Estudios métricos


Estudios métricos
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Concepto:Herramienta investigativa que posibilita determinar a través de la aplicación de indicadores cuantitativos y modelos matemáticos el estado de la producción del conocimiento humano.

Estudios métricos. Constituyen una herramienta investigativa que posibilita determinar a través de la aplicación de indicadores cuantitativos y modelos matemáticos el estado de la producción del conocimiento humano, evaluando e interpretando fenómenos de la actividad científica informativa y su interrelación con la sociedad.

Historia

Durante el siglo XIX surge una corriente filosófica llamada positivismo nombrada por vez primera por Saint–Simon para identificar el método exacto de las Ciencias y su extensión a la filosofía, dicho movimiento se instaura posteriormente por el filósofo francés Auguste Comte (17981857).

A partir de la repercusión de la doctrina del positivismo en los siguientes siglos, la actividad científica se preocupó por introducir las matemáticas y las estadísticas en las disciplinas sociales y así hacer posible la construcción de un método para medir las consecuencias arrojadas por dicha Ciencia.

La bibliotecología como vertiente de las Ciencias sociales no subsistió ajena a estos nuevos conceptos y se incorporó como principal protagonista, adoptando un nuevo escenario para designar con una nueva expresión a la relación bibliotecológica–métrica y ya en el 1948 fue conocido el término por primera vez de Librametry, traducido como "librometría", conociéndose mejor como "bibliotecometría", expresión causada producto al desarrollo de la aplicación de la actividad matemática a las colecciones y al uso de los fondos en la biblioteca.

El vocablo librometría fue introducido por el hindú matemático Ranganthan, quien lo presenta en la Conferencia Anual de la ASLIB en Leanington, Inglaterra, pero no alcanza expansión por lo que escasamente se escucha o se lee.

Para la década de los 60 eran muy escasas las publicaciones que abordaban el tema de los estudios métricos y la minoría la trataban en el idioma español, tratando la mayoría de los artículos del modelo matemático de Bradford y su aplicación a la revistas latinoamericanas de las Ciencias bibliotecológicas y de la información, encontrándose casi una totalidad de los trabajos publicados relacionados con las Leyes y aspectos teóricos de esta década.

A mediados del siglo XX se siguió desarrollando la aplicación de técnicas matemáticas en el campo de la bibliotecología y para el 1969 se presentaba la expresión que se conoce como Bibliometría siendo incorporada por Alan Pritchard, el cual expresa que la Bibliometría consiste en la aplicación de los métodos estadísticos y matemáticos, dispuestos para definir los procesos de la comunicación escrita, la naturaleza y el desarrollo de las disciplinas científicas mediante técnicas de recuento y análisis de dicha comunicación, publicado en un artículo de la "Journal on Documentation", denominado Statistical bibliography on bibliometrics.

Posteriormente para la década de los 70 los estudios métricos continúan ampliándose, con la aparición de las nuevas técnicas y productos tecnológicos, convirtiéndose las base de datos, en una herramienta altamente usada, esto significaba que los registros de información y los formatos de almacenamiento se incrementaban, posibilitando que se acrecentaran la disponibilidad y accesibilidad al intercambio de experiencias entre los investigadores.

Justamente en el 1977 el término Cienciometría, se comienza a presentar gracias a la creación de una revista que ocupaba el mismo nombre, Scientometrics, de alto factor de impacto, revista que se editó originalmente en Hungría y ulteriormente en Ámsterdam, Holanda, que aun se mantiene activa.

La Informetría es otro de los vocablos que surge y tiene su origen en 1979 por Otto Nacke en Alemania, el cual, posteriormente, fue adoptado por la Federación Internacional de Documentación, que se encargó de delimitar los objetos de estudio de la naciente disciplina.

Primeros trabajos métricos

Existen divergencias conceptuales, sobre todo relacionada con la aparición por vez primera de un vocablo que comprendiera el estudio de los estudios métricos, es por eso que muchos autores plantean que más allá del concepto, los estudios métricos y lo que comprenden se acometía con anterioridad, simplemente no existió quizás la preocupación o se desatendió el carácter epistemológico de los mismos, por lo que sería importante realizar una breve cronología entonces referente a las primeras investigaciones efectuadas.

