Francisca Hernández de Zamora

Francisca Hernández Montes de Oca
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NombreFrancisca Hernández de Zamora
Nacimiento3 de diciembre de 1841
Sancti Spíritus, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento3 de abril de 1931
Guasimal, Sancti Spíritus, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
EducaciónUniversitario
OcupaciónMaestra, poeta, dramaturga y narradora
CónyugeDon Luis Pentón , Antonio Zamora Meneses
HijosAngel G y Tomasita Zamora Hernández
Obras destacadasPeriódico La Buena Nueva, “A la noche” , “Primaveral” y “Un recuerdo” , “Metempsicosis” , “Los buenos ante Dios” , “El verbo” , “Lágrimas”, “Orto”, y “Resurrección”.


Francisca Hernández de Zamora. Poetisa natural de Sancti Spíritus. Una de las más importantes figuras femeninas de la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX en Cuba en específico en el centro de la Isla es sin dudas Francisca Hernández Montes de Oca. Es un ejemplo elocuente de voluntad artística forjada en la conjunción exitosa de la inspiración y el trabajo creativo. Su figura merece una revalorización en la historia de la cultura de la región y el país.

Síntesis biográfica

Nació en el seno de una familia acomodada, el 3 de diciembre de 1841, en la ciudad de Sancti Spíritus. De formación autodidacta, desde temprana edad mostró su vocación por el arte literario. La obra poética de Francisca Hernández puede agruparse en tres vertientes temáticas fundamentales. En todo momento esta ilustre espirituana supo de qué lado estaba la razón y la justicia, lo que expresó con verdadera honestidad en sus creaciones, aporte importantísimo al acervo cultural.

Matrimonios e hijos

Se casó con Don Luis Pentón y se ve obligada a abandonar su casa de campo y a refugiarse en la ciudad conjuntamente con el resto de la población rural durante la guerra de los Diez Años. Su esposo falleció tempranamente a consecuencia de la epidemia de viruela que dejó como secuela la gesta libertaria. De este matrimonio nacieron dos hijos que crió y educó trabajando modestamente como torcedora de tabaco. Su poema ”Un recuerdo” parece estar inspirado en esta efímera etapa de felicidad conyugal y vida campesina. Años después contrae matrimonio con el también educador y escritor espirituano Antonio Zamora Meneses, lo que le facilita una mayor dedicación al estudio y al cultivo de las letras. A partir de entonces siempre firmó Francisca Hernández de Zamora, nombre por el cual se le conoce. De esta unión nacieron Angel G y Tomasita Zamora Hernández, los que recibieron esmerada educación y fueron también poetas reconocidos.

Comienzo de su vida en sociedad

Comenzó a tener pública reputación en 1855, siendo una adolescente de 14 años, cuando tomó parte activa en las veladas y fiestas que precedieron a la fundación de la Sociedad Filarmónica, en la que se destacó como recitadora y en la interpretación de piezas dramáticas, lo que le permitió dar muestras de su talento. Hombres de la talla de Honorato del Castillo prodigaron elogios entusiastas a la entonces futura poetisa.

Labores que desempeño

Brilló como maestra, poeta, dramaturga y narradora, pero también como anticolonialista y antiimperialista. Maestra de intachable vocación patriótica, contribuyó a formar a la generación de espirituanos participantes en las guerras de independencia contra el colonialismo español.

Actividad pública

Su actividad pública a favor de la cultura espirituana, comienza a ser notable en la década de 1880, cuando se relaciona con otros intelectuales como Francisco J. Rabell, Jacinto G. Fernández - Morera , Marcos García Castro y otros. Es el momento que da a conocer sus primeras composiciones poéticas, se ejercita como periodista, trabaja como maestra y polemiza en los periódicos de la época en defensa de sus ideas teosóficas y artísticas. Su pensamiento religioso estuvo fuertemente influenciado por las ideas espiritistas. Desde antes de la Guerra de Independencia ya existía en Sancti Spíritus un importante núcleo social dedicado al estudio del espiritismo con pretensiones científicas, lo que le permitió la influencia de estas ideas en el ambiente intelectual. En la villa se fundó en el período de entre guerras el centro “Perseverancia” y más tarde el denominado “Sociedad Espírita de Estudios Psíquicos Marcos García”. Ella fue el alma de estas instituciones.

Sus publicaciones

En 1886 fundó el periódico La Buena Nueva, órgano consagrado a la divulgación de las ideas teosóficas, que sirvió de palestra para interesantes polémicas filosóficas y literarias sostenidas por la poetisa con figuras nacionales como Enrique José Varona y Luis Perna Salomó. Además de en La Buena Nueva publicó sus trabajos en El Fénix y en las revistas Hero (1907 -1944) y La fraternidad (1924 -1932). Dictó conferencias sobre importantes figuras. Su obra literaria se reparte entre el periodismo, la poesía, y las especulaciones filosóficas, aunque ocasionalmente ensayó la novela y el teatro. Lo de más valor, desde luego, es la poesía.

Vertientes de su obra poética

La obra poética de Francisca Hernández puede agruparse en tres vertientes temáticas fundamentales: la dedicada a la naturaleza; la de asunto filosófico, muy influenciada por sus ideas espiritistas, y la patriótica. De la primera vertiente podemos citar composiciones como “A la noche” , “Primaveral” y “Un recuerdo” , entre los poemas de asunto teosófico se encuentran “Metempsícosis” ,“Los buenos ante Dios” , “El verbo” , “Lágrimas”,“Orto”, y “Resurrección”. En ellos muestra su preferencia por el endecasílabo, que resulta el más adecuado para tratar los asuntos graves. La preocupación fundamental que trasmite en estos textos e la “Inmortalidad del Alma” y el dogma espiritista de la reencarnación. En sus poemas se mezclan las creencias religiosas con el amor a la patria, la hermandad entre los hombres y una honda emoción, que desembocan en las mejores virtudes artísticas de la poetisa. Pero donde más se aprecia su dote de artista es en la poesía de corte patriótico. En este tipo de poesía suele emplear la actitud apostrófica, convirtiendo el texto en una férvida exhortación patriótica, al mismo tiempo que muestra su capacidad para domeñar el recurso expresivo. De su extensa obra literaria se sabe que escribió una novela y una comedia, títuladas “El fatalismo de la expiación” y, “La oración” respectivamente. El Fatalismo de la Expiación es para algunos estudiosos, tal vez la primera novela de corte romántica escrita en Sancti Spíritus. El grueso de sus creaciones nunca fueron publicadas, por lo que el tiempo y las manos descuidadas de algunos relegaron al silencio la obra de una destacada figura de las letras en Sancti Spíritus.

Muerte

Aunque la mayor parte de su vida transcurrió en la villa espirituana, vivió un tiempo en La Habana , cuando contaba más de 80 años se traslada para Guasimal donde su hijo mayor impartía clases en una escuela primaria. Allí muere pobre y casi olvidada el 3 de abril de 1931.

Fuente

  • Fernández Aquino, Orlando. Historia de la literatura espirituana
  • Orlando Aquino Fernández - - Editorial Luminaria : Sancti Spíritus, 2003.
  • Fernández Aquino, Orlando. Poetisas espirituanas y otros articulos /
  • Orlando Aquino Fernández - - Editorial Luminaria : Sancti Spíritus, 1997.
  • Francisca Hernández de Zamora : Poetisa espirituana de impresionante proyección social. Escambray 25 de julio 1980 : Año II No. 175.