Estudio Libre de Pintura y Escultura

Estudio libre de pintura y escultura
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Organización cultural.
Siglas o Acrónimo:Estudio libre
Fundación:1937-1938
Tipo de unidad:Cultural
País:Bandera de Cuba Cuba

El Estudio Libre de Pintura y Escultura (1937-1938) fue un proyecto cultural de las artes visuales cubanas.

Tras años de adormecimiento, la pintura cubana renació en las primeras décadas del siglo XX.

En 1937, Eduardo Abela funda en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro el Estudio Libre de Pintura y Escultura, una expresión del proceso renovador que experimentó la cultura cubana desde los años 1920.

Inicios

La escultora Rita Longa (1912-2000).
La jungla, de Wifredo Lam
Escultura Torso, de la escultora Rita Longa
Pintura "Flores amarillas" de Amelia Peláez
Pintura "Ciudad" de René Portocarrero
Pintura La gitana tropical (1929), del pintor habanero Víctor Manuel (1897-1969).
Pintura "Guajiros" de Eduardo Abela
Maternidad de Wifredo Lam

El Estudio Libre tuvo un antecedente incuestionable en la Asociación de pintores y escultores cubanos de 1927. La pintura desarrollada por los artistas que iniciaron el arte moderno en Cuba implementó en el ámbito cultural del país una estética diferente e impulsó una renovación de los cánones artísticos establecidos.

Los primeros ejemplos de que en Cuba en ese momento comenzaba a hacerse un arte nuevo fueron: la inauguración en el mes de enero de la exposición del escultor Juan José Sucre; en febrero la de Víctor Manuel; en marzo la de Antonio Gattorno y en mayo una muestra conjunta. Comienza así a evidenciarse en la pintura cubana un espíritu de afirmación nacional y de renovación social, reflejada especialmente en la obra de corte y denuncia social de Marcelo Pogolotti, Arístides Fernández, Eduardo Abela, Hercar y Rafael Blanco, entre otros artistas.

Entre 1934 y 1940 se llevan a cabo la creación o transformación de instituciones culturales, así como diferentes proyectos encaminados a desarrollar las actividades culturales y la creación artística. En este "favorable" contexto los artistas plásticos también comenzaron a indagar nuevas vías para desarrollar y encausar sus obras

Actividades realizadas

En 1935 y 1938 se desarrollaron el Primer y Segundo Salón de Pintura y Escultura respectivamente. En ambas muestras se evidenció la diversidad de escuelas y tendencias que se apreciaba ya en la plástica cubana; en el Segundo Salón fueron premiados los pintores Eduardo Abela, Jorge Arche y la escultora Rita Longa. Ya se apreciaba claramente el interés de los artistas por transformar tanto los métodos, los objetivos como la dinámica de la enseñanza de las artes plásticas frente al academicismo que se apreciaba en San Alejandro.

El 22 de mayo de 1937 se creó con el nombre de Ensayo Experimental de Estudio Libre para pintores y escultores. Orgánicamente vinculado al movimiento generado por los artistas modernos que se afanaron en renovar las técnicas de la enseñanza de las artes plásticas. Dicho estudio comenzó a sesionar en julio de ese mismo año, en una institución dividida en dos tipos de instalaciones, unas eran naves con techo de guano y paredes de madera, y otras tenían el techo de zinc. Las mismas se encontraban en el espacio de la antigua cárcel de La Habana, situada en la calle Prado n.º 1. Allí se abrió la matrícula gratuita para este Estudio Libre, sin importar las clases sociales a las que pertenecieran, sexos, edades, ni profesiones a las que se dedicaran los participantes.

Taller Libre

El pintor cubano Eduardo Abela fue nombrado director del Estudio Libre de pintura y escultura donde participan como orientadores: Romero Arciaga, Ravenet, Jorge Arche y Rita Longa y como colaboradores Alfredo Lozano, René Portocarrero y Mariano Rodríguez. En el Taller, tanto los colaboradores como los orientadores y artistas invitados realizaban charlas sobre diferentes temas y motivos, y a la vez, le enseñaban a los participantes, tanto el valor de cada instrumento u elemento, como su utilización técnicamente.

El método de enseñanza del Taller Libre se basó fundamentalmente en la expresión libre, en la reacción espontánea del artista ante el motivo seleccionado por los profesores y sus principales objetivos fueron encausar la afición artística del público.

Artistas como Amelia Peláez y Wifredo Lam, -a pesar de estar más cerca cronológicamente del grupo iniciador del arte moderno en Cuba-, se vincularon definitivamente a este grupo de la consolidación del arte moderno al que pertenecían Mariano Rodríguez y René Portocarrero; por la fuerza y consistencia estética de sus propuestas

En el Taller Libre se propició la creación de un arte nacional con mayor libertad creadora. Sus participantes comenzaron a utilizar e incluyeron en las composiciones otros elementos como los vitrales, la herrería, los gallos, la mujer, las flores, así como diferentes sitios y lugares de la ciudad.

El Estudio Libre produjo transformaciones en las personas que participaron en él; pero el cambio más profundo que logró fue la enorme libertad de expresión y de forma que adquirieron sus integrantes.

Desafortunadamente, a pesar de que profesores y estudiantes tenían mucho interés en este proyecto, la experiencia de la primera etapa del Estudio Libre duró poco tiempo; sólo cinco meses. Sin embargo, su huella en la plástica cubana resulta importante por el tratamiento de los colores vivos, el predominio de la planimetría y el manejo primitivista de temas como lo criollo, las escenas cotidianas y el acontecer social.

Logros obtenidos

En diciembre de 1937, el Estudio Libre mostró sus resultados en el mismo sitio donde se habían desarrollado las clases. Se expusieron cerca de cien trabajos, donde a pesar de apreciarse serias carencias técnicas se reflejaba el enorme caudal espiritual y artístico.

Aunque se deseaba que el Estudio Libre tuviera carácter permanente y hasta extendiera la experiencia a otras provincias, esto no fue posible por razones económicas. Sin recursos, ni medios de trabajo, los profesores y alumnos continuaron la experiencia durante tres meses más. En ese tiempo lograron tener una presencia en el Segundo Salón de Artes Plásticas (enero 1938), realizaron una muestra en el Lyceum Femenino de Cienfuegos (febrero de 1938) y en julio de 1938 expusieron algunos trabajos en una exposición de corte educativo que se realizó en las vidrieras de la tienda El Encanto.

Esta breve pero intensa experiencia concluyó así, y no tuvo continuidad en otro proyecto similar hasta el triunfo de la Revolución, donde el pueblo cubano ganó como uno de sus derechos, el acceso a la cultura sin distinción de sexo, raza o clase social.

Fuentes