Historia de la provincia Granma (Cuba)


Historia de la provincia Granma (Cuba)
Información sobre la plantilla
Cronología
Comunidades aborígenes
Comunidades existentes
Período colonial (1492-1898)
Lucha contra el comercio de contrabando, corsarios y piratas
Período de 1796-1812
Luchas por la independencia
Período republicano neocolonial (1902-1958)
Revolución en el poder
Nueva división político-administrativa

Historia de la provincia Granma (Cuba). La historia de la provincia Granma abarca desde las poblaciones aborígenes hasta la Revolución en el poder. Recoge los combates más importantes librados por las armas mambisas en estas tierras y no pocos episodios infaustos, como la frontal caída en combate del Héroe Nacional de Cuba en Dos Ríos; las luchas de clases y el papel revolucionario de obreros y militantes comunistas durante la República Neocolonial y los combates permanentes contra mecanismos de dependencias establecidos por el imperialismo yanqui. Esta provincia es la cuna de la Nacionalidad Cubana y del egregio Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, nervio esencial de la gesta libertaria de 1868 y escenario de los hechos gestados por la Generación del Centenario: el asalto al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo y el Desembarco del yate Granma.

Comunidades aborígenes

Los territorios de la actual provincia de Granma fueron poblados desde mucho antes de la llegada de los españoles a Cuba y particularmente a esta región. En esta geografía se han encontrado alrededor de doscientos sitios arqueológicos aborígenes que evidencian la existencia de numerosas comunidades indocubanas en diferentes fases de evolución. Datos historiográficos brindados por cronistas, como Fray Bartolomé de las Casas, plantea que la zona que ocupa la actual provincia de Granma era una de las más pobladas por los aborígenes. Estos son los argumentos ofrecidos por los cronistas, quienes pueden ser considerados como los primeros historiadores.

Otros criterios de investigadores contemporáneos que han revisado fuentes como el mapa confeccionado por José María de la Torre en 1841, confirman la aseveración anterior. Un estudioso del periodo anotó:

«A la llegada de los conquistadores españoles, el cacicazgo indígena de Bayamo ocupaba una franja de territorio mediterráneo, en áreas del actual municipio de ese nombre y parte de los ríos de Río Cauto, Cauto Cristo, Yara, Guisa y Jiguaní. Limitaba con los siguientes cacicazgos: Macaca, por el sur; Guacanayabo, por el oeste; Cueibá, por el norte; Máguanos y Maive, por el oeste. Conjuntamente con los de Guacanayabo y Macaca, abarcaba aproximadamente las tierras que hoy corresponden a la provincia Granma.


Los estudios arqueológicos realizados en el territorio demuestran la existencia de 191 residuarios donde se encuentran evidencias materiales que pertenecieron a las culturas prehispánicas.

En estos territorios se encuentran presentes 118 sitios arqueológicos que su base económica era la pesca, la caza y la recolección, así como 73 de agricultores ceramistas.

Comunidades existentes

Los primeros —recolectores, cazadores y pescadores— se reportan sobre todo en las desembocaduras de los ríos, zonas cenagosas y próximas a las costas, ríos y arroyos. En los territorios que conforman hoy la provincia de Granma aparecen sitios arqueológicos que demuestran el poblamiento de estos grupos humanos, se destacan por la cantidad el municipio de Río Cauto, con 35 residuarios, Niquero con 21, el municipio de Media Luna, con 13 y el norte de Yara, con 12. Así mismo poblaron otros territorios.

Este grupo humano se asentó en el Delta del Río Cauto y en un área importante del Guacanayabo, que comprende las costas de los actuales municipios de Niquero, Media Luna, Yara y Manzanillo, reportándose igualmente vinculados a los ríos de tierra adentro, en casi todos los municipios. La antigüedad de la llegada de estas oleadas migratorias se encuentra entre el año 1 y 1650 d.n.e.

Estos grupos humanos se encuentran presentes en doce de los trece municipios que conforman la provincia, excepto en Guisa, donde no se han reportados.

Habitaron también en la zona norte de la Sierra Maestra, reportándose en este lugar 7 sitios arqueológicos de este grupo de recolectores–cazadores–pescadores. La opinión del arqueólogo José Manuel Yero Masdeu sobre la presencia de estos hombres en la región montañosa, es que:

«eran paraderos, de uso exporádico para localizar materias primas que no existían o eran escasas en la zona de llanura o áreas para recolectar y cazar para enfrentar períodos de déficit de alimentos por situaciones de catástrofes, tales como los ciclones y los períodos de sequía, que afectaban la supervivencia de este grupo humano que lo define su economía de apropiación.»

Como la clasificación empleada indica, los primeros pobladores se dedicaban a la recolección, caza y pesca de aquellos elementos que aportaban los ecosistemas de la Cuba precolombina, específicamente la región oriental, no practicaban la agricultura ni la cerámica.

Los hallazgos arqueológicos realizados en el territorio permiten comprender como vivieron estos hombres a través de la interpretación de las evidencias materiales que han perdurado en los diferentes sitios donde se asentaron. Se destaca el uso de la concha, la piedra en volumen y la tallada, como elementos representativos de estos grupos.

Los recolectores–cazadores–pescadores emplearon las gubias, raspadores, cucharas, puntas para lanzas, picos, martillos y vasijas, todos provenientes de la industria de la concha.

Otro aspecto a resaltar es el uso de la piedra. Estos hombres desconocían el uso de los metales para la elaboración de herramientas y al igual que hicieron con la concha, emplearon materiales líticos con fines utilitarios. Entre los hallazgos destaca la aparición de cuchillos, perforadores y raspadores de sílex. Otro artefacto característico de este grupo es el disco perforado, que con una perforación central era usado para percutir.

Los recolectores–cazadores–pescadores necesitaban moler y triturar diferentes minerales y semillas, para realizar este proceso empleaba morteros de diferentes tamaños y formas teniendo en cuenta las necesidades y criterios estéticos de la comunidad. Como complemento de los morteros utilizaron para las labores de percusión piedras de formas irregulares conocidas hoy como manos de mortero, algunas de ellas con alta elaboración y decoraciones.

El uso de herramientas confeccionadas con conchas y piedras permitió que estos hombres trabajaran también la madera, elaborando vasijas y mangos para lanzas y cuchillos así como bastones.

Los recolectores–cazadores–pescadores adornaban sus cuerpos con pendientes confeccionados con piedras, conchas y huesos de animales. Seleccionaban para su confección piedras de diferentes tamaños y formas que pulían y perforaban para colgarlas. Otro ornamento utilizado por estos hombres eran los collares hechos con vértebras de pescado que eran transformadas en cuentas de collar.

La pintura corporal también era empleada como elemento de decoración, esta, la obtenían a partir de minerales, aunque en los restos humanos hallados no aparece este tipo de evidencia, sí se reportan los materiales que utilizaron como colorantes, predominando los rojos, amarillo y el ocre. La dieta de estos aborígenes estaba compuesta por cangrejos de costumbres terrestres y marinas, iguanas, jutías, majá, moluscos como los ostiones y los bivalvos, consumían también el cobo y la sigua.

Río Cauto es el segundo municipio de la provincia en cuanto a número de sitios arqueológicos reportados, uno de los hallazgos más significativos en este territorio es la presencia de restos humanos del período precolombino, encontrando evidencias de sus prácticas funerarias de marcado interés para los estudios arqueológicos.

Período colonial (1492-1898)

En el territorio de Granma protagonizó Hatuey, después de sus luchas en Maisí y Baracoa, la rebeldía contra la conquista de Cuba por las huestes del adelantado Diego Velázquez. En la zona de Yara, como señaló Velázquez quemó en la hoguera al indio rebelde el 2 de febrero de 1512, en cuyo punto fundó la segunda villa hispana con el nombre de San Salvador, porque a su decir:

«con la muerte de Hatuey se salvó la conquista de la Isla».

Fue uno de esta tierra, Carlos Manuel de Céspedes, quien se convirtió en Padre de todos los cubanos al lanzar en La Demajagua el grito de independencia y librar el primer combate redentor en el poblado de Yara, una guerra que culminaría luego de treinta años de heroísmo y sacrificio.

La conquista española, desatada en 1511, rompió tajantemente la vida primitiva. La villa San Salvador de Bayamo, fundada en 1513, fue el centro generatriz de la vida política y administrativa de un vasto territorio que abarcaba Holguín, Tunas, la actual Granma y los municipios Contramaestre y Guamá, dependientes de Santiago de Cuba. Este poder comenzó a restringirse con la formación de las jurisdicciones de Holguín (1751), Jiguaní (1818), Manzanillo (1839) y Las Tunas (1847).

En junio de 1878 se creó la provincia de Oriente y en el seno de la antigua matriz se formaron los municipios de Bayamo, Jiguaní y Manzanillo. Posteriormente, a inicios del siglo XX, de Manzanillo se segregaron los municipios de Campechuela y Niquero.

