Francisco Blanes Palencia

Francisco E. Blanes Palencia
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Primer conservador y taxidermista del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas
Nacimiento13 de octubre de 1848
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento26 de agosto de 1933
Cárdenas, Matanzas, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
OcupaciónMalacólogo, taxidermista y joyero.

Francisco E Blanes y Palencia. Primer conservador y taxidermista del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas. Por muchos es uno de los gestores iniciales de la idea del museo en Cárdenas. Murió solo y casi abandonado en el asilo de la ciudad a quien le dedicó los mejores años de su vida como hombre de ciencia y humano. Escribió algunos libros en sus últimos años. Lleva su nombre una iglesia metodista en Cárdenas, en honor a su labor teológica. En honor a su labor científica como malacólogo llevó su nombre una sala en el museo antiguo, lo que se repite en el museo actual.

Síntesis biográfica

Nació en la Ciudad de La Habana el 13 de octubre de 1848. Hijo de padre andaluz, platero y joyero quien le trasmitiera el oficio al hijo. Su madre cubana, sin más datos, ha quedado casi en el anonimato, solo se sabe que fue cariñosa y que le inculcó la pasión porque aprendiera del padre la paciencia y la meticulosa laboriosidad.

Llega a Cárdenas en 1874, con apenas 26 años, radicándose en la ciudad. De cierta forma logra trabajar con la comunidad ya existente aunque no parece haber luchado mucho por sobresalir como joyero. No obstante, establece relaciones con J. C. Gundlach, y en tres años comienza a fomentar su primera colección de caracoles y conchas. Es probable que este interés de coleccionista y científico se acrecentara tras sus primeros trabajos de camafeos realizados con las conchas locales y del cercano [[]]Varadero.

Entre 1893 y 1894 establece una relación de amistad con Oscar María de Rojas, y ambos llevan a cabo el sueño crear el museo. Si bien se pueden considerar las almas y padres de la institución cardenense, cada uno hizo un aporte particular que redondeaba y completaba la idea y la labor del otro.

Este museo para Blanes no fue solamente un sueño hecho realidad, sino una labor constante y sin descanso. Aunque la mayoría de los que han escrito sobre la historia de la institución, afirman que fue Oscar quién tuvo la idea inicial de fundarla, lo cierto es que Blanes, juega un papel fundamental en el proceso constitutivo; ya que ambos, antes y después del estallido de la Guerra del 95, dan forma al proyecto; aúnan voluntades, buscan piezas de interés para sus respectivas colecciones particulares – que luego destinaran al museo – y acarician la idea de dotar a Cárdenas de una institución donde se expusieran las colecciones y de una Biblioteca Pública de primer orden.

Idea de creación del museo biblioteca

Ya desde esa fecha de 1894 la idea dada por Blanes, se expresaba así:

(…) “proyecto un museo de Historia Natural, que quita por completo esa especie de lobreguez y monotonía que se nota en casi todos los museos, en unos más y en otros menos, concebí una reforma tan radical especialmente en cuanto a su interior, diseño y modo de prestar los ejemplares que se puede decir que he inventado un nuevo modelo de museo y no crea U que no es costoso, pero sí agradable, instructivo, recreativo y bello.”

Esta idea toma una nueva forma y se remodela en el contacto con Oscar María de Rojas, la comunión de ambas almas los une en este fecundo propósito de crear el museo para la ciudad. Don Francisco E. Blanes y Palencia es uno de los 105 vecinos que el 30 de abril de 1895 se reúnen para dar comienzo al proyecto y de ahí que en el acta de dicha reunión aparezca lo siguiente:

"... de unir sus esfuerzos para la realización del establecimiento de un Museo y Biblioteca Pública en esta ciudad; contando con el auxilio que voluntariamente ofrece Dn Francisco E. Blanes de donar para ese fin trescientas especies de moluscos (1000 especies) científicamente clasificados y comprometiéndose a dedicar todo su tiempo a la conservación y aumento de colecciones de Historia Natural, contando a su vez, con los afectos de conocidos naturalistas de la Isla y el extranjero con quiénes sostiene activas relaciones de amistad.".

Sin embargo, la conversión del sueño en realidad se demoraría varios años. La Guerra del 95 disuelve físicamente esta comisión aunque la idea sigue germinando y fructificando. Oscar María es delatado y detenido por su labor conspirativa; Blanes logra salir al extranjero radicándose en Cayo Hueso, pero no abandona el grandioso sueño del museo, que se convierte en realidad con el término de la guerra y aún bajo el dominio de la Primera Intervención del Ejército Norteamericano.

Durante el gobierno del Dr. Fernando Méndez Capote, Blanes escribe una carta desde Key West donde aun residía, donde expresa:…

(…) “Tan pronto como se vea con Dn Fernando Méndez Capote le haga presente los deseos que me animan a fundar en la ciudad de Cárdenas, un museo especial, tan original como bello, de Historia Natural, agregando a éste un departamento para objetos de artes de todas clases, otro ídem para biblioteca, otro destinado a objetos de antigüedad y otro para colocar en él trofeos y objetos pertenecientes a la revolución de Cuba, y exhibir todo aquello que pueda dar brillo y honra a este hecho heroico de nuestra patria.”

