Guerra del 95 en Velasco

Guerra del 95 en Velasco
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Fecha:Inicio: 24 de febrero de 1895 Terminación: 1898
Lugar:Velasco, Bocas, Los Alfonzo, Uñas.
Descripción:
Hechos y pasajes de la Guerra del 95 en la zona de Velasco (Gibara) en la provincia de Holguín, donde participaron algunos de los líderes principales de la contienda y cuyas acciones combativas mantuvieron el espíritu combativo de la región.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba, Bandera de España España
Líderes:
Antonio Maceo, Calixto García
Organizaciones involucradas:
Ejército Mambí y Ejército Español
Guerra del 95 en Velasco. A poca distancia de La Villa de Gibara, enclave casi inexpugnable del gobierno de España en la región, ciudad bastión, por su fuerte dispositivo defensivo, y puerto de importancia estratégica, los campos de Velasco eran escenario de continuadas y profundas acciones combativas en las que participaron junto a indiscutibles líderes de la contienda, como Antonio Maceo y Calixto García, héroes locales cuya descollante valentía les ganó un lugar en la historia de Cuba.

Inicio de la Contienda

El 24 de febrero de 1895 en Mala Noche, José Miró Argenter y un grupo de patriotas se alzaron en armas, constituyendo el alzamiento principal de la jurisdicción de Holguín. En ese día y en los siguientes, el alzamiento fue secundado por los revolucionarios de otros lugares de la jurisdicción.

Figuras conocidas como Remigio Marrero, Ricardo Sartorio, el Veterano José Balán Montero, con su hijo Manuel Bruno Balán Ramírez, Cornelio Rojas, el Capitán Domingo Consuegra, Ramón Mariño Pupo con sus hijos Juan y Ramón, Antonio Barea, Felipe Osorio, Diego Ronda y otros muchos, se unieron de inmediato al movimiento.

Los Pinos Viejos

Desde los primeros momentos de la guerra los viejos combatientes pusieron su experiencia al servicio de la organización, los hombres que se unían a las fuerzas insurrectas se dedicaron a obtener armas, caballos y avituallamiento necesarios para la campaña, además de hacer sentir su presencia en la zona ejecutando algunas pequeñas acciones bélicas.

La dirección de la guerra en Holguín estaba bajo el mando de los veteranos Luis de Feria, Remigio Almaguer, Cornelio Rojas y José Miró Argenter, quienes mantuvieron la acción contra los españoles esperando la llegada de Maceo, Martí y Máximo Gómez.

Primeras acciones

Después de un largo recorrido por las distintas zonas del territorio, el General Miró Argenter, decide acampar en el lugar conocido por el Paso de la Bomba, perteneciente este a la finca de La Aguada, muy próximo a Velasco.

Se ubican los exploradores con el fin de evitar sorpresas, después de varias horas acampados, se tiene conocimiento de tropas enemigas que al parecer proceden de Uñas. El General Miró ordena al veterano Teniente Coronel José Balán Montero que salga con un grupo de combatiente al encuentro, produciéndose el combate en Sabana de Meijí.

Las fuerzas españolas estaban integradas en su mayor número por voluntarios. José Balán Montero da la orden de avanzar, pero al cruzar la cerca, resultó herido junto a su ayudante nombrado Peñita.

Ante el inmenso peligro que se cierne sobre estos, Manuel Balán Ramírez(Lico), que solo contaba con 16 años, se lanzó haciéndose acompañar de un grupo de jóvenes combatientes y bajo las balas logran rescatar a los heridos del campo de batalla, dándose inmediatamente da la orden de retirada y retornando a La Bomba, siendo recibido por el General Miró Argenter.

Esta acción de Lico significó su primer ascenso a sub. Teniente, este combate se produce en marzo de 1895.

Maceo en la zona

Después de organizar las tropas el Titán de Bronce decide iniciar una campaña en Oriente, la cual tenía como objetivos fundamentales extender la guerra por toda la provincia, endurecer y adiestrar a sus aguerridos soldados.

El 2 de mayo de 1895 asalta el pueblo de Santa Lucía, con el fin de obtener las armas y municiones que el Comandante General de Holguín Suárez Valdés estaba distribuyendo entre voluntarios y cubanos afines al gobierno de España, si bien no obtuvieron este material de guerra, se abastecieron de víveres, ropas y algunas armas.

El 20 de mayo de este mismo mes prepara el ataque a la zona de Gibara para asestar un golpe al corazón mismo de la reacción hispana, combatiéndose el 2 de junio en el caserío de Guabajaney, a solo 18 kilómetros al sudeste de este enclave. Toma los poblados de Yabazón y Fray Benito, y tres días más tarde aniquila un destacamento español en Aguas Claras y destruye un tramo considerable de vías férreas entre Auras y Gibara para interrumpir las comunicaciones del ejército oponente.