  • Col y Eals (1917), realizaron un análisis comprobatorio de la anatomía de los artículos, mediante el conteo numérico, estuvo enfocado a las publicaciones, por países desde el 1860 hasta el 1953 y tomaron muestras de libros y artículos de revistas; esta técnica, frecuentemente utilizada por los investigadores, constituye las bases para la formación de modelos de aplicación, en los procesos de la evaluación de la actividad científica.
  • Hulme, bibliotecario de la "British Patent Office", (1923) introduce el término de bibliografía estadística, a través de un análisis estadístico de la historia de la Ciencia, en el cual reflejó prestar gran atención a la relación existente entre las publicaciones científicas, vinculadas a la actividad económica, con el desarrollo de la investigación moderna. A partir de este trabajo presentado por Hulme, que abarcaba las décadas cercanas al cambio de siglo, ocurren grandes transformaciones y se comienza a ver al artículo de la revista como un medio efectivo de la comunicación propia de la comunidad científica; sin embargo el término de bibliografía estadística quedó obsoleto y fue cambiado ya que podía ofrecer ambigüedad con la bibliografía asociada puramente con la estadística.
  • Gross y Gross (1927) estudiaron las referencias consumadas en artículos de revistas sobre Química, procesadas en "The Journal of the American Chemistry Society" en 1926, constituyendo este el primer trabajo registrado de cuenta y análisis de citaciones (74).
  • Bradford (1934) se percata de la concentración de trabajos vinculados con el número de revistas, como consecuencia anuncia la Ley de dispersión, que se refiere a la cantidad mínima de artículos necesarios para definir una zona en una lista ordenada de revistas, para que éstas sean consistentes, esto tuvo su origen por un análisis hecho sobre la distribución de artículos en revistas de las temáticas de Geofísica Aplicada y en una investigación sobre lubricantes.
  • C.F Gosnell (1943) emplea la expresión "Bibliografía Estadística" al analizar el estado del uso del fondo de libros de textos de tres bibliotecas de centros de enseñanzas y en el 1962 dicho término fue manejado por L.M. Raising, en este caso para referirse al caso de la salud pública.
  • Shañon (1948) publica el artículo de la Teoría Matemática de la Información.
  • Bourne (1962) conforma una lista de títulos seriados para estimar la cuantificación de los trabajos científicos y la literatura técnica.
  • Gottshalk y Desmond (1963) realizan un censo de las revistas de literatura, con el fin de ayudar a las bibliotecas en trabajos de amplias colecciones en los fondos.
  • Price (1963) publica un trabajo, acerca de varios estudios realizados al crecimiento exponencial en la publicación de las revistas científicas, así como, verifica el rango exponencial en el desarrollo de las revistas de resúmenes, trata, a través de la aplicación de técnicas cuantitativas, justificar las diferencias inherentes a la distribución de las producciones de publicacio.

En ese mismo año se crea el "Science Citation Index", base de datos que contiene un índice de citaciones de revistas que representan a una amplia gama de temáticas de las Ciencias, y el repertorio de indicadores bibliométricos, Journal Citation Report que publicó E. Garfield, en el Institute Science Information de Filadelfia (ISI).

  • Barr (1967) publica el primer censo de las publicaciones periódicas conocidas hasta esa fecha, abarcando 26 000 revistas científicas y técnicas, recibidas más tarde por la Biblioteca Nacional Circulante.
  • Vickery (1968) utiliza el trabajo realizado por Barr, para estudiar y establecer el número y la distribución de artículos dentro de la lista de las revistas de la Biblioteca Nacional Circulante.
  • Goffman (1971) desarrolla una teoría matemática para determinar el rango de crecimiento de la actividad en el área de las disciplinas científicas, publicado en el "Journal of the Association for Computing Machinery".
  • Narin y Moll (1971) publican un resumen de aspectos bibliométricos, en el "Annual Review of Information Science and Technology".
  • White y Mccain (1989) publican otro trabajo, el cual resume gran parte de los trabajos que se preocuparon por el tratamiento de la Bibliometría, desde pasado el 1972 hasta esa fecha.

Principales leyes bibliométricas

Dentro de la Bibliometría existen Leyes que comprenden características muy particulares, primeramente, las Leyes que son conocidas como Leyes epónimas y que ocuparan el nombre de quienes las crearon; en las cuales se pueden encontrar figuras importantes como Bradford, Lotka y Zipf.

Estas Leyes fueron modificadas por algunos autores como: Booth, Brookes, Leimkuhler y Price, pero aun hoy tienen vigencia y son utilizadas en muchas de las investigaciones que se llevan a cabo en la actualidad.