Lucha contra el comercio de contrabando, corsarios y piratas

Desde los inicios del siglo XVII, los bayameses se caracterizaron por vulnerar las disposiciones políticas y administrativas coloniales; la práctica del comercio de contrabando definió una actitud rebelde frente a la Corona, al tiempo que tuvieron que contender con algunos piratas y corsarios. Estas formas de pensar y actuar marcaron hitos en el proceso de formación de la conciencia y la cultura cubanas. Por eso, esta tierra ha sido considerada históricamente como la Cuna de la Nacionalidad Cubana.

El contrabando y rescate satisfacía las necesidades de diversos sectores de la sociedad criolla bayamesa y los frailes, religiosos, sacerdotes y clérigos eran quienes más se beneficiaban según opinión del capitán general Pedro Valdés. En 1604 el obispo Juan de las Cabezas Altamirano recorrió la isla para administrar justicia, los sermones y pláticas en Bayamo menguaron el comercio ilegal. El 29 de abril llegó a la hacienda de Yara acompañado por el visitador Francisco Puebla, en esa zona de la jurisdicción bayamesa la iglesia tenía tierras, y era su interés inspeccionar la administración, expulsar a personas asentadas sin autorización y reconocer el río, tenía referencias de sus excelentes condiciones.

Era su aspiración pasar inadvertido, pero el pirata Gilberto Girón tenía sus naves fondeadas en el Golfo de Guacanayabo y fue puesto sobre aviso. Los bayameses le adeudaban más de 800 cueros y concibió el plan de capturarlo y pedir un rescate, fue guiado hasta su bohío y en horas de la mañana del día 30 atacó, los criollos resistieron, pero el obispo y su acompañante fueron capturados. Le ataron las manos y lo llevaron con destino a las naves, iba a pie, descalzo, bajo un intenso sol y arropado solamente con una sábana. La última parte del trayecto lo hizo a caballo. La noticia llegó a Bayamo el 29 de abril, y el alcalde Gregorio Ramos partió de inmediato con un grupo de hombres, ordenó prender o matar a los enemigos, pero cuando llegó a Yara aceptó negociar.

Los criollos entregarían 1 000 cueros, 200 ducados y 100 arrobas de carne y tocino. Los piratas pusieron como condición una fianza de 2 000 ducados y el visitador como rehén. El 4 de mayo fue puesto en libertad. El alcalde que estaba apostado en la playa lo acompañó de regreso a Yara.

Rescate al Obispo Juan de las Cabezas Altamirano

El 26 de mayo salió Ramos desde Bayamo, y en Yara se reunió con el obispo y obtuvo autorización para actuar militarmente, salió con 25 personas que había reunido. Se emboscaron en un monte a orillas de la playa de Manzanillo. En un primer momento se pidió la entrega del visitador sin pagar rescate, los piratas se opusieron y un negro fue mandado con 30 tocinos, 16 cueros y la condición de que la negociación tenía que ser en tierra y estar presente Puebla. El captor aceptó y bajó con 26 hombres bien armados, se inició un fiero combate, ambos bandos derrocharon valor.

El negro esclavo Salvador Golomón descubre a Gilberto Girón, lo atacó, esquiva una embestida y le clava una lanza en el pecho, muere al momento. Un español le corta la cabeza y la enseña como trofeo. Sus seguidores se desmoralizan y se retiran en desbandada, solo cuatro alcanzan los botes, 22 mueren en la acción, por los atacantes cae un aborigen.

El 31 de mayo de 1604 partió la comitiva desde Yara y en horas de la tarde llegan a Bayamo, recorren las calles y el pueblo los recibe con regocijo, en la parroquial los esperaba el sacristán Blas López. La cabeza fue colocada en la plaza mayor en lo alto de una picota y clavada con un clavo, y se ordenó que ninguna persona de ninguna calidad y condición pudiera quitarla, estaba puesta como castigo y ejemplo para otros.

La captura tuvo repercusión y los principales encartados narraron lo ocurrido bajo juramento en un informativo, el alcalde y el obispo enviaron testimonio al monarca Felipe III que veía con preocupación los acontecimientos que se desarrollaban en Bayamo por dos años consecutivos. Juan de las Cabezas propone eliminar el contrabando con el establecimiento de una media docena de galeoncetes financiados por la real hacienda, coincide con lo sugerido por el Pedro Valdés.

Estos hechos fueron tomados como argumento por el canario Silvestre de Balboa y Troya de Quesada para escribir en Puerto Príncipe, en 1608, Espejo de Paciencia, primera obra literaria que refleja rasgos de incipiente Cubanía.

Los bayameses habían convertido a la villa en la segunda más floreciente de Cuba gracias al comercio ilícito, por eso la aptitud contra Gilberto Girón sorprendió a muchos. Y es que el alcalde Gregorio Ramos prometió a la oligarquía que si lo apoyaban, como juez nombrado por la Audiencia de Santo Domingo daría la libertad a los sentenciados en rebeldía por el licenciado y teniente Melchor Suárez de Poago y propondría eliminar las causas del rescate con la elevación del embarcadero del río Cauto al nivel de los puertos de La Habana y Santiago de Cuba, el primer compromiso se cumplió, el segundo no.

Período de 1796-1812

En el período que transcurre entre 17961812, la sociedad bayamesa vivió bajo la influencia de la intentona revolucionaria de Morales porque la proyección económica y política trazada por el Cabildo se justificará por la evitación de otro complot. Ya en 1796 se comienzan a elevar pedidos de reformas económicas. El proyecto más integral elaborado por la oligarquía bayamesa intituló: Apuntación de las gracias más adecuadas al actual estado de la villa del Bayamo, cuya decadencia, se manifiesta, proponiendo a continuación de cada una, los fundamentos con que se solicitan para mejorar su gobierno, población, comercio, y agricultura, estaba constreñido, fundamentalmente, en aplicar medidas políticas, militares y administrativas. Estas glosas se resumen:

  • Que se coarte a los testadores la facilidad con que propenden a la fundación de Capellanías, y mandas piadosas, con perjuicio de sus sucesores naturales, y pobres.
  • Que la jurisdicción territorial de esta Villa, se subdivida, en los partidos que parezca conveniente, constituyendo en ellas, Capitanes, y Tenientes, a quienes esté encomendado el buen orden y persecución de los delincuentes con facultad de instruir las sumarias que correspondan.
  • Que siendo la obligación de abastecer a la Plaza de Cuba, la raíz primordial de las desavenencias de esta villa, ínterin se decide el pleito que siguen una, y otra población sobre la subsistencia de aquella, se proporcione cumplirla, sin quebranto de los intereses de la última que en las tres mil ciento, cincuenta, y nueve reses que suministra, pierde anualmente 94.870 pesos 3 reales, computando el precio de cada una, según el mediocre, que son diez pesos a que se compran aquí las que llaman aventureras, y en cinco pesos dos reales y medio que también es el mediocre el que pagan por las de obligación.
  • Que las Iglesias de los curatos rurales de Yara, Piedras, y Las Tunas se trasladen a parajes apropiados para formar, y aumentarse población, si los en que se hallan, no son susceptibles de esta; apropiándose para ella, cuatrocientos de tierra inmediatas a su contorno, las cuales se repartan a los que fabriquen sus casas contiguas a dichas Iglesias, con obligación de eximir a los propietarios de las referidas caballerías de tierras, lo que importen, seguir el actual valor de estos.
  • Siendo la crianza de ganados vacunos la principal sustancia de esta villa, hay prensión de que los dedicados a ella, saquen de sus ganados, todo el aprovechamiento que pueden, convirtiendo las leches en queso, y mantequilla que llaman de Flandes, y curtiendo los cueros secos, como ahora los frescos.
  • Que el cogollo de Yarey; todas las obras de este, y de paja de Junco, y Macio, sean francos, de todos los dichos Reales, y Municipales que adeuden en su extracción.
  • Que se forme una compañía, compuesta de sesenta, o más acciones de cincuenta pesos cada una la cual se constituya a comprar en esta villa todas las expresadas obras, y vender el cogollo de Yarey necesario para ellas, con sujeción a la Tarifa que se establezca a juicio de prácticos, e inteligentes quedando a las mujeres, u hombres que las tejan la franqueza de poderlos vender a otros que se las paguen mejor.
  • Que ninguno pueda tener tienda de mercería, sin que conste estar asociado a la expresada compañía al menos con una acción.
  • Que no solo continúe la gracia concedida para el mercado de Negros en las Colonias Amigas, introduciéndolas por el Puerto de Manzanillo, y pudiendo por el mismo extraer el dinero, los frutos, y demás efectos que ahora se permite, sino que el mismo Manzanillo se declare Puerto menor, como Trinidad, Matanzas, Cayo, Nuevitas, y Cuba, según solicitó el Ayuntamiento de esta villa con documentos que dirigieran a la Capitanía general de la Isla en 2 de agosto de 1796.
  • Que se procure el fomento de los Ingenios de azúcar, proporcionando a sus dueños rehacerse de Negros con que aumentar la cultura de las Cañas, y proveerse de los utensilios que les faltan para beneficiar sus caldos.