Adiestradas y más fortalecidas las tropas se decide llevar la campaña invasora hasta Occidente, se incorporan en Mala Noche un grupo de patriotas holguineros entre los que se encuentran el ya Comandante Ricardo Sartorio Leal, no así su hermano que decidió abandonar la lucha, José Balán Montero, su hijo Lico Balán, los que sólo llegaron hasta Camagüey ya que el padre de Lico se encontraba enfermo y el propio Maceo le autoriza acompañar a este de regreso a Oriente donde se incorporan a las tropas del General Calixto García nuevamente en territorio cubano.

El Comandante Ricardo Sartorio marcha en el contingente invasor bajo las órdenes del General Ángel Guerra Porro, figurando como segundo al mando, en la batalla de Mal Tiempo salva la vida del Titán de Bronce al dejar fuera de combate a un enemigo que iba a herirlo.

En esta acción muere el General Ángel Guerra Porro y Sartorio ocupa el puesto de este, frente a los aguerridos jinetes de Guantánamo, a quienes lleva hasta el mismo Pinar del Río.

Por orden de Maceo regresa a la Habana a combatir y está presente en el terrible suceso del 7 de diciembre del 1896 en San Pedro de Punta Brava, donde cae Antonio Maceo.

Destrucción de la base económica

El paso de las tropas de Calixto por las zonas de cultivo de Holguín y de Gibara en junio de 1896 cumplió el objetivo que inicialmente se había trazado este jefe mambí, pues logró destruir gran parte de la riqueza agrícola de la comarca.

Los vecinos de esta zona sintieron de cerca los rigores de la guerra y comenzaron a sentir desconfianza de la protección que les ofrecían las tropas españolas, que no fueron capaces de impedir el paso de Calixto, ni de garantizarle la integridad de sus casas y propiedades.

A pesar del paso de una tropa tan numerosa, aplicando la política de la tea incendiaria por una zona en poder de los españoles, considerada enemiga de los cubanos, no se produjeron bajas en la población civil, debido al alto grado de disciplina y organización que sabía establecer el General Calixto García en sus tropas.

La columna invasora, más fortalecida que antes marcharía al Cauto para volver en el mes de agosto del propio año en esta región. Internándose en la zona de Gibara para volver a convertirla en una zona de operaciones, destruyendo la vía férrea entre Gibara y Holguín, hecho que comenzó el día 20 de agosto.

Ese mismo día Calixto ordena al Brigadier Luis de Feria poner sitio al poblado de Auras, mientras la caballería de Fernando Cutiño Zamora se dedicaría a destruir por el fuego todo lo que se había salvado en la incursión anterior.

Al día siguiente a las ocho antes meridiano se ordenó el ataque artillero al fuerte de la Loma del Hierro, a sólo 3 kilómetros de Auras, se utilizó este tipo de arma por primera vez en la guerra; ya a las 10 de la mañana la infantería de Rabí arremetió contra los sitiados, siendo tal la embestida que los españoles decidieron abandonar sus posiciones antes de ser aniquilados, dejando muertos, heridos, y todo el material de guerra abandonado.

Entre los mambises que acompañaban estas tropas del general holguinero Calixto García se encuentran algunos velazqueños a los que en carta al Mayor General Máximo Gómez desde Gibara el 18 de agosto del 1898 se propone ascender:

“Tengo el gusto de proponerle a Ud…para Comandante, los Capitanes…Manuel Balán Ramírez…para Capitanes los Tenientes…Diego Ronda San Juan, Antonio Mariño GonzálezJosé Reyes.”

Acciones en Velasco

El 6 de marzo de 1896 hubo un encuentro en la finca La Mula cerca de Velasco entre guerrillas españolas y mambises. A fines de abril se produjo otro encuentro en Velasco, en el que los españoles reconocieron haber tenido 3 muertos y 15 heridos.

Calixto García Iñiguez, quien había arribado a las costas cubanas el 24 de marzo de 1896 decidió regresar de la zona de Jiguaní e incursionar sobre Holguín, lugar donde habían disminuido las acciones combativas y sobre todo, en la zona agrícola que ocupaban los municipios de Holguín y Gibara.

El 9 de junio penetraron en el territorio por las inmediaciones de El Vedao y Los Alfonsos, donde procedieron a destruir los caseríos y cultivos.

La tropa se dividió en secciones para abarcar un área mayor y facilitar el desarrollo de la acción.

En el Vedao, un destacamento enemigo les hizo fuego, pero los mambises no respondieron y continuaron hacia la finca Chaparra. Precisamente el día 10 de junio, hacia el mediodía, al atravesar un camino vecinal cerca del poblado de Velasco, los mambises tienen noticias de la presencia de una pequeña columna procedente de Holguín.

El General Calixto García dio órdenes a la caballería al mando del Teniente Coronel Fernando Cutiño Zamora para que saliera al encuentro, igual orden dio a la infantería del General Agustín Cebreco, la que se apostó en un lugar favorable. Al producirse el encuentro con el enemigo, los cubanos con una carga al machete provocaron la desbandada del enemigo, dejando en el campo de batalla todo el valioso cargamento, su convoy completo repleto de alimentos, 9 muertos y una docena de prisioneros, el jefe de la columna con el resto de sus hombres huyó precipitadamente hacia Holguín. Por parte de los cubanos no llegó a media de docena de bajas. Fue una brillante victoria.

