Fuertes de Santiago de Cuba

Fuertes de Santiago de Cuba
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Obra Arquitectónica  |  (Fuertes)
Fuerte de santiago de cuba.jpg
Los diferentes fuertes que se construyeron en Santiago de Cuba.
Descripción
Tipo:Fuertes
Localización:Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba

Fuertes de Santiago de Cuba. En Santiago de Cuba se construyeron algunos fuertes durante la Guerra Grande y, aunque abandonados o ruinosos, aun existían los de mayor solidez, que fueron aumentados con otros nuevos y estos constantemente reproducidos y reforzados desde el principio y durante los tres años de la Guerra del 95 y hasta los últimos días del asedio de la plaza por las fuerzas americanas y cubanas.

Surgimiento

Después de los primeros sucesos, tras el levantamiento iniciado el día 24 de febrero, ante el auge que indudablemente iba tomando el movimiento y observándose como un hecho fehaciente el concurso y la ayuda de la población, hizo pensar al gobierno en la necesidad de defenderse por todos los medios y entonces surgieron “los fuertes” y “las alambradas”.

Aquellos para repeler cualquier ataque proveniente del exterior y estas para establecer un valladar, que actuando a manera de contén evitase la fácil comunicación de adentro hacia afuera, o viceversa, de tal modo que unos y otras actuaran, de consumo, a manera de un férreo cinturón que circunvalara en toda su extensión el perímetro de la ciudad.

Comparado con el actual era este mucho más pequeño. Estaba limitado por el norte con el Paseo de Concha, hoy Paseo Martí, por el sur con la Trocha, hoy Avenida 24 de febrero, por el este con la finca “San Nicolás de Espantasueño” y el valle del Guayabito y por el oeste con el mar.

Los Fuertes

Para la defensa de la plaza se levantaron, en su mayoría pequeñas construcciones, reductos de mampostería, maderas, tejas o zinc, con aspilleras, artillados y guarnecidos, y a los cuales se les denominaba "fuertes".

Se construyeron algunos durante la Guerra Grande y, aunque abandonados o ruinosos, aun existían los de mayor solidez, que fueron aumentados con otros nuevos y estos constantemente reproducidos y reforzados desde el principio y durante los tres años de la guerra del 95 y hasta los últimos días del asedio de la plaza por las fuerzas americanas y cubanas.

Los soldados de línea o del Ejercito guarnecían los fuertes generalmente y el cuerpo de la Guardia Civil y fuerzas de Caballería hacían las rondas que los recorrían constantemente mientras las zanjas o trincheras situadas entre ellos era ocupadas por individuos del cuerpo de Guerrillas, es decir, por los denominados guerrilleros, abiragarrado e irregular conjunto en su mayoría formado por cubanos de diferentes razas y procedencias puestos al servicio de la Metrópoli.

Vamos a describirlos en el orden de su colocación a lo largo de la línea limítrofe de la ciudad en una extensión de más de siete kilómetros, empezando por el norte, cerca del mar.

Fuerte de Yarayó

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Fue el primero que se construyó por el Ayuntamiento en el año 1814, siendo alcalde constitucional don Francisco José Mustelier, a orillas del hoy desaparecido Arroyo Yarayó, en la avenida que conduce al Cementerio Santa Ifigenia de mampostería y tejas criollas, con capacidad para veinte hombre y sin cañones.

Durante la paz, sirvió de vivienda a familias pobres, y fue restaurado colocándose una tarja de bronce con explicativa leyenda sobre su principal puerta de entrada y que dice así, "Fortín Yarayó – 1868.

Construido conjuntamente con otros de su clase por el gobierno español, para defender a la ciudad de los ataques de los patriotas cubanos alzados en armas por la Independencia. -Comisión Pro-Monumentos, Edificios y Lugares históricos de Santiago de Cuba. Administración del alcalde municipal señor Luis Casero Guillen, 1946"

Fuerte de San Antonio

Construido también durante la Guerra Grande pasado el paseo de Concha, hoy Avenida Martí, en una eminencia del terreno de la finca "Los Olmos", siguiendo la dirección de la calle de Carnicería, daba albergue a treinta hombres, dominando con sus fuegos el valle de San Antonio y al camino de este nombre, y sin estar artillado.

