Historia Local

Historia local
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Concepto:Es la especialidad de la Ciencia histórica que toma como objeto el pasado de una Localidad

Historia local. Es la especialidad de la Ciencia histórica que toma como objeto el pasado de una Localidad. Es una de las más antiguas, pues desde el origen de la historia en Grecia, se privilegia por los historiadores la referencia a su Polis propia.

Antecedentes

La historia de Roma, desde los primitivos Anales, no deja de ser una historia urbana local que se expande con las conquistas territoriales hasta ser la historia de un Imperio. En la Edad Media, muchos cronistas eclesiásticos o civiles (sobre todo si no escribían desde una Corte importante, que fueron quienes compusieron los grandes corpus cronísticos protonacionales), solían tomar una perspectiva local, a veces incluso de pequeños núcleos rurales (muchas veces Monásticos), en el reflejo de los acontecimientos, lo que no impedía que reflejaran también los hechos más trascendentes que llegaban a su conocimiento.

La Edad Moderna no cambió esa situación, excepto en algo fundamental: la multiplicación de la producción de este tipo de historias locales, y que muchas de ellas llegasen a la Imprenta, con mayor o menor difusión. Las prácticas archivísticas se fueron haciendo cada vez más sistemáticas, y eso produjo una mayor continuidad en las fuentes que se han conservado. Desde la renovación de la metodología histórica de mediados del Siglo XX, que privilegia la Historia económica y social, pretende rescatar la historia local del puro Costumbrismo y elevarla a una categoría superior, no sólo como suministradora de información para los enfoques más globales, sino como laboratorio de nuevas ideas. Enfoques como la Microhistoria ponen en el ámbito local un interés especial.

La historia local se desprende de una corriente historiográfica que adquirió fuerza en la Década de los 70, con el desarrollo de la historia de las mentalidades en Francia, de la Historia social marxista en Inglaterra, de la microhistoria en Italia y de la Antropología histórica en los Estados Unidos. Esta vuelta a la Historia narrativa se enmarca dentro de la Posmodernidad, proceso teórico y cultural, que reniega del gran relato de la Historia, evolutiva, progresiva y única con la que se construyó el mito de las Historias nacionales. La historia local, aparece entonces como una forma de rescatar a los sujetos históricos comunes, que habían sido excluidos de la historia oficial, salvando del olvido los procesos individuales y sociales del quehacer cotidiano de una Comunidad.

Relación entre historia local y nacional

Entre la historia local y la nacional existe una estrecha relación que se podría llamar de interdependencia:

“…si es cierto que para conocer realmente la historia de la Nación cubana es preciso estudiar y profundizar en las particularidades regionales y en la historia de las localidades, a su vez, cuando se enfrenta al estudio de alguna región, zona o ciudad, se tiene que tener en cuenta que ésta forma parte del contexto nacional, el cual influye en su comportamiento; es decir, que no está aislada, y necesariamente hay que tener en cuenta esta relación entre lo singular y lo general, entre el todo y sus partes.”

Para definir el término “historia local”, se puede remitir a lo expresado por el historiador Ramiro Guerra:

“… la palabra “local” no se refiere a la finca en que está su escuela; si el lugar donde está su escuela puede ser, en algún caso punto de partida, muy pronto debe comprender todo el término, que es lo que se comprende por Historia Local”

E interpretar que lo local - en este caso- debe ser entendido como la memoria económica, política, social y cultural del entorno que rodea la escuela (incluyéndola), el barrio, la ciudad llegando a cubrir el Municipio, de ahí que en el programa de estudios se incluye junto al estudio de la Historia nacional, el de la historia local concebida no como el estudio paralelo de la historia de pueblos, Municipios o regiones del país, sino como la vía para acercar la Historia Patria al mundo más cercano de los alumnos, a los lugares con los que está familiarizado; es decir la historia local no debe ser concebida, de manera general, como una clase independiente, ni dentro de la clase debe aparecer el material local sin tener un vínculo orgánico y coherente con la misma, sino que se convierta en un medio pedagógico que facilite la comprensión del Material histórico y otorgue una mayor base real a la enseñanza de la historia, permitiendo la aproximación del alumno a la atmósfera peculiar del hecho o fenómeno, que contribuye a despertar en ellos una relación afectiva con el pasado y desarrolle el espíritu de observación, análisis, comparación y valoración.