Como aquella mañana se había presentado fructífera el General García estimó darle fin al día con algo que hiciera estremecer a los habitantes de la región invadida, por lo que, al cruzar por el caserío de Velasco, en la tarde del propio día dispuso que la caballería incendiara todos los pequeños edificios y bohíos de la localidad.

El incendio del pueblo hizo enrojecer el cielo y los penachos de humo negro llegaron a las alturas para anunciar que todo lo que se oponía a la revolución sería destruido. Velasco ardió como luego arderían otros pueblos habitados por el enemigo.

Al atardecer el General García ordenó acampar a la vera de aquella hoguera inmensa. Dividida la columna en dos para garantizar el éxito de la operación, al unirse una legua más adelante, se sintió fuego en la vanguardia en el punto conocido por La Naza.

Calixto, demostrando sus cualidades de estratega dio órdenes para flanquear al enemigo en movimiento envolvente y situar la vanguardia al centro bajo el mando del Comandante Zayas.

El enemigo se desconcertó y dispersó. A pesar de que las fuerzas insurrectas continuaron avanzando por los flancos se vieron detenidas por cercas de maya o piña de ratón, que según el parte oficial tenían más de dos cordeles de ancho, aunque esto no impidió que se le causaran al enemigo 5 muertos y 2 heridos, así como que se hicieran 15 prisioneros, a la vez que se le ocuparon 3 carretas cargadas de víveres y efectos, 7 tercerolas rémington, 8 tercerolas máuser, 400 cartuchos de estas últimas, 131 de rémington, 16 machetes, 9 caballos equipados, y las acémilas.

Por su parte los mambises tuvieron 7 heridos, uno de los cuales falleció horas más tarde. Los prisioneros capturados a los españoles en La Naza fueron tratados debidamente, los heridos asistidos y curados.

Este encuentro, fructífero para los mambises, sirvió para enardecer los ánimos de la tropa de Calixto. Al finalizar de ese día acamparon en el mismo lugar donde habían combatido poniendo guardias sobre todos los caminos y posibles accesos al campamento.

A las cuatro de la madrugada del día 11 de junio continuaron la marcha con rumbo a Bocas, donde entregaron a dos de los prisioneros heridos que ya habían recibido las curas de rigor.

Estos fueron puestos a disposición del Comandante Militar español del lugar. Al paso de la tropa algunos de los fuertes de Las Bocas hicieron fuego, pero este no fue contestado por los mambises, que seguían avanzando, quemando a su paso prácticamente todo lo que era capaz de arder.

Según anotó el Comandante Luis Rodolfo Miranda en las páginas de su diario correspondientes a ese día, al pasar por los arrabales de Las Bocas y Casablanca la tropa quemó cerca de 600 casas. El poblado de Candelaria también fue quemado en ese día. En menos de una semana los mambises habían tomado Los Alfonsos, El Vedao, Bocas y muchos más poblados de la zona.

Referencias

  • ABREU CARDET, JOSE Y ELIA SINTES: Julio Grave de Peralta: Documentos de la Guerra de Cuba. Ed. Ciencias Sociales. La Habana. 1988
  • GOMEZ, MAXIMO: Diario de Campaña. Instituto Cubano del Libro. La Habana 1978

Fuentes

  • Álvarez Ávila Abelardo. Trabajo Investigativo.2006
  • ------------ Calixto García, pensamiento y acción militares. Ed. Ciencias Sociales. La Habana. 1996.
  • ------------ Campaña desconocida de Máximo Gómez en Holguín. Ed. Ciencias Sociales. Instituto Cubano del Libro. La Habana. 1996
  • ARCHIVO DEL MUSEO DE HISTORIA DE LA PERIQUERA
  • Fondo García Castañeda
  • Fondo Guerra del 68
  • Fondo Julio Grave de Peralta.
  • PUPO, CONSTANTINO: Patriotas holguineros, contribución a la historia de Holguín. Ediciones Holguín 1956.
  • CAMPS FELIU, FRANCISCO: Españoles e insurrectos. Ed. Establecimiento Tipográfico de A. Álvarez y compañía. La Habana: 1894.
  • FIGUEREDO FERNANDO: La Revolución de Yara. Ed. Pueblo y Educación. La Habana 1972
  • IBARRA MARTINEZ, FRANCISCO: Cronología de La Guerra de los Diez Años. *Instituto Cubano del Libro. Santiago de Cuba 1976
  • LEYVA AGUILERA HERMINIO: Gibara y su Jurisdicción. Establecimiento Tipográfico de Martín Bim, Gibara, 1894
  • ----------- La Guerra Chiquita. En Colección Morales Tomo LV No. 9. La Habana.
  • MUSEO CASA NATAL CALIXTO GARCIA: Centro de Documentación de las Guerras de Independencia. Fondo Calixto García.
  • RODRIGUEZ GOMEZ, ARMANDO: Administración Colonial en Holguín. Imprenta Lugones. Holguín. 2001.