Fábricas de fósforos de Bauta

Fábricas de Fósforos Bauta(municipio)
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Fábrica de Fósforos
Fecha:1928
Lugar:Bauta
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba

Las fábricas de fósforos de Bauta. La primera de estas Industrias en Bauta fue La Aurora , inaugurada en 1928, siendo una bendición para los pobladores en aquella época.

Fábrica de fósforos “La Aurora”

En el año 1928 fue inaugurada la primera gran industria en el poblado,“La Aurora”, ubicada en el local donde hoy radica el Teatro Municipal (avenida 251 No. 14003), y cuyos dueños eran Aquilino Larrea y los sobrinos, de apellido Viguera, originarios del país Vasco en España. El nombre de la fábrica era el de un familiar querido. es curioso que muchos comercios después usaran la misma denominación, quizás se debiera a la participación activa de Aquilino en inversiones varias).

Larrea procedía de la aldea de Orozco, Bilbao, en el País Vasco, donde nació el 12 de mayo del año 1888. Llegó a Cuba el 1 de noviembre de 1903 en el Vapor “Alfonso XIII”, estableciéndose en el Central “Orozco” donde administró el Departamento Comercial de dicho Central azucarero; allí contrajo nupcias con una joven llamada Ursina. 16 años después, en el 1926, se instaló en Bauta con la idea de fomentar una fábrica de fósforos.

En el 1927 había comenzado la construcción del local y, por supuesto, como era costumbre de la época, la primera piedra del edificio constituyó un gran acontecimiento al que políticos,Iglesia Católica y pueblo no faltaban. De esta forma tocó al entonces Alcalde Juan Nardo echar la primera palada sobre la caja sellada de monedas y periódicos del día, a la usanza por aquellos tiempos.

En aquellos primeros años solamente se trabajaban dos o tres días a la semana extendiéndose las jornadas laborales hasta 12 horas o más, en dependencia de la necesidad de producción; en ocasiones muchos obreros tenían que regresar a la fábrica por la noche para completar su faena, siendo en aquella época muy pobres las condiciones de luz artificial, la ventilación y la higiene de la fábrica. Todo esto producto de la ausencia de leyes sociales de amparo a los trabajadores.

En sus inicios, “La Aurora” comenzó con unos 30 obreros, la mayoría mujeres, los que fueron incrementándose progresivamente hasta llegar a 50. Los jornales eran muy bajos. Esta fábrica llegó a producir 2.5 millones de cajas de fósforos anuales, que eran distribuidas en todo el territorio nacional.

Sin dudas, “La Aurora” fue una bendición para los pueblerinos en aquella época, principalmente para las mujeres que se contrataban en la fábrica para hacer cajitas de envase para los fósforos en sus casas, lo que representaba una mejoría económica, pues en este empeño ponían su granito de arena todos los del núcleo familiar, incluyendo las visitas y pretendientes que entre cuentos y jaranas lograban aumentar “la montaña de cajitas”, que más tarde serían rellenadas por el complejo sistema de maquinarias de origen francés que poseía la fábrica.

El pago de los que entregaban las cajitas se realizaba en dinero en efectivo, pero muchas veces se hacía con “Sellos de Timbre” por fábrica, los que en ocasiones se vendían a otras industrias a un precio mayor, burlando así las cuotas que se daban a cada fabricante. El dueño que vendía los sellos dejaba sin trabajo a muchos obreros.

Por el año 1934 Larrea se separó de sus sobrinos, asociándose entonces con un tal Chacón que se fue de la fábrica en el año 1947, fecha en que se instalaron en Bauta los hermanos Tamargo: Francisco (Paco) y José (Pepín). En esa fecha comenzó a trabajar Paco con Larrea.

El 4 de febrero del 1937, Aquilino había solicitado la ciudadanía cubana, según consta en elRegistro Civil de Bauta, Libro 2, Inscripción 31, hojas 63 y 126.

En el año 1948 todavía los salarios eran muy bajos, llegando los que más cobraban hasta 10 pesos semanales.

Otras empresas de fósforos en Bauta

Cuando el mercado estaba saturado del producto se paraba la producción, pues en aquel entonces la competencia entre los fabricantes de fósforos era muy grande porque existían varias Empresas como “La Cubana”, “Pavo Real”, “El gallo del patio” y “La Estrella”, entre otras.

Sin embargo, la calidad de los fósforos de “La Aurora” fue incrementándose hasta llegar a ser un producto codiciado nacionalmente.

Adquirió Larrea la tuberculosis y marchó a Estados Unidos en busca de tratamiento, por lo que fue ingresado en un hospital allá. A todas estas, Paco Tamargo le había hecho una proposición de arrendamiento apoyado por Amado Grabiel- millonario extranjero radicado en Bauta- muy amigo de los Tamargo y dueño de muchas tierras, principalmente las de “El Pilar” . El arrendamiento se acordó por 21,000 pesos por año, incluyendo local, maquinarias, nombre y marca de la fábrica.Para ese entonces, Pepín, el otro hermano Tamargo, se incorporó a “La Aurora”, y entre los dos renovaron con equipos modernos a la fábrica que elevó la producción, logrando llegar hasta 7000 gruesas mensuales. Posteriormente se agregaron otros equipos entre los que se incluyeron una imprenta, así como otros adelantos técnicos de la época.