Hasta el día 12 de junio de 1898 en que se montó un cañón de bronce, rayado, de 16 cm, y a cargar por la boca y otros dos, también de bronce y rayados, de 8 cm..

Fuerte de Cuabitas

A la derecha saliendo, en el camino de Cuabitas, sobre una pequeña loma, fue construido de tabla y zinc sobre base de mampostería, en el curso de la presente guerra, con cabida para veinte hombres y sin cañones.

Fuerte de Santa Inés

Como los primeros fue construido en la guerra del 68, con capacidad para una compañía, sobre el Paseo de Concha y en terrenos de la finca "San Nicolás de Espantasueño", en situación de dominar en sus fuegos todo el valle de Santa Inés.

Se llamo Fuerte-enfermería de Santa Inés y se comunicaba con el Paseo del Príncipe, cuya continuación era la calle de Cuartel de Pardos. No estuvo artillado hasta el día 12 de junio de 1898 en que le fue emplazado un cañón de bronce de 12 cm. rayado y de antecarga. Aprovechando la noche del 1 de julio se reforzó su defensa montando otro cañón de bronce, de 8 cm de largo y de antecámara.

Fuerte de Cuartelillo

No muy distante del Paseo de Concha, hoy avenida de Martí, y de la actual Carretera Central existió un fuerte grande de mampostería, situado en un lugar alto, en un sitio al que le ha dado nombre, enclavado en la hoy calle General Guerra, que antes se llamó Calle Cuartelillo, esquina a un callejón del mismo nombre.

En el lugar que ocupó este reducto militar se construyó una casa que fue propiedad de Francisco Vázquez y de su hija Pilar. Colindante con el que fue el Fuerte Cuartelillo hay actualmente una edificación amplia de mampostería, que ocupa el Tostadero Guillén.

Por su amplitud daba esta fortaleza cabida a una numerosa guarnición, generalmente constituida por soldados del regimiento de Asia y del de Cuba.

Fuerte Espantasueño

La antigua y solida casa de vivienda del demolido ingenio de San Nicolás de Espantasueño, cuyos terrenos ocupa hoy el Reparto de Fomento, sirvió, por sus condiciones y situación de fuerte y albergue de tropas para ayudar a la defensa de la ciudad.

Aquella parte fronteriza fue siempre defendida especialmente cuando el asedio a la plaza por los ejércitos americano y cubano. Allí se emplazaron el 13 de junio de 1898 en el lugar conocido por "El Níspero", a la izquierda del camino de salida al Caney, un cañón de bronce, rayado de 16 cm y otro de 12 cm, de ante carga y rayados al día siguiente cuatro más de bronce, antecarga, rayados y de 16,12 y dos de ocho.

Fuerte de Canosa

Estaba emplazado en el lugar de confluencia de los caminos del Caney y San Juan, en lo que se llama hoy Entronque de Vista Alegra, dominando ambas vías. Fue construido en la guerra del 1895 con capacidad para veinticinco hombres, de tablones de madera y zinc y sin artillería.

Era una avanzada dado su alejamiento de las alambradas y portillos de esa parte y su nombre era el de un jefe de guerrillas de la zona.

Fuerte de la Pedrera

En una pequeña eminencia con que entonces terminaba la calle de General Escario, entre las calles de San Miguel y Pedrera, fue levantado con madera y zinc durante la guerra última y de igual capacidad que el anterior. Dominaba el valle del Guayabito y sus forrajeras y estaba carente de cañones.

Fuerte de Santa Úrsula

Era uno de los mejores, de guerra con tablas, zinc y bases de mampostería, con capacidad para veinticinco hombres. Fue artillado el 25 de junio de 1898 con una pieza de bronce de 12 cm. y de antecarga.

Fuerte del Horno

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Siguiendo una línea paralela a la Trocha y sobre la meseta de una gran elevación del terreno, fue construido en la Guerra de los Diez Años este fuerte, todo de mampostería, con numerosas aspilleras y una caseta de observación en su parte mas alta.

Su nombre lo debió a existir allí un horno de cal. Dominaba la Trocha y el camino del Morro. La altura de su asiento se designaba la Loma del Queque, seguramente por su figura. En el lugar de su emplazamiento de forma triangular, rodeado por la calle del Fuerte y las calles Cuatro y Nueve, hoy Reparto de Mariana de la Torre, el alcalde Casero construyó un parque infantil denominado "Candelaria Palma", la madre del presidente don Tomas Estrada Palma.

