Félix de Azara

Félix de Azara
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Militar, marino, ingeniero y naturalista, descubridor científico de las tierras del Río de la Plata.
Fecha de nacimiento18 de mayo de 1742
Lugar de nacimientoBarbuñales, Huesca, Bandera de España España
Fecha de fallecimiento20 de octubre de 1821
Lugar de fallecimientoHuesca, Bandera de España España

Félix de Azara. Fue un científico, militar, ingeniero, explorador, cartógrafo, antropólogo, humanista y naturalista español. La familia Azara tuvo en Félix a su hijo más universal, aunque no sea hoy el más famoso en España.

Síntesis biográfica

Nació el 18 de mayo de 1742 en Barbuñales (Huesca). Hijo de Alejandro de Azara y Loscertales, señor de Lizana, y de María de Perera. Era hermano del diplomático José Nicolás de Azara.

Estudios

Estudió en la Academia de Matemáticas de Barcelona y trabajó como ingeniero militar en la Península y Baleares.

Trayectoria militar

Tras participar en la desastrosa campaña de Argel, donde resultaría herido de importancia, fue ascendido a capitán de infantería e ingeniero extraordinario. En 1780 se incorporó a la guarnición de San Sebastián, con el grado de teniente coronel de ingenieros. Como militar fue enviado por el rey, en 1781, a que estableciera los límites hispano-portugueses en América del Sur. Doce años invirtió el aragonés en estudiar aquellos inmensos confines, en los que no dejó aspecto por averiguar: recursos, geografía, fauna y flora, poblamiento, distancias y comunicaciones. Sus cuadernos de notas eran, casi, una biblioteca.

Como explorador

En 1781 marchó al Virreinato de la Plata como miembro de una de las comisiones de límites con los dominios portugueses. Permaneció en tierras americanas durante dos décadas, viajando por el interior y desarrollando una tarea infatigable en varios campos de la geografía y la historia natural; estos viajes le permitieron conocer, prácticamente, todo el territorio de la provincia paraguaya y de la zona de Misiones; sus observaciones, recogidas en sucesivos diarios, fueron reunidas en la Geografía Física y Esférica del Paraguay y Misiones Guaraníes (1790).

Lejos de aceptar criterios de autoridad y consciente de sus propios conocimientos en la materia, Azara se dedicó a corregir las imprecisiones que existían en la clásica Historia Natural del Conde de Buffon, animándose a escribir unos "ensayos" o "apuntamientos" que recogían sus observaciones. Las repercusiones de este acto fueron inmensas; pese a no ser más que un esbozo de su saber científico, estos escritos -oportunamente difundidos en Francia por su hermano José Nicolás- permitieron que sus observaciones fueran conocidas y valoradas.

A finales de 1801, recibió el permiso para regresar a la Península. Tras desembarcar en Málaga, se encaminó a Madrid, con el objeto de atender a la publicación de sus obras sobre los cuadrúpedos y las aves; los Apuntamientos para la historia natural de los quadrúpedos del Paraguay y Río de la Plata y los Apuntamientos para la historia natural de los páxaros de Paraguay y Río de la Plata aparecieron impresos en 1802. Esta difusión de los escritos azarianos en Europa coincidió con la publicación, también, de algunos de ellos en América.

Tras su llegada a España, se trasladó a París a requerimiento de su hermano José Nicolás. Allí visitó el Gabinete Natural y se relacionó con los naturalistas franceses de la época, entre ellos Georges Cuvier y Étienne Geoffroy Saint-Hilaire. Preparó, a partir de entonces, la publicación de sus Viajes por la América Meridional.

Una vez fallecido su hermano, Félix de Azara decidió retornar a la península y retirarse a Barbuñales. Pese a su voluntad de retiro, se le ofreció el cargo de virrey de Nueva España (que rechazaría) y tuvo que desempeñarse como vocal de la Junta de Fortificaciones, desde junio de 1805 hasta 1808; durante este período escribió múltiples informes sobre asuntos americanos.

Retiro

En 1808 se retiró definitivamente a su pueblo. Se conoce poco de la última etapa de su vida; en 1815 rechazó la Orden de Isabel la Católica, gesto que se interpretó como una muestra de desaprobación ante las ideas absolutistas del rey; entre 1817 y 1820 llevó a cabo algunos estudios de carácter local.

