Fuente Obejuna (España)

Fuente Obejuna
Información sobre la plantilla
Ciudad de España
Bandera de Fuente Obejuna
Bandera

Escudo de Fuente Obejuna
Escudo

EntidadCiudad
 • PaísBandera de España España
 • ProvinciaCórdoba
Población (2014) 
 • Total4 961 hab.
Gentiliciomellariense
Vistafuenteobejuna.jpg

Fuente Obejuna, antes conocido como Fuenteovejuna, es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. En el año 2014 contaba con 4961 habitantes (incluidas sus 14 aldeas). Su extensión superficial es de 592 km² y tiene una densidad de 9,2 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 38º 16' N, 5º 25' O. Se encuentra situada a una altitud de 625 metros y a 96 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba. El municipio está bien comunicado por la carretera N-432.

Etimología

Además de «Fuente Obejuna», que es el nombre oficial, el municipio también es conocido como «Fuente Ovejuna» y «Fuenteovejuna». Antes de la creación de la Real Academia Española, el uso de las letras "b" y "v" era indistinto, de ahí las diferentes formas en que se escribe el nombre de la localidad cordobesa. Algunos han relacionado el nombre de Fuente Obejuna con el de la villa romana de Fons Mellaria («fuente de miel»), que se encontraba en el término municipal de Fuente Obejuna a unos 5 km del casco urbano, en el cerro de Masatrigos, lugar en el que han aparecido restos de construcciones romanas. A partir de este nombre se obtendría «Fuente Abejuna» y posteriormente «Fuente Obejuna».

Geografía

Demografía

Existen catorce aldeas o pedanías que dependen administrativamente de Fuente Obejuna y que, por tanto, forman parte de su término municipal:

  • Alcornocal
  • Argallón
  • Cañada del Gamo
  • La Cardenchosa
  • La Coronada
  • Cuenca
  • Los Morenos
  • Navalcuervo
  • Ojuelos Altos
  • Ojuelos Bajos
  • Los Pánchez
  • Piconcillo
  • El Porvenir
  • Posadilla

Cultura

Patrimonio religioso

[[image: AyuntamientoiglesiaNtraSradelCastillo.JPG |thumb|150px|rigth|Ayuntamiento e Iglesia Nuestra Señora del Castillo]]

  • Iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Está situada en el centro de la localidad y en su punto más elevado, y como «curiosa paradoja del destino», en palabras de Rivera Mateos y según la mayoría de los historiadores, se alza sobre los restos de la casa de Fernán Gómez de Guzmán, comendador mayor de la Orden de Calatrava y asesinado en 1476 en Fuente Obejuna en el transcurso del motín popular que inspiró la obra teatral Fuenteovejuna, del célebre dramaturgo Lope de Vega. En su interior destacan sobre todo el retablo mayor, obra del siglo XVI, el retablo de la capilla del Sagrario, que es del mismo periodo, las pinturas murales descubiertas en el siglo XX y realizadas a finales del siglo XV, y la custodia procesional, que según la mayoría de los autores fue labrada por Juan Ruiz el Vandalino, aunque ello no ha podido ser demostrado fehacientemente. Además, el eclesiástico e historiador Manuel Nieto Cumplido afirmó que todo el templo «es una maravilla, y hay en él tantas cosas de valor que las pinturas (murales) no destacan demasiado», y Juan Miguel Larios Larios, por su parte, y según afirmó Manuel Gahete Jurado, aseguró que es un templo «espacioso, elegante en sus proporciones y enriquecido notablemente por las pinturas murales y el arte mobiliar».
  • Iglesia de San Francisco. Formó parte del antiguo convento de San Francisco de Fuente Obejuna, y está situada en la calle Maestra y a la altura de la esquina de la calle del Santo Cristo.
  • Ermita de Jesús Nazareno. Se encuentra en la calle Doctor Miras Navarro de Fuente Obejuna, y los autores del Catálogo artístico y monumental de la provincia de Córdoba afirmaron que es un edificio que siempre ha sido de «gran interés» para los historiadores y sobre todo por el hecho de que algunos autores creyeron erróneamente que se trataba de una construcción de época musulmana.