Antecedentes de la enseñanza de la historia local en Cuba

En los inicios del Siglo XX, específicamente en 1901, aparece publicada una colección de cuadernos titulados “Biblioteca del maestro cubano” que constituyó la primera versión del manual o guía para los exámenes de los maestros y maestras; entre sus autores aparecen Carlos de la Torre, Vidal Morales, Manuel Sanguily y Esteban Borrero, estos historiadores y pedagogos cubanos abordan en ella criterios acerca de la importancia que se le debía otorgar a la enseñanza de la historia local vinculada al estudio de la Historia de Cuba.

Durante la República Neocolonial no fue interés de los gobiernos tradicionales y entreguistas priorizar dentro de sus estrategias educacionales la enseñanza de la historia nacional, y mucho menos la historia local. No obstante destacados Pedagogos cubanos escribieron sobre el tema, entre ellos Miguel Ángel Cano, que en su obra “La enseñanza de la historia en la escuela primaria”, de 1919 y “La enseñanza de la historia”, de 1940, brindó orientaciones metodológicas para el trabajo de los maestros con la historia local. Es en el plan de estudio para las escuelas primarias urbanas de 1922, que se hace alusión por primera vez a la historia local, orientándose que sería abordada mediante narraciones sencillas acerca de Monumentos y Lugares históricos de la Localidad en tercer grado, y en quinto grado debía evidenciar el desarrollo de las Ciudades cubanas, con especial interés en la Villa donde se ubicara la escuela.

El esquema curricular que estará presente a lo largo del Periodo neocolonial es el que se introduce a partir de la Circular No. 114 de 1926, la cual modificó los cursos de estudios para las Escuelas urbanas y rurales de la Enseñanza primaria elemental existente, e introduce la enseñanza de la historia local en el tercer grado (se incluían Leyendas y Narraciones sobre la vida de los Aborígenes y el Descubrimiento en una unidad introductoria y después se abordaba la historia de la localidad), como antecedente de los estudios de Historia de Cuba que recibirían los alumnos de cuarto, quinto y sexto grado en los que se estudiarían elementos de la localidad vinculados a la historia general y se recomendaba la realización de excursiones a edificios, ruinas, monumentos, sitios de batalla, parques de la localidad, etc.

No fue hasta el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959 que se producen profundos cambios en todas las esferas de la vida del país, y por supuesto estos alcanzaron el Sistema de educación y la enseñanza de la historia. En los primeros años se llevan a cabo importantes transformaciones, pero los programas de estudio cambiaban con bastante frecuencia. Con relación a la Historia de Cuba, en los cuatro planes de estudio que existieron entre 1963 y 1975, su estudio se iniciaba en cuarto grado y se mantenía durante toda la Enseñanza primaria sin vínculos con la localidad. A partir de 1975 como parte del plan de perfeccionamiento de los programas y planes de estudio se introduce el estudio del Proceso histórico universal y cubano en un mismo curso sin incluir los elementos locales. A principios de la Década del 80, como resultado de profundas investigaciones se determinó modificar los planes de estudio, se independiza el Programa de Historia de Cuba, se distribuye armónicamente el tiempo docente entre ésta y la Historia Universal y se retoma el estudio de la localidad.

En el Curso 1988-1989 se aplicó un nuevo Diseño curricular donde la asignatura Historia de Cuba retomó su espacio e independencia en todos los niveles de enseñanza, indicándose en sus objetivos y temáticas la atención de la historia local. A partir de año 1987 se instrumentó también el proyecto de Historias provinciales y municipales donde participaron innumerables docentes del Ministerio de Educación y otros organismos. El estudio de la localidad en las clases de Historia de Cuba comienza en el segundo ciclo de la escuela primaria.