Ley de Bradford

La Ley de Bradford o llamada Ley de distribución, fue publicada en 1948 como un capítulo del libro del autor, Documentation, pero se encontraba preconcebida desde el 1934. Surge por la preocupación de Samuel Bradford de la inadecuada indización y realización de resúmenes, así como la falta de accesibilidad a la literatura, por lo que se deduce para la época una gran deficiencia en el control bibliográfico lo cual preocupó a Bradford y comienza a examinar la extensión que verdaderamente se le da a los artículos en las publicaciones periódicas dedicadas a diversos temas, de esta forma sus observaciones le permitió la formulación de la Ley de dispersión.

Esta Ley analiza la distribución de las revistas y los artículos que las componen, preocupándose por la dispersión de la literatura en una temática específica y posteriormente fue conocida e identificada como la Ley de dispersión bibliográfica, llamada también Ley matemática de Bradford. La Ley de Bradford puede expresarse de manera matemática de la siguiente forma: N1:N2:N3 1:a: a2, es decir:

Ley de Bradford.JPG
  • a = coeficiente de proporcionalidad de títulos entre zonas.
  • Nn = número de artículos de títulos de revistas en las zonas 1, 2 y 3 con 1/3 de artículos cada uno aproximadamente.

La Ley de Bradford significó sin duda alguna un gran avance en las técnicas bibliométricas ya que se comienza a establecer como un indicador fijo bibliométrico para evaluar la productividad de las revistas, para muchos autores reconocidos en la materia representó también un basamento para nuevas perfecciones, sobre todo en el campo de la aplicación de esta Ley en el momento de la concentración de técnicas estadísticas y la representación gráfica.

Ley de Lotka

En 1926 Alfred Lotka estuvo interesado en conocer cómo el aporte de diferentes figuras reconocidas en las distintas tendencias del quehacer de la actividad generadora del conocimiento, cooperaba al desarrollo de las Ciencias, e incurre en un estudio de la producción de artículos en química y física, analizando la productividad de los científicos de forma individual en los índices del Chemical Abstracts por 20 años (1907–1916); comienza por la realización de un conteo de la incidencia de cada autor y la cantidad de veces que se encontraban, por lo que logró contabilizar 6891 nombres que comenzaban con las letras A y B.

El documento inicial de Lotka no fue citado hasta 1941 y en el 1949 la distribución fue llamada Ley de Lotka y solamente a partir de 1973 se comienzan a realizar investigaciones del funcionamiento y la aplicación de esta Ley en otras disciplinas.

Según la Ley de Lotka de productividad científica, se puede plantear, que las sumas de autores de dos trabajos eran aproximadamente la cuarta parte de los autores de un solo trabajo y sólo el seis por ciento de los autores en un campo específico producirán más de 10 artículos.

La Ley de Lotka pronuncia que la distribución inversa del cuadrado del número de autores de productividad variable, donde el número de autores que escriben n documentos es proporcional a 1/n2 del número de autores que escriben un documento.

Alfred Lotka fue el primero en proporcionar un modelo de distribución tamaño/frecuencia, estudiando la productividad de los autores de la química, cediendo las bases para desarrollar lo que hoy se conoce como la Ley cuadrada inversa de Lotka.

A pesar del esfuerzo de Lotka muchos autores coinciden que la Ley no es estadísticamente exacta, pero sin duda alguna para la época y la posterioridad la Ley de productividad de Lotka ha significado un avance en el menester diario por medir los resultados de la actividad de la comunidad científica.

Ley de Zipf

George Kingsley Zipf formuló una la Ley en 1933 para representar la relación entre el rango de las palabras y la periodicidad dada en una porción de la literatura determinada. La Ley de Zipf enuncia la distribución de palabras de las lenguas naturales. El autor le denominó "principio del menor esfuerzo" y "consiste en que la parte más importante de cualquier texto, independientemente de la lengua en que esté impreso está constituido por unas escasas palabras de uso diario". En el resto afloran decenas de miles de palabras que se manejan escasas veces.

La adaptación generalizada de la Ley es r¢f = c, donde ¢ es la pendiente de la línea de los datos, r es la línea de la palabra, f es la frecuencia y c es una constante. La investigación primaria mostraba una mejor relación entre los rangos centrales que los del final y el corpus debería ser al menos de 5000 palabras para que rf sea constante. En trabajos sobre lenguaje natural, rf muestra un consistente crecimiento ligero según aumente r, en lugar de permanecer constante.