El proyecto revolucionario propugnado por Nicolás Morales en 1795 superará por su contenido las corrientes políticas de Bayamo hasta 1850. A raíz del movimiento se exigió una mayor atención a las milicias de la Villa por el gobierno de la Isla. Estas fuerzas habían tomado un nuevo significado desde el gobierno de Carlos III, cuando decidió preparar el contingente de la fuerza pública que debía permanecer en los pueblos. Se centró el esmero en el pago a tiempo de sus honorarios y entrega de vestuario. Para financiar los uniformes se tomó el dinero del arbitrio de aguardiente de caña y anisado, determinación del rey. Alejada en el tiempo la intentona, la entrega padeció irregularidades que provocaron el descontento entre los integrantes.

En la década de 1800 la tranquilidad era evidente en Bayamo. La oligarquía había logrado controlar a los encartados, la vida política se desarrollaba de acuerdo a los patrones dictados por la Corona española. Juan Bautista Vaillant, gobernador de la provincia, recibió la confirmación del Cabildo de Elecciones de oficios concejiles realizados en la segunda Villa fundada en Cuba, donde le significaban la tranquilidad, y paz con que se habían hecho estas Elecciones.

En este período la oligarquía fue capaz de sacrificar su carácter levantisco manifestado durante tres siglos, patrimonio y orgullo de generaciones anteriores por las concesiones económicas que prometía e incumplía el gobierno español.

En 1809 el panorama político cambiaba, en la metrópoli se luchaba contra la invasión napoleónica, en Cuba se descubría la conspiración independentista de Román de la Luz y en Bayamo desaparecía la calma política existente después de sofocada la intentona revolucionaria de Nicolás Morales y la oligarquía obtenía una importante victoria, se eliminaba la Pesa, un sistema impositivo que la obligaba a vender reses en el mercado santiaguero a precio fijo.

Los bayameses, manzanilleros y jiguaniceros transitaron por un pensamiento político y social en algunas etapas similares a las del resto del país, pero en otros periodos la mentalidad sería diametralmente opuesta, sobre todo cuando se trataba de la autonomía, la libertad y la convivencia social. Estas últimas aspiraciones acá tuvieron mayor celeridad, con respecto al Occidente de la Isla. La generación del 68 definió la lucha por la independencia y sentó las bases de los principios republicanos y democráticos.

Luchas por la independencia

La efervescencia conspirativa revolucionaria en las jurisdicciones de Bayamo, Manzanillo y Jiguaní no era ajena a las autoridades coloniales. Fue Bayamo la cuna del Himno Nacional, compuesto por el patriota, poeta y músico Pedro Felipe Figueredo, Perucho.

El día 7 de octubre llegó a Bayamo un telegrama del capitán general español Francisco Lersundi:

«Cuba es de España y para España hay que conservarla gobierne quien gobernarse. Reduzca usted a prisión a don Carlos Manuel de Céspedes, a Francisco Vicente Aguilera, a Pedro Figueredo, Francisco Maceo Osorio, Bartolomé Masó, Francisco Javier de Céspedes y otros nombres conocidos de conspiradores.»
De un golpe quedaría desarticulada la conspiración en Bayamo y Manzanillo. Pero por suerte, el director del telégrafo local, Ismael Céspedes Yero, hijo de Francisco Javier y sobrino de Carlos Manuel, interceptó la comunicación y logró descifrarla. Entonces viajó al ingenio Las Mangas de Figueredo y lo puso al tanto de las pesquisas colonialistas. Gervasio, calesero de confianza de Perucho, llevó el mensaje a Céspedes en el ingenio La Demajagua, quien de inmediato decidió adelantar el alzamiento para el 10 de octubre. Al día siguiente los principales jefes manzanilleros conocieron y apoyaron la audaz decisión.  

El día 9, desde las primeras horas de mañana, grupos de hombres acudían al ingenio de Céspedes, armados de fusiles, escopetas, trabucos, machetes de labranzas y palos aguzados en las puntas.

En otras zonas de la jurisdicción de Manzanillo hubo masivas concentraciones de patriotas. En Blanquizal Bartolomé Masó reunió unos 200 hombres, en El Caño, Juan Fernández Ruz y Ángel Maestre; en Guá, Manuel Calvar; en Vicana, Pedro de Céspedes y en Portillo, Manuel Codina. Este mismo día Pedro de Céspedes, al frente de 400 hombres, atacó y tomó el poblado de Vicana. De hecho, fueron los primeros tiros entre cubanos y españoles en la contienda liberadora.

Guerra de los Diez Años (1868 – 1878)

El 10 de octubre de 1868, en horas de la mañana, Carlos M. Céspedes proclamó la independencia de Cuba y decretó la libertad de sus esclavos. Cuando desató las pesadas cadenas de la servidumbre lo hizo con la visión del patriota y el humanista:

«Ciudadanos: hasta este momento habéis sido esclavos míos. Desde ahora, sois tan libres como yo. Cuba necesita de todos sus hijos para conquistar su independencia […].»

Los congregados en la hacienda juraron vengar los agravios de la patria y perecer en la contienda antes que retroceder en la demanda. Fue izada la bandera tricolor cosida por la mano de Candelaria Acosta Fontaine, conocida por Cambula.

De seguido Céspedes leyó el Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba, dirigido a sus compatriotas y a todas las naciones y fechado en Manzanillo. Las dos ideas tienen especial significación. Primeramente, se presentaba al mundo como un alzamiento de todo el pueblo, organizado en una junta de carácter nacional. Segundamente, la villa de Manzanillo era ampliamente conocida por su vida portuaria, creando la certidumbre de su dominio por los patriotas. El manifiesto exponía claramente las causas que arrastraban al pueblo a la guerra. España gobernaba a Cuba con un ensangrentado brazo de hierro, imponía abusivos tributos y contribuciones, atentaba contra la seguridad de las propiedades, privaba del ejercicio de la libertad civil, política y religiosa, sin derecho a tribunales civiles y forma legal de ejercitar el derecho a reunión a no ser la presencia de jefes militares. Plasmaba como objetivo inmediato de la insurrección constituir la nación libre y soberana. Frente al fenómeno de la esclavitud, Céspedes y sus partidarios, se mostraron cautelosos. Aunque en lo personal eran acérrimos abolicionistas, en el comienzo de la lucha optaron por una posición táctica. En tal sentido anunciaron que:

«[…] deseamos la emancipación gradual y bajo indemnización de la esclavitud.»

La elección de Céspedes al frente de la Revolución fue reflejada en los términos siguientes:

«[…] hemos acordado unánimemente nombrar un Jefe único que dirija todas las operaciones con plenitud de facultades y bajo su responsabilidad, autorizado especialmente para designar un segundo y los demás subalternos que necesitan en todas las ramas de la administración mientras dure el estado de guerra […]»

Asimismo, anunciaba la elección de una comisión gubernativa de cinco miembros para auxiliar al General en Jefe en los asuntos políticos y civiles. Declaró abolidos todos los impuestos, contribuciones y otras exacciones que cobraba el gobierno español y mantuvo sólo el pago de un 5 %, como ofrenda patriótica, para los gastos de guerra.

En el seno de aquellos más de 400 patriotas estuvo el germen del Ejército Libertador, con el liderazgo inicial de los terratenientes e integrado por propietarios, campesinos y esclavos liberados, unidos desde ese momento por el ideal común de lograr la independencia de Cuba.

Ante que entregarla intacta a los colonialistas españoles los estoicos pobladores de Bayamo prefirieron quemar la ciudad, el 12 de enero de 1869. Esta heroica acción ha sido vista como el parto de la nación cubana, al crear una nueva cualidad: la coexistencia en la manigua redentora, los préstamos culturales de uno y otros estratos sociales y étnicos hasta esos momentos inéditos. Indiscutidamente, esta armonía daría por resultado la mentalidad propia del cubano, sin importar rango social y color de la piel, con lo que se afincó definitivamente la integración ética y cultural.

El 13 de octubre, Perucho Figueredo reunió a sus parciales en el ingenio Las Mangas, mientras Francisco Maceo lo hizo en la zona de Monjará. Este mismo día Luis Figueredo ocupó los poblados de Cauto del Paso y Cauto Embarcadero. Ángel de Céspedes dominó la zona de El Horno, al tiempo que Manuel de Céspedes Fornaris sumaba patriotas a la lucha en Bueycito y riberas del Buey. Al día siguiente, Francisco V. Aguilera se alzó en su hacienda de Cabaniguán, al frente de 400 hombres y preparó la marcha hacia Bayamo. Dada la expansión de la rebelión, de La Habana salió en barco hacia Manzanillo el batallón Cazadores de San Quintín, al mando de Juan López del Campillo.

