Guajabana (Caibarién)

Guajabana
Información sobre la plantilla
Localidad de Cuba
EntidadLocalidad
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaProvincia Villa Clara
 • MunicipioMunicipio Caibarién
Población 
 • Total134 hab.
Guajabana.jpg

Guajabana: Localidad que se encuentra ubicada en el municipio Caibarién, contando con 49 viviendas y 134 habitantes según los últimos estimados. Demográficamente está catalogado como un caserío rural.

Ubicación

La localidad se encuentra en los 79,47444444 grados de Longitud Oeste y en los 22,4575 grados de Latitud Norte, posición geográfica que la ubica al este de Santa Clara, la cabecera provincial, y a una distancia de 6 kilómetros cartesianos de Caibarién, la cabecera municipal.

Topografía

El relieve del territorio donde se encuentra enclavada la localidad se caracteriza por la existencia de valles ciegos, diente de perro, dolinas, cavernas y otras manifestaciones de carso de llanura, siendo esta la nota predominante del paisaje. En general, la zona es llana y las elevaciones existentes son de muy baja altura. A pesar de pertenecer a un municipio costero, favorecido por los vientos marinos, que dotan la localidad de humedad y temperaturas agradables, sus suelos son poco fértiles debido precisamente a su cercanía con el mar. Las condiciones geográficas de la zona hacen que las temperaturas promedios diarias en la localidad oscilen entre una máxima media de 30,17 grados centígrados y una mínima media de 21,46 grados centígrados. Los vientos muestran durante todo el año una tendencia promedio a soplar desde el este noreste de la localidad con una rapidez promedio de 15,1 kilómetros por hora.

Hidrografía

Las lluvias en la localidad alcanzan un total acumulado anual de 1.111,4 milímetros con 118,6 días de lluvias y una humedad relativa en la atmósfera que alcanza el 80,93 % como promedio.

