Gustavo Hernández Álvarez
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Gustavo Hernández Álvarez. Cuando en la historia de Colón (Municipio) se habla de modestia, sencillez y entrega a los líderes revolucionarios, su nombre ocupa un lugar relevante. A decir el reverendo Raúl Suárez Ramos, Gustavo simbolizó la perfecta armonía que puede haber entre cristianismo y Revolución, pues dedicó la mayor parte de su experiencia a predicar con acciones concretas el amor a Cristo, y a su vez luchó por el triunfo de la Revolución Cubana y la construcción de una nueva patria con justicia social.
Síntesis biográfica
Nació el 30 de diciembre de 1916 en el barrio Dos Hermanas del antiguo municipio de Manguito, al sur de la provincia de Matanzas.
Su padre Francisco Hernández Hernández, pequeño agricultor de la Montaña de Prendes, era un veterano de la guerra del 1895 que no recibió la paga que le correspondía al ser licenciado el Ejército Libertador, debido a turbios manejos políticos aplicados durante la primera intervención militar de los Estados Unidos.
Trayectoria revolucionaria
Su pensamiento político fue evolucionando según se agudizaban las contradicciones inherentes de la sociedad neocolonial cubana: primero fue guiterista, después chivasista y por último fidelista.
Estuvo entre los fundadores del Partido Ortodoxo en el municipio de Colón (Municipio), lugar donde se asentó con su familia por motivos económicos y religiosos. Fue el hombre de confianza del Dr. Mario Muñoz Monroy para tareas políticas, solicitado a partir del enfrentamiento a la tiranía batistiana y la creación del movimiento Generación del Centenario. De ahí dirigió la célula de moncadistas en Colón en julio de 1953, integrado además por el militante comunista Universo Sánchez Álvarez y los jóvenes ortodoxos Grabriel Delgado Carrero y Mario Alvarado Caraballo. Después de los sucesos del Moncada integró el comité Pro-Amnistía para la liberación de Fidel Castro Ruz y demás moncadistas, y en diciembre de 1955, fue miembro de la dirección del Movimiento 26 de julio en Colón.
Al ser derrotada la tiranía en 1959, se incorporó a múltiples tareas revolucionarias como: jefe de la cárcel de Colón, fundador de los CDR, alfabetizador, administrador del almacén de la escuela secundaria urbana "Leonel Fraguela", colaborador del MININT en el enfrentamiento a las actividades contrarrevolucionarias y la delincuencia, y miembro fundador de la asociación de combatientes de la revolución cubana.
En 1982 viajó a Nicaragua como parte de una brigada de teólogos bautista, destacando en sus intervenciones el carácter ético y humanista del proceso revolucionario triunfante en el archipiélago, el 1 de enero de 1959.
Muerte
Falleció en la ciudad de Colón (Municipio) el 25 de noviembre del 2007 con 90 años de edad, victima de una enfermedad respiratoria.
Fuentes
Compilaciones del Historiador del municipio de Colón, Carlos Manuel González Quintana.