En Jiguaní desde el 12 de octubre Donato del Mármol, junto a Calixto García y Félix Figueredo, reunía a los patriotas en la finca Santa Teresa, en el partido de Santa Rita. Al otro día, a las diez de la mañana, ante unos 300 hombres Mármol proclamó el grito de independencia. De igual modo lo hizo el hacendado Benjamín Ramírez en su finca San Rafael, cercana a Santa Rita, sumando cien hombres a la lucha. De inmediato asaltaron y tomaron el caserío de Santa Rita al grito de ¡Viva la Libertad! . A las tres de la tarde ocuparon la villa de Jiguaní, donde tomaron prisionero al teniente gobernador, capitán Federico Muguruza Lersundi y el jefe militar Vicente Lineros. El puesto de teniente gobernador lo asumió Calixto García y de la hacienda pública Rafael Milanés Céspedes. En la tarde, los jiguaniceros dominaron Baire y Venta de Casanova. De este modo Jiguaní se convirtió en la primera jurisdicción libre de Cuba.

Guerra Necesaria (1895-1898)

El 22 de febrero de 1895 llegó un telegrama a Manzanillo:

«Diga al director de El Liberal, publique domingo 24 artículo recomendado. Fdo. Martínez.»

Era la orden de alzamiento trasmitida por Juan Gualberto Gómez al brigadier Bartolomé Masó, la que llegaba en momento oportuno. Ya las autoridades coloniales de Manzanillo y Bayamo sospechaban de la sublevación en cierne y tomaban medidas cautelares. En el acto, Masó celebró junta con Dimas Zamora, Celedonio Rodríguez, los comandantes Francisco Estrada, Pascual Mendoza y Juan Francisco Blanco (Bellito), el capitán Eduardo Pérez y el teniente Amador Guerra Muñoz, entre otros, donde acordaron insurgir en la fecha señalada. José Miró, director de El Liberal, partió a sublevar a Holguín y a su paso por Bayamo avisar al coronel Esteban Tamayo, mientras Bellito debía informar a Jesús Rabí en Jiguaní.

El 24 de febrero de 1895, el brigadier Bartolomé Masó convocó unos 200 hombres en su finca Colmenar de Bayate donde izó la bandera cubana y proclamó el comienzo de la nueva contienda por la libertad. En el acto leyó una proclama a los cubanos, en la que entre otras cosas señaló:

«Terminado el largo receso que las circunstancias nos impusieron en el año 1878, estamos de nuevo en campaña, esperando por los elementos con que pensamos conquistar en muy breve plazo nuestra independencia, única solución a la que debemos aspirar todos los cubanos.»

De seguido presentó la proclama a los españoles a los que presentó la justicia de la causa cubana y advertía que todos aquellos que no fuesen hostiles a la revolución serían considerados como hermanos.

En Calicito se alzó Amador Guerra, quien al grito de independencia recorrió los predios de los ingenios Salvador y Tranquilidad, requisando armas y municiones. Esa mañana, Amador Guerra y Enrique Céspedes, al mando de 80 efectivos, atacaron el fuerte de Cayo Espino, defendido por un destacamento de la guardia civil. El factor sorpresa posibilitó la dispersión del enemigo y con ello la consumación de la victoria. En tanto, en la zona de Campechuela se levantó el capitán Joaquín Reytor y en Niquero el coronel Ricardo de Céspedes y Dominador de la Guardia. En la finca Santo Tomás, en la zona de Yara, se alzó el 24 de febrero el coronel Juan Masó Parra, al frente de aproximadamente 80 hombres. Este grupo entró al pueblo de Yara, donde hizo acopio de armas y arreos.

En el municipio Bayamo secundaron el grito unos 80 patriotas en Vega de Piña, punto cercano a Barrancas, agrupados en torno al coronel Esteban Tamayo, el teniente coronel José A. Fernández de Castro y el comandante Francisco Estrada. En la finca Valenzuela se pronunció el coronel Joaquín Estrada, al tiempo que el coronel José Manuel Capote lo realizaba la finca La Estrella, cercana a Cauto Embarcadero, al frente unos 40 seguidores.

Avisados los complotados en Baire el 19 de febrero por José Figueredo, comisionado desde Santiago de Cuba por el general Guillermo Moncada, el capitán Saturnino Lora y el comandante Florencio Salcedo organizaron el levantamiento en el municipio Jiguaní. De allí partió Figueredo a avisar en la villa de Jiguaní al capitán Fernando Cutiño y al comandante Carlos Suárez, entre otros comprometidos. Además, el día 23 en la mañana Bellito Blanco informó de los planes al teniente coronel Jesús Rabí y al comandante Víctor Ramos, en Santa Rita y Gallardo, respectivamente. Por eso el 24 de febrero, un grupo de patriotas se reunieron en Baire, donde Lora anunció que comenzaba la lucha por la libertad y disparó los seis tiros de su revólver. En la valla se gallos apareció Florencio Salcedo, quien cogiendo los dos gallos en sus manos exclamó:

«Han terminado las peleas entre animales y comienza desde este momento la de los hombres por su libertad.»

En las fincas La Ceiba, La Malaqueta y Monte Alto, sitios cercanos a la villa de Jiguaní, Fernando Cutiño y Carlos Suárez encabezaron un grupo de unos 20 hombres. En Santa Cruz se levantó en armas el capitán José Reyes Arencibia al frente de una docena de patriotas. En la mañana los dos grupos se reunieron en Santa Cruz, los que a las siete y media de la noche penetraron en Jiguaní y dispararon contra el cuartel, mientras gritaban:

«¡Muera España! y ¡Viva la República!»

En la finca El Faldón, en la zona de Arroyo Blanco, se pronunció el teniente coronel Jesús Rabí, acompañado de Bellito Blanco y Víctor Ramos. Al otro día, recibió una comisión patriótica de Baire, porque había sido exaltado a la jefatura de la revolución en la comarca de Jiguaní.

Los grupos alzados en Bayamo y Yara tenían escasez se armamentos pero con decisión sobrada para luchar por el bienestar de la patria. La primera misión que recibieron fue acopiar armas y caballos para formar escuadrones de combates. El 26 de febrero el coronel Tamayo copó en Jucaibama una compañía que se movía de Bayamo hacia Barrancas. En poder de los insurrectos quedaron más de 50 armas y varias cabalgaduras. Poco después, los prisioneros fueron devueltos a Bayamo. El día 27 Amador Guerra penetró al poblado de Campechuela, donde se apoderó de armas y pertrechos que el enemigo depositaba en un fuerte. Entre tanto, las fuerzas de Jesús Rabí por la mañana entraron a Jiguaní, pues el enemigo se había retirado para Arroyo Hondo, cercano a Santa Rita. Los patriotas dentro del poblado destruyeron obras de defensas y requisaron diversas armas. Por la tarde, una avanzada de caballería, con José Reyes al frente, enfrentó en su retorno a los españoles. En poder de los libertadores quedaron trece fusiles Mauser, municiones y cuatro prisioneros.

Los campos granmenses presenciaron muchas victorias gloriosas de las armas mambisas, como la de la Batalla de Peralejo, el 13 de julio de 1895, y la batalla de Guisa, dirigida por el general Calixto García, entre el 28 de noviembre y el 6 de diciembre de 1897, pero también no pocos episodios infaustos, como la fatal caída en combate del Héroe de Dos Ríos, José Martí, el 19 de mayo de 1895.

Período republicano neocolonial (1902-1958)

El Che Guevara, fundador de Radio Rebelde

Los aspectos más novedosos de la vida republicana (19021958) lo constituyen la luchan de clases y el papel revolucionario jugado en ella por los obreros y su vanguardia más consciente y esforzada: los militantes comunistas, forjadores de episodios que trascienden el marco regional. En estas páginas aparecen los combates permanentes contra los mecanismos de dependencia establecidos por el imperialismo yanqui. Se destaca el paso de las asociaciones obreras desde las posiciones del anarco–sindicalismo hasta las avanzadas del socialismo. No pueden faltar figuras descollantes en estos empeños como Martín Agustín Veloz (Martinillo), Blas Roca, Cesar Vilar, Francisco Rosales Benítez (Paquito), Francisco Tamayo Tamayo (Pacho), Rogelio Recio González y Alberto García Meriño, entre muchos más.