Importancia de estudio de la historia local

Sobre el significado y trascendencia de la historia local nada más elocuente que las palabras de Ramiro Guerra:

“…es una fuente de inspiración y de patriotismo, una escuela de ciudadanía. Nos enseña que nuestro pueblo trabaja, produce, progresa (…). El cultivo de la historia local no fomenta el localismo estrecho, suspicaz y esterilizador, antes bien lo combate (…) enseña a ser modestos y agradecidos; robustece la solidaridad (…) fomenta la confianza en el esfuerzo propio (…) robustece la fe en los destinos de la comunidad y de la Patria. Muestra que el Progreso local –como el nacional- es constante, cierto, gigantesco”

Atendiendo a los cambios de paradigma de la Post modernidad y en relación al proceso de Globalización económico y cultural, la construcción de la historia local se ha convertido en una necesidad de diferenciación, en cuyo discurso y producción cultural se depositan, las semillas de identidad regional, con las que se generan posibilidades de desarrollo turístico, cuyo capital fundamental es la Identidad local, identidad que debe ser conocida y valorada por los miembros de la Comunidad. Conocer y transmitir nuestra historia local en el currículo escolar es fundamental, porque permite que los alumnos de cualquier grado entiendan “ quienes son, cómo se los define socialmente y cómo es y funciona la sociedad en que viven”.

Este hábito designa una manera de ser, una inclinación a actuar de determinada forma, que los diferencia y les entrega un capital cultural que les permite tener una mejor Integración social y cultural. En edades tempranas tiene la virtud de concretarse en imágenes, huellas, costumbres y representaciones que vinculan a la historia con la propia vida y con el ambiente en que la misma se desenvuelve. El contacto directo con los Monumentos, documentos u otras Fuentes del conocimiento histórico de su comunidad, tiene un alto valor educativo, contribuye a estimular su interés por la investigación. Esta se constituye a través de la Educación primaria, en donde se deben aplicar mecanismos de familiarización, espontánea, implícita o infiltrada en las prácticas sociales en que participa el niño, puesto que de acuerdo al pensamiento concreto de los niños, la experiencia es fundamental para provocar la apropiación de la Identidad. La familiarización con la historia local, significa generar actividades con el habitad en que viven y trabajo directo con el patrimonio.

Vivenciar la Cultura local, es imprescindible para ser ciudadano integrado al mundo, y es en la primera etapa de la [[educación] donde se constituyen los modos de adquisición de la Identidad cultural y la Competencia cultural, la que permite concebir personas capaces de posicionarse frente al mundo, frente a los demás, frente a sí mismo y mirar de otras manera la realidad y pensar en el lugar en que cada uno ocupa en ella.

Véase también

Enlaces externos

Referencias

  • (1) Vizcaíno González, Lilian (1998): “La región histórica. Reflexiones sobre teoría y práctica”. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba. Cuba.
  • (2) Citado por Albelo Ginnart, Regla Ma. (1998): “La enseñanza de la historia de Cuba en 5to grado. Su vinculación con la historia local”. Revista Educación 71. Año XVIII-Octubre-Diciembre de 1988. Pág. 23
  • (3) Citado por Reguera Millán, Salvador R. (1989): “El programa de Historia de Cuba, su vinculación con la historia de la localidad”. Revista Educación 75. Año XIX-Octubre-Diciembre de 1989. Pág. 68.

Fuentes

  • Historia Local (en innovacion.lastunas.cu)
  • Historia Local (en atenas.rimed.cu)
  • Historia Local (en ecosdemantua.cu)
  • Ministerio de Educación (1990), “Historia de Cuba”, en Ministerio de Educación. Programas. Sexto grado. Cuba. Editorial Pueblo y Educación, 1990, pp. 43-56.
  • Ministerio de Educación (1989), “Historia de Cuba”, en Ministerio de Educación. Orientaciones Metodológicas. Quinto grado. Humanidades. Cuba. Editorial Pueblo y Educación, 1989, pp. 135-178.
  • Ministerio de Educación (1989): “Historia de Cuba”, en Ministerio de Educación. Orientaciones Metodológicas. Quinto grado. Humanidades. Cuba. Editorial Pueblo y Educación, 1989.
  • PACHECO VALERO, IRINA. “Una estrategia metodológica para el conocimiento de la identidad cultural”. Irina Pacheco Valero. Tesis en opción al título académico de Máster en Ciencias de la Educación Superior en la Mención de Docencia Universitaria e Investigación Educativa. Ciudad de La Habana, enero, 2003.