Muerte

Murió a los 79 años de edad; dejó como heredero a su sobrino Agustín, que publicaría, años más tarde, parte de sus papeles inéditos.

Su obra

Su obra más conocida es Viaje a la América meridional desde 1781 hasta 1801; publicada en francés en 1809, contiene datos de gran valor histórico y científico. Tanto sus Apuntamientos para la historia natural de los cuadrúpedos del Paraguay y del Río de la Plata (1802) como la Descripción e historia del Paraguay y del Río de la Plata (1847) constituyen asimismo una fuente inagotable de información. Confeccionó también un notable tratado sobre las aves del Paraguay, Apuntamientos para la historia natural de los pájaros del Paraguay y del Río de la Plata (1802-1805). En este libro, como en el dedicado a los cuadrúpedos, describió varias especies nuevas.

La importancia de la obra de Azara reside, en primer término, en su extraordinaria aportación a la zoología descriptiva. Sin embargo, Azara no se limitó al plano descriptivo, también aprovechó sus observaciones para formular un rico conjunto de ideas, hipótesis y reflexiones acerca de cuestiones biológicas fundamentales.

Se interesó, en especial, por las variaciones de los animales en libertad y en domesticidad, por su distribución geográfica, por las relaciones entre presa y depredador y entre huésped y parásito, por el origen de las especies peculiares del Nuevo Mundo y por el proceso de la selección artificial.

El trabajo de Don Félix mereció tanto, que tiene, hoy en día, calles y estatuas en Montevideo, en Barcelona, en Buenos Aires y en Asunción, cuando menos. Las tierras del Río de la Plata reconocen en él al primer investigador total de la zona. Sus libros obligaron a la ciencia europea a rectificar la obra casi intangible de Buffon y sus observaciones naturalísticas son ascendientes directas de las que, poco más de medio siglo después, llevarían a Charles Darwin a formular su tesis de la evolución delas especies: publicados algunos de sus estudios en París, Napoleón Bonaparte lo presentó en el Museo de Historia Natural, acaso la institución científica más relevante, en ese campo, del mundo entero.

Editadas esas obras suyas en las prensas parisinas, su importancia hizo que, al poco, en España se acelerara el crecimiento de su fama y que se tradujesen sus estudios al alemán y al inglés. Vuelto a Aragón y sin haber olvidado nunca su condición de fundador de la Real Sociedad Económica, se ocupó de estudiar problemas de economía y agricultura de su tierra, en la que sus restos yacen para siempre, acogidos a la hospitalidad que póstumamente le brindaron los Lastanosa en la catedral oscense.

La obra de Félix de Azara es una prueba eminente de la importancia de América para la ciencia española. Al mismo tiempo permite comprobar la buena preparación intelectual y la capacidad de adaptación de un miembro destacado del Cuerpo de Ingenieros Militares. Tras una carrera dedicada a tareas de ingeniería militar, los azares profesionales le condujeron a América meridional, donde se convirtió en geógrafo y naturalista, y fue capaz de realizar, durante los veinte años que permaneció allí, una labor científica de gran valor, comparable en muchos aspectos a la de Alejandro de Humboldt en otras regiones americanas.

Para la ciencia europea el descubrimiento americano planteó, como es sabido, retos totalmente inesperados, desde la misma existencia de un nuevo continente, hasta el poblamiento humano y de especies animales y vegetales, todo lo cual fue inicialmente debatido en el contexto de una visión providencialista que dominó hasta el siglo XVIII. En la segunda mitad del Setecientos eran todavía muchas las preguntas que la ciencia europea se hacía y para las que el continente americano seguía siendo esencial.

Se hacía alusión a algunas de las que se refieren a la geografía y a la historia natural, y la actitud científica de Azara y sus posibles contribuciones a una línea de reflexión que conduciría a lo que Humboldt llamó la Física del Globo. Teniendo en cuenta el objetivo de estas Jornadas organizadas por la Fundación Biodiversidad, parece oportuno centrar la atención en los aspectos del pensamiento de Azara referentes a geografía física y las concepciones ecológicas, en el camino que conduce al darwinismo, y en el debate de algunas cuestiones de gran relevancia para el pensamiento ilustrado.

Véase también

Fuentes