Fuente de Las Nereidas

Las Nereidas
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Fuente)
Nereidas1.jpeg
Fuente monumental realizada en mármol blanco, cuya composición está realizada en una pirámide clásica de marcada influencia renacentista en su estilo y de espíritu barroco en el movimiento intenso de sus formas.
Descripción
Tipo:Fuente
Localización:Ciudad de Buenos Aires, Bandera de Argentina Argentina
Datos de su construcción
Inauguración:21 de mayo de 1903


Fuente de Las Nereidas (popularmente conocida como “Fuente de Lola Mora”). Es el monumento más característico de la Costanera Sur. En la mitología griega las nereidas eran las cincuenta hijas de Nereo y de Doris y se las consideraba las ninfas del mar, pues vivían en las profundidades del océano. Emergían a la superficie para ayudar a lo marineros que lo necesitaran, siendo los argonautas los más famosos.

Dolores Mora de la Vega

Vista integral de la fuente

Su autora, Dolores Mora de la Vega, había nacido en Trancas (Tucumán) en 1867, en el seno de una próspera familia de estancieros y profesionales. Desde muy niña mostró su habilidad para dibujar y las primeras exposiciones de sus cuadros la enfrentaron con el rechazo de una sociedad prejuiciosa que no admitía que una mujer quisiera convertir el arte en su medio de vida.

Rebelde y tesonera, a los 29 años obtendría una beca del Estado argentino para perfeccionar sus estudios de pintura en Italia.

Fue en Roma donde descubrió su vocación por la escultura y nunca más volvería a pintar. Discípula de Julio Monteverde, muy pronto conoció el éxito, ganó concursos internacionales, trabajó por encargos de la nobleza peninsular y se habituó a los elogios en los diarios europeos. Pero en su amado país aún no la conocían como escultora.

En 1901 Lola ofreció a la ciudad de Buenos Aires una fuente artística, por la que no cobraría honorarios, para mostrar los frutos de un aprendizaje que su país había financiado. El intendente Adolfo Bullrich aceptó la oferta, y hasta prometió el emplazamiento de la obra en la Plaza de Mayo, tal vez convencido de que una mujer jamás sería capaz de esculpir semejante monumento y que la fuente ofrecida nunca dejaría de ser sólo un boceto.

Lola Mora trabajó tenazmente en su casa-atelier de Roma durante un año, montada en caballetes o escaleras, cantando vidalas al ritmo de los golpes de cincel y restándole horas al sueño. Era famosa la distinción de sus vestidos de encaje y sus elegantes sombreros en las reuniones sociales; pero para trabajar vestía amplios pantalones, blusas de seda cruda, pañuelo bordado al cuello y una boina que apenas lograba retener su indomable cabellera negra, por la que su amigo poeta Gabriele D’Annunzio la bautizó como “la argentinita de los cabellos peinados por el viento”.

Primero armó un pequeño modelo en arcilla y luego construyó uno en su actual tamaño en yeso. Finalmente se realizaron los trozos de mármol, que fueron trasladados a Buenos Aires a mediados de 1902. Lola también viajó para supervisar el armado final. Para ello usaba pantalones que le facilitaban el movimiento sobre los andamios, lo que fue considerado por algunos como un agravio a la moral, por lo que hubo que rodear el lugar de trabajo con una cerca de maderas.

Se llegó hasta a poner en duda que una mujer hubiese podido ser capaz de crear esa obra, diciendo que en realidad fueron sus ayudantes los autores.

Historia

Las Nereidas sostienen a la Diosa Venus sentada sobre una pequeña valva.

Es la obra de arte más famosa de la artista tucumana Lola Mora, la primera escultora profesional de una Argentina que se escandalizó con su rebeldía y, a la vez, admiró su talento. Fue inaugurada el 21 de mayo de 1903 y sus desnudos desataron polémicos escándalos en la sociedad pacata de la época. A la ceremonia no asistió ninguna mujer.

Las polémicas moralistas continuaron: la sociedad aún "victoriana" consideró "licenciosas" y "libidinosas" las esculturas que mostraban (y muestran) sin recatos los cuerpos desnudos emergiendo triunfalmente de las aguas.

"...y en contraste al entusiasmo de la población que, en gran número, ovacionó a la escultora. Las fotos de la época la muestran única mujer en el palco, entre todos los funcionarios y terminado el acto, también sola entre el numeroso grupo de caballeros que la agasajó en el Club del Progreso...

Esto impidió que se ubicara como estaba previsto en la Plaza de Mayo y se “corrió” a la Avenida Leandro N. Alem, hasta su actual emplazamiento en la Costanera Sur.

Íntegramente realizada en mármol de Carrara, es la representación del nacimiento de la diosa Venus (símbolo del amor), surgiendo de una valva marina.

Toda la composición está realizada en una pirámide clásica de marcada influencia renacentista en su estilo, y de espíritu barroco en el movimiento intenso de sus formas y texturas de sus figuras: los tres tritones de la base que sostienen las bridas de tres caballos sumergidos en el agua; y la náyades o nereidas que representan el nacimiento en la parte inferior, y luego, la representación de Venus en una figura de gran belleza que se erige en lo alto y en el centro de todo el conjunto escultórico.

La presión de las ligas moralistas obligaron a su traslado en 1918 a un lugar más alejado. El sitio elegido fue la Costanera Sur, que en aquel momento se estaba urbanizando. Más precisamente, en la intersección de la actual Avenida Tristán Achával Rodríguez con la calle Padre Migone, frente a la entrada sur de la Reserva Ecológica de Buenos Aires, en el actual barrio de Puerto Madero. La propia Lola Mora se encargó de dirigir el traslado a ese lugar, que es donde se encuentra actualmente.

En 1971 se pensó en trasladarla a la intersección de la Avenida Santa Fe con la Avenida 9 de Julio, pero al observarse que la base tenía fisuras que hubieran podido agrandarse durante la mudanza se prefirió no moverla.

En 1997 fue declarada Bien de Interés Histórico Nacional.

Se trata de una de las obras más relevantes de la escultora Lola Mora (1867-1936), quien la realizó por encargo del intendente de la ciudad de Buenos Aires, Adolfo J. Bullrich. Éste pasó por alto la aprobación del Concejo Deliberante, lo que en su momento fue motivo de críticas.

El monumento

Los tritones, servidores del cortejo de Poseidón.

El monumento, de filiación renacentista y formas y texturas de estilo barroco, representa el nacimiento de Venus. Se halla realizado en mármol blanco y su base representa una gran valva de molusco rodeada de tres grupos formados cada uno de ellos por un magnífico corcel sumergido en el agua de la valva.

Cada animal es sostenido por la brida por un atlético varón desnudo (lamentablemente en un acto vandálico las bridas fueron rotas y reemplazadas por sogas). Estos varones son los tritones, servidores del cortejo de Poseidón.

Sobre la valva se levanta un pilar de roca rústica (travertino de Tívoli) sobre la que se arrodillan dos nereidas desnudas (o sirenas) que sostienen una valva pequeña. Sobre ésta se encuentra sentada la Diosa Venus (quien se dice nació de la fecundación de la espuma de mar) representada por otro desnudo femenino.

El espejo de agua de la fuente que rodea el conjunto refleja todo el motivo.

Enlaces externos

Fuentes

Información consultada de las páginas Web