Guerra No Convencional

Guerra No Convencional
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Concepto:Actividades llevadas a cabo para permitir un movimiento de resistencia o insurgencia para coaccionar, perturbar o derrocar un gobierno o potencia ocupante al operar a través o con una fuerza subterránea, auxiliar y de guerrilla en una zona inaccesible. Las acciones se dirigen a debilitar y subvertir la "voluntad de la población", o a cómo identificar el activismo del gobierno a favor y en contra, desacreditar, debilitar, provocar y asesinar a las fuerzas pro-gubernamentales, y fortalecer las fuerzas contra el gobierno mediante la capacitación, organización, financiamiento, armamento y si es necesario, el apoyo militar directo en forma de unidades de operaciones especiales en el terreno.

Guerra No Convencional. Injerencia en un país con intencionalidad política de dominación sin usar la tecnología bélica (armas, tanques, drones y bombardeos). Una penetración física política, económica, cultural de un país poderoso en otro en desigual condiciones con la finalidad de someterlo y expropiarlo de bienes hídricos, minerales y / o energéticos. Erigida no solo como forma principal de agresión, sino como herramienta estratégica de la política exterior norteamericana.

Estados Unidos despliega todo su poderío más allá de sus fronteras, con una estrategia que no es nueva, pero que tiene como novedad el nivel de prioridad que le están asignando. Socavar y degradar la moral, la fuerza política, psicológica, militar y económica, así como provocar eventos catalizadores que creen condiciones para una intervención extranjera, son actos de la Guerra No Convencional[1].

Antecedentes

Durante toda la historia de la humanidad han existido guerras. La guerra es quizás las más viejas de las relaciones internacionales y es básicamente el enfrentamiento organizado de grupos armados con el propósito de controlar los recursos, ya sean económicos o humanos, que el enemigo posee.

La guerra puede clasificarse en dos grupos: la guerra convencional (GC) y la guerra no convencional (GNC).

En la GC existe un enfrentamiento armado físico entre los beligerantes, y sus objetivos principales son la destrucción del ejército enemigo y de su infraestructura, o en su defecto el debilitamiento[2].

En la guerra no convencional usualmente no existe un enfrentamiento físico entre las fuerzas militares de las naciones en conflicto, este tipo de guerra se basa en la idea de que es posible desestabilizar al enemigo a través del miedo hasta el punto de lograr que haga grandes concesiones para obtener la paz, sin importar si este aun es capaz de continuar la guerra. Las fuerzas u objetivos son secretos, o no están bien definidos; las tácticas y las armas intensifican el entorno de subversión, miedo y generalmente, lo que se trata de obtener es la coerción o la subversión de un cuerpo político.

El país que aplica una GNC no aplica la fuerza desmedida de un arma convencional, si no que a través de medios creativos, innovadores, tecnológicos y tácticas sigilosas, logra llevar cabo los propósitos que se plantean. En la GNC los objetivos de guerra son usualmente psicológicos y coactivos, y los elementos de las fuerzas armadas usualmente trabajan independientemente y es común que se encuentre infiltrados.

Estudios sobre la evolución de las guerras aseguran que el empleo de métodos de Guerra no Convencional data de la antigüedad.

Durante el período de la Guerra Fría, el mando militar de Estados Unidos desarrolló campañas de GNC para tratar de lograr sus objetivos sin arriesgarse a una contienda generalizada con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Tras el fiasco estadounidense en Vietnam, y para enfrentar el auge de los movimientos de liberación nacional en diferentes partes del mundo desarrolló la doctrina de los “conflictos de baja intensidad”, referente doctrinal cercano a la GNC[3].

Concepto

Como concepto, ha formado parte del cuerpo doctrinal de las FF.AA. estadounidenses desde la II Guerra Mundial, pero es a partir de la década de los 50 del siglo pasado que se conoce con la denominación actual.

La incapacidad demostrada por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para tener éxito en escenarios de guerra irregular, junto a otros factores derivados de esas propias guerras tanto en lo político, moral y psicológico, como en los aspectos técnico- militares, y de la endeble situación económica por la que atraviesa el imperio, ha obligado al mando político-militar estadounidense a retomar enfoques que, aunque igualmente agresivos, tienden a hacer prevalecer la guerra “a distancia”, con poca o ninguna presencia directa de sus fuerzas terrestres en el terreno[4].

