Fiesta tradicional San Ildelfonso

Fiesta Tradicional
Sanidelfonso.JPG
Lugar:Guane,Pinar del Río, Cuba

Fiesta tradicional San Ildelfonso. Fiestas que se realizaban durante 3 dias en Guane en homenaje a San Idelfonso, donde se efectuaban bailes los tres días en las sociedades, para beneficio de éstas, o verbenas para recaudar fondos con destino a alguna obra de la comunidad.

Historia

Los indios de Carapachibay, fueron los primeros en informar al Almirante Colón sobre la existencia del cacicazgo de Guaniguanico, en la Península de Guanahacabibes, con el que ya traficaban en 1494. En 1518, la flota de Hernán Cortés arribó a la desembocadura del Cuyaguateje, en la costa sur de la provincia de Pinar del Río, pero no es hasta 1596 que se funda la posesión de "Guani", al costado de una loma donde existía un pueblo indio con este mismo nombre, cuya iglesia, la Ermita de San Ildefonso, se levanta en 1600, siendo su primer párroco el abate Tomás Borrero, y el primer bautismo correspondió al natural Luis Tomás.

En 1608, se traslada la Ermita junto a la loma de Guaniguanico (hoy Granadillos) y por pugnas entre propietarios fue trasladándose sucesivamente al Hato de Guane, Luis Lazo, Sansueñas (Hacienda), y en 1689 se erige junto a la barranca del Arroyo Zarzal de la que fue párroco el presbítero Patricio Rodríguez. En 1701, se organizan las Factorías para el cultivo del tabaco y por Real Decreto de 23 de julio de 1774 obtuvo el título de Villa y tenencia de Gobierno de la provincia de Nueva Filipina que comprendía desde la margen occidental del río Los Palacios hasta el Cabo San Antonio, en honor al Marqués de la Torre Dn. Felipe de Fondesviela.

Incendiado por piratas en 1715, destruido por una tormenta en 1788, vuelto a incendiar en 1802 y por órdenes del Coronel Antonio Varona en 1896.

Sus primeros pobladores (traídos por los castellanos capitanes Nicolás Noble y Arcadio Linares) fueron naturales de Islas Canarias (posiblemente descendientes de Toledanos) a los cuales se les asignaron terrenos de las factorías que comprendían la amplia merced del Cap. Dn. Pedro Álvarez Oñate. Dice Le Riverand pág. 94 que a mediados del siglo XVII ya existían algunas poblaciones (sin contar las primeras villas) y entre ellas se encontraba Guane.

Fundación

Al fundarse una población, lo primero que se hacía era construir la plaza y alrededor el cabildo y el templo. Guane no pasó por estas fases sino la última. Inmediatamente se asignaba un Santo Patrono. San Ildefonso, arzobispo de Toledo (1600-23 de enero de 1697) Doctor y primado de la Iglesia Católica en España fue el seleccionado por los primeros habitantes españoles.

Guane, según consta en el documento publicado por la editorial Ciencias Sociales en 1981, p. 26 y en "Pinar del Rio tan lejos de su pasado", publicado por el Comité Provincial del Partido y la Asamblea Provincial del Poder Popular en 1986, p.8, "es la más antigua población de la provincia".

Comienzos de la celebración

El día 23 de enero de cada año, después de la fundación, se celebraban en Guane, grandes fiestas auspiciadas por la Iglesia. Con el tiempo, éstas fueron extendiéndose hasta que ya en los primeros años del presente siglo, se hizo tradición se celebrarlas durante tres días: 23, 24 y 25 de enero.

A veces se celebraban verbenas organizadas por el Ayuntamiento con la colaboración de las clases vivas, a fin de obtener fondos encaminados a la realización de alguna obra de beneficio público. El día 24 de enero de 1923 se celebró una de las más grandes que recuerdan todos los informantes.

