Euforbia cactus

Euforbia cactus
Información sobre la plantilla
Eufobia Cactus.jpg
Nombre Científico:Euphorbia candelabrum
Reino:Plantae
Familia:Euphorbiaceae (Euforbiáceas)
Hábitat:Sudáfrica, Abisinia

Candelabro o Euforbia cactus. Hay unas 2.000 especies del género Euphorbia, muchas son suculentas y otras son arbustos.

Características

Euphorbia se caracteriza por su savia o látex, líquido blanco lechoso. Esta savia lechosa es venenosa o irritante para la piel; usa guantes y gafas para protegerte. El porte de Euphorbia candelabrum es parecido a los cactus columnares y se parece a Euphorbia ammak. Puede alcanzar hasta 20 m de altura.

Forma brazos ramificados de cuatro ángulos con espinas. Flores amarillas, en grupos, al extremo de los tallos. Se usa en jardines y rocallas con poco mantenimiento.

Cultivo

  • Luz: exposición soleada.
  • Temperaturas: clima cálido, no soporta heladas continuadas.
  • Substrato poroso con poca materia orgánica (sólo un poco de mantillo de hojas o de turba).
  • Regar generosamente durante el crecimiento activo, que no se acumule agua en las raíces.
  • Regar apenas durante el reposo invernal.
  • En invierno la planta no debe crecer porque las partes que se desarrollasen serían blandas y desgarbadas y la desfigurarían permanentemente. Para evitarlo, tener la planta ese tiempo en un sitio con mucha luz pero fresco, a una temperatura mínima de 10ºC.
  • Plagas: cochinillas. Se puede intentar eliminarlas con un cepillo de dientes impregnado de cuidado en el transplante porque sus brazos son muy quebradizos.

Reproducción

Una euforbia no puede fecundarse a sí mismo, por lo que hay que tener varios plantas de la mismo especie, a fin de obtener semillas. Como los semillas escasean, las euforbias se propagan por separación de hijuelos y por esquejado. Los esquejes se toman preferentemente del ápice de un tallo vigoroso y se cortan a la altura de un estrechamiento o de un punto de inserción. Se hace coagular el látex con un algodón húmedo y se deja la herida al aire durante varios días (2-3), o varias semanas, hasta que se seque y la herida del corte haya formado un callo de cicatrización, antes de ponerlos a arraigar en una maceta llena de una mezcla de turba y arena.

Fuentes