Ello se imbrica convenientemente con las estrategias de la Administración Obama que abogan por “liderar desde atrás”, comprometer el mínimo de fuerzas y apoyarse, hasta donde sea posible, en elementos locales y de países aliados, a la vez explotar las vulnerabilidades del adversario, para desgastarlo paulatinamente y provocar su colapso. Eso a lo que hoy llaman indistintamente “poder suave, poder inteligente, o huella ligera” y otras numerosas denominaciones que confluyen en su objetivo: derrocar gobiernos que no se someten a los designios del imperialismo mundial.

Según la Circular de Entrenamiento 18-01 (TC- 1801), uno de los principales documentos doctrinales norteamericanos sobre la Guerra no Convencional de las Fuerzas de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos, fechada en el año 2010, se trata de aprovechar las posibles vulnerabilidades del Gobierno a derrocar; distanciarlo de la población; desplazar a la porción de la ciudadanía que actúa de manera neutral hacia posiciones en su contra; explotar estos elementos a través de la subversión, y cuando esta no conduzca a los resultados estratégicos deseados, recurrir al conflicto armado a través del fomento de la insurgencia, que actúe de manera irregular y conduzca a la inestabilidad incontrolable e impida gobernar. En tal sentido deben jugar un papel protagónico, según el propio documento, los medios de comunicación masiva y las modernas tecnologías de la informática y las comunicaciones, en función de las acciones subversivas[5].

Según la TC-1801, la Guerra No Convencional es:

"el conjunto de actividades dirigidas a posibilitar el desarrollo de un movimiento de resistencia o insurgente; para coaccionar, alterar o derrocar a un gobierno; o tomar el poder mediante el empleo de una fuerza de guerrilla auxiliar y clandestina”, aprovechando, promoviendo y contribuyendo casi siempre de modo directo aunque encubierto a alentar las vulnerabilidades económicas, políticas y militares del adversario seleccionado"

La GNC conjuga una red de tanques pensantes (think tanks), fundaciones, fondos, y demás organizaciones que están detrás de la desestabilización abierta de naciones soberanas. Sus narrativas en las políticas públicas o para el consumo público son engañosas y persuasivas. Su función es cooptar a los pensadores progresistas, medios de comunicación y activistas.

Fundaciones, financiamientos, equipamientos, adiestramientos, mercenarios, manipulación; y mucha persuasión a través de los medios de comunicación, son algunas de las técnicas utilizadas por el Departamento de Estado, para socavar las bases de los gobiernos legítimos del mundo que no se rinden ante los designios del imperio.

Circular de Entrenamiento 18-01 (TC- 1801)

Cada servicio armado en EE.UU. (Ejército, Marina, Infantería de Marina y Fuerza Aérea) dispone de su propio sistema de publicaciones doctrinales. En particular, las Circulares de Entrenamiento contienen “principios duraderos, procedimientos, términos y símbolos” que describen los aspectos básicos de cómo una rama específica de determinado servicio armado y sus organizaciones subordinadas llevan a cabo las operaciones militares y cómo se entrenan para ellas[6].

La TC 18-01, como documento doctrinal de las Fuerzas de Operaciones Especiales del ejército de EE.UU., fue elaborada en noviembre de 2010 por el Centro de Guerra Especial, John F. Kennedy, enclavado en la base de Fort Bragg, Carolina del Norte.

La Circular recoge en su acápite preambular un pronunciamiento del ex presidente John F. Kennedy, en 1961, que no deja margen a equívocos:

"…hay otro tipo de guerra, nueva en su intensidad pero antigua en su origen. Una guerra de guerrillas, subversiva, de insurgentes, de asesinatos; una guerra de emboscadas, en vez de combates; de infiltración en vez de agresión; que busca la victoria mediante la degradación y el agotamiento del enemigo en vez de enfrentarlo. Se aprovecha de los disturbios…"

En su sección introductoria, en sus páginas se recoge “el concepto actual de las Fuerzas de Operaciones Especiales del Ejército para planificar y desarrollar las Operaciones de Guerra no Convencional”.

A pesar de ser un documento de carácter doctrinal, refiere que su cumplimiento “no es obligatorio”, lo que posibilita y faculta a las unidades de las Fuerzas de Operaciones Especiales que lo emplean para que “desarrollen sus propios procedimientos operacionales en pos de cumplir sus objetivos”, lo que les concede una desproporcionada libertad de acción e impunidad, cuestionada incluso por aliados y socios de Estados Unidos.