Con la recaudación se arregló el parque que rodea la Iglesia Parroquial y se instalaron bancos. Aún se conservan testimonios: En la Casa de Cultura se encuentra el asiento de uno de ellos con la siguiente inscripción: "Verbena de San Idelfonso", 24 de enero de 1923; y frente a la casa del compañero Juan Francisco Rodríguez Canals existe otro completo que dice: Clínica del Dr. Domingo Raúl Delgado.

Hemos visto otros con distintas inscripciones: Los comerciantes de buena posición hacían donaciones y como reconocimiento, se construyeron alrededor de 30 ó más con el nombre del donante y todos, excepto los dos que hemos fotografiado han desaparecido.

El poco amor por la conservación de los bienes culturales acarreó la desaparición de estos testimonios históricos.

Esta verbena se celebró ese día por ser de los tres, "el más flojo". El parque fue dividido en tres barrios de simpatías: El Español, el Chino y el Criollo. Tres de las muchachas del pueblo eran las presidentas de los barrios. Cada una, con sus admiradores y simpatizantes, trabajaban afanosamente para lograr que el suyo fuera el de más esplendor. Así se valían de los españoles, los chinos y los criollos para que estos aportaran todo cuanto pudieran de acuerdo con la economía de la zona que siempre fue tabacalera; de la fábrica de tabacos Argüelles, sus plantaciones y talleres de escogidas; los grandes latifundios de Dn. Domingo Méndez y su famosa fábrica de cigarros regalías "El cuño"; La Cuban Land and Leaf Tobacco Company, cuyos almacenes básicos se encontraban en [[Las Martinas (Sandino)]Las Martinas]], y provenían de tabaco amarillo a las fábricas de "cigarrillos rubios" hechos en Cuba.

Los chinos, dueños del 40% de los comercios del municipio y los criollos, herederos o administradores de las riquezas de sus antecesores, hacían derroche de dinero con el fin de ganarse las simpatías del pueblo. Los negros poco podían aportar como no fuera el trabajo físico o sus servicios artísticos como músicos.

En cada barrio, a la entrada, se encontraba una hermosa bandera cubana y al lado, pero más baja, la correspondiente a la nacionalidad del barrio. En el español hubo insinuaciones, sobre la altura de las banderas, pero no se alteró en lo más mínimo la decisión y reglamento de nuestra constitución.

Para la celebración de las verbenas, los masones invitaban a sus hermanos de otras logias; los católicos hacían lo mismo; los chinos, los españoles y los criollos cursaban recordatorios a las distintas sociedades del país encareciendo la presencia de los afiliados, amigos y familiares que serían recibidos con la cordialidad característica de los guaneros. La masividad de los católicos siempre fue extraordinaria, y especialmente durante las novenas, las misas, los bautismos y la procesión el último día.

Con varios meses de antelación, se reunían bajo la dirección del Alcalde Municipal –Presidente de la Comisión organizadora- los directivos de cada institución en la que, como es natural, participaba el cura párroco, ya que si bien las fiestas habían ido degenerando hacia el laicismo, no es menos cierto, ni debemos ocultar, que su raíz fue eminentemente católica. En esas reuniones se determinaba cuál sería la característica de la fiesta: si bailes los tres días en las sociedades, para beneficio de éstas, o verbenas para recaudar fondos con destino a alguna obra de la comunidad.

Orden público

El Ayuntamiento se encargaría de mantener el orden público con los policías bajo su mando y del acopio y traslado del "guano" de palma real para adornar. Si habría de celebrarse verbena, el comité se encargaría de todos los preparativos: Aspectos económicos, participación infantil, tradiciones, comidas, ornamentación, bailes, música, ventas, etc, etc., pero si no, los directivos de cada sociedad esbozaban el plan de actividades que correspondían a su institución y en su seno sería discutido.

Desde el siglo pasado, el día 14 de enero las campanas anunciaban el comienzo de las novenas, hasta el 22, y esa noche se ofrecía la salve para iniciar el 23 (día del santo) la primera de una serie de misas desde horas tempranas en la mañana: La de la primera comunión, especialmente para los niños y otra a las nueve con mucho más esplendor en la que el coro tomaba parte contestando al Sacerdote.

