Fermín Cowley Gallegos

(Redirigido desde «Fermín Cowley»)
Fermín Cowley Gallegos
Información sobre la plantilla
Fermincowley.jpg
Tristemente célebre terrorista batistano
NombreFermín Cowley Gallegos
Nacimiento8 de diciembre de 1907
ciudad de La Habana,
Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento23 de noviembre de 1957 (49 años) 
Holguín,
Cuba Bandera de Cuba
Causa de la muerteajusticiamiento
Nacionalidadcubana
Otros nombresEl Chacal Holguinero,
El Chacal de Holguín
Ciudadaníacubana
Ocupaciónmilitar

Fermín Cowley Gallegos (La Habana, 8 de diciembre de 1907 - Holguín, 23 de noviembre de 1957), conocido también como el Chacal de Holguín, fue un militar cubano destacado por los crímenes cometidos durante la dictadura de Fulgencio Batista, jefe del Regimiento 8 de esa ciudad.[1] Autor de cobardes crímenes, como las Pascuas sangrientas y la masacre de los expedicionarios del yate Corynthia.

Inicios

Al producirse el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, el entonces primer teniente Cowley estaba destacado en el Regimiento de Santiago, donde era jefe de la compañía del batallón de infantería que radicaba como unidad permanente.

En el regimiento existían divisiones de criterios, unos apoyaban al depuesto presidente Carlos Prío Socarrás y otros lo hacían por Batista, mientras Cowley permanece a la expectativa de los acontecimientos posteriores.

Al conocer que el capitán Alberto del Río Chaviano estaba detenido y del titubeo de los demás complotados y conociendo la actitud del coronel Margolles, esperaba el resultado de la comunicación con el presidente.

Al mediodía se produce la comunicación desde La Habana, el coronel informa que Prío se ha asilado en la embajada mexicana, momento que aprovecha Cowley, se presenta en la jefatura y detiene al coronel Margolles.

Cuando llamaron desde la capital para preguntar si la unidad secundaba el golpe, este toma el teléfono e informa: «Este regimiento está a las órdenes incondicionales del general Batista».

En el Campamento Militar de Columbia estas palabras ganaron profundo impacto en momentos en que la situación del país era adversa a los completados, por conocerse que la segunda fortaleza castrense en importancia se mantenía fiel al gobierno constitucional. En un instante de gran euforia. Batista dijo a uno de los oficiales complotados: «Dígale a ese valiente oficial que la patria agradecerá eternamente su gesto».

Días después, Cowley recibió un telefonema con la orden de ascenso al grado de teniente coronel y el nombramiento de inspector territorial y segundo jefe del regimiento.

Crímenes cometidos

Luego de los inicios en el Regimiento de Santiago de Cuba, donde con los actos de fidelidad logra la confianza del general Batista, es trasladado el 4 de mayo de 1956 a la ciudad de Holguín para contener los focos revolucionarios que allí surgen.

Pascuas Sangrientas

En los días posteriores al alzamiento del 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba y otras acciones realizadas en distintas ciudades del país en apoyo al desembarco de los expedicionarios del Granma ―un momento de brutal represión contra las fuerzas populares― en el norte de Oriente se cometieron por órdenes del feroz coronel Fermín Cowley los crímenes de las llamadas Pascuas Sangrientas.

La verdadera razón por la que asesinaron a tantos compañeros, tenía orígenes bien precisos y preconcebidos, apenas esbozados en el siguiente documento:

0k JEME Cdad Mtar, 21 dic 1956
JRGTO 7 GR
Holguín
Sírvase presentarse al EME, Cdad Mtar, mañana día veintidós, a las 14:00 hrs. a fin de participar en reunión de análisis de futura operación con el Hon Pres Rpb Rodríguez Ávila
Gen Brig. AGE JEME psr.[2]

Con rostros felices por los éxitos obtenidos contra las acciones del 30 de noviembre de 1956 y el desembarco del Granma, éxitos que consideraron definitivos, en una reunión efectuada el 22 de diciembre de 1956 por el Estado Mayor del Ejército en Columbia, presidida por Batista, se hizo un recuento de la situación.

Se consideró liquidada la expedición revolucionaria, pues sólo quedaban unos pocos huyendo, sin armamento, por el lomerío de la Sierra Maestra. Aunque no se había encontrado el cadáver de Fidel Castro, consideraron que en caso de estar vivo sería uno de los que corrían por las montañas con el fin de poder salir del país.

En aquella reunión se informó que se poseían datos de mucho crédito acerca de que Carlos Prío tenía listo un grupo de 30 hombres, para mandarlos en una expedición a Cuba; se dieron detalles de dónde estaban y quién los dirigía; se comunicó que el nombre del yate era Corynthia y que la zona escogida para el desembarco sería probablemente la costa norte de Oriente.

