Freudismo

Freudismo (alemán), Freudianismus (francés), Freudisme (inglés)
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Concepto:Nombre derivado de Sigmund Freud (1856-1939), de la teoría y del método del psicoanálisis. Sigmund Freud fue un médico austríaco, neuropatólogo y psiquiatra [1]

Freudismo. Conjunto de las doctrinas de Freud acerca de la vida psíquica, caracterizadas por la extensión del dominio de la psicología (clásicamente limitado a los fenómenos mentales conscientes) al terreno de lo inconsciente, constituido por un juego de fuerzas instintivas e impulsivas que pugnan por manifestarse y que lo consiguen, aunque de forma disfrazada. Freud estructura una teoría de la personalidad dividiéndola en tres grupos de funciones (ello, yo y superyó) en relación, respect., con el mundo de los instintos, la realidad y las normas morales.

Historia

En la historia de la psiquiatría dinámica, se llama freudismo a la escuela de pensamiento fundada por Sigmund Freud. El freudismo incluye el conjunto de las corrientes que se basan en él, sean cuales fueren sus divergencias. La historia del freudismo y su identificación teórica, sociológica y política, se confunde entonces con la historia de las interpretaciones sucesivas de la doctrina original estructurada por Freud. Sus herederos, a quienes se llama "freudianos", la han modificado a lo largo de por lo menos cuatro generaciones de pensadores, comentadores, intérpretes, terapeutas o jefes de escuelas, agrupados o no en diversas instituciones, entre las cuales la más antigua y de lejos la más poderosa es la Asociación Psicoanalítica Internacional (International Psychoanalytical Association, IPA). Desde su creación en 1910, ella se asignó la tarea de redefinir las tareas de la enseñanza teórica y de la formación llamada didáctica de los terapeutas denominados psicoanalistas, con independencia de su otra formación (médica, psiquiátrica, profana). El freudismo es la alianza de un sistema de pensamiento y un método terapéutico.

Bases

El sistema freudiano se basa en:

  • Una concepción del inconsciente que excluye toda idea de subconsciencia y supraconciencia.
  • Una teoría de la sexualidad extendida a todas las formas sublimadas de la actividad humana, y por lo tanto irreductible a la actividad sexual y sus transgresiones.
  • Finalmente, a una aprehensión de la relación terapéutica en términos de transferencia.

Características

Aunque haya nacido de la medicina y la psiquiatría (y a menudo sea practicado por médicos o psiquiatras), el método terapéutico freudiano es el psicoanálisis, y únicamente el psicoanálisis. Se caracteriza por tratar mediante la palabra, y únicamente mediante la palabra, las enfermedades del alma (psicosis, melancolía), de los nervios (neurosis) y la sexualidad (perversión), excluyendo deliberadamente cualquier otra forma de intervención -como el análisis clínico y los cuidados corporales adaptados a cada parte del organismo, los masajes, la cirugía, la hipnosis, la hidroterapia, la farmacología, la sugestión, el encierro, las terapias conductistas y cognitivas, la presión moral mediante la persuasión o la autopersuasión, la confesión, el trance o el exorcismo, la coacción física y moral (con o sin abuso sexual) basada en el reclutamiento, la alienación, el delirio (sectas), la homeopatía, la bioenergía (medicinas paralelas y parapsicología) y, finalmente, los métodos ligados al ocultismo (astrología, videncia, espiritismo, telepatía).

Con respecto a las otras medicinas del alma y del psiquismo que se basan también en la cura mediante la palabra, y que se agrupan en diversas escuelas de psicoterapia, el psicoanálisis es la única exclusivamente fundada en el sistema de pensamiento freudiano, y la única que aplica una técnica de la cura y de la transmisión de la clínica erigida sobre la transferencia y sobre la obligación del terapeuta de recurrir él mismo al psicoanálisis (llamado didáctico, y después de control o supervisión), así como sobre una concepción del psiquismo en la que entran en juego las definiciones freudianas del inconsciente y la sexualidad.

Componentes

En este sentido, el freudismo está dividido en seis grandes componentes principales que se originaron entre 1930 y 1960:

Las cinco primeras están en gran medida admitidas y diseminadas en la IPA, mientras que la sexta creó, a partir de 1964, su propio modelo institucional (La Escuela Freudiana de París). En 1981, ésta se atomizó en una multitud de corrientes, entre las cuales sólo una ha fundado una nueva internacional: la [Asociación Mundial de Psicoanálisis]] (AMP).