Durante los 3 días de duración se realizaban bautismos, y en carretas, caballos o a pie, acudían padres y padrinos con los niños para recibir el agua bendita por primera vez. Aunque el día del santo era el 23, el de más masividad era el 25, pues la procesión saldría ese día como una característica propia de Guane.

A las 7 P.M, después de un acto dentro del recinto, salía San Ildefonso colocado en un andamio, portado por cuatro fieles que se turnaban durante el recorrido por las calles. Su impresionante estatura: (1,80 m) y su peso (300 libras) así lo exigían. A una señal del cura, se iniciaba la marcha con los niños delante de la imagen y detrás de ésta, la orquesta entonaba una tradicional melodía. Miles de personas con velas encendidas demostraban su devoción participando en ese acto de fe.

En algunas casas y en los altos, por el frente y costado del Hotel América, que después se llamó "La Marina", administrado por chinos y hoy parque "26 de julio", se ataban cientos de voladores y cohetes que se activaban al paso de la procesión. Uno de nuestros informantes, el Co. Salvador Vázquez Suárez, era de los niños que con pencas de guano apagaban estos artefactos antes de que estallaran, para llevárselos y manipularlos ellos.

Frente a algunos domicilios, se situaban mesas para el descanso y para que el cura orara por la salud de los que por enfermedad no habían podido acompañar. Al regresar, la orquesta tomaba la delantera, subía los escalones del parque por el frente y se situaba a un lado, interpretando la melodía hasta que el santo penetraba en el recinto. Una vez terminada la ceremonia en el interior, salían al fondo de la Iglesia (que mira hacia el pueblo actual) y allí el espectáculo era emocionante. En lo alto de varios andamios comenzaban a girar ruedas al impulso de cohetes, que de tiempo en tiempo dejaban escuchar la explosión de un palenque con un ruido ensordecedor.

Simultáneamente, desde otros se veían elevarse hacia el firmamento infinidad de luces de bengala que semejaban árboles desgajándose con maravillosa policromía. Al final, entre explosiones y humo, desenrollaban una imagen de San Ildefonso como colofón. Durante esas exhibiciones, hubo que lamentar varios accidentes fatales.

Celebración de grandes bailes

La fiesta principal consistía en la celebración de grandes bailes en las dos sociedades de instrucción y recreo: Unión Club para blancos y Unión Guanera para negros. (Cuando éstos tenían la suerte de poseerla).

En la Abonera se daban bailes para los vecinos blancos pobres del veguerío. Casi siempre, la sociedad de blancos amenizaba sus tres bailes con orquestas traídas desde La Habana. Los negros, condenados por el fatalismo histórico hasta el triunfo de la Revolución, pasaban largos años sin tener un local propio para su sociedad. Jamás su economía les permitió bailar con orquestas de la capital, pero se sentían orgullosos y contentos, bailando al compás de las numerosas orquestas locales, integradas por los vecinos y familiares de su barrio "La chancleta" –Hoy P. Fajardo- que tantísimos músicos aportó pródigamente al municipio, a la provincia y a la capital.

En el siglo pasado, la falta de carreteras y otros medios de transporte, obligaban a las orquestas a llegar un día antes, el 22. Esa noche se daba un baile informal en la sociedad para blancos.

Los negros debían conformarse con recostarse a las barandas de dicha sociedad para verlos bailar, o desde las cercas que a veces rodeaban el local, oír la orquesta y ver bailar a los privilegiados. Carentes de una ocupación remunerada, emigraban durante largas temporadas hacia los cortes de caña ahorrando al máximo para reunir unos pesos con el fin de poder regresar los días de las fiestas. Si era año de elecciones, se aprovechaba la oportunidad para escribir a los políticos solicitando su colaboración económica para la sociedad y esto, claro está, constituía un compromiso para con ellos.

Todos los niños además de la matiné bailable, podían disfrutar de entretenimientos tales como el palo encebado, el faisán volador, la tinaja misteriosa, la fruta bomba rellena, la vaca lechera, el sartén misterioso, la cuchara encantada , la tracción de sogas y otros. Nunca se les permitió asistir a los bailes de los mayores.