Asimismo, en esta etapa tuvieron lugar las luchas contra la tiranía de Gerardo Machado Morales, donde se proyectó como una figura nacional, el revolucionario Antonio Guiteras, quien organizó a los bayameses, jiguaniceros y manzanilleros para la batalla frontal contra el feroz dictador. Por otra parte, en los territorios de la actual Granma hubo un fuerte fermento revolucionario que denunció la corrupción de los mal llamados gobiernos auténticos y que militaron en el Partido Ortodoxo del Pueblo Cubano, creado por el ilustre político santiaguero Eduardo Chibás. Entre sus integrantes más prestigiosos se encontraban Manuel Sánchez Silveira, Celia Sánchez Manduley, Manuel Echevarría Martínez, Roberto Arnaldo Paneque, Eloy Paneque Blanco, Adalberto Pesant González y Micaela Riera.

Bayamo fue escenario de la acción detonadora del 26 de julio de 1953. Este hecho dio impulso y claridad a la oposición revolucionaria contra la tiranía de Batista, la que hizo suya el documento programático La historia me absolverá, preparado como autodefensa por los sucesos de Santiago de Cuba y Bayamo, por el abogado y valiente patriota Fidel Castro.

El yate Granma llegó por las costas de Niquero el 2 de diciembre de 1956

Por las costas del municipio Niquero llegó la expedición del yate Granma, con una carga de 82 expedicionarios, al mando del Comandante Jefe Fidel Castro Ruz, que venía a traer la libertad definitiva.

Desde este momento la región del Golfo del Guacanayabo, la Sierra Maestra y el Valle del Cauto, o sea montañas, pueblos y llanuras, se convirtió en teatro principal de la guerra liberadora. En ella se desenvolvió la epopeya de diciembre de 1956.

Entre los sucesos más memorables de la gesta de la Sierra Maestra estuvo la creación del Primer Frente José Martí, bajo el mando directo del Comandante en jefe Fidel Castro; la creación de la Columna No. 4, a cargo del comandante Ernesto Che Guevara, con la misión de operar al este del pico Turquino; la publicación del periódico El Cubano Libre desde el 4 de noviembre de 1957, creado por el Che Guevara; la fundación de radio Rebelde, la voz de la Sierra Maestra, en el alto de Conrado, el 24 de febrero de 1958; y la Comandancia General de La Plata, el 1 de mayo de 1958.

Entre otros sucesos extraordinarios de la Sierra Maestra y los llanos del Cauto estuvieron la formación de la Columna No.2, bajo el mando del comandante Camilo Cienfuegos, quien desarrolló una efectiva campaña militar en los llanos de Bayamo; la derrota de la Ofensiva de Verano, donde numerosa fuerzas de la tiranía fueron derrotadas en seis batallas, como la de El Jigüe, Santo Domingo y Las Mercedes y más de treinta combates entre los meses de mayo y agosto de 1958; la batalla de Guisa del 20 al 30 de noviembre y el combate de San José del Retiro, en Jiguaní, el 19 de diciembre de 1958.

Revolución en el poder

Al triunfar la Revolución, la región estaba dividida en los municipios Bayamo, Jiguaní, Manzanillo, Campechuela y Niquero, dependientes de la provincia de Oriente. El 29 de enero de 1959, el Gobierno Revolucionario estableció las leyes 30 y 37 mediante la cual crea un gobierno municipal, integrado por tres comisionados, los que ostentaban la personalidad jurídica de la provincias y los municipios, su dirección y administración estatal y tenían las atribuciones y facultades que las leyes conferían hasta el triunfo de la Revolución a los alcaldes y concejales. Ellos fueron resultado de la reforma constitucional del 20 de enero de 1959. Estos resultaron los primeros pasos para organizar la nueva sociedad. Los comisionados municipales y los subcomisionados de barrios eran gobiernos provisionales elegidos por la dirección de la Revolución a los distintos niveles. Este modo de actuar significaba un paso importante para el establecimiento de la democracia, pues los seleccionados eran hombres y mujeres salidos del pueblo, los que defendían los genuinos intereses de las grandes masas de obreros, campesinos y demás trabajadores. Eran verdaderos revolucionarios que se habían destacado en la lucha contra la tiranía, por lo que se habían ganado la admiración, el respeto y el apoyo popular.

La estructura adoptada en la región, conformada por los cinco antiguos municipios, fue la de los comisionados siguientes: Cristóbal Guilarte, en Bayamo; Héctor Llópiz Vázquez, Manzanillo; Bolívar Pantoja, Jiguaní; Enrique López, Campechuela; y Rafael Fonseca, en Niquero.

Nueva división político-administrativa

Los orígenes de la provincia Granma como tal son de unas pocas décadas, apenas hace treinta siete años. Nació cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 7 de noviembre de 1976, desde el histórico ingenio azucarero La Demajagua, ante miles de pobladores, proclamó que la anterior provincia de Oriente se dividía en cinco provincias: Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas y Granma.

En esos momentos estaba en marcha una nueva división política – administrativa del país, por lo que las antiguas regiones de Bayamo y Manzanillo se integraron en una sola comunidad territorial y la ciudad de Bayamo fue escogida como la capital provincial, sin perder de vista el carácter decisivo de Manzanillo en cada uno de los planes de desarrollo. Llevaba el nombre de Granma, en homenaje al yate blanco que trajo la expedición liberadora de México por las costas de Niquero el 2 de diciembre de 1956. Su gentilicio es granmenses.

Por la Ley 1304 la conformaron trece municipios: Bayamo, Manzanillo, Jiguaní, Cauto Cristo, Río Cauto, Yara, Guisa, Buey Arriba, Bartolomé Masó, Campechuela, Media Luna, Niquero y Pilón.

Demografía

El poblamiento lo caracteriza la existencia de 843 asentamientos, de ellos 65 urbanos y 778 rurales, concentrados esencialmente en los ejes de los viales y las proximidades de ríos y arroyos. La provincia cuenta con cinco ciudades: Bayamo, Manzanillo, Jiguaní, Niquero y Guisa, con un crecimiento demográfico cinco veces mayor que hace cincuenta años. Entre sus pueblos más importantes se encuentran: Río Cauto, Cauto Cristo, Yara, Campechuela, Media Luna, Pilón, Bartolomé Masó y Buey Arriba.

La provincia Granma cerró el 2012 con una población de 834 380 habitantes, que representa el 7,47 % de la población del país. El comportamiento en las cinco ciudades de la provincia fue el siguiente: Bayamo, con 157 027 habitantes; Manzanillo, 98 904; Niquero, 24 244; Jiguaní, 22 333 y Guisa con 21 849.

Del total de la población granmense hay 422 232 hombres y 412 148 mujeres. Es evidente el cierto equilibrio entre los sexos, pues los varones representan el 50,6 % y las hembras el 49, 4 %. El mayor por ciento de la población se concentra en la zona urbana, donde viven 511 875, mientras en la zona rural habitan 322 505. Por eso, el grado de urbanización es del 61,3 % y la densidad poblacional es de 99,6 habitantes por kilómetros cuadrados. La estructura por edades es la siguiente: 19,5 % menores, 65,8 % adultos y 16, 6 % ancianos. La tasa anual de crecimiento es de 0,2 por cada mil habitantes. La variación de la población con respecto al censo del 2002, tuvo un promedio anual de 0, 15 %. Granma se encuentra entre las tres provincias de mayor población mestizas del país, con el 53, 4 %, luego de Santiago de Cuba y Guantánamo.

Economía

Debido a la crisis económica de los últimos veinte años, ha disminuido la capacidad productiva y los niveles comerciales, como en el resto del país. No obstante, la economía se fortalece cada día con la sustitución de importaciones, la iniciativa creadora y los mecanismos de estimulación estatal y cooperativa. Esta actividad se estructura en 115 empresas, 87 unidades presupuestadas, 80 organizaciones económicas y 38 unidades.

La ganadería y la agricultura continúan siendo las ramas económicas principales. El 37,3 % de tierras están dedicadas a los cultivos de caña de azúcar, arroz, tabaco, café, cacao y cultivos varios. Las materias primas se procesan en varias industrias, entre ellas seis centrales azucareros, seis molinos arroceros, tres fábricas de conservas y tres fábricas de tabaco. Granma produce 79 mil toneladas de arroz, siendo la mayor productora de cereales del país. Los mayores arrozales se cultivan en Río Cauto y Yara, pero los otros municipios se suman al calor de los incentivos dispuestos por el Gobierno cubano a fin de fortalecer la producción nacional del grano, considerado imprescindible en la mesa criolla.

El programa de la agricultura urbana propicia buenos rendimientos de granos, hortaliza, tubérculos y raíces para la población. Esta actividad es de referencia nacional. Hay un adecuado aprovechamiento de los espacios libres existentes, en especial en las periferias de Bayamo, Jiguaní, Manzanillo y Niquero. Los organopónicos elevaron la cifra a 66, ocupando un área total de 122 hectáreas. En la actualidad esta actividad emplea 3 420 trabajadores, la mayoría mujeres. Por esta vertiente se obtienen 333 mil toneladas de viandas y hortalizas. La provincia produce 50 mil toneladas de tomates, unas diez mil por encima del año anterior.