Otros métodos psicoterapéuticos, escuelas o corrientes, dicen basarse más o menos en el freudismo, sin adoptar su sistema de pensamiento, ni su técnica, ni su principio didáctico. En algunos casos han surgido de una escisión, de una disidencia o de una colaboración con el freudismo, conservando o no las huellas de esa pertenencia (psicología individual, psicología analítica, neofreudismo, terapia guestáltica, neopsicoanálisis, análisis existencial, etnopsicoanálisis, psicología de las profundidades, etcétera), y otras veces son independientes del freudismo y se desarrollaron en sus márgenes, según una dialéctica de la interioridad y la exterioridad (psicodrama, psicología clínica, medicina psicosomática, psicoterapia institucional, terapia familiar).

Como sistema de pensamiento, el freudismo ha influido sobre las artes y sobre los ámbitos del saber preexistentes a él (psicología, psiquiatría, filosofía, historia, religión, literatura, pintura); también sobre todos los que se constituyeron al mismo tiempo que él, planteándose interrogantes comparables (antropología, sexología, criminología, lingüística). Habiendo atravesado el siglo XIX, el freudismo se cruzó por otra parte con la historia de dos grandes corrientes de pensamiento que se desarrollaron mundialmente y dieron forma a movimientos: el marxismo y el feminismo. También atravesó la historia del cinematógrafo, nacido al mismo tiempo que él.

En tanto que escuela de pensamiento que realiza la alianza de un saber clínico con una teoría y un movimiento institucional, el freudismo ha producido una historiografía oficial basada en la idealización de sus orígenes (idolatría del maestro fundador), y un dogmatismo. Por las mismas razones, debido a la diversidad de sus escuelas y sus corrientes, suscitó en su propio seno las condiciones para una crítica de ese dogmatismo.

Neofreudismo

Corriente de la filosofía burguesa moderna, que se basa en los principios psicoanalíticos de investigación del hombre y del lugar y papel que le corresponden en la estructura de los institutos sociales.

El neofreudismo surgió en virtud de la revisión de algunas tesis del freudismo, que mostraron su estrechez y carencia de perspectivas. Los neofreudistas (K. Horney, H. Sullivan, Fromm), sometieron a crítica una serie de postulados de partida y conclusiones finales del psicoanálisis clásico en la interpretación de los procesos psíquicos interiores, que condicionan el surgimiento de situaciones conflictivas, y en la comprensión de los niveles estructurales de la psique y de los mecanismos de funcionamiento de lo inconsciente. Pero, incluyendo las nociones sobre los motivos irracionales de la actividad humana supuestamente innatos y el propio método psicoanalítico de investigación de las estructuras individuales, personales y sociales, los esquemas más importantes del psicoanálisis clásico siguen conservando su significado en el neofreudismo. Al centrar su atención en los procesos sociales y culturales que ejercen influencia sustancial sobre el surgimiento de conflictos intrapersonales, los adeptos del neofreudismo se apoyan en la concepción freudiana de las afecciones inconscientes que, a su juicio, amplió los límites del conocimiento del fuero interno del hombre.

El psicoanálisis clásico no dio amplias respuestas a las preguntas sobre la existencia humana, sobre cómo debe vivir el hombre y qué debe hacer. Los neofreudistas procuran llenar esta laguna. Mantienen una actitud crítica hacia la sociedad occidental moderna, en la que el hombre pierde su unicidad, se enajena del mundo exterior y de sí mismo y se priva de la medida propiamente humana, pero no ponen de relieve las auténticas causas de la degradación de la personalidad y la contradicción entre los intereses sociales y personales. La esperanza en la liquidación de las diversas formas de enajenación del hombre se vincula con el “psicoanálisis humanitario”, que supuestamente coadyuva al despertar de elementos críticos en la conciencia del individuo y a la transformación de sus valores e ideales vitales. Ahora bien, el procedimiento psicoanalítico de curación de la sociedad mediante la curación del individuo resulta utópico, y el enfoque humanista abstracto, basado en dicho procedimiento, carece de perspectivas, es incapaz de llevar a la eliminación de las verdaderas causas de la fisión de la personalidad en la sociedad burguesa ni de la crisis de la civilización capitalista.

Referencias

  1. Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 197.

Fuentes