Historia

Casi toda la zona donde está enclavada la localidad era dependiente de San Juan de los Remedios. En los primeros tiempos coloniales la ganadería constituyó la principal actividad económica del lugar, así como la pesca con carácter de subsistencia. En esa etapa se fue fomentando un caserío en el vecino corral de los Cabrera. En 1796 se habilitó el cercano puerto de Caibarién para el comercio con el exterior, sobre todo con La Habana, Sagua la Grande, Matanzas y Santiago de Cuba. La vida económica de toda la zona comenzó a girar alrededor del comercio de dicho puerto, sobre todo de azúcar procedente de los ingenios próximos, el que se desarrolló en la medida en que tomó auge la producción azucarera. El comercio marítimo principal era el de cabotaje. Todo ello propició el auge de la población que emigraba hacia el lugar, que pronto contó con buena actividad comercial, con el ferrocarril, que llegó en 1851, y con un incremento poblacional. Más tarde se instaló en la zona una tenería. Al estallar la guerra en octubre de 1868, uno de los primeros lugareños en tomar las armas fue Arcadio Jesús Crespo Moreno, quien se convertiría, por su valor, en una leyenda del campo insurrecto. Otro de los alzados sería el polaco Carlos Roloff Mialofsky, empleado en asuntos comerciales del puerto, que alcanzó los grados de mayor general y combatió en las dos grandes gestas de ese siglo. Muchos pobladores de la localidad y del vecindario sufrieron la prisión y el destierro en esos años, otros fueron asesinados por los voluntarios, como Rafael Falero Pérez y Francisco Jiménez de Rojas. Algunos combates de la Guerra de los Diez Años tuvieron lugar en zonas cercanas como el de Jiquibú, Cambao, el asalto al tren de Remedios al puerto vecino, incendio al ingenio Reforma y otras acciones. Fuerzas lideradas por Francisco Carrillo y Cecilio González operaron en la zona. Al concluir la guerra se constituyó un Ayuntamiento en Caibarién, lo que le dio oficialmente a toda la zona su condición de municipio. En 1895 la lucha contra España entró en una nueva etapa. En ese año, trabajando en la clandestinidad, se organizó el primer Club Revolucionario de la zona denominado El Diablo. Como miembro de esa organización la patriota María Escobar Laredo realizó un trabajo de preparación para apoyar la lucha armada, hasta que pasó a dirigir directamente las acciones, con un club más fuerte denominado Vencedor, del que fue presidenta. Importantes acciones militares se libraron en la cercanía de la localidad, como las de El Tejar de Rojas, el Matadero, Texico, fuerte Rojas, entre otras. Uno de los jefes locales más distinguidos fue el coronel José Acosta Carbajal (Pajarito). También operaron en la zona el mayor general Francisco Carrillo y el general José González Planas. La vida en el período republicano no ofreció perspectivas nuevas para el pueblo del territorio. Su sector más activo, el marítimo, estaba sometido a un sistema brutal de explotación. Otro renglón importante sería el azucarero, con la existencia de un central en las cercanías, aunque existieron otras industrias menores como la del tabaco, la tenería y una de mosaicos. La producción en el sector agrícola era escasa. En la década del treinta en el vecindario hubo una lucha tenaz contra el machadato, que costó una víctima, el joven Alberto Gómez, asesinado por sus acciones contra la situación imperante el 25 de septiembre de 1932. El enfrentamiento a la tiranía batistiana tuvo sus abanderados en el territorio: Pablo Agüero Guedes cayó en las acciones del cuartel de Bayamo, el 26 de julio de 1953; Luis Arcos Bergnes desembarcó en el Granma y fue capturado y asesinado después de la dispersión de Alegría de Pío; Marcelo Salado Lastra llegó a ser jefe de acción y sabotaje en la ciudad de La Habana y fue asesinado el 9 de abril de 1958; también murió en este movimiento huelguístico, en la provincia de Matanzas, el joven Esteban Hernández Alonso. Toda esta tierra de campesinos, portuarios y pescadores, de obreros azucareros y hombres y mujeres trabajadores, tuvo oportunidad de demostrar su disposición a la lucha y al sacrificio, su coraje y determinación, después del triunfo revolucionario, en la lucha contra piratas, cuando sus pescadores eran atacados y asesinados en el mar, y cuando sufrió los embates de la naturaleza. Los hijos de esta tierra hicieron que toda la municipalidad se extienda hoy más allá de las aguas del mar, con la obra más importante arquitectónica mas importante de todos los tiempos en Cuba, el Pedraplén de Caibarién a Cayo Santa María, para desarrollar un emporio turístico en la cayería del norte villaclareño.

Desarrollo económico

Los principales rubros económicos de la localidad están asociados al desarrollo de la zona: la industria azucarera, el tabaco, los cultivos varios y la ganadería en menor proporción. Cuenta en zonas cercanas con sectores destinados a la pesca, un puerto, una tenería, fábricas de materiales para la construcción, etc. Muchos de sus vecinos han laborado en el Pedraplén de Caibarién a Cayo Santa María y laboran en el emporio turístico de la cayería del norte villaclareño.

Desarrollo social

Educación

Importantes beneficios ha recibido la población de la localidad que hoy cuenta con consultorios médicos, modernas instalaciones de salud en la cabecera municipal con todos los recursos, y otras instalaciones de salud; el desarrollo educacional abarca todos los niveles en el territorio, desde los círculos infantiles hasta la Universidad.

Cultura

Todas las localidades del territorio tienen un significativo desarrollo cultural y han contribuido con su aporte a que el municipio tenga banda de conciertos, coro de aficionados, museos, y otras instituciones de la cultura. La manifestación cultural de más arraigo en toda la zona es la parranda, fenómeno de la región central de Cuba, nacida en el cercano Remedios, y que hoy es la fiesta popular más atractiva para todos los lugareños, donde se unen música, danza, artes plásticas y la pirotecnia, en perfecta armonía, todo expresado en monumentales carrozas, arrolladores bailes y atronadores fuegos artificiales.

Fuentes