Francisco Pérez Bayer

Francisco Pérez Bayer
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NombreFrancisco Pérez Bayer
Nacimiento11 de noviembre de 1714
Valencia Bandera de España España

Francisco Pérez Bayer. Erudito y hebraísta español. Fue catedrático de hebreo en Valencia y Salamanca, preceptor de los infantes, canónigo de Barcelona y Valencia y director de la Biblioteca Real. Historiador, arqueólogo y filólogo, fue uno de los más importantes hebraístas de su época; escribió, entre otras obras, Damasus et Laurentius Hispanis (1756), Del alfabeto y la lengua de los fenicios (1772), Origen de las voces españolas derivadas de las voces hebreas e Instituciones de la lengua hebrea. También es autor de un catálogo de la biblioteca de El Escorial, y destaca su reedición anotada de la Biblioteca de Nicolás Antonio.

Síntesis Biográfica

Florencio nació en Valencia el 11 de noviembre de 1714. Su padre era natural de Saldón y su madre Doña Josefa María Bayer, era natural de Castellón, al igual que sus abuelos maternos. La familia poseía numerosas tierras en lo que luego sería llamado Benicassim.

Trayectoria estudiantil

Inició sus primeros estudios entre Benicassim y Valencia, en cuya Universidad estudió Filosofía y Teología por la que se graduó en 1731. Estudió bachillerato en cánones en Gandía. Ordenado sacerdote ese mismo año, su nombramiento como beneficiado de la parroquia valenciana de San Nicolás no impidió que su atracción por el derecho lo decidiese a trasladarse a Salamanca, en cuya universidad comenzó, además, a interesarse por las lenguas griega y hebrea. En 1738 marchó de nuevo a Valencia, como secretario del arzobispo Mayoral, hasta que consiguió la plaza de catedrático de hebreo en la Universidad de Salamanca. Allí se dedicó a la historia, la paleografía, la numismática y las lenguas orientales, y mantuvo numerosas divergencias con el claustro universitario, en las que fue apoyado siempre por el Consejo de Castilla.

Carrera profesional

En 1749 fue destinado a Madrid para colaborar con el jesuita Andrés Marcos Burriet en la comisión de archivos, trabajo que plasmó en una disertación manuscrita (1752) sobre los archivos de la catedral de Toledo, la cual fue premiada por Fernando VI (17461759) con un canonicato en la catedral de Barcelona y una pensión de seiscientos ducados. El monarca le envió entonces a Italia con el encargo de recoger códices, monedas e inscripciones antiguas.

Publicaciones

Durante su estancia no sólo tomó contacto con los ilustrados italianos, sino que publicó en Roma su Elogio de los españoles (1756) y Damasus et Laurentius Hispanis Asserti et Vindicati (1756), reivindicación respectiva de la cultura española de su época y del origen hispano de los santos Dámaso y Lorenzo, y se ganó el afecto del rey Carlos VII de Nápoles y Sicilia, futuro Carlos III de España (1759-1788). En esta ocasión, y como premio a su labor, el rey lo nombró canónigo, con dignidad de tesorero, de la catedral de Toledo. Por esta época empezó Pérez Bayer a estudiar la lengua árabe, que acabaría aprendiendo más tarde gracias al orientalista Miguel Casiri, director de la biblioteca de El Escorial (Madrid). A este monasterio fue enviado después por Carlos III para inventariar los manuscritos griegos, latinos y hebreos, labor que plasmó en los cinco tomos de su Regiae Bibliothecae Escurialensis M.S.S. Codicum latinorum et Hispanorum (1763). Durante su estancia escurialense se alineó con Mayans y Juan Bautista Pérez en el debate que sostenían con Cristóbal Medina Conde sobre la autenticidad de las láminas de Granada, polémica que se encuentra resumida en Razón del juicio seguido contra los falsificadores (1781). Asimismo, con el acceso al trono de Carlos III y gracias a la amistad que mantuvo con el secretario de Estado Ricardo Wall y con su sucesor, Jerónimo Grimaldi, alcanzó Pérez Bayer un enorme poder político que lo consolidó, tras la expulsión de los jesuitas, como el alma de la reforma de los colegios mayores.

Otros campos

La confianza real le valió, además, para ser nombrado preceptor de los infantes y, más tarde, arcediano de la catedral de Valencia (1775), ministro del Consejo y Cámara del propio Carlos III (1781) y bibliotecario mayor de la Biblioteca Nacional (1783), cargo desde el que promovió la publicación de la famosa Biblioteca Hispana Vetus (1788). Muy reconocido y relacionado en los círculos ilustrados europeos, Pérez Bayer era socio de la Academia de Ciencias de Gotinga (Alemania) y de la de Artes de San Petersburgo (Rusia), así como académico de honor de la de San Carlos de Valencia.

Muerte

Francisco Pérez Bayer fue uno de los personajes más influyentes de la España del siglo XVIII, que desde la Corte supo ganarse la amistad del monarca, ministros, e influyentes personalidades que le permitieron situarse en las más altas responsabilidades políticas, culturales y religiosas del momento. En 1794 el fallecimiento de Francisco fue sentido y constituyó motivo de comentarios en todos los ambientes culturales de España.

Fuente