Ganaderos (equipo de béisbol)

(Redirigido desde «Ganaderos (Equipo de béisbol)»)
Ganaderos
Información sobre la plantilla
Equipo de Béisbol
Ganaderos.png
Ganaderos, equipo regional de béisbol cubano que representaba a la provincia de Camagüey.
Equipo:
PaísBandera de Cuba Cuba
Ubicación:Camaguey

Ganaderos, Equipo que levantó el trofeo de la Serie Nacional en la inolvidable temporada de 1976. Representaba a la provincia Camagüey y de hecho es el único conjunto de ese territorio que se ha coronado en Nacionales.

Con este nombre participaron en la I Liga Élite del Béisbol Cubano en 2022 representando a Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey.

Debut

Ganaderos realizó su debut en Series Nacionales (1974 - 75) hasta (1976- 1977) siendo este equipo el de mejores lauros obtenidos, logrando la única corona en Series Nacionales (1975 -1976) que exhibe la Provincia.

Por mucho tiempo, en esta provincia la pelota “germinó” cada treinta años. Así sucedió con los peloteros del Ferroviario, los profesionales de la Liga de Verano del '46 o aquella generación Ganadera y ganadora que levantó el trofeo de la Serie Nacional de Beisbol en la inolvidable temporada de 1976.

La cadena vino a romperse comenzando este siglo: en 2006 la nave tricolor ancló bien lejos de los buenos resultados de otros tiempos y con su onceno lugar pareció confirmar el mal estado del deporte en la provincia, una situación que hoy resulta incluso más negativa.

Se dice fácil, pero ya pasaron cuarenta años de nuestra primera y única serie de oro. En una misma época es complejo diferenciar a los Ganaderos de los Granjeros (Equipo de beisbol) porque la conjugación de ambas formaciones permitió un año después la conquista del “Selectivo” cetro, cuando la estampida “Incapturable” de Camagüeyanos en el '77.

Fue aquella XV serie fugaz y feliz, con un debutante mariscal Carlos Gómez servido de cuatro ases bajo su manga, cuatro apocalípticos jinetes del box llamados Juan Pérez Pérez, Omar Carrero, Gaspar Legón y Alfredo Roque. Basto, oro, copa y corazón, manija de póker, que recorrió la campaña a un ritmo de casi diez ponches por juego.

Historia Paso a Paso

Enero comenzó contra Mineros en un repleto “Cándido González”. Desfile, banderas, franelas locales de añil y rojo, e inhabituales camisas acerezadas para los “ampayas”. Así lucía el terreno aquel día en que el novato Juan Poll decidió de emergente con doble en el noveno, como ganador Pérez Pérez. El resto de la subserie se resumiría en la primera lechada de Carrero y un solitario hit permitido por Legón.

Al “Sandino” viajaron y el supersónico Juan admitió tres cohetes, Carrero recetó salsa blanca, pero Roque perdió en un relevo.

De vuelta a Camagüey hubo fratricida serie contra Granjeros. Fueron choques crueles de 11 y 15 innings, donde Manuel Álvarez y Lázaro Santana hicieron frente a Félix Raspall y a Pérez al cuadrado. Un error del granjero Máximo Pérez permitió a los Ganaderos seguir en punta en la tabla y al otro día el mismo hombre se redimió con línea decisiva.

Henequeneros y Agricultores serían las próximas víctimas. El debutante Sergio Quesada estaba enchufado a la defensa y al bate, y Felipe Sarduy llegaba al tercer puesto en la tanda. A esas alturas Forestales acechaba en la tabla.

Y despertó un león dormido. Reinaldo Fernández en nueve días botó tres pelotas, una vez con la casa llena, e impulsó 12. Fue la locomotora que haló a final de mes.

Vegueros casi recibe una “escoba”, que sí completaron contra Citricultores (Equipo de beisbol y Arroceros (Equipo de beisbol). Para entonces ya se hablaba de Ganaderos campeón; para no serlo debían perder siete de sus quince partidos pendientes, y Constructores ganar 13 de 16.

Fue ese momento el más crítico, el decisivo, cuando los hombres de Pedro Chávez armaron una emboscada ante 40 000 almas en el “ Estadio Latinoamericano”. Pareció funcionarles: en diez innings.

Un reto al otro extremo de la Isla llegó para confirmarlo. En el “Guillermón” Cafetaleros reservaba al ex agramontino Gregorio “Mano Negra” Pérez para enfrentarlos. Ante cuña del mismo palo los camagüeyanos perdían en el peor día de Carrero, que con dolor de espalda había pedido la bola. Sin embargo, la lluvia en tres entradas se encargaba de anular la posible desgracia; la naturaleza también los quería ganadores.

Las nueves argollas de Santana a Constructores en su visita al Cándido y las lechadas de Carrero ante los orientales, al mismo tiempo que Sandalio Hernández la mandaba a volar y Oscar Romero y José Sánchez pintaban con cal a los habaneros, colmaron las más anheladas expectativas de la afición lugareña. Vaya suerte, ¡Granjeros y Ganaderos barrían al unísono, y por estos lares todo el mundo latía al ritmo de lo que ocurría sobre el diamante!

Por toda la provincia flotaba un aire de victoria: el puntero sacaba seis y medio juegos a Agricultores, Vegueros y Metropolitanos, y para más felicidad, con tres días de asueto por el proceso ratificatorio de la Constitución todo el pitcheo estaría listo para completar la faena.

El 17 de febrero de 1976, Omar Carrero venció a Forestales en un repleto “Cándido González” y la liga tuvo rey antes de tiempo. Por primera vez en la Revolución Cubana Camagüey era el mejor en la pelota y hubo desfiles por la ciudad, y homenajes y multitudes.

Exito del equipo

Ganaderos ganó por la confluencia de varios factores, desde la buena mano de un director debutante hasta la providencia. Tal vez fuera el pitcheo lo más terrorífico de aquel team, pero conviene recordar siempre contó con el apoyo de una defensa que hilvanó 81 capítulos sin pifias, y por un bateo oportuno y repartido, que supo hacerse presente cuando los más dramáticos desafíos se adentraban en extrainnings. Doce partidos se definieron por una carrera.

Cuesta y Sarduy dieron seguridad en las esquinas, Quesada fue un agresivo y hambriento novato con muy buena química con Paumier, Cruz garantizó la línea central, Gaínza la velocidad en los corring, José Cruz los relevos, Reinaldo los batazos…

Esta semana se cumplieron cuarenta años y por desgracia o por ley natural ya algunos no están, pero su hazaña todavía no ha sido reeditada y se ancla como dulce recuerdo de un pasado luminoso. Loas a los campeones.

Véase también

Fuentes