A finales de la década de los 40 fue creado el “Trust fosforero” que repartía las cuotas de producción entre los fabricantes. Esta cuota era asignada a los Tamargo íntegramente, pues Aquilino prosiguió su estancia en los Estados Unidos.

Crearon los Tamargo otra fábrica en el mismo local de “La Aurora” a la que nombraron “Fósforos Colosales”, siendo ellos los fundadores del Consorcio “Bauta Industrial S.A.”.

Al regresar a Cuba, Larrea encontró una industria floreciente pero con otra denominación, por lo que trató de apoderarse de ella entablando pleito oficial jurídicamente. Para esto, evadió el cobro de las mensualidades que le pagaban los Tamargo, pues en el contrato había una cláusula de arrendamiento que decía que “si había falta de pago de tres mensualidades consecutivas, se anularía el contrato”. Pero los Tamargo también conocían de ella por lo que depositaban el dinero en el Juzgado Municipal que oficializaba el pago.

Al ver el pleito perdido por esta vía, Larrea reclamó entonces por la desaparición de las maquinarias de su propiedad con que había iniciado su negocio, que al haber sido sustituidas, fueron depositadas en una nave en Corralillo.

Entró Amado Grabiel en el pleito al percatarse de que los Tamargo tenían perdido el juicio, y le ofreció a Larrea 250000 pesos por la fábrica, pero Ursina, la esposa de Larrea, se negó a venderla expresando que esta era la única herencia que le dejaban a su hijo, por lo que no surtió efecto la oferta.

Al final Larrea ganó el pleito y le fue devuelta la fábrica; trajo entonces sus viejas máquinas de Corralillo para su remontaje, pues los Tamargo, al demostrar que las maquinarias que allí había eran de su propiedad, cargaron con todo, hasta con los servicios sanitarios.

Pepín y Paco recibieron un pedazo de tierra de su amigo Amado Grabiel en la que construyeron un local para la nueva fábrica de fósforos, que mantuvo el nombre de “Fósforos Colosales”, ubicada en el Km. 29 de la Carretera Central a la salida de Bauta hacia Caimito, pues mantenían la cuota para la producción industrial de fósforos. Esta fábrica comenzó su producción entre los meses de febrero y marzo del año 1953.

Por su parte, “La Aurora” fue deteriorándose lentamente hasta finales de la década de los años 50 en que un gran incendio casi la destruye totalmente. Larrea quedó solo al morir su esposa e irse su hijo para los Estados Unidos, viviendo entonces de la pensión que recibía por una entidad aseguradora de la fábrica.

Al triunfo de la Revolución

Al principio de la Revolución, el local de la fábrica pasó a ser la “Casa de Miliciano” llamada “Camilo Cienfuegos” teniendo luego otros destinos hasta que pasó a ser el Teatro de Bauta. Larrea contribuyó con el “Movimiento 26 de julio” en la compra de bonos, dando dinero en efectivo así como cuidando a sus trabajadores en las huelgas que se producían con frecuencia en la década de los años 40 y 50. En 1952 había aportado dinero en efectivo para la construcción del Parque Infantil Municipal.

Después del triunfo revolucionario, producto de un robo con fuerza en su casa fue asesinado.

Volviendo a los Tamargo, la fábrica progresó, aunque tuvieron algunos contratiempos al quemarse esta en varias ocasiones. De esta fosforera salieron muchos productos clandestinamente para ser usados por los que militaban en las “Células de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de julio”, pues laboraban en ella muchos combatientes revolucionarios como Miriam Chávez, Ricardo Piloto y otros. Cuando la “Huelga del 9 de abril”, nueve compañeros de esta fábrica participaron activamente, además de ayudar en la recolecta de dinero, armas y medicinas para el Movimiento y prestar apoyo a los familiares de presos políticos.

La fosforéra de los Tamargo al triunfo de la Revolución

En el año 1959 los Tamargo, por temor a perder su propiedad, se incorporaron a algunas actividades revolucionarias, no obstante en Febrero del año 1960 la fábrica fue nacionalizada quedando en poder del entonces Departamento de Industrias del INRA; años después pasó la misma a la Empresa de “Productos Químicos”, y más tarde a la Empresa “Cubana del Tabaco” para finalmente pertenecer a la Empresa del “Fósforo”.

A finales del año 1960, los Tamargo abandonaron el país.

En homenaje al mártir bautense Ángel Guerra Díaz, quien fuera vilmente asesinado después de participar en el asalto al Cuartel “Carlos M. de Céspedes” de Bayamo el 26 de julio de 1953, se le otorgó su nombre a la Fábrica de Fósforos No. 208, desapareciendo definitivamente los “Fósforos Colosales”.

Fuente

Ing. Ríos González, Omar Dr. Ordaz Callejón, Eduardo. 2008. Catauro bautense