Por tanto, se le indicó al coronel Cowley tomar medidas para evitar que los revolucionarios de ese territorio reeditaran lo del 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba y que ayudaran al desembarco cuando este se produjera:

―Permiso, señor presidente.
―Sí coronel ―responde Batista.
―¿Se tiene una idea de cuándo sería el desembarco, o mejor dicho, la salida?
―Mire, coronel, no exactamente. Sabemos que ya están listos. Estos no han fijado límite de fecha como este muchacho, Castro.
Todos rieron.
―Esto quiere decir que, a partir de hoy, puede ser cualquier día.
―Exacto, exacto, coronel. Por tanto, usted tiene carta blanca para actuar ―dijo Batista con su voz engolada; y agregó: ―Esperamos lo sepa hacer.

De regreso a Holguín, Cowley convocó rápidamente una reunión con los principales jefes del regimiento, los escuadrones y las unidades de la Policía.

Después de explicar el motivo del viaje a La Habana, dijo: «Como ustedes ven, debemos actuar para evitar que el desembarco pueda ser apoyado cuando se produzca».

Ante la situación planteada, se toman todas las medidas en Las Tunas, Puerto Padre y Holguín para prevenir la llegada de los nuevos expedicionarios.

Se planifica la redada para el día de Pascuas, el 25 de diciembre de 1956, la que se inicia pasada las 12 de la noche del 24 y debía terminar antes del amanecer o en lña noche del propio 25 de diciembre.

Con la afirmación de que el personal del SIM y el SIR brindarán toda la información posible para la localización de los revolucionarios, arenga a los jefes de escuadrones y estaciones de policía, a que la operación salga bien, que los mismos están autorizados para actuar personalmente.

Con estas palabras termina la reunión:
―Por mi parte, yo también lo haré en algunos casos. Me parece que cada cual sabe qué tiene que hacer; por tanto, doy por terminada esta reunión».
Ya puestos de pie, con una cínica sonrisa, agregó:
―No olviden sacarles todo lo que sepan a sus invitados de pascuas.

En la noche del 24 de diciembre Cowley invita a la cena de Nochebuena a los principales jefes militares de la región, el teniente coronel Julio Diez Días, segundo jefe e inspector del Regimiento, el comandante José Álvarez Noval, segundo Inspector, los capitanes Rosendo Abreu y Agustín Lavastida, ayudantes para el mando y la policía, respectivamente, y el primer teniente Ramón Herrera, jefe del SIM.

Sobre las 11:30 de la noche, Cowley hizo un aparte en la biblioteca de la casa para revisar la Operación Pascuas, que se iniciaría esa madrugada. Terminada la brevísima reunión, los oficiales continuaron la celebración de la Nochebuena.

En la Operación Pascuas fueron ejecutados 23 jóvenes revolucionarios, la mayoría integrantes del Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular.

Expedición del Corynthia

El 25 de mayo de 1957, llega a la costa de norte de Cuba el yate Corynthia, desembarcando por Cayo Saetía, en la bahía de Levisa, en la actual provincia de Holguín, la embarcación traía 27 expedicionarios al mando del revolucionario Calixto Sánchez White, cuyo propósito era alcanzar las elevaciones de la Sierra Maestra e incorporarse a la lucha armada contra el tirano Fulgencio Batista.

Los expedicionarios, desconocedores de la serranía holguinera, se internan en la Sierra Cristal, en la mañana del 28 de mayo fueron sorprendidos por tropas enemigas, 18 se rindieron y 11 lograron escapar.

Los prisioneros fueron trasladados al campamento situado en Cabonico, allí las tropas del régimen al mando del capitán Pablo Cárdenas Taylor, recibieron la siguiente orden del coronel Fermín Cowley: Rendidos no, muertos.

Trasladados en un camión, los expedicionarios pudieron escuchar por la radio la noticia de la muerte en combate y así se enteraron cuál sería el destino, horas más tarde, en un pequeño naranjal, a orillas del arroyo La Marea, fueron masacrados por disparos de fusiles y ametralladoras, acción criminal que fue difundida como una gran victoria militar contra los expedicionarios.

Por su nueva hazaña el jefe de la plaza de Holguín fue objeto de los mayores elogios por parte del dictador Fulgencio Batista, quien expresó: «Nuestro admirado amigo, coronel Cowley, ha dirigido personalmente las acciones que, con tanto éxito y en tan breve plazo, eliminaron al grupo de forajidos que intentaban propagar la guerra y los desmanes en el norte de la provincia de Oriente».

Ajusticiamiento

Los crímenes cometidos por este asesino a las ordenes de la dictadura batistiana no podían quedar impunes, así el 23 de noviembre de 1957 un comando revolucionario al mando del capitán William Gálvez, ajusticiaron al Chacal de Holguín.

El grupo de jóvenes miembros del Movimiento 26 de julio, lo integraban además, Carlos Borjas, Ramón Cordero, Dagoberto Sanfield, Alex Urquiola Marrero, Alfredo Abdón y Fredesvinda Pérez.

La acción se lleva a cabo en las instalaciones de la Cuban Air Co, donde el miembro del comando Carlos Borjas, con certeros disparos ajustició al hombre que mandó a asesinar a 23 revolucionarios del norte de Oriente en las conocidas Pascuas Sangrientas de 1956.

Referencias bibliográficas

Fuentes