A las doce de la noche del día 22, salían los trovadores que visitaban las casas de los pudientes. A este grupo de músicos, se agregaban otras personas que contribuían a dar mayor ambientación. Algunos no se acostaban, sino que se juntaban con los músicos por la madrugada para acompañarlos durante el recorrido de la Diana, a pie.

La acera de los nones de la calle principal, durante el mes de enero, recibe menos sol. Es por esto que el chino Abreu, Filomena González, América la chinita y otros muchos, manteniendo la tradición desde el siglo pasado seleccionaban un lugar para colocar sus mesas bien adornadas con comestibles elaborados por ellos mismos: torrejas de Aleja, cachurras de Serafina, toronjas y cocos abrillantados, Limonada, Pan chorriao, cuajadas, Frituras de maíz tierno, de bacalao, de malanga y de yuca, pollo y pescado frito, ajiaco criollo, empanadas con carne o dulce, hojaldres, lechón asado o frito, por libras o en timbas, palitroques, coscorrones, galletas, etc., etc.

No faltaban los vendedores de pescado, cangrejo y langosta, todo fresco. El arroz con pollo; el congrís; el escabeche y las famosas longanizas preparadas en el café de Toribio López hacían las delicias de los trasnochadores. Las longanizas llegaron a ser tan apetecidas y estimadas que al terminar los bailes a las cuatro de la madrugada era prácticamente imposible saborearlas. El pequeño salón del café, que durante todo el año permanecía casi únicamente con las mesas de billar y dominó, el dueño y sus hijos, lo surtían con preciosos dulces de su cosecha y no abastecía a todos. El aguardiente; el laguer; los rones; la guayabita; los refrescos embotellados y otros, los obtenían de los almacenes poseedores para pagarlos una vez terminada la fiesta. Desde las capitales venían vendedores con tableros llanos de pan con mortadella. Estas timbas eran muy apreciadas por todos ya que el jamón y la jamonada, no se popularizaron sino al final de los años 30.

En los portales de la botica de Cartaya, en otros y por las barriadas proliferaban los vendedores de Bisutería y Quincalla.

Los juegos de pelota, a los que asistía la orquesta, no faltaban. Las carreras de caballos y sortijas, tampoco, especialmente el día 24. Algunas tradiciones se mantienen en la actualidad, pero hubo otras que con el triunfo de la Revolución, lógicamente, desaparecieron: los banqueros, los jugadores de gallos y las prostitutas, que con varias semanas de antelación, alquilaban habitaciones por los días que creyeran necesarios, en el hotel "El Burgalés" los más pudientes y en "La Marina" los otros. En este último, situado en el lugar más céntrico del pueblo, también alquilaban el salón principal y los reservados. Después de calcular la parte que necesitaban, subarrendaban a otros el resto. El día 23 por la mañana, mesas con toda clase de juegos, hoy prohibidos, colmaban todo el espacio. Nos recuerda nuestro informante que los ingenuos gastaban allí el poco dinero que poseían para el sustento de la familia. Los Chinomanilas con sus ruletas y dados y su pregón "echaaa maaa, ganaaa maaa caballelooo, echaaa maaa, ganaaa maaa, caballelooo", atraían a todos, (incluidos los N I Ñ O S) hacia sus mesas. En los reservados, el Monte, la Periquita y el Póker eran para jugadores de otra categoría.

Allí se encontraban los grandes banqueros usando camisetas de seda con mediamanga y pistola o revólver por dentro de la faja del pantalón, sin faltar el disimulado Puñal, observando a sus gurupies, para si alguno "tenía mala suerte" sustituirlo por otro o por Emelina. Ésta era una hermosa mujer, vestida con ostentación, cuyos finos labios, siempre con una leve pero fija sonrisa estereotipada e insinuante, hacía que los "puntos", se olvidarán de todo cuanto no fuera ella. En los altos, por lo menos 10 de las habitaciones estaban ocupadas por las "curras", que en ningún caso poseían un carné de salud.