Servía este fuerte de vigilancia eficaz por su situación, sin estar artillado hasta el 25 de junio de 1898 que se le instaló un cañón rayado, de 12 cm y de antecarga, como a sus otros compañeros.

Fuerte de Gasómetro

Denominado así por estar próximo a la fabrica del gas que era el fluido que servía para el alumbrado publico y privado, fue construido en la ultima guerra en una eminencia del terreno, de madera y zinc, sobre bases de mampostería, con cabida para veinticinco hombres y dominaba la Trocha cercana y la referida fábrica.

Fuerte de Punta Blanca

De gran importancia por su situación a la orilla del mar, por su construcción de mampostería, por su antigüedad, pues data del año 1845 y edificado bajo el mando del mariscal de campo don Cayetano de Urbina, en terrenos cedidos por D. Agustín de la Torre y por sus servicios artillados con ocho cañones, era el encargado de hacer las salvas en las fiestas nacionales y actos conmemorativos, así como contestar los saludos hechos en la plaza.

Con capacidad para cincuenta hombres estaba siempre guarnecido por fuerzas de Artillería. En Junio de 1898 fue desprovisto de sus ocho cañones que fueron distribuidos en los demás fuertes. Con este bastión se termina en el sur la enorme herradura que comenzó en el punto de partida norte con el fuerte de Yarayó y cuyos extremos unía el cerrado litoral de la bahía.

A todos estos fuertes atendió el Gobierno desde el primer año, es decir, desde 1895 hasta julio de 1898, en que fueron artillados y reforzados, siendo transportados los cañones por yuntas de bueyes y peones bajo la contrata de don Nicasio Gatas, dueño de un tren de “carretillas”, típico vehículo de carga en esta ciudad.

La dirección técnica de estos traslados y los emplazamientos respectivos estuvieron a cargo de los coroneles Florencio Caula Villar, del Cuerpo de Ingenieros, y Salvador Díaz Ordoñez, de Artillería.

Otras edificaciones

No obstante esos torreones, que circundaban la ciudad de modo que sus fuegos pudieran cruzarse en defensa de cualquier ataque, existían otras importantes edificaciones que guarnecidas debidamente, completaban el servicio. Las principales estaban hacia el lado del este y eran las siguientes:

Hospital Militar Príncipe Alfonso

Vastísimo y sólido rectángulo empezado a construir en tiempo del general Vargas Machuca, por su situación cercana a los cuarteles y su perenne cuerpo de guardia podía considerarse un baluarte más para la defensa.

Estaba situado paralelamente al llamado Paseo del Príncipe y adornaba su fachada un elegante y espacioso pórtico sostenido por ocho columnas al cual abrían tres puertas grandes y simétricas y cuyo pórtico lamentablemente fue sustituido por el actual al hacerse las reedificaciones en el hoy Hospital Provincial Saturnino Lora.En su tiempo este edificio se conceptuaba como tal vez el mejor de su clase en la Isla.

Cuartel Reina Mercedes

Cuartel Reina Mercedes

Edificio grande, sólido y bien situado para la defensa de la plaza fue comenzada su construcción en épocas del general Vargas y terminó en 1878. Servía de alojamiento a las fuerzas de Infantería y fue sanatorio de soldados y convalecientes.

Cuartel de Concha.

Data también de la época del constructivo gobernador Vargas, y daba albergue a la caballería del Ejército, al escuadrón Dragones de Santiago, a la Guardia Civil y fuerzas de Ingenieros.

Otras defensas

Pueden considerarse como complementarios de los anteriores dos fortines construidos en la última guerra a uno y otro lado del Depósito de Materias Inflamables situado en la Calzada de Cristina, hoy Lorraine; la Plaza de Toros Colón, edificada también en la misma época en el Paseo de Concha esquina a la calle de Santo Tomás.

Lugar que hoy ocupa el parque infantil “Mariana Grajales”, gran anfiteatro construido por los señores Antonio Veloso y José Guadalupe Castellanos para corridas taurinas y que ocupado durante la guerra por fuerzas militares era un punto más aprestado a la defensa de la plaza.

Fuentes

  • Ravelo, Juan María. La ciudad de la historia. 1949
  • Zayas, Julia. Biblioteca Elvira Cape.