La rama ganadera dispone de discretas masas de ganados vacuno, porcino, bufalino, caprino y ovino. El 15,4 % de la superficie agrícola la ocupan pastos y forrajes. En Mabay y Media Luna hay criaderos de búfalos. La política de desarrollo ganadero se ha encaminado al logro de cambios genéticos de los rebaños, para lograr especie más lecheras y resistentes a enfermedades y plagas, consolidar la inseminación artificial y mejorar las condiciones veterinarias. La Empresa Genética y Cría Manuel Fajardo, de Jiguaní, marcha a la vanguardia de esta actividad. Las industrias lácteas acopian unos 85 mil litros de leche diarios, posibilitando la obtención de grandes cantidades de quesos, mantequillas, leche condensada, leche evaporada, helados, yogurt y suplementos dietéticos como harina lacteada, chocolatín, fortachón (cereal de maíz) y materlac (leche vitaminada), por solo mencionar algunos. En la fabricación de yogurt en potes ocupa el primer lugar nacional. El objetivo general de la Empresa de Productos Lácteos Bayamo, es duplicar la producción de leche para satisfacer los planes de producción derivados del líquido, por lo que se trabaja en eliminar algunas deficiencias tecnológicas y adiestrar el personal necesario.

Diariamente se sacrifican unos 1 500 puercos, 150 reses y 7 mil aves, permitiendo la disponibilidad de carne fresca y refrigerada. En el 2009 se entregaron 2 127, 3 toneladas de carene deshuesada de res y 3 559,1 toneladas de carne de cerdo en banda. De igual se preparan grandes volúmenes de embutidos, picadillos, hamburguesas, croquetas, chorizos, jamonadas y salchichas. En el municipio de Pilón se incursiona en la cría de aves exóticas, como el avestruz.

La superficie forestal abarca 14 780, 6 caballerías, para el 27 % respecto a la superficie total, con maderas precisas como caoba, cedro, fustete, almiquí y cerdos. Se han incrementado las fincas forestales para la protección del suelo y los corredores húmedos.

Las empresas pesqueras, Pescagram y Epigram, juegan un importante papel en la captura y la producción industrial y en barcos. Cuenta con unidades en Manzanillo, Niquero, Cabo Cruz, Pilón y Guamo, así como con industrias en Manzanillo, Niquero y Río Cauto. Por esta vía se procesan significativas cantidades de pescados, crustáceos, moluscos y morralla. De altas demandas son las langostas y los camarones, de las que se han fomentados criaderos artificiales. En el municipio Río Cauto funciona una empresa para el cultivo del camarón.

El sector del turismo cuenta con los grupos empresariales Isla Azul S.A. y Comercial Caracol S.A., la compañía de hoteles Cubancán S.A. y el extrahotelero Palmares S.A. En su conjunto, disponen de instalaciones confortables en la Sierra Maestra como la Villa Balcón de la Sierra, en el pintoresco valle de Santo Domingo, y en Pilón funciona un atractivo polo turístico con los hoteles Marea del Portillo y Farallones del Caribe y la Villa Punta de Piedra. Además, resultan muy agradables los hoteles Sierra Maestra, en Bayamo, Gucanayabo en Manzanillo y el de Niquero. Una importante área de excursiones la forma el Parque Nacional Desembarco del Granma, Patrimonio de la Humanidad, con las terrazas marinas de Cabo Cruz y el sendero arqueológico de El Guafe. Otras áreas atractivas la constituyen las bases de campismo Sierrita de Naguas, El Salto de Jibacoa y Los Cantiles. Las ciudades de Bayamo y Manzanillo constituyen escenarios atractivos por su historia, la cultura y la sociabilidad de sus habitantes.

Fidel Castro en la Plaza de la Patria de Bayamo, el 26 de julio del 2006.

En la provincia se cuentan con muchas otras empresas industriales importantes. En Manzanillo sobresalen las fábricas de aluminios mecánicos José Luis Tasende, ron Pinilla, refresco 2 de Diciembre, acumulares XX Aniversario, conserva La Manzanillera, fideos Horacio Rodríguez, producciones electromecánicas, gases industriales, helado, una pasteurizadora y la fundición Manuel Fajardo.

En Bayamo existen las fábricas de queso y mantequilla La Hacienda, dietético Nestlé, embotelladora de cerveza, caramelo bombón, vino Rey del Cauto, cerámica roja, colchones, encurtidora La Bayamesa, gases industriales, la pasteurizadora El Alba y órganos musicales, entre muchas otras. En la zona de Jiguaní las fábricas de mármoles cubanos, conservas Bella Fruta, fideos Ramón Paz en Charco Redondo y la fundición de El Cepillo. En los municipios de Yara y Buey Arriba las fábricas de conserva.

El sector de la construcción se empeña en aumentar la producción de áridos, mosaicos, granitos, cerámicas, ladrillos, baldosas, mármol y prefabricados. Gracias a la existencia de materiales crece el fondo habitacional con la construcción cada año de 2 mil viviendas por la vía estatal y 1 800 por la modalidad del esfuerzo propio. Las tipologías de las nuevas casas van desde biplantas hasta edificios Gran Panel IV. En el plan constructivo se destacan las casas especiales para los médicos internacionalistas. El índice de habitabilidad en la ciudad de Bayamo es de un 3,9 hab/ viv. El 55% de las casas presentan buen estado; el resto son regulares y malas. Por eso, esta tarea demanda una atención priorizada, incluyendo la disponibilidad de materiales de la construcción.

Se trabaja en la extensión de las redes técnicas acueducto, alcantarillado y drenaje pluvial en Bayamo, Jiguaní, Bayamo y Niquero. No obstante, el servicio de agua potable no satisface a la población. Aún cientos de casas, como en los tiempos coloniales, dependen del agua surtida por pozos, aljibes y la vendida por los aguadores ambulantes.

De igual modo se amplían avenidas, el asfaltado de repartos en las ciudades; continúa la propuesta de crear el parque río Bayamo con el objetivo de sentar las bases para la recuperación ambiental de este ecosistema y su integración al desarrollo urbano.

El Programa de Desarrollo Humano Local (PDHL) participa activamente en 25 proyectos relacionados con la seguridad alimentaria, la diversificación de los productos agroalimentarios, el desarrollo cooperativo y los nuevos usufructuarios, creación de polígonos para la producción de materiales de la construcción en los municipios, el incremento de fuentes de agua y la limpieza de las calles de las ciudades, mediante la compra carros piker para la recogida de desechos sólidos y de contenedores de basura.

De igual modo, el PDHL trabaja en el fortalecimiento del programa a los adolescentes con la creación de un centro de atención integral, rehabilitación de 15 consultorios médicos, una casa de orientación a la mujer y la familia, dos centros escolares en Río Cauto, la lucha contra la anemia, el funcionamiento de 14 casas de abuelos, 7 hogares de ancianos, 1 709 círculos de abuelos en las comunidades, fundamentalmente en el aseguramiento de servicio alimentario en centros de trabajo y mercaditos comunitarios, servicios de lavandería y cuidado por asistentes sociales.

Educación

Los indicadores de la educación muestran un sistemático trabajo para elevar la calidad y el rigor del proceso docente–educativo y lograr un educando disciplinado y multifacético. El curso escolar 2012–2013 comenzó con 836 escuelas primarias, 80 centros de enseñanza media, 42 preuniversitarios, 37 politécnicos agropecuarios, 20 politécnicos de la construcción, 16 politécnicos de economía, 27 centros mixtos de especialidades técnicas, 4 escuelas de oficios, 33 escuelas especiales, 26 escuelas de adultos. A esta esfera está destinado el 25% del presupuesto de la provincia. Además, funcionan cinco centros de enseñanza superior con formación de profesionales en distintas especialidades. Granma contaba en el 2012 con 87 814 graduados universitarios, de ellos 9 854 másteres y 1548 doctores en varias disciplinas. El 99,9 de la población se encuentra alfabetizada.

Las mujeres trabajadoras granmenses tienen a su servicio con 33 círculos infantiles, con una capacidad para 5 498 plazas y 26 seminternados de primarias, con 2 400 capacidades.

Cultura

Fidel Castro y el Comandante de la Revolución Guillermo García, en la Tribuna Abierta de Buey Arriba, el 30 de marzo del 2002.

La cultura tiene un amplio destaque en varias expresiones y no solo en los ámbitos locales sino también en el continental, con una impronta definida y lozana en países como Colombia, Guatemala y México. Con énfasis en la música, la poesía y la narrativa resaltan Manuel Muñoz Cedeño, Juan Clemente Zenea, Manuel del Socorro, José Joaquín Palma, Carlos Manuel de Céspedes, José Fornaris, María Luisa Enriqueta del Carmen Milanés entre otros.

