Grandes catástrofes

Grandes Catástrofes
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Grandes catástrofes. Un evento o conjunto de eventos, causados por la naturaleza (terremotos, sequías, inundaciones, etc.) o por actitudes humanas (incendios, accidentes de transporte, etc.), durante el cual hay pérdidas humanas, materiales e interrupción de procesos socioeconómicos.

Tipos de catástrofe

Hay catástrofes de tipo natural, tecnológicas y humanas.

  • Naturales: Cuando el acontecimiento lamentable es provocado por la misma naturaleza, por ejemplo un tsunami causado por el movimiento de placas tectónicas, el desbordamiento de un río, deslizamientos de ladera por lluvias torrenciales, etc.
  • Humanos

Se pueden clasificar como: bélicos y antropogénicos

Bélicos

Es cualquier destrucción o conflicto hecho por el hombre caracterizado por las armas y la violencia.

Antropogénicos

Son aquellos desastres que son generados por el hombre tales como: incendios, algunos casos de inundaciones, tecnológicos, entre otros.

Grandes catástrofes en la memoria

El mundo se estremece ante la tragedia ocurrida en Haití, pero lo cierto es que más de un millón de terremotos sacuden anualmente el planeta, algunos tan nimios que sólo son registrados por los instrumentos. Cada año se contabilizan entre 50 y 60 volcanes activos, auténticas gargantas profundas al interior de la Tierra. Los grandes desastres naturales, como huracanes, maremotos, erupciones volcánicas, inundaciones y sismos llevan matando a seres humanos desde tiempos inmemoriales.

En los últimos cien años, los terremotos se han llevado la vida de más de un millón de personas, mientras que los desbordamientos de los ríos se han cobrado nueve millones de almas. Los huracanes y ciclones son particularmente letales y matan rápidamente. La energía que pueden desencadenar en un solo día -se han llegado a medir ráfagas que superan los 320 kilómetros por hora- equivale a 500.000 bombas atómicas como la que se arrojó sobre Nagasaki.

Las cifras no son sólo estadística; hablan de una relación que los seres humanos venimos estableciendo con los dioses de la destrucción, los cuales deciden cuándo y cómo la desgracia se abatirá sobre nuestras cabezas. Sin embargo, las muertes se concentran en un 95% de los casos en los países del Tercer Mundo. ¿Casualidad? A largo plazo, la perspectiva de este hecho deprimente cobra un giro inesperado cuando se investigan las razones. "Si observas las zonas que son volcánicamente más activas, descubrirás que son las que poseen el suelo más fértil", asegura Leslie Newson, escritora y doctora en Psicología por la Universidad de Exeter en Reino Unido. "Toda esa cantidad de cenizas y lavas que los volcanes lanzan a la atmósfera están repletas de nutrientes que regeneran los suelos. Por tanto, no es casualidad que los volcanes activos y los terremotos ocurran en zonas bastante ocupadas. La gente acude allí a cultivar esos magníficos suelos, mantener a su familia, tener hijos, pero se colocan en una situación de riesgo. A largo plazo, el ser humano sale ganando".

"Los estruendos de la erupción del Tambora, la más letal de la historia, se oyeron a 1.400 kilómetros. La cultura tambora desapareció sepultada en ceniza" "De pronto, el mundo mira lo que no quiso ver por tanto tiempo. La muerte sirve cuando es súbita, bruta; la muerte lenta no da bien en las fotos". "En 1976, 16 segundos fatídicos sacudieron la vida de la ciudad china de Tangshan. Las autoridades contabilizaron 242.000 muertos. Quizá fueron el doble".

Newson es autora de documentales para la televisión de la BBC y varios libros, entre ellos, un atlas sobre desastres naturales (Devastation! Dorling Kindersley). Vierte gotas de optimismo entre tanto dramatismo y muerte. Los terremotos "forman parte de la presión que levanta montañas, cuya erosión arrastra nutrientes para fertilizar los valles". Las inundaciones tienen también este efecto regenerador de suelos, al rellenar las llanuras de inundación de los ríos. Además, con cada catástrofe, los medios de comunicación proyectan un impacto emocional positivo, algo comprobado en Haití. "Gracias a la televisión, comprendes que ellos son como nosotros. Puedes ver sus esperanzas, su tristeza y miedo. Cuando los medios de comunicación nos traen esos desastres logran que nuestra humanidad traspase las fronteras locales". Newson cita el terremoto de Armenia ocurrido en 1988, que dejó 25.000 víctimas mortales y destruyó la ciudad de Spitak. El líder ruso, Mijaíl Gorbachov, estaba visitando Estados Unidos en un ambiente donde aún persistía la guerra fría, e interrumpió su viaje para volar al lugar de los hechos. "Todos los periodistas que cubrían su gira le siguieron hasta Armenia con sus cámaras de televisión". El mundo occidental pudo ver en directo el sufrimiento de los armenios. Gorbachov pidió ayuda humanitaria a los norteamericanos -algo que no se producía desde el final de la Segunda Guerra Mundial- y eso "terminó con la guerra fría". La imagen de Rusia como el imperio del mal cayó hecha pedazos. "En la década de los ochenta, los americanos creían que los rusos tenían cuernos. El terremoto cambió la manera en que veían a los rusos".

