Glíptica

Glíptica
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Concepto:Es el arte de tallar las piedras duras.

Glíptica. Es el arte de labrar o tallar las piedras duras que son todas las variedades del cuarzo, del topacio y de los corindones el rubí y zafiro.

Definición

El término glíptica deriva de la palabra griega “glifo” que significa esculpir.

Se conoce como glíptica el arte de realizar grabados en general y de gemas o piedras duras en particular que incluye acuñaciones de monedas y medallas. Bajo esta denominación se engloban dos técnicas distintas: el intaglio y el camafeo.

Historia

La glíptica tiene sus orígenes en el séptimo milenio antes de Cristo cuando los babilonios grabaron imágenes en piedras blandas, como la serpentina y la turquesa, para utilizarlas como amuletos.

Alrededor del año 2000 a. C., los egipcios construyeron joyas muy rudimentarias con piedras grabadas y colocadas en anillos. Más tarde tallaron el cuarzo y piedras preciosas más duras, como el rubí o el zafiro con figuras de animales como los conocidos escarabajos de Egipto y las representaciones de dioses que también usaban como collares, con el paso del tiempo los motivos grabados ganaron en complejidad.

Tanto en la Grecia clásica como en Roma se fabricaban camafeos que reproducían retratos de altos dignatarios y de poetas, escenas mitológicas y motivos relacionados con la astrología. Entre los grabadores que han destacado, cuyos nombres figuran en las gemas conservadas, casi todos de los siglos IV y V a. d. C., figuran: Atenades, Frigilo, Dexamero, Pérgamo, Onasta, Licomedes, Filón, Onesas, Nicandro y Pirgoteles, al que Alejandro Magno permitió que tallara su retrato y que según Plinio fuera el mejor de todos los tiempos.

El más importante de los camafeos que data de la época de los Ptolomeos, es uno que figura en el Museo Hermitage de San Petersburgo, conocido antes por el nombre de Camafeo Gonzaga, por haber pertenecido a los Duques de Mantua y regalado en [1814]] por la Emperatriz Josefina al Emperador de Rusia Alejandro I.

También en China bajo la Dinastía Zhou (I milenio a. d. C.) se tallan piezas en jade.

En el 900 d. C los caballeros empezaron a usar su escudo de armas para sellar documentos oficiales. El anillo con sello se convirtió así en un símbolo que distinguía a todos aquellos que podían lucir el escudo de armas de su familia.

En el Renacimiento (siglos XV a XVII), se recuperó la tradición de las gemas grabadas con motivos de la antigüedad. París se convirtió en el centro de este arte que volvía a florecer también en Italia volvieron a resurgir en el siglo XVI auspiciados por los Medicci.

En la ciudad alemana de Idar, célebre por sus minas de piedras preciosas, fueron cobrando auge las gemas talladas y llegaron a hacerse famosos los lapidarios que contribuyeron a que se recuperaran esplendores pasados hasta finales del siglo XIX, de la representación de escenas se pasó a la de símbolos y comenzaron a utilizarse como sellos de identificación reales. Actualmente, Idar-Oberstein sigue siendo el centro más importante de talla de piedras preciosas de Europa.

Técnicas

La glíptica comprende dos técnicas distintas: el intaglio y el camafeo.

El intaglio o entalladura, palabra italiana, en castellano “entalle”, es tallar el motivo profundizando en la piedra, es el grabado en el que el dibujo se realiza mediante un vaciado desde la superficie de referencia hacia el interior de la piedra simulando un negativo con el objetivo de generar una imagen en positivo al apretar sobre una masa blanca.

El camafeo (originario del latín de la palabra “camahutus” y “camaeus” que significa “gema, piedra del anillo’’) en el que la figura se talla en relieve que sobresale del plano de referencia hacia el exterior de la piedra. Se puede definir camafeo como una figura grabada de relieve en piedra preciosa cuyo fondo es regularmente más oscuro que el motivo grabado.

Actualmente las ágatas para labrar camafeos se extraen de Sicilia, Schlottwitz (Sajonia), de Islandia y en California, México, Uruguay y Chile.

Las técnicas y piedras utilizadas no han cambiado mucho con el paso del tiempo. Utilizando ágatas coloreadas en capas, es necesario ir desgastando adecuadamente la capa superior, generalmente más clara, de modo que vaya apareciendo por transparencia la capa inferior más oscura, obteniéndose con ello claroscuros de gran efecto.

Para el labrado de piedras, del cincel se ha pasado a herramientas eléctricas que usan polvo de diamante como abrasivo. Tras el grabado se pulen adecuadamente las superficies por métodos más o menos automatizados.

Actualmente se graba cualquier clase de piedra aunque predomina el ágata (variedad de cuarzo) por ser piedras que ofrecen al artista una variedad de tonalidades que son adecuadas para esculpir camafeos, se utiliza también ópalo, jaspe, malaquita, esmeralda, marfil, lava volcánica, dobletes así como gemas más valiosas como rubíes y diamantes.


Fuentes