Federico II Hohenstaufen

Federico II Hohenstaufen
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Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
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Reinado 23 de mayo de 1125-
Nombre real Federico VII de Suabia
Otros títulos * Duque de Suabia (1212-1216))
* Rey de Sicilia (1237-1254)
Nacimiento 1090
Saubia
Fallecimiento 6 de abril de 1147
Lieja
Predecesor Enrique V
Sucesor Lotario II
Dinastía Hohenstaufen
Padre Federico I de Hohenstaufen
Madre Inés de Saarbruck

Escudo de Federico II Hohenstaufen

Federico II Hohenstaufen. Duque de Suabia (como Federico VII de Suabia) nacido en 1090 y muerto el 6 de abril de 1147. Conocido por el sobrenombre de el Tuerto. Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; perteneciente a la Casa Hohenstaufen.

Apuntes Biográficos

Hijo de Federico I de Hohenstaufen y de Inés, hija del emperador Enrique IV, sucedió a su padre como duque de Suabia a su muerte en 1105. Él y su hermano Conrado, desde un principio se mostraron fieles al emperador Enrique V, su tío. Entre 1116 y 1118 Federico de Suabia quedó como regente de Alemania, mientras Enrique V realizaba su segunda expedición a Italia, y compartió los asuntos del Imperio con el conde-palatino del Rin, Godofredo. Hacia 1120, mientras otros ducados como Sajonia trataban de ganar total independencia del emperador, los Hohenstaufen trabajaron para aumentar sus heredades, pero su tasa de independencia fue menor, debido a la eventual participación en el gobierno de Alemania. Federico aseguró sus posesiones mediante la construcción de fortalezas, actividad que le granjeó una gran fama.

Federico y Lotario

Federico de Suabia fue nombrado sucesor de Enrique V (23 de mayo de 1125) por el propio emperador, que se encontraba en su lecho de muerte. Sin embargo, el principal enemigo de Enrique V, el arzobispo Adalberto de Maguncia, usó su influencia para hacer valer el principio electivo del Imperio y la corona fue a parar finalmente a Lotario de Sajonia, que reinó como Lotario II. El poder de Federico era una amenaza para el nuevo emperador. Al ducado de Suabia se unía el control sobre la Franconia oriental, cuyo título ducal detentaba su hermano Conrado; era además el heredero legítimo del difunto emperador y el guardián de su viuda, Matilde, a quien habían sido entregadas las insignias imperiales. En la dieta de Ratisbona de noviembre de 1125, el emperador instó al duque de Suabia a que devolviese los feudos añadidos a la herencia de los Hohenstaufen durante el reinado de los emperadores salios, a lo que Federico se negó. Fue acusado de alta traición en Estrasburgo (diciembre de 1125) y en la dieta de Goslar de enero de 1126 cayó sobre él el interdicto imperial. Lotario lanzó una campaña de castigo contra Suabia en otoño del mismo año, pero Federico resistió. En 1127 el emperador atacó la ciudad gibelina de Nuremberg, apoyado por los duques de Bohemia y Baviera, pero la ciudad fue rescatada por Conrado de Hohenstaufen, dando a los gibelinos una victoria que les animó en sus reclamaciones. Federico traspasó sus aspiraciones soberanas a su hermano Conrado, que fue elegido emperador en diciembre de 1127. La ciudad de Espira se puso de su parte, pero ese fue el único triunfo de los gibelinos, pues toda la Iglesia y el episcopado alemán se mantuvieron fieles a Lotario. Espira se convirtió en el centro de resistencia de los Hohenstaufen, pero después de un asedio de tres meses, sus habitantes capitularon, con promesas de su futura lealtad.

Huida

Federico de Suabia estaba pasando la Pascua de 1127 en el monasterio de Zwifalten, cuando tuvo noticia de que Enrique el Soberbio de Baviera, importante aliado del emperador, se encontraba en la misma localidad. El duque de Baviera incendió el monasterio y Federico tuvo que huir y refugiarse en la torre de la Iglesia, donde pudo librarse del ataque de su enemigo. En aquel tiempo, los habitantes de Espira, que no estaban dispuestos a cumplir la promesa hecha al emperador, fortificaron la ciudad para resistir un nuevo ataque. Cuando Lotario II apareció ante sus murallas en junio de 1129, Federico de Suabia encargó a su esposa, Inés de Saarbruck, la defensa de la ciudad y él partió hacia Suabia. Espira cayó en enero de 1130 y Ulm se convirtió en el nuevo centro de resistencia gibelina. Federico de Hohenstaufen y Conrado fueron excomulgados en la dieta de Lieja, a la que asistió el papa Inocencio II, el 22 de marzo de 1131. En 1134 Lotario II y Enrique el Soberbio lanzaron una definitiva campaña de devastación sobre Suabia y su duque, comprendiendo la inutilidad de la resistencia, se rindió y rogó a la emperatriz Richenza que intercediese por él. Las condiciones de rendición, acordadas en la dieta de Bamberg de 1135, fueron muy favorables: Federico quedó libre de excomunión y recibió de nuevo sus posesiones y su ducado, con la única condición de acompañar al emperador en su campaña de Italia del año siguiente; las mismas condiciones fueron impuestas a su hermano Conrado.

Federico y Roger

A la muerte de Lotario II en 1137 fue elegido emperador Conrado de Hohenstaufen, que reinó como Conrado III. Federico de Suabia alimentó su rencor por el trato de favor dado a Enrique de Jasomirgott; más tarde se uniría a Güelfo y a Roger de Sicilia contra el emperador. A su muerte sus territorios pasaron al patrimonio de los Hohenstaufen.

Fuentes