Ninguno de los dos, ni Oscar, ni el mismo Francisco, cesan de incrementar y aunar esfuerzos para sumar nuevas piezas o recibir donaciones para el futuro museo aun sin que el mismo sea una realidad.

En una carta dirigida por el propio Blanes a Fernando Méndez Capote expresa …“yo tendré el gusto de regalar para el museo de la ciudad de Cárdenas la rica y extensa colección de conchas terrestres y fluviales y marinas que vengo haciendo con el mejor esmero y cuidado desde el año 1877, esta colección está con todo primor y clasificada científicamente, para demostrar a dicho ayuntamiento la gran importancia de este trabajo laborioso de largos años, puedo manifestar que en el año de 1889, presenté para una exposición una pequeña parte de ella en la feria – exposición que se celebró en la Ciudad de Santa Clara, y no sólo fue celebrada por personas y periódicos, sino también fue premiada con medalla de plata; y de su extenso contenido tomé la cantidad de 2074 cajitas de distintos tamaños, conteniendo conchas marinas y terrestres de diferentes países, estas cajitas con sus ejemplares clasificados las doné al Colegio "San Luis" de esa ciudad, y hoy mi colección es mucho mayor (...)"

En una segunda carta, Blanes ofrece también al Dr. Méndez Capote, para la proyectada institución, sus valiosas y artísticas colecciones de camafeos, trabajos en conchas de diferentes especies y en ágata; piedras preciosas y semipreciosas y monedas antiguas de bronce, plata, y cobre, algunas de ellas del Imperio Romano y con unos 2000 años de antigüedad.

Esta colección de camafeos, casi todos de su propia mano, compuesta por 90 piezas fue evaluada en 1080 pesos oro, por Tiffany, famoso joyero de Nueva York

En la carta, luego de explicarle que estas piezas "... podrían ser la base de una colección muy valiosa por todos los conceptos..."; el malacólogo, en expresión de su más profundo desprendimiento, destina al laboratorio del futuro museo, su mesa de trabajo y sus herramientas de platería, obtenidas con mucho esfuerzo, durante más de 25 años dedicados a la joyería. "... Ellas – dice al referirse a las herramientas – serán muy provechosas para trabajar obras de arte, de taxidermia, para lo cual prometo trabajar con empeño..."

Ya casi al finalizar su misiva, ofrece una visión personal acerca de la función que debía cumplir la institución que se proponía abrir en Cárdenas y expresa:

"...confío mucho en la fundación de este establecimiento que puede contribuir al decoro y prestigio y adelanto intelectual de todo el pueblo, sin distinción de clases, ni personas, y que cuando hay empeño y buena voluntad se puede hacer mucho y muy bueno, las grandes obras cuando se hacen en colectividad, son fáciles de hacer, las hormigas son muy pequeñas y de poca fuerza, pero la unión y la constancia de ellas es una virtud potente, y con la práctica de esa valiosa virtud ejecutan grandes trabajos, los hombres nunca deberían olvidar algunos ejemplos muy buenos que dan a diario tan pequeños seres."

Finalmente es aprobada definitivamente por el Consistorio local, el 10 de enero de 1900, la proposición hecha al mismo en 1899 por Francisco Blanes; se envía esta comunicación de inmediato al joyero; el cual promete embarcar hacia Cárdenas en el menor tiempo posible ya que tenía pendientes algunos trabajos de platería.

El 19 de marzo de 1900, llega a la ciudad Francisco Blanes, y ese mismo día, para complacencia de Oscar y de sus colaboradores, comienza a exhibir en la Casa Consistorial sus colecciones de conchas y caracoles fluviales y marinos, camafeos y monedas antiguas, en dos salas adyacentes al Salón de Sesiones, cedidas con este propósito por el Ayuntamiento.

Labor como conservador y taxidermista

En todo el tiempo que estuvo en el museo además de su labor en aumentar las colecciones gracias a sus relaciones nacionales y extranjeras se dedicó principalmente a conservar y ser el principal taxidermista de la institución, aun en los años azarosos de la segunda intervención norteamericana.

También reorganizó su propia colección y además colaboró con otras instituciones como el caso del Museo Bacardí

Durante esta época Blanes trabaja como taxidermista de la institución,  aumentando sensiblemente las colecciones de aves, reptiles y otros animales, la elefanta Fany (a la que dedicó un año completo), una iguana de un metro 25 centímetros capturada en Cayo Galindo, una manta (obispo) de dos metros, un manjuarí y muchos más.

Realiza un viaje a Santiago de Cuba, para recoger algunos objetos de la Guerra del 95, así como piezas en el museo y en el mismo se afianza su labor como científico. Al respecto, José Bofill, director del museo de dicha localidad en carta del 10 de noviembre de 1910 dirigida a Francisco Comas Boffa de la Comisión Protectora del Museo expresaba en una de sus partes:

… “nunca podré ser naturalista, me falta la paciencia y la memoria prodigiosa de Blanes, siento escalofríos al verlo clasificar, ese es el hombre que me conviene…”

El Museo y su edificio propio

Las labores de construcción en el nuevo edificio propio para el museo así como la creación de las nuevas versiones de las vitrinas de exhibición fueron obra de Blanes, quien trabajó de una manera muy unida a Oscar María de Rojas. Si bien, Blanes se ocupó mayormente de la conservación y la adquisición de nuevos ejemplares desarrollaron muchas ideas de conjunto.