Recopilación de los desastres más letales ocurridos en la historia moderna.

Terremoto de Lisboa

1755. 100.000 muertos

Día de Todos los Santos, 1 de noviembre, nueve y media de la mañana. El caos se abate sobre Lisboa. El temblor, de 8,7 grados, se hace sentir durante 10 terroríficos minutos. El epicentro ocurre a unos 200 kilómetros del Cabo de San Vicente, en el Atlántico. La belleza de una de las ciudades más bonitas queda borrada. "El terremoto hizo que la gente cuestionase a la propia Iglesia católica", dice Newson. "Mucha gente estaba reunida en las catedrales cuando llegó el sismo y fueron destruidas. ¿Como podía Dios organizar algo así, el día de honrar a los muertos?".

Huracán de San Calixto

1780. Caribe. 27.500 víctimas

Con vientos de más de 321 kilómetros por hora, el Gran Huracán de 1780 o San Calixto II sigue siendo el más poderoso y letal. Arrasó el Caribe (Antillas Holandesas, Islas de Martinica, Santa Lucía, San Eustaquio y Barbados) entre el 9 y el 20 de octubre de 1780. Los testigos hablan de daños "que no se pueden escribir con una pluma", según documentos de la Universidad holandesa de Leiden, como si se uniera el "tiempo espantoso de los truenos, rayos, vientos y lluvias". En la retina de la memoria reciente queda el huracán Mitch, que asoló Centroamérica en 1998 y dejó 18.000 víctimas.

Erupción del Tambora

1815. Indonesia. Más de 90.000 víctimas

Entre el 10 y el 11 de abril, el volcán Tambora, de la isla de Sumbawa, explotó, lanzando a la atmósfera 50 kilómetros cúbicos de magma y cenizas. Los estruendos se oyeron a 1.400 kilómetros: la erupción más letal de la historia. La cultura local, el pueblo de Tambora, desapareció sepultada entre ceniza. Y esa misma ceniza hizo que la temperatura de la Tierra bajara tres grados. En 1816 Europa conoció un "año sin verano", algo que pudo inspirar a la escritora Mary Shelley para realizar su obra maestra, Frankenstein, dice Newson. "Shelley y sus amigos se fueron a Suiza de vacaciones. Pensaban pasar el tiempo fuera, pero debido a la erupción del Tambora, llovió todo el tiempo, decidieron escribir y leer historias, y ella compuso Frankenstein".

Hay otras erupciones terribles. El volcán de la isla indonesia de Krakatoa estalló en agosto de 1883, provocando maremotos que mataron a 36.000 personas. El monte Pelée, en 1902, en Martinica, mató a 29.000 personas, y en 1985, el volcán Nevado del Ruiz, en Colombia, arrojó toneladas de lodo de un glaciar y sepultó a 25.000 personas en Armero.

Terremoto de Tokio

1923. Más de 142.000 víctimas

El 1 de septiembre, el sismo afectó a Tokio y el área de Yokohama originó incendios que quemaron 381.000 viviendas, matando a un número altísimo de personas y originando riadas de refugiados. Una elevación de dos metros en el fondo marino de la bahía de Sagami originó olas de maremoto de hasta 12 metros. La magnitud del temblor fue de 7,9 grados en la escala de Richter. Los distritos industriales y de negocios quedaron reducidos a escombros.

Inundación del río Amarillo

1931. China. Entre 3,7 y 4 millones de muertos

Tras dos años de sequía, las lluvias torrenciales de julio causaron un desbordamiento del río Amarillo el 18 de agosto que anegó pueblos y asentamientos urbanos. Se ahogaron unas 300.000 personas, se inundó una zona de 1.300 kilómetros cuadrados, y la ruina de las cosechas, la falta de arroz y las epidemias acabaron a la postre con casi cuatro millones de almas, especialmente en las ciudades de Nanjing y Wuhan. Newson sugiere que el río facilitó una infección de peste bubónica a través de las ratas.