Benoit Mandelbrot presentó una transformación de la Ley de Zipf, provocando que esta Ley, administra un mejor ajuste a los datos típicos, especialmente en las categorías bajas y palabras de alta frecuencia.

La Ley de Zipf es aplicable a un diverso rango de fenómenos, pero su uso en sistemas de información está muy limitado, porque en el presente no da más información que los conteos de frecuencia de cada palabra.

Conceptos

Tabla comparativa de McGrath
  • Domingo Buonocuore (1954), presenta una definición acerca de la Bibliometría que la refleja como la habilidad que posee como fin el de calcular la extensión o medida de los libros como base de diversos coeficientes, formato, tipo de letra, cantidad de palabras, peso del papel, etc.
  • D. Schmidmaier la detalla como la «aplicación de los métodos matemáticos en las actividades bibliográficas, informativas y bibliotecarias».
  • Morales Morejón en 1997 define a la Bibliometría y a la Informetría como: «Disciplinas instrumentales de la Bibliotecología y Ciencia de la Información que se ocupan de la aplicación de métodos y modelos matemáticos al objeto y tema de su estudio».
  • Xavier Polanco (1996) expresa que la informetría se apoya en métodos de estadística descriptiva multidimensional (multivariate data analysis). La infometría se inscribe, tal que nosotros la concebimos y la practicamos, en lo que se llama "Descubrimiento de Conocimientos en las Base de datos", es decir, es un modelo que tiene sus bases en la estadística descriptiva multidimensional.

La Informetría se responsabiliza de poseer una fuerte carga en el contenido de los estudios métricos y al referirse a esta Brookes plantea que, es la expresión mas adecuada para agrupar los resultados derivados de las Ciencias de la Información y todo lo que ella supone.

  • Polanco, Xavier (1993) considera que la Cienciometría constituye una disciplina dentro de la Bibliometría, que se caracteriza por cuantificar la información referente a los aspectos científicos- tecnológicos.
  • Spinak (1998) acerca de la Cienciometría expone: La cienciometría aplica técnicas bibliométricas a la ciencia. El término ciencia se refiere a las ciencias físicas y naturales, así como a las ciencias sociales. Pero la cienciometría va más allá de las técnicas bibliométricas, pues también examina el desarrollo y las políticas científicas.
  • La Cienciometría es valorada por muchos autores como la disciplina que se encarga de medir los resultados provenientes de las Ciencias.

McGrath (1989) presenta y limita para cada disciplina las características propias de cada una, indaga en el objeto de estudio, procedimientos y métodos de cada una de las mismas.

Fuentes

  • Spinak, E. (1996). Diccionario Enciclopédico de Bibliometría, Cienciometría e informática. Caracas: UNESCO, 1996
  • Buonocuore JD (1952). Vocabulario bibliográfico. Santa Fé: Castellví, 1952. p. 50.
  • Narin, Francis; Moll, Joy K. (1972). Bibliometría. Annual Review of Information Science and Technology, 12 (3), 1972.
  • Hawkings, D.T. (1977). Unconventional uses of on-line information retrieval systems: On line bibliometric studies. Journal of the American Society for Information Science 28(1): 13-18, 1977.
  • Setién Quesada E. (1995). Aportes metodológicos sobre la actividad bibliotecaria en el Ministerio de Cultura de Cuba. Boletín Bibliotecas, No.2 p.24.
  • Morales Morejón, M. (1997). Glosario de términos bibliométricos. IDICT: PROINFO, 1997.
  • Cole, F. J; Eals, B. (1917). The history of Comparative Anatomy. Science Progress. 1917; 11: 578-596.
  • Price, D. de Solla (1963). Litle Science, Big Science. New York: Columbia University Press. 118 p.
  • Howard D. White, Katherine W. Mccain (1989). Annual Review of information science and Technology (ARIST). American Society for Information science (ASIS), vol.24, 1989.
  • Vickery, B. C. (1968). Statistics of Scientific and Technical articles. Journal of documentations. 24 (3): 192-196, 1968.
  • Brookes; B. C. (1969). Bradford’s Law and the Bibliography of Science. Nature; 224 (5223): 953.956, 1969.
  • Lotka, A. J. (1926). The frecuency distribution of scientific productivity. Journal of the Washington Academy of Science, 16 (12): 317-23, 1926.
  • Potter, W. G. (1981). Lotka’s Law revisited. Library Trends, 30 (1) : 21 – 39, 1981.