Finca Bayate

Sitio Histórico Finca Bayate
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica
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Descripción
Localización:Cayo Espino, Manzanillo, Granma
Datos de su construcción
Inicio:24 de febrero de 1895

Sitio Histórico Finca Bayate. Sitio que conserva la memoria histórica del 24 de febrero de 1895, donde se alzó en armas Bartolomé Masó Márquez. Se encuentra ubicado en el Asentamiento Bayate, Cayo Espino, Manzanillo, Granma, con una superficie de 780 m2.

Descripción actual del Sitio Histórico

En el sitio existe un árbol de Algarroba el cual cobija o da sombra a una tarja de bronce que perpetua la memoria de los hechos del 24 de febrero de 1895 y al generalísimo Bartolomé Masó Márquez, además existe una construcción de hormigón en forma de abanico de color blanco. Llama la atención la longevidad de la algarroba y el área que la misma ocupa.

El Sitio Histórico está a una distancia de la ciudad de Manzanillo de 35 kilómetros. El asentamiento Bayates, es el núcleo fundamental en la zona ya que la fecha del 24 de febrero se instituyó en todos los asentamientos aledaños en motivo de celebración por los acontecimientos relacionados con la efemérides y además en la principal fiesta comunitaria en la cual participan todos los vecinos.

Destacar que el Sitio Histórico en el año 2008 resultó ser el mejor Sitio conservado del municipio Manzanillo.

Descripción de los hechos históricos y personalidades

La finca rústica llamada "Colmenar de Bayate" con una superficie de 695 hectáreas, la adquirió el Mayor General Bartolomé Masó por la compra venta que hizo el gobierno español el 31 de mayo de 1890, en remate público celebrado el 20 de diciembre de 1889.

Bartolomé Masó, a la terminación de la Guerra Grande se dedicó al fomento de su finca cañera, mientras aguardaba el momento de reanudarse la lucha por la Independencia de Cuba. Con esa actitud se entrevistó en Manzanillo con el Mayor General Antonio Maceo, en 1890. Masó desmintió su filiación revolucionaria y acordó con Maceo estar listo para cuando llegara la oportunidad que se esperaba.

En enero de 1895, el General Masó contaba con el apoyo de un nutrido grupo de cubanos que sabrían responder a una orden suya. A ese grupo se le conocía en Manzanillo con el nombre de los "Ilusos", denominación que le dió la gente españolista y conservadora y no pocos de los autonomistas que consideraban una ilusión batirse los cubanos con el poderío armado de la monarquía española.

El 22 de febrero de 1895, el General Masó partió desde su residencia en Manzanillo. Yendo a caballo, por la calle hoy denominada Masó, junto a la Comandancia Militar situada en el edificio del Ayuntamiento, se encontró de manos con el Coronel español Don Luis Otero Pimentel, quien era el Jefe Militar de la Plaza.

El General Masó continuó su camino rumbo a su finca. Al llegar a ésta, continuó practicando, desafiando al poderío de España en Cuba. Pero ese día nada hizo en cuanto a las actividades revolucionarias, porque la orden había de cumplirse dos días después, el 24, desde entonces incorporado eternamente a la historia de Cuba Libre; y por la orden del Partido Revolucionario Cubano.

El domingo 24 de febrero, el General Masó da órdenes al intrépido Amador Guerra para que procediera a desarmar a la Guardia Civil de los lugares próximos: Campechuela, Jibacoa, Yara, Calicito. El breve Amador ocupa los puestos de la Guardia Civil y desarma, sin gastar un tiro y sin producir víctimas. Esos fusiles y balas rescatados fueron los primeros armamentos de la gloriosa Revolución de febrero de 1895.

Ya en estos momentos el Gobierno español tiene conocimiento oficial del movimiento separatista. Han sonado los tiros en Jiguaní. En Guantánamo, Holguín, Bayamo, Baracoa, Veguita, han respondido al grito de Manzanillo. Casi todo Oriente está en pie de guerra. El campesinado cubano está alborotado y los obreros y la clase media están en plena movilización revolucionaria. El General Callejas, Capitán General de la siempre fiel Isla de Cuba, ha enviado una comisión escogida para entrevistarse con Bartolomé Masó en la zona de Manzanillo. Entre ellos están: Juan Bautista Sportorno, ex – Presidente de la República, Herminio Leyva, españolista acérrimo, y los comerciantes de la Plaza de Manzanillo y Don Manuel Muñiz. La comisión llega hasta la finca Bayate, donde está Masó con su gente. El objeto de los comisionados era convencer o persuadir a Masó de la oportunidad e insensato del movimiento, cuando este venía a interrumpir los trabajos de la zafra azucarera.

El General Masó escucha a los comisionados. Cerca de él están: Enrique Céspedes Romagoza, como ayudante, y el viejo veterano Coronel Celedonio Rodríguez, su fiel amigo y compañero de la Guerra Grande. El ayudante Enrique Céspedes, no puede contenerse en su entusiasmo e interrumpe el diálogo, diciendo en alta voz:

Personajes
- General Masó, recuerde que Usted nos ha traído a aquí a pelear por independencia o muerte.

El General Masó, siempre tan bondadoso y comprensivo, lejos de responder al ayudante dijo:

- Señores comisionados, esa es mi respuesta, “Independencia o Muerte”. Con lo cual se dió por terminada la histórica entrevista.

El Coronel Celedonio Rodríguez, dirigiéndose al comisionado Sportorno le dice a éste:

"Y usted, Coronel Sportorno, tiene una hora para alejarse de este campamento, o en caso contrario le aplicaremos a usted el mandato de su célebre Decreto, según el cual será fusilado el individuo que venga al campo cubano a hacer proposiciones que no están basadas en la independencia de Cuba".

Esta fue la gesta de Bayate. Así se fueron escribiendo las primeras páginas de la guerra de 1895, continuación de la guerra de 1868. Así el nombre de Bartolomé Masó se escribió en la Historia Patria. Al levantarse en armas el 24 de febrero de 1895 junto al grupo de “Ilusos” manzanilleros, entre los que se destacaron: Teniente Manuel Bringue, Teniente Coronel Vicente Pérez Zúñiga, Comandante Pascual Mendoza, Capitán Lorenzo Vega, Teniente José Rodríguez T., Coronel José Celedonio Rodríguez, Coronel Dimas Zamora y Teniente José Zamora.

Véase también

Fuentes

  • Archivo histórico de la ciudad de Manzanillo.
  • Especialista en Sitio Históricos, Lic. Idelgarden Céspedes Peña.