El contenido del documento, además, conecta funcionalmente la doctrina de la Guerra no Convencional con todo el entramado del gobierno de los EEUU.

Según se lee en sus paginas, la Guerra No Convencional entraña un esfuerzo “multiagencias” por parte de Estados Unidos. Desde su parte introductoria, la TC 18-01 deja establecido que se trata de un documento destinado a los efectivos de Fuerzas de Operaciones Especiales, en servicio activo o en la reserva, desde el nivel básico, (los Destacamentos), hasta el nivel de Batallón, auque se concibe que pueda ser empleado además “por todo el Ejército de EEUU y otras agencias del Departamento de Defensa y del Gobierno de EEUU”.

Se trata, de una guía elaborada y diseminada por el Gobierno de los Estados Unidos para que sus militares y otro amplio espectro de funcionarios federales se entrenen en técnicas, tácticas y procedimientos de cómo subvertir el orden y promover un “cambio de régimen” en el escenario internacional que seleccionen.

A partir del viejo proverbio según el cual “los imperios no tienen amigos, sino intereses”, la TC 18-01 afirma desde su portada que está autorizada su distribución “a alumnos de otros países”, pero solo después de un análisis caso por caso.

Delata su contenido inobjetablemente subversivo el hecho de que, ante la inminencia de caer en manos del adversario, se indica “destruirla por cualquier método”, para evitar que su contenido sea revelado, o reconstruido el documento.

Factibilidad y Conveniencia

La Circular de Entrenamiento 18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU., reconocen la existencia de “condiciones de aplicación” que rigen la “factibilidad” y la “conveniencia” de optar en un momento dado por esta variante de agresión[7].

Desde la perspectiva del mando político-militar de Estados Unidos, el éxito del procedimiento decisorio dependerá del correcto análisis de estas “condiciones de aplicación”, algunas de las cuales pueden ser aprovechadas del modo en que se manifiestan en determinado escenario y otras modificadas o creadas de manera artificial.

Factibilidad

La “factibilidad” de la opción no convencional para hacer la guerra depende, fundamentalmente, de las “condiciones humanas y físicas del ambiente”, que dicho documento define a partir de la existencia de:

"[…] un gobierno o poder de ocupación debilitado; una población segmentada; y un terreno favorable para organizar y mantener la resistencia armada o la subversión "

Conveniencia

La “conveniencia” dependerá de las características del movimiento de resistencia, entendida como:

"[…] la voluntad de cooperar con los Estados Unidos; una ideología y objetivos compatibles; y un liderazgo capaz de resistir "

Tales elementos resultan, según sus gestores, garantía para el avance del esfuerzo subversivo, hasta la consecución de un movimiento armado interno capaz de derrocar al gobierno objeto de la agresión no convencional.

Es precisa la Circular de Entrenamiento 18-01 al apuntar que, si como parte de la apreciación de las condiciones de aplicación, los planificadores determinan que estas no son favorables, entonces es necesario:

"[…] prever las medidas que pudieran transformar la situación vigente en una más conveniente, a través de métodos como la persuasión; la degradación del control del adversario sobre la población; el reforzamiento de la voluntad de resistir de esta y el empuje de la mayoría de la población hacia posiciones contrarias al gobierno "

Características de la GNC

Rebaja los estándares de la vida civil a través de prácticas inhumanas (escasez de productos de consumo diario y tecnológico). Resulta más económica para el agresor por cuanto no tiene gastos extremos que ocasionan los combates, invasiones y enfrentamiento entre ejércitos[8].

  • Guerra mediática para desprestigiar y justificar las acciones injerencistas: Campaña internacional y nacional sobre la inseguridad.
  • Utilización de un gran aparato financiero exógeno que subvenciona los actos callejeros, de terrorismo urbano o contra bienes de las naciones (empresas hidroeléctricas entre otras) y las empresas de información.
  • Cuenta con apoyo secreto de grupos militares y civiles opositores a quienes se les dota e instruye en .cursos para la elaboración de bombas, uso de armamentos ,ataques urbanos
  • Provoca el miedo en la población civil a través de las campañas mediáticas
  • Significativa participación civil tanto como agresora para crear el conflicto como víctima del mismo.
  • Crea a través de los medios escritos y televisivos un clima d e desconfianza y ,desesperanza sobre las actuaciones del gobierno en la población del país objeto de la guerra no convencional.
  • Crea un estado de conflictividad civil para el quiebre moral de los partidarios del modelo de Estado.
  • Viola los derechos humanos de la población.
  • Ejercicio de campaña subliminal promocionando la intervención del gobierno de EEUU.
  • Violenta los derechos y acuerdos internacionales.
  • Utiliza la técnica del rumor en calles, colas, metro, salas de espera de clínicas, hospitales, abastos.
  • Uso de las redes sociales con fines desestabilizadores.
  • Disturbios callejeros.
  • Guerra económica.
  • Una vez que los enfrentamientos civiles se complican viene la intervención de las negociaciones de paz mientras tanto intensifican la participación en la violencia con presencia de sicarios y perros de la guerra y luego el golpe de gracia des la invasión y la guerra convencional hasta destruir los pueblos, la población civil, su historia, su cultura, sus monumentos, su arquitectura-