La provincia cuenta con amplia red de instituciones culturales: 23 museos, 15 extensiones museables, 36 bibliotecas públicas, 411 miniblibliotecas, un bibliobús, 21 cines, 24 salas de video, 15 videotecas, 22 video clubes, 4 teatros, una sala de teatro, 4 galerías de arte, un taller experimental, 2 casas de la trova, 24 casas de cultura, 7 grupos portadores y 124 unidades artísticas de aficionados, 23 librerías, los sellos editoriales Bayamo y Orto, la revista Ventana Sur y el periódico La Campana y una treintena de centros recreativos. Las casas de culturas atienden con dedicación el movimiento de artistas aficionados, descubriendo talentos y preparándolos para el futuro. Además, en la defensa de la identidad y la conservación del rico patrimonio cultural trabajan las oficinas de restauración y sitios históricos de Bayamo y Manzanillo, un fondo y un registro de bienes culturales y varias tiendas de ARTEX.

Medios de comunicación

En los medios de comunicación cuenta desde octubre de 1937 con la emisora CMKX Radio Bayamo, la cadena provincial de Radio. En 1952 aparecía CMDF Radio Manzanillo hasta que en 1972 adoptaría el memorable nombre de Radio Granma.

Posteriormente se fundaron en Niquero, Radio Portada de la Libertad (1995); Radio Jiguaní (2003); en Bayamo, Radio Ciudad Monumento (2006) y en Guisa, Radio Sierra Maestra (2008). Los trabajadores de la radiodifusión granmense se empeñan en educar, incentivar y dirigir el gusto de los oyentes, sin olvidar las partes que les toca en entretener y recrear culta y sanamente.

Desde el 10 de octubre de 1976 circula el periódico provincial La Demajagua, órgano oficial de la provincia. En el julio del 2010 el Gobierno Provincial puso en circulación la revista anual Granma Audacia de Pueblo.

Televisión

En el mundo de la televisión desde enero de 1993 se creó la TV Serrana, un proyecto sociocultural participativo y comunitario en el corazón de las montañas, que ha sido ejemplo de televisión singular tanto en Cuba como en América Latina. En TVS se realizan documentales, se incursiona en el periodismo, los dramatizados, series históricas y en la producción de un largometraje. En 1995 se fundó el tele centro Cuna de la Nacionalidad Cubana (CNC), al que siguieron en el 2004 en Manzanillo, Golfo Visión y en Niquero, Portada Visión. Desde el 2005 tiene corresponsalías en Guisa, Cauto Cristo, Buey Arriba, Bartolomé Masó, Yara, Campechuela, Media Luna y Pilón. Hasta hoy es el segundo sistema de televisión más extendido en el país, después de la provincia de Villa Clara.

Música

Prestigiosas agrupaciones como la Original de Manzanillo (1963), Cándido Fabré y su Banda (1993), la Banda de Conciertos de Bayamo (1913) y el Coro Profesional de Bayamo (1962), entre otras, consolidan la educación artística de las masas, con presentaciones de un alto nivel profesional; ellas colocan el nombre de Granma en la cartografía de Cuba y el mundo, con ritmos y sonoridades auténticas. Wilfredo (Pachi) Naranjo, Cándido Fabré, Carlos Puig Premión y Marisel Ávila Labrada han sabido ganarse las simpatías, el respeto y el cariño de su pueblo, que los reconoce como legítimos representantes de la cultura cubana.

Es importante señalar en el acervo artístico de la región a agrupaciones musicales como el Quinteto Rebelde, el mariachi Tierra Brava, Yakaré, Firbesón, Yaraví, la Charanga del Caribe, Argeo Pablo y su Grupo Tropical, Grupo Virama, Café Exclusivo, Compañía Guanchi Tropical Show, Grupo Nubes, Manolito y su Tirijala, Arturo Jorge y su Cuarteto Tradición, Grupo Kanoy, el conjunto Exsultén, el septeto Callahacas; los tríos Los Bohemios y Los Cantantes en Manzanillo, Los soles de Media Luna y los Audaces en Bayamo; el órgano El mambisisto de Bayamo y los órganos infantiles Los Riveritos de Río Cauto y Los Moralitos de Niquero. En la cantera de directores artísticos de espectáculos han alcanzado reconocimiento provincial y nacional William Delgado, Julio César Chacón González y Fernando Muñoz Carrazana.

De igual manera existen otros conjuntos artísticos que llenan los espacios culturales con maestría y virtuosismo, como el Colectivo Teatral Granma, Guiñol Pequeño Príncipe, Teatro Andante y La Guerrilla de Teatreros, los que rompieron los cánones del teatro tradicional, cuando decidieron salir de las salas urbanas y llevar lo mejor de sus artes a las comunidades del campo, fundamentalmente al Plan Turquino – Manatí. No pueden dejar de mencionarse el Teatro Alas, con sus novedosas propuestas artísticas, ni el teatro infantil La colmenita jiguanicera, con su inmenso arsenal de talento y ternura en función de la comunidad.

En las propuestas artísticas del territorio sobresalen intérpretes como Mundito González, Pablo Milanés, Luis Rey Palmero (Charro Negro), Maida Castañeda, Raúl Torres, Manolo del Valle, Idanis Ortiz, David Álvarez, Luis Alberto Tamayo (Ruiseñor), Lucy Sifonte, Mariela Steven, Gilberto Leal Fonseca (Motica), Norbelis Bárzaga Mojena y Arisleys Rodríguez. Por su parte, se cuenta con importantes autores y compositores musicales como Orlando Quesada Arévalo (Guapacha), Eulice Proeza de la Torre, Pachy Naranjo, Ramón Galardi, Leyla Reyes Poveda, Manuel Oliva (Manolito), Abel Guerrero Castro, Andrés Araujo, Guillermo Cala, Aníbal Ramírez y Arturo Jorge Cabrales.

Artes plásticas

En la creación plástica sobresalen los pintores Ever Fonseca, Alexis Panjota, Wilfredo Sánchez, Wilfredo Díaz Rosales, Alfredo Tornés, Rafael Fuentes Rojas, Ramón Mesa Bauzá, Amauris Palacios, Dajoviel Silva, Liuvis Rosabal, Luis Guillermo Santisteban Varela y Julio Eduardo Castañeda; en la escultura Ramón Blanco Arzuaga, Juan Luis Maceo Núñez, Wilfredo Milanés y Pedro Cisneros Tamayo. En tanto, en el arte popular Noel Viltres Rivero, Miguel Ángel Urquiza, Carlos García Viamonte, Rafael Barrios Madrigal y Juan Aníbal Fonseca Figueredo.

La educación artística corre a cargo de cuatro: la Escuela Provincial de Arte Manuel Muñoz, la Academia de Artes Plásticas Osvaldo Guayasamín de Bayamo y la Escuela Elemental de Música Carlos Enríquez de Manzanillo, pertinentes al sectorial de Cultura, así como la Escuela de Instructores de Arte Cacique Hatuey, del Ministerio de Educación.

Universo de las letras

En cuanto al universo de las letras se cuenta con poetas y poetisas de la talla Ambrosio Fornés Fruto, Alex Pausides, Alexander Besú Guevara, Luis Carlos Suárez Reyes, Lucía Muñoz Maceo, Juventina Soler Palomino, Abel Guerrero Castro, Alejandro Ponce Ruiz, Omar Parada Soto, José Manuel Reyes Alcolea, Nelson Gudín Benítez, Evangelina Núñez y Juan Ramírez Martínez; en el cuento Erwin Caro Infante, Denis Gamboa Cobiella, Alexey Mendoza Quintero y Léster García Rondón; en la novela Francisco López Sacha, Rafael Vilches Proenza, Evelio Traba y Arsenio Rosales. La ensayística la cultivan Ambrosio Fornés, José Manuel Fernández Pequeño, Arsenio Rosales y Juventina Soler Palomino.

Otros resultados

La lucha por el regreso del niño Elián González a la patria sirvió de contexto para que en todo el país se generara un gran movimiento cultural en el que el pueblo, a través de las tribunas abiertas, expresaba su sentir por la devolución del niño y al propio tiempo daba muestras de apoyo a la Revolución.

En toda la provincia se organizaron estas tribunas en las que se movilizaban miles de personas dentro y fuera de la provincia, en aquellas que no existían condiciones para las grandes concentraciones también se organizaron actos con características similares. De modo que todos los territorios de la provincia se vincularon a esta tarea de la Revolución.

El inicio del siglo XXI para Bayamo, bajo la consigna Del esfuerzo, la victoria, marcó el rumbo de la mentalidad de la población, la que apoyó a la dirección de la provincia y el municipio en todas las tareas. En 2001 fue designado como primer secretario del PCC en Granma Lázaro Expósito Canto, con lo que comenzó para el territorio una nueva etapa de trabajo y de resultados.

