Gueto de Varsovia

Gueto de Varsovia
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Gueto de Varsovia.jpg
Fecha:octubre y noviembre de 1940
Lugar:Varsovia, Bandera de Polonia Polonia
Descripción:
Zonas amuralladas de Varsovia, donde los judíos se hallaban legalmente confinados.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Alemania Alemania
Ejecutores o responsables del hecho:
Alemania nazi


Gueto de Varsovia. Fue el mayor gueto judío establecido en Europa por la Alemania nazi durante el Holocausto, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Fue implantado en el centro de la capital polaca entre octubre y noviembre de 1940. En el gueto fueron confinados sobre todo los judíos de Varsovia, así como también de otras regiones de Polonia bajo control alemán. También fueron internados los judíos deportados de Alemania y de los diferentes países ocupados por los nazis. Pero si ese recinto urbano de hacinamiento fue el más temible de todos, también el más valiente, pues fue el único que organizó un gran levantamiento contra los alemanes.

Surgimiento

El plan alemán, para la exterminación de la población judía, era sencillo: primero establecer ghettos, para vigilar a los judíos y luego enviarlos a los campos de concentración.

El 12 de octubre de 1940 se dio lectura por la radio polaca, un comunicado por el cual todos los judíos de Varsovia, tenían que concentrarse hasta el 31 de octubre, en un sólo sector. Al vencerse el plazo, los portones del ghetto fueron cerrados y vigilados por guardias alemanes.

El Gueto de Varsovia se convirtió en un pequeño Estado dentro del Gobierno General administrado por los propios judíos. La luz y el gas sólo funcionaban de las 22:00 horas de la noche a las 9:00 de la mañana. Nadie podía salir, excepto los judíos empleados en trabajos forzados si eran escoltados por guardias alemanes o polacos. Aunque en un principio se prohibieron las escuelas, finalmente el Gobierno General ordenó su reapertura en el gueto y fue obligatoria la escolarización, habiendo exámenes y diplomas que se entregaban a los pequeños. Para los 200 niños sin padres existía un orfanato que dirigía el doctor Janus Korzack, mientras que se abrió un centro educativo femenino llamado Escuela Yehudia. Intentando imitar a la Varsovia polaca las empresas Kon y Heller ofrecieron un tranvía estirado por caballos para el transporte. Respirar aire fresco en aquellos muros grises y oscuros se convirtió en prioridad, por esa razón los dueños de los pocos árboles existentes en el gueto cobraban dinero por sentarse bajo ellos. Desde el exterior estuvo prohibido el correo, sin embargo se las ingeniaron para comunicarse con la ciudad, incluso con Reino Unido, la Unión Soviética y Palestina. Por culpa de todas estas carencias, que todavía eran pocas comparadas con las que vendrían, fallecieron en 1940 unas 1.094 personas.

Al comenzar 1941 el Gueto de Varsovia estaba al borde de la inanición como consecuencia de las expropiaciones y confiscaciones de todo. Hans Frank en persona tuvo que designar a Hans Biebow encargado de supervisar el gueto, ya que si no la situación podía derivar en un desastre, tarea a la que se sumó un judío especialista en alimentación llamado Alberto Nirenstajn. A partir de ese momento se efectuó una sabia racionalización que evitó perecer de hambre a la mayor parte del gueto, además de recibir pagas los 34.000 judíos que trabajaban como mano de obra para los alemanes. No obstante se extendió la inanición en una gran parte de la población, falleciendo miles de personas a diario que un coche fúnebre recogía del suelo en forma de cadáveres. La patata se convirtió entonces en el principal alimento, siendo muy valorada también la harina. Según los registros el 50% de la población se moría hambrienta, el 30% sufría hambre no mortal y el restante 20% no tenía suficientes calorías pero se mantenían sanos.

Hubo muchísimos intentos para que no se extendiera una hambruna, pero al final no se pudo evitar la muerte por inanición, ni tampoco la epidemia de tifus que empezó a cobrarse en 1941 un total de 898 fallecimientos, la cifra más baja en un mes en comparación con 5.560 la más alta, sumando el total las 15.749 en toda la guerra. A partir de entonces las vidas que se iban mensualmente oscilarían en torno a las 5.500.

Al empezar el año 1942 el frío invierno castigó duramente al gueto llevándose la vida de 5.123 habitantes. De los 1.000 judíos ese mes traídos desde Alemania y reasentados allí, pereció también el 22%, es decir, unos 2.200. Para el 20 de Febrero se registró el primer caso de canibalismo cuando una madre se comió una nalga de su propio hijo de 12 años muerto el día antes.

Normalmente los alemanes abastecían al gueto dentro de la administración de Varsovia, por ejemplo a sus soldados les correspondían 2.130 calorías, a extranjeros de países neutrales 1.790, a los polacos 634 y a los judíos únicamente 184. Los precios por si fuera poco a los judíos eran injustos, pues pagaban por las calorías 5’9 zloty, mientras que polacos 2’6 zloty y los alemanes 0’80 zloty. Semanalmente cada judío comía 920 gramos de pan, 295 gramos de azúcar, 103 gramos de mermelada y 60 gramos de grasas, aunque de vez en cuando había algo de patatas, carne, pescado, fruta y verdura fresca.