Historia

Hoy en día seguimos sin tener una idea clara en relación a la población indígena que, en mayor o menor número, debió habitar esta zona en tiempos prerromanos. Sea como fuere, Roma se instala en todos los casos en yacimientos de nuevo cuño, y al menos por lo que se refiere a la primera etapa siglos III a.C. no parece tener otros intereses en la zona que los puramente mineros. Se ponen en explotación conjuntos como los de La Pava o La Loba y, a juzgar por las excavaciones practicadas en esta última, las estructuras de hábitat se disponen contiguas a la mina, sin que hasta la fecha conozcamos ningún asentamiento de pretensiones más suntuarias que pudiera pertenecer a los encargados de la explotación, tal vez no asentados en la zona. En cualquier caso, si lo hicieron, debieron quedar instalados en la propia Mellaria, donde algunas cerámicas campanienses permiten retrotraer su ocupación al menos a mediados del siglo II a. C, hecho que tiene su lógica si pensamos que centraliza en alguna medida la más importante zona minera. Tras el abandono de las explotaciones mineras, en parte por las consecuencias de las Guerras Civiles, en parte por el agotamiento de los filones, y en parte por el impulso que se presta a la actividad agropecuaria, parecen por fin surgir algunos centros de explotación secundarios, situados siempre junto a los puntos de agua más abundantes. Es el caso de Los Abriles, Los Sortes (junto al Guadiato) o Huerta del Prado Negro (junto al Zújar), establecimientos de carácter rural, pero importantes, que ya no van a ser abandonados hasta al menos la etapa altomedieval.
A lo largo del siglo III todos estos yacimientos, a los que se une por ejemplo Los Tejares, continúan manteniendo una cierta ocupación que, lógicamente, en el estado de nuestra investigación no es fácil determinar. Con todo, no parece apreciarse una crisis fuerte, tal vez en parte porque el poblamiento romano en la comarca del Guadiato fue siempre bastante limitado y posiblemente en relación con funciones muy determinadas, mineras, agropecuarias o cinegéticas, cuyas posibilidades de explotación no varían mucho al pairo de las veleidades políticas.
Finalmente, a finales del siglo III/ comienzos del siglo IV la zona parece, no obstante, conocer un momento de importante recuperación y, si hemos de juzgar tanto por la numismática como por los materiales que se documentan en superficie, el poblamiento se mantiene en los puntos ya habitados desde el siglo I, a la vez que se ocupan algunos otros como Fuente del Apio o Los Canónigos, donde existen referencias sobre el hallazgo de mosaicos que no hemos podido verificar. Si Masatrigo sufre una cierta decadencia en beneficio de las explotaciones agrarias es algo que hoy por hoy no resulta perceptible, y más bien pensamos en una posible coexistencia, que no haría sino prolongar la ya establecida siglos atrás, ahora eso sí en condiciones de mayor igualdad que vendrán determinadas por un considerable desarrollo de las villa, instalaciones agrícolas origen en muchos casos del poblamiento medieval posterior.
La presencia visigoda sólo ha dejado restos apreciables en la Ermita de San Bartolomé, que a juzgar por su decoración y carácter suntuario debió ejercer quizá un cierto papel comarcal, y, seguramente, en algunos de los conjuntos aislados de tumbas excavados que se reparten por diversos puntos del territorio -aun cuando la mayor parte de ellos deben retrasarse hasta tiempos plenamente medievales-. De sus estructuras de hábitat no tenemos hoy información alguna, pero tanto la vida, como todo lo relacionado con la muerte, debieron experimentar escasas modidicaciones con respecto a la más Tardía Antigüedad, y de este momento a la etapa altomedieval, caracterizada por grupos aislados, ubicados junto a los mas importantes puntos de agua y las tierras más ricas, conformando un poblamiento de carácter disperso que se mantiene aún en nuestros días.