La nueva dirección con sus métodos y estilo de trabajo incidieron positivamente en la recuperación económica de la provincia, destacándose la reanimación de las producciones industriales y la ampliación de cultivos y vegetales indispensables para la alimentación del pueblo. En un período de tiempo relativamente corto los cambios eran palpables y así se reconoció por la máxima dirección del país.

El resultado de esta unión de voluntades conllevó a que a Granma se le otorgara por segunda vez en la historia la sede del acto nacional por el 26 de julio en el 2006. Al mismo acudieron a la Plaza de la Patria más de 100 000 granmenses para conmemorar junto a Fidel los logros de la provincia en tan significativa fecha.

El movimiento cultural que generó la Batalla de ideas también repercutió en la imagen de cada uno de los municipios con la construcción de los Joven Club de Computación, algunas salas de videos que consolidaron la utilización de los medios audiovisuales, además de que se beneficiaron sus pobladores con el mejoramiento de las condiciones constructivas de las viviendas. En las montañas fue favorecido el Plan Turquino con resultados visibles en las esferas educacionales, de salud y en materia cultural.

En este contexto la cultura en la región y en especial su literatura, recibió un gran impulso con la aparición en la provincia de la versión local de la Feria Internacional del Libro y del sistema de impresión territorial Riso Graph, el cual permitió la fundación de dos sellos editoriales en la provincia, ediciones Bayamo y ediciones Orto, en Manzanillo. En estos espacios aparecieron obras literarias y ensayísticas de los creadores en el plano regional.

La Casa de la Nacionalidad Cubana alcanzó en el 2006 la condición de Unidad de Ciencia e Innovación Tecnológica, única de su tipo en las Ciencias Sociales en la provincia Granma. Con el objetivo de consolidar los avances culturales y constructivos de la región, fueron inaugurados diferentes espacios; entre ellos se destacan la Escuela Provincial de Arte (EPA) Manuel Muñoz Cedeño, la Asociación Hermanos Saíz y el segundo tramo del Paseo Bayamés, entre las calles Lora y Masó.

De importancia para el desarrollo social y cultural fue la visita realizada por el Comandante en Jefe Fidel Castro entre el 28 y 29 de marzo del 2002, quien en esa oportunidad inauguró importantes centros culturales y educacionales en la provincia, entre ellos Academia de Artes Plásticas Carlos Enríquez, en Manzanillo; el curso integral para jóvenes, en la plaza Celia Sánchez; la televisión; y la computación en Pilón. De igual manera, el máximo líder de la Revolución sugería a las autoridades de la provincia la creación de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, la fundación de una escuela de formación de bandas de conciertos y la terminación de la Circunvalación Sur en la ciudad de Bayamo.

En el período del año 2002 se concluyó el tercer tramo del paseo bayamés, entre las calles Masó y Manuel del Socorro Rodríguez, donde aparecieron instituciones culturales como el Gabinete de Arqueología, el Museo de Cera, Maqueta de la Ciudad y Taller de Creación. El 26 de julio del 2006, Granma ganó la emulación por la efeméride del 26 de Julio, con lo que tuvo a Fidel castro y otros dirigentes de la Revolución, en esta memorable fecha en la Plaza de la Patria de Bayamo.

Fidel Castro saludó a los dirigentes del PCC en Granma, encabezados por su primer secretario Lázaro Expósito Canto

En los años sucesivos la provincia ha tratado de mantener el desarrollo alcanzado, atravesando por no pocas dificultades. Han existido períodos en los que se observa una leve disminución de los niveles de producción y los servicios. No obstante, la dirección del Partido y el pueblo, conscientes de su pasado y presente escribe cada día verdaderas páginas de historia.

Fuentes

  • Daniel Aldo Naranjo Tamayo, historiador y museólogo. Labora como especialista en el museo Provincial de Granma. Es coautor del libro Síntesis histórica municipal de Bayamo (2009).
  • Miriam Celaya González y Pedro Pablo Godo Torres. “Llora- lluvia: Expresiones mítico- artísticas en la alfarería aborigen”, en revista de El Caribe arqueológico, anuario publicado por la Casa del Caribe, no. 4, 2000, Santiago de Cuba, pp. 70-84.
  • Jacobo de la Pezuela: Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la isla de Cuba. Imprenta del Banco Industrial y Mercantil, Madrid, 1863, 5t.
  • Roberto Mateizán: Cuba pintoresca y sentimental, Tipografía Arroyo y Hermanos. Santiago de Cuba, 1935.
  • César Rodríguez Expósito: Hatuey. El primer libertador de Cuba, Editorial Cubanacán, La Habana, 1944.
  • Bartolomé de Las Casas: Historia de Las Indias, Fondo de Cultura Económica, México, 1992, 2t.
  • José Maceo Verdecia: Bayamo, Ediciones Bayamo, Bayamo, 2009, (Edición corregida y anotada Ludín B. Fonseca García.
  • Enrique Orlando Lacalle: Cuatro siglos de historia de Bayamo, Ediciones Bayamo, Bayamo, 2010, (Edición corregida y anotada Ludín B. Fonseca García)
  • Hortensia Pichardo: Facetas de nuestra historia, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1989.
  • Joel James Figarola: Alcance de la Cubanía, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2001.
  • Colectivo de autores: Bayamo en el Crisol de la Nacionalidad Cubana, Ediciones Bayamo, Bayamo, 1996.
  • Gloria García: Conspiraciones y revueltas, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2003.
  • Cuba. Resumen del censo de población de la Isla de Cuba a fin del año 1841. Imprenta del Gobierno, La Habana, 1842.
  • Cuba. Comisión de Estadística: Cuadro estadístico de la siempre fiel Isla de Cuba correspondiente al año de 1846. Imprenta del Gobierno, La Habana, 1947.
  • Ramiro Guerra: Guerra de los diez años. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1986, 2t.
  • Ludín Fonseca García y Aldo Daniel Naranjo: Síntesis histórica municipal Bayamo. Ediciones Historia, La Habana, 2011.
  • Carlos Rebello: Estados relativos a la producción azucarera de la Isla de Cuba. La Habana, 1860.
  • Cuba. Censo de Cuba: 1862. Imprenta del Gobierno, La Habana, 1863.
  • Carlos Manuel de Céspedes: Escritos. (comp. de Fernando Portuondo y Hortensia Pichardo). Editorial de ciencias sociales, La Habana. 1982, 3t.
  • Víctor Vega La O: Provincia Granma: Apuntes históricos. Impreso en los talles de artes graficas de Manzanillo, 1978.
  • Domitila García Coronado: Álbum poético fotográfico de escritores y poetisas cubanas, Imprenta El Fígaro, La Habana, 1926.
  • Lucio Baatlle Reyes (comp.): Blas Roca: Virtud y ejemplo. La imagen de un hombre excepcional, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2008.
  • José N. Milanés: Discursos y reseñas (folletos), La Habana, 1947.
  • Modesto A. Tirado: Efemérides de Manzanillo, inédito en Archivo Histórico de Manzanillo.
  • Máximo Gómez: Diario de Campaña. Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1968.
  • Bernardo Gómez Toro: Revolución, Cuna y Hogar. La Habana, 1986.
  • Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo: Dos fechas históricas, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1989.
  • Pedro Álvarez Tabío: Celia, ensayo para una biografía, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2006.
  • José Antonio Fulgueiras El marabuzal. Testimonio de Felipe Guerra Matos, Editora Política, La Habana, 2009.
  • Aldo Daniel Naranjo y Ángel Lago Vieito: Hijos de la fraternidad. Los dominicanos en la insurrección cubana (1868-1878), Ediciones Bayamo, 2001.
  • Félix Figueredo: La guerra de Cuba de 1878. La Protesta de Baraguá (comp. César Rodríguez Expósito), Ministerio de Salud Pública, Publicaciones del Consejo Científico, La Habana, 1973.
  • Juan Casasús: Calixto García. El estratega, La Habana, 1962.
  • Francisco Estrada Céspedes: Cartas familiares (comp. Olga Portuondo Zuñiga), Editorial Oriente, Santiago, Santiago de Cuba, 1980.
  • Eusebio Leal Spenguer: Carlos Manuel de Céspedes. El diario perdido. Publicimex, S.A., Ciudad de La Habana, 1992.
  • Juan F. Ortiz Estrada: Francisco Estrada Estrada. General de división del Ejército Libertador, Editorial Orto, Manzanillo, 2007.
  • Andrés Núñez Lora: El grito de Baire y Saturnino Lora, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1995.
  • Luis Estévez Romero: Desde el Zanjón hasta Baire, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1974.
  • Enrique Loynaz del Castillo: Memorias de la guerra, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2001.
  • Rafael Gutiérrez Fernández: Oriente heroico, Santiago de Cuba, 1915.
  • Aníbal Escalante Beatón: Calixto García, su campaña del 95, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
  • Gerardo Castellanos: Los últimos días