Sin el contrabando ilegal el gueto hubiera terminado por morirse de hambre. En este ámbito los niños fueron los héroes, ya que gracias a su tamaño eran los que podían salir y entrar sin que los guardias les descubriesen. Dos de los puntos más habituales para estas prácticas fueron las Calles Kozla y Swientojerska. Ususalmente el contrabando ilegal se hacía pasando comida por los ladrillos del muro con el exterior, lanzando bolsas por encima o excavando bajo este. El Cementerio Judío fue otra vía bastante segura, ya que unos contrabandistas pudieron pasar hasta 23 vacas en una noche sin ser descubiertos. Varias organizaciones exteriores ayudaron al Gueto de Varsovia con asistencia alimentaria, las dos más grandes fueron el Comité de Distribución de la Junta (JDC) y la Ayuda Mutua Social Judía (JSS) que lograron durante un tiempo atender a 160.000 personas dentro.

Como el mercado negro y los delitos del gueto para conseguir comer no disminuían, el Consejo y la Policía Judía autorizaron la implantación de una prisión para albergar delincuentes. Aquella cárcel tenía solo capacidad para 350 personas y en cambio llegó a tener hasta 1.283 detenidos, muriendo en los primeros meses 22 presos que se quedaban en sus celdas más de ocho días hasta que un funcionario viniese a recogerlos. Pero el suceso más triste fue el uso por parte de la Policía Judía de una cárcel en la que se castigó con prisión a 500 niños.

Yitzhak Zuckerman, joven sionista, fue el primero en planetar una resistencia armada en el gueto. Para ello su grupo tendente al sionismo organizó las primeras reuniones clandestinas, lo mismo que el Bund, que propugnaba un judaísmo con ideas de aspiración social-demócrata. Sin embargo ni los miembros del Bund ni los sionistas se pusieron de acuerdo en una reunión urgente celebrada en la Calle Orla, concretamente en la Cocina de los Trabajadores; cada grupo trabajaría por su cuenta. Uno de los métodos que emplearon los hombres de Zuckerman fue la edición del periódico Yedies que lanzaban por las calles. Rápidamente la Policía Judía y la Gestapo sospecharon e iniciaron investigaciones. El 17 de abril de 1942 fue destapada la primera célula sionista en el gueto, un total de 51 personas que rápidamente fueron fusiladas delante de toda la población para dar ejemplo.

Deportaciones

A partir de verano cientos y miles de judíos serían deportados desde el gueto de Varsovia rumbo a Auschwitz, Treblinka o Majdanek. Los más fáciles de engañar para que accedieran a ser deportados eran los mendigos, a los que se prometía 3 kilogramos de pan y 1 kilo de mermelada si acudían a la intersección de la Umschlagplatz. El 6 de agosto, los 200 niños del director de orfanato Janus Korzack subieron al tren para ser deportados, algo curioso que se vivió en la estación es que todos los pequeños iban en columna similar a los patitos que siguen al maestro con su bandera de camping y cantando como si fueran de excursión, llevando cada un saquito de pan y una botella de agua que su profesor les había preparado, ninguno sobrevivió a la guerra. Para final de ese mes los deportados alcanzaban la cifra de 142.523. El último transporte salió el 21 de septiembre con 2.196 judíos hacia Treblinka, totalizando en todo el mes los 54.096. Para finales de Septiembre de 1942 habían muerto en el gueto 10.380 personas y otras 265.040 habían sido deportadas a los campos.

Durante la primera mitad de 1942 la población del Gueto de Varsovia se fue reduciendo drásticamente. Día tras día salían convoyes a los campos de exterminio. Primero eran 5.000 diarios, luego 7.000 y finalmente 10.000. Tan masivas fueron las deportaciones que de los 500.000 habitantes del gueto, más de 400.000 fueron exterminados, quedando en Febrero de 1943 unas 70.000 personas, la mitad de ellas trabajadoras en las fábricas armamentísticas de la compañía Walter Többens. Lo cierto es que los alemanes tenían previsto para esa primavera reducir la población judía a sólo 8.000 habitantes para el trabajo.

Levantamiento

Viendo claramente que los judíos estaban siendo exterminados y que esas evacuaciones no respondían a una lógica de reasentamiento en otros lugares del Este de Europa, los habitantes del gueto decidieron levantarse para morir con la cabeza en alto.

En enero de 1943, los combatientes del ghetto de Varsovia abrieron fuego contra las tropas alemanas cuando intentaban arrestar a otro grupo de habitantes del ghetto para deportarlos. Los combatientes utilizaron un pequeño arsenal de armas que habían introducido de contrabando en el ghetto. Después de algunos días, las tropas se retiraron. Esta pequeña victoria inspiró a los combatientes del ghetto a prepararse para una resistencia futura.

El 19 de abril de 1943, comenzó el levantamiento del ghetto de Varsovia después de que la policía y las tropas alemanas ingresaran para deportar a los habitantes sobrevivientes. Setecientos cincuenta combatientes lucharon contra los alemanes, que estaban bien entrenados y tenían mucho armamento. Los combatientes del ghetto pudieron mantenerse durante casi un mes, pero el 16 de mayo de 1943, el levantamiento terminó. Lentamente, los alemanes habían aplastado la resistencia. De los más de 56.000 judíos capturados, aproximadamente 7.000 fueron fusilados, y los restantes fueron deportados a campos.

Fuente

  • Saul Friedländer, El Tercer Reich y los judíos (1939-1945) Los años del Exterminio, Galaxia Gutenberg (2007), p.79-699
  • Lawrence Rees, Auschwitz, los nazis y la Solución Final, Planeta DeAgostini (2005), p.240-241
  • Editores de S.A.R.P.E., Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial. “El ghetto en llamas”, S.A.R.P.E. (1978), p.1009-1021