Objetivos de la GNC

  • Reducir, disminuir o minimizar al enemigo elegido hasta vencerlo.
  • Dominar otras naciones.
  • Expoliar de las riquezas naturales a otros pueblos.
  • Apoderarse de sus condiciones geopolíticas estratégicas para no sólo su expansión territorial sino para imponer su modelo imperialista y subyugar a los pueblos mientras se apropia de sus riquezas naturales.
  • Como objetivo final crear un mundo unipolar, crear un nuevo orden mundial en el cual las grandes potencias sean quienes rijan la economía y la conducción social y política del planeta.
  • Destruir el país con armas de todo tipo, para luego comenzar el negocio de la reconstrucción.

Manual de Campaña de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FM 3-05.130)

El Manual de Campaña de las Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas sobre la Guerra No Convencional (FM 3-05.130) precisa como, desde que Estados Unidos emprendió su “cruzada” mundial contra el terrorismo, las publicaciones doctrinales y de entrenamiento sobre dicha manera de hacer la guerra, han recibido “un intenso escrutinio y una oportuna revisión” [9].

Es así que la mayoría de los manuales de las Fuerzas de Operaciones Especiales yanquis han incorporado “lecciones aprendidas” en escenarios donde se han puesto en práctica dichos métodos “no convencionales” de lograr los objetivos de Washington, entendidos como subversión, desestabilización y disfuncionalidad de un gobierno.

Tales adecuaciones avalan la existencia de consenso en cuanto a que, como reconoce el propio FM 3-05.130:

" la Guerra No Convencional continúa siendo un medio duradero y capaz de lucha, reconocida como un esfuerzo vital en la guerra contra el terrorismo"

Ello se ve claramente cuando efectivos de Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanos participan directamente o apoyan desde todo punto de vista a un contendiente, en el contexto de un enfrentamiento entre adversarios estatales entre sí, o entre estos y una amplia variedad de actores no estatales.

El nexo que articula con la política exterior esta forma “velada” de hacer la guerra; sin despliegue de grandes contingentes militares y, por ende, sin una declarada y abierta participación directa de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos es considerado un beneficio primordial que “la pequeña huella” que dejan las Fuerzas de Operaciones Especiales en un escenario de Guerra No Convencional “permite a Washington ejercer influencia política, sin acudir a una presencia convencional numerosa”.

En segundo lugar, esta manera de hacer colapsar gobiernos hostiles a Estados Unidos, funciona como “multiplicador de fuerzas” al permitir, simultáneamente, “entrenar, equipar y educar a las insurgencias […] a la vez que promover la unidad de esfuerzos entre diferentes movimientos de resistencia” [10].

En tercer lugar, ratifica que las fuerzas que ejecutan la Guerra No Convencional obtienen información de fuentes humanas, oriundas de esos países o territorios concretos, a la que es difícil acceder a través de métodos convencionales de exploración.

Por último, se evalúa como satisfactorio y favorable a los “intereses nacionales” de Estados Unidos en dicha contienda, el hecho de que esas unidades o elementos aislados de las Fuerzas de Operaciones Especiales –o paramilitares al servicio de otras agencias federales norteamericanas– “promueven los valores de gobierno estadounidense y la democracia” mediante la interacción con las “fuerzas sustitutas”; es decir, los elementos nativos, armados o no, que “asumen” el rol protagónico (inducidas, obviamente) en el enfrentamiento al gobierno objeto de la agresión.

Es por ello que en las relaciones políticas internacionales como en la guerra, esta forma velada de agresión sirve de “comodín” en la política imperial de imponer sus objetivos hegemónicos en la “gran aldea global”.

Enlaces externos

Referencias