Terremoto de Perú

1970. Entre 30.000 y 50.000 muertes

El 31 de mayo, domingo, un formidable sismo de 7,9 grados se produjo a unos 35 kilómetros al oeste de Chimbite, un pueblo pesquero. El terremoto desencadenó una formidable avalancha de hielo desprendida de la cumbre del nevado Huascarán; millones de toneladas de hielo y rocas siguieron el cauce de la quebrada y sepultaron el pueblo de Yungay. Los testigos afirman que la ola de barro alcanzó los 60 metros de altura. De 20.000 habitantes, apenas se salvaron 400.

Ciclón Bhola

1970. Pakistán Este. 500.000 muertos

El Centro Nacional de Huracanes en Coral Gables (Florida, EE UU) lo calificó como el ciclón más mortífero de la historia. Aparte de las vidas humanas, las pérdidas fueron aterradoras: 400.000 casas, 280.000 vacas, 90.000 barcas de pesca. El ciclón irrumpió el 12 de noviembre en Pakistán Este (hoy Bangladesh) con ráfagas de hasta 222 kilómetros por hora. Poco después, la oposición política ganaría las elecciones por el descontento popular de la gestión gubernamental de la crisis. Tras una guerra civil, esa región se convertiría en Bangladesh un año después.

Terremoto de Tangshan

1976. China. Entre 242.000 y 655.000 muertes

Los 16 segundos más terribles sacudieron la vida de un millón de chinos mientras dormían, justo a las 3.42 del 28 de julio de 1976, en Tangshán, una ciudad industrial situada unos 140 kilómetros al sureste de Pekín. La magnitud del temblor fue de 7,5 grados. Todo quedó reducido a escombros en un área de máxima destrucción de 47 kilómetros cuadrados. Las autoridades chinas reconocieron 242.000 víctimas, aunque la cifra pudo ser más del doble.

Terremoto de Irán

1990. Más de 40.000 muertes

Poco después de la medianoche del primer día del verano, un temblor de magnitud 7,7 azotó las costas noroccidentales del mar Caspio, asolando las provincias de Zanjan y Gilán, en Irán, donde no quedó un solo edificio en pie. En algunos pueblos, el terremoto exterminó a todos sus habitantes. La réplica del sismo destruyó la presa de Rash, que provocó una avalancha de barro que sepultó a muchos supervivientes. El Gobierno iraní aceptó la ayuda de EE UU, pero no la de Israel y Suráfrica. Además, se contabilizaron 400.000 desplazados sin hogar y 135.000 heridos.

Tsunami del Índico

2004. Alrededor de 275.000 muertes

Al día siguiente de Navidad, un terremoto de magnitud 9 con epicentro cerca de la costa de Sumatra hizo que el fondo del océano Índico se desnivelara varios metros, originando una ruptura a lo largo de una falla de más de 1.500 kilómetros. Las olas del maremoto llegaron a alcanzar 30 metros al tocar tierra. Algunas islas se sumergieron parcialmente y otras doblaron su tamaño al elevarse. Las olas barrieron las costas de Indonesia, Sri Lanka, Tailandia, Malasia, India, Myanmar y Sumatra y llegaron incluso hasta el cuerno de África, en Somalia. La energía desprendida se calcula en 23.000 bombas atómicas como la de Nagasaki.

Bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki

1945. Cerca de 220.000 víctimas

Ataques con dos bombas nucleares en Japón a fines de la Segunda Guerra Mundial. Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, después de seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nuclear Little Boy fue soltada sobre Hiroshima el lunes​ 6 de agosto de 1945,​ seguida por la detonación de la bomba Fat Man el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki.

Accidente de Chernóbil, Ucrania

1986. En la actualidad ya se cuentan más de 20.000 muertos por consecuencia a la exposición a la radiación, y se estima que la cifra ascenderá a aproximadamente 4.000 víctimas.

Accidente nuclear sucedido en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin (a 3 km de la ciudad de Pripyat, actual Ucrania) el sábado 26 de abril de 1986. Constituye uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.

Terremoto de Valdivia

1960. Causa 2.000 víctimas y más de 2.000.000 de damnificados.

Ubicado en Chile, es el terremoto registrado más grande de la historia, con una magnitud de 9,5° en escala de Richter. Posteriormente acontece un Tsunami y erupción del volcán Puyehue, a 200 km del epicentro.

Terremoto de Japón

2011. Fue un terremoto devastador seguido de un gran tsunami que causó 15.812 muertos y unos 300 heridos

Gran terremoto de Japón oriental de magnitud 9,0 MW que creó olas de maremoto de hasta 40,5 metros. El terremoto ocurrió a las 2:46:23 p. m. hora local (05:46:23 UTC) del viernes 11 de marzo de 2011. El epicentro del terremoto se ubicó en el mar, frente a la costa de Honshu, 130 km al este de Sendai, en la prefectura de Miyagi, Japón, a una profundidad de 32 kilómetros. Duró aproximadamente seis minutos según los sismólogos.

Fuentes