De todos estos aspectos nos ocupamos con mayor profundidad en la monografía a la que antes aludimos. Sólo insistir ahora en el abandono secular a que la historiografía de carácter arqueológico ha sometido a estas tierras y que ha sido precisamente este vacío en la investigación el que nos llevó al planteamiento de un Proyecto que, sin embargo, no representa sino una mínima parte del enorme volumen de información histórica que guarda la arqueología de la comarca.
Planteo en este sentido la necesidad de acometer un esfuerzo conjunto para la protección y recuperación de los más importantes yacimientos conocidos en el Valle Alto del Guadiato, que permita acercar sus claves históricas a la sociedad y, al mismo tiempo, documentar la evolución del poblamiento, de los recursos económicos, de la minería y de la explotación de las fuentes mineras por estas gentes desde los primeros momentos en que sus tierras conocen al primer habitante. Por cuanto no podemos minusvalorar la trascendencia que su correcta interpretación y entendimiento revisten para la conciencia histórica de la sociedad, aparte de facilitar su incorporación a los valores etnográficos que por sí misma ofrece esta zona.
Para ello, sería conveniente acometer la excavación e intervención en alguno de sus yacimientos más importantes, que, además de la forma de vida nos permitieran el acercamiento a los sistemas de explotación de la tierra y sus diversos recursos: agrícolas, ganaderos, cinegéticos y mineros a lo largo del tiempo; la creación de un Museo Histórico Municipal que, además de recrear los hechos más destacados de la Historia Local sirviera para la recuperación del patrimonio etnográfico; la integración de todo ello en rutas turísticas que favorecieran el acercamiento al mundo rural y a la naturaleza en su expresión menos contaminada, y, en definitiva, la potenciación adecuada de una comarca secularmente marginada y deprimida, aproximando sus matices más prístinos al resto de la sociedad, que podría aprender con todo ello a valorar adecuada¬mente la riqueza e interés que radican en nuestras propias diferencias.
Es considerado como uno de los pueblos más antiguos de Andalucía, puesto que la presencia humana se remonta al Paleolítico Inferior. Los romanos lo poblaron en el S.I a.C. y la llamaron "Font Mellaria" que significa fuente de miel y que luego sería Fuente Abejuna, debido a la gran calidad de la miel. Tras la dominación musulmana, fue reconquistada en 1315 por el rey Enrique II.
En el Siglo XIV se convirtió en el centro lanero del reino de Córdoba. En 1468 es tomada por el Comendador Mayor de la Orden de Calatrava D. Fernán Gómez de Guzmán, convirtiéndose en encomienda de la Orden de Calatrava. En 1513 pasó a depender de Córdoba.
Este municipio es famoso por los sucesos históricos del siglo XV que inspiraron la obra teatral Fuenteovejuna escrita por Lope de Vega y publicada en 1619, donde se relata la indignación y sublevación del pueblo ante el abuso del Comendador, el representante del poder real y nobiliario local, que pretendía ejercer su "derecho de pernada" (o sea: tener la primera relación sexual con una mujer cuando ésta se casaba), amén de otros abusos contra la población, como usarlos como tropa en sus ambiciones particulares. El pueblo, al unísono, se subleva y ejecutan al Comendador, y cómo reacciona la justicia de los Reyes Católicos ante estos hechos.

Sociedad

Centros educativos

  • C.E.PR. Fuente Obejuna-Valsequillo-Los Blázquez-La Granjuela
  • C.E.I.P. San Carlos Borromeo
  • C.E.I.P. San Sebastián
  • I.E.S. Lope de Vega
  • C.P.R. Guadiato

Centros deportivos

  • Piscina Pública
  • Campo de Fútbol
  • Pistas deportivas
  • Complejo deportivo

Centros de salud

  • Consultorio Medico De Fuente Obejuna
  • Consultorio De Posadilla

Fuente

artículo[Fuente Obejuna] disponible en Cordobapedia consultado el 12 de enero de 2017.
artículo[Fuente Obejuna] disponible en Wikipedia consultado el 12 de enero de 2017. artículo[Fuente Obejuna] disponible en fuenteovejuna.org consultado el 12 de enero de 2017.