Una corriente interminable de hombres colmaba la escalera. A la semana de terminada la fiesta, las enfermedades venéreas se multiplicaban en aquella época en que los antibióticos eran desconocidos. Esto jamás sucederá en nuestro país.

El informante Antonio Díaz (Solapa), negro veterano de la Guerra de independencia ya fallecido, nos contó que él había bailado el Rigodón, la danza, la contradanza y el minué. Esta aseveración nos suscitó dudas, ya que siendo él un empleado del servicio doméstico es posible que hubiera visto bailar esas danzas y su imaginación lo hiciera afirmar tal hecho. Si los negros apenas podían bailar con orquestas; esto nos parece del todo inverosímil.

Las fuentes de corroboración han desaparecido. Nos cuenta otra informante del ATLAS, la Cra. Rosa Ramos Romeu, que a pesar de que ella nació en la primera década del siglo "vio bailar los lanceros", piezas de cuadro en la que intervenían seis mujeres y seis hombres, colocados de frente cada pareja.

Nuestro histórico y cubanísimo danzón, derivado de la contradanza y la danza, desde el siglo pasado se bailó en los salones de guane, más tarde el danzonete, el son, la rumba y la guaracha, entre los que se intercalaba algún paso doble o Fox trot a finales de los años 30 y que sólo bailaban dos o tres parejas.

No queremos finalizar este sencillísimo trabajo sin antes informar a nuestros pacientes compañeros que además de la verbena del día 24 de enero de 1923, se celebraron otras, entre las que son dignas de mencionar: una en el año 1939, cuyos fondos fueron dedicados a la construcción de la Casa de Socorros Municipal; otra en el año 1942, con el fin de pavimentar las calles; otra bajo la dirección del Comité "Superación Guanera" y cuya recaudación contribuyó a la construcción de los contenes y las nuevas aceras, que elevarían a 4 el número, además de servir para delimitar uniformemente el ancho de las calles y cuya altura serviría además para fijar la base de los nuevos edificios.

Revitalización de las Fiestas Populares Tradicionales

A solicitud del Comité Ejecutivo Municipal del Poder Popular, la Comisión de Deportes y Cultura, de la que somos miembros, realizó un estudio basado en encuestas a la población sobre el rescate y revitalización de las Fiestas Populares Tradicionales. Se ha mantenido buen cuidado en explicar a los informantes, que en ningún caso ello significa una restauración de elementos de las fiestas que contradicen el carácter socialista de la Revolución.

Bibliografía

  1. Historia de Cuba. Dirección política de las FAR.
  2. Fecha de fundación de los principales pueblos y ciudades. Edit. C. Sociales.
  3. Compendio de Historia de Cuba. Ministerio de Educación.
  4. Pinar del Río tan lejos de su pasado, Comité Provincial del PCC y Asamblea Provincial del Poder Popular.
  5. Compendio de Historia de Cuba. Dr. Miguel A. Fonseca.
  6. Atlas Nacional Geográfico de Cuba. Academias de Ciencias de Cuba y de la URSS, 1970-
  7. Cuba Contemporánea. Centro editorial Panamericano. Tomo V.
  8. La Riverand. Historia Económica de Cuba. II Edición La Habana, 1965.
  9. Mapa antiguo de la Isla. Iglesia Parroquial de Guane.
  10. Sociedad Patriótica, 1841. Museo de Historia de Guane.
  11. Tomo IV, Archivo. Iglesia Parroquial. 1776.

Fuentes

  • Compañera Rosa Ramos Romeu y su esposo Salvador Vázquez Suárez, el cura párroco Mons. Rolando Lara; a José Antonio Ramos que nació con el siglo (Sic) Pedro Díaz; Teresa Delgado, técnica del Museo de Historia Municipal y otros, la colaboración recibida para la confección de este documento histórico, que por primera vez y bajo la dirección del ATLAS de la Cultura Popular Tradicional, trata de la celebración de nuestras fiestas populares tradicionales.