ambiental de un plan de estudio, por ejemplo, su introducción consistiría en la incorporación de un sistema de conocimientos, habilidades, actitudes, aptitudes y valores, conscientemente diseñado y contextualizado, que atraviese todo el plan y que parta de los objetivos generales, (modelo del profesional); que se derive en los objetivos específicos, y se concrete en los contenidos de todas las disciplinas, de manera que quede bien establecido cómo cada área del conocimiento tributa al sistema en su conjunto, y que dé como resultado una formación que se exprese en el sujeto por su actuación respecto a su entorno, y a la problemática ambiental y del desarrollo.

Educación ambiental; educación para el desarrollo sostenible.

La educación ambiental se considera un modelo teórico, metodológico y práctico que trasciende el sistema educativo tradicional y alcanza la concepción de medio ambiente y de desarrollo.

Exige de una concepción integral sobre los procesos ambientales y de desarrollo; se concibe la educación ambiental como una educación para el desarrollo sostenible, que se expresa y se planifica a través de la introducción de la dimensión ambiental en los procesos educativos.

Esta dimensión introducida integralmente en todo el sistema educativo debe estar dirigida a la adquisición y generación de conocimientos, al desarrollo de hábitos, habilidades, cambios de comportamientos y formación de valores hacia nuevas formas de relación de los seres humanos con la naturaleza, de estos entre sí y con el resto de la sociedad.

Debe ser un proceso continuo y permanente que alcance todos los ámbitos educativos, formales, no formales e informales, dirigida a todas las edades, sectores y grupos sociales. Debe preparar para la participación y la competencia en la solución de problemas, debe cambiar las visiones de la planificación, enfatizando en el mediano y largo plazo; debe modificar las concepciones de consumo y de bienestar, y potenciar actitudes de austeridad, fortalecer la identidad y las tradiciones culturales, el valor de lo propio, de la independencia y de la soberanía, entre otros muchos conocimientos y valores que es necesario enraizar para transitar hacia el desarrollo sostenible.

La esencia dinámica y el carácter complejo del contenido de la Educación Ambiental requiere de una metodología activa, flexible, y participativa, que estimule la creatividad y el desarrollo de la inteligencia, donde la relación sujeto-objeto sea una interacción de doble sentido, y se potencie la actividad del sujeto.

Educación formal

Se caracteriza por ser planificada, y controlada por planes estables (planes de estudio), generalmente estatales o aprobados estatalmente, o jurídicamente refrendados. Es secuenciada, y permanente. Tiene un público homogéneo y relativamente estable. Se refiere fundamentalmente a los procesos de escolarización de todos los niveles.

Educación no formal

Procesos educativos planificados, que poseen un carácter específico y diferenciado. Pueden ser o no secuenciados y controlados, y generalmente son dirigidos a públicos heterogéneos y no estables. Es el caso de las actividades extradocentes y extraescolares, las que se realizan en los parques, en las instituciones especializadas científicas, y culturales, así como los procesos educativos comunitarios.

Educación informal

Es un proceso educativo espontáneo que resulta de la interacción del individuo con su entorno y que ocurre independientemente de la planificación institucional y familiar. Puede ser incluso cualquier hecho fortuito que ejerza una influencia educativa. Es una tendencia en el contexto latinoamericano, considerar la actividad de los medios de difusión masiva como parte de esta modalidad.

Multidisciplinariedad

Metodología que caracteriza a un proceso docente, de investigación o de gestión, en el que intervienen diversas disciplinas o áreas del conocimiento para la interpretación o explicación de un fenómeno o solución de un problema, en torno al cual, aún cuando medie una coordinación entre ellas, cada una participa desde la perspectiva de su propio marco teórico-metodológico y todavía no se logran procesos de articulación de conocimientos.

Interdisciplinariedad

Metodología que caracteriza a un proceso docente, investigativo o de gestión, en el que se establece una interrelación de coordinación y cooperación efectiva entre disciplinas, pero manteniendo también esencialmente sus marcos teórico-metodológicos, no obstante, identificándose un proceso de construcción de marcos conceptuales y metodológicos consensuados que propicia la articulación de los conocimientos en torno al problema y para su identificación o solución.

Transdisciplinariedad

Es un conocimiento emergente de un proceso interdisciplinario, característico de un proceso docente, investigativo o de gestión, en el que se alcanza un alto grado de coordinación y cooperación, pero además en el que se logra determinada unidad de marcos conceptuales entre las disciplinas o áreas del conocimiento.

La complejidad del medio ambiente, entendido como sistema de interrelaciones entre procesos ecológicos, socioeconómicos y culturales, según este presupuesto, debe ser estudiado con un enfoque sistémico y una metodología interdisciplinaria para ser comprendido cabalmente.

La orientación de los procesos de desarrollo hacia niveles de sostenibilidad, también requiere de la integración de conocimientos, políticas y acciones sistemáticamente enfocadas y tratadas inter y transdisciplinarmente.

Desarrollo sostenible

El desarrollo sostenible se concibe como un proceso de creación de las condiciones materiales, culturales y espirituales que propicien la elevación de la calidad de vida de la sociedad, con un carácter de equidad, y justicia social de forma sostenida y basado en una relación armónica entre los procesos naturales y sociales, teniendo como objeto tanto las actuales generaciones como las futuras.

El tránsito hacia este tipo de desarrollo requiere de profundos cambios estructurales, socioeconómicos y éticos de las sociedades actuales, y sobre todo de las relaciones internacionales que los caracterizan, en el marco de la globalización del sistema económico mundial.

En el país se han producido importantes transformaciones políticas, socioeconómicas y culturales en los últimos 37 años que constituyen una premisa determinante para en el avance hacia este tipo de desarrollo.

Según la concepción el objeto del desarrollo sostenible es el ser humano, la satisfacción de sus verdaderas necesidades, con criterio de equidad, sabiendo que para ello es condición sine qua non utilizar racionalmente los recursos naturales.

Entendemos esta racionalidad como el uso y explotación de los recursos, sin sobrepasar sus ciclos de regeneración, pero hasta los límites que imponen la satisfacción de las necesidades básicas de las generaciones actuales y enmarcadas dentro de una ética de respeto a las futuras.

Es necesario educar a partir de posiciones tercermundistas, y latinoamericanistas, esclareciendo cuál es la problemática ambiental real y sus verdaderas causas, y el derecho del Sur a que el Norte no satisfaga sus propias necesidades comprometiendo las de los países menos desarrollados.

Tenemos que construir una Educación Ambiental adecuada al contexto, a las condiciones concretas, que se base en las potencialidades únicas que ofrece el modelo socioeconómico, y en el carácter avanzado del sistema educativo, para contribuir a alcanzar en el menor plazo posible niveles de desarrollo sostenibles.

Existe un Plan de Acción, organizado en lineamientos de trabajo que se orientan a partir del Programa Nacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo (adecuación cubana a la Agenda 21) y de la Estrategia Nacional Ambiental, para un período de tres a cinco años, durante los cuales debe realizarse un proceso de evaluación sistemática que permita los ajustes necesarios en la práctica y siente las bases para trazar la estrategia del 2000 y más allá.

Fuentes