Blanes hizo numerosos viajes y mantuvo relaciones con muchos corresponsales, su función de conservador fue fundamental. Pero los afanes y la edad hicieron mella en su salud, lo que hizo que solicitara su renuncia.

El 30 de mayo de 1913, presenta Blanes de forma oficial, por razones de salud, la renuncia a su cargo. El reconocimiento oficial a la obra del sabio, se limitó al documento que se le extiende, con autorización del Alcalde Municipal Carlos Parquet, certificando que:
“... desde el 19 de marzo de 1900 hasta el 31 de mayo de 1913, ha prestado su concurso al museo desempeñando con verdadera eficacia y honorabilidad el cargo de encargado conservador del museo, contribuyendo, además, al adelanto de la institución con trabajos de taxidermia y de artes, por lo que la dirección que suscribe, tiene el gusto de consignarlo para que sirva de satisfacción al Sr. Francisco E. Blanes en todo tiempo y lugar.”

El 5 de julio, se informa al Comité Protector la renuncia de Blanes, destacando Oscar que su decisión significaba: "... una gran pérdida para la institución, pues el Sr. Blanes se excedía en el cumplimiento de los deberes que tenía – que además de la inteligente labor que desplegó en los trece años de concurso a esta obra, había demostrado verdadera competencia en la preparación de ejemplares de historia natural, distinguiéndose muy especialmente en la disecación (sic) de quelonios, crustáceos, peces y mamíferos – deja ahí en el Salón de referencia, buenas pruebas de su inteligencia y arte, para largos años".

"...no se equivocó quién desde 1895, antes de la Guerra de Independencia escojió (sic) a Blanes para esta obra grande de dotar a Cárdenas de un Museo y Biblioteca; hace más de un año que el Sr. Blanes quería retirarse a virtud de cierto mal que sufría su salud – no obstante él ha ofrecido no olvidar a esta institución y ayudarla desde donde quiera que la suerte lo lleve – se retira de nuestro lado pobre y enfermo".

Su aporte desde el retiro

Al hacerse efectivo su retiro Francisco Blanes viaja nuevamente a Key West y renueva los lazos con viejas amistades de las cuales aun logra nuevos aportes para el museo, pero ya en un menor grado. Debido eso mantiene una buena correspondencia con Oscar al menos en los primeros años Su enfermedad se agrava poco a poco y le impide estar presente el 20 de mayo de 19188 en las actividades de la apertura del nuevo edificio propio para el museo. Finalmente la enfermedad tiene complicaciones que le provocan en 1920 una parálisis total del lado izquierdo.

Regresa a Cuba tras la parálisis, donde ingresa el Asilo “Casa Industrial” gracias a gestiones de amigos y miembros de su comunidad religiosa. Francisco Blanes es uno de los fundadores de la Iglesia Metodista en Cárdenas desde 1892, años más tarde el templo recibiría su nombre como un merecido homenaje.

Desde este mismo asilo en 1925 se le publica un libro con el título “Los tres deberes y las tres virtudes teológicas”. Dos años más tarde volverían a publicar otro libro de él “Consejos a la niñez”. De entre los variados consejos que se han mantenido vivos, el siguiente es un verdadero ejemplo de su vida

… “hay que hacer grandes esfuerzos para detener la marcha funesta de la ignorancia y de todos los males que la acompaña.”

La fecunda vida de Blanes termina el 26 de agosto de 1933, en medio de la pobreza del asilo que lo había acogido.

Fuentes

  • Álvarez Blanco, Ernesto. “Oscar María de Rojas” Ediciones Matanzas, 2001.
  • Archivo del Museo “Oscar María de Rojas”.
  • Blanes, Francisco. "Carta al Dr. Fernando Méndez Capote”. Key West, 9 de diciembre de 1899.
  • Gómez Hernández, Luis. “Primera Colección de Caracoles del Museo”. Centro de Información Museo “Oscar María de Rojas”. Trabajo mecanografiado 1979.
  • Miranda Chirino, Lázaro. “Síntesis histórica del Museo “Oscar María de Rojas” para el catalogo”. Cárdenas Ejemplar mimeografiado, 1979.
  • Ramírez Estupiñán, Lic. Caridad. “Francisco E. Blanes y Palencia. Aportes al Museo de Cárdenas y a la Museología Cubana”. Centro de Información Museo “Oscar María de Rojas”. Trabajo mecanografiado 1996.
  • Rojas y Cruzat, Oscar M. de, "Libro de Actas y Correspondencia del Museo y Biblioteca de Cárdenas". Obra inédita de los fondos de Museo.
  • Sáez D. Arguelles, Dr. Enrique. “Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas” Cárdenas, Imprenta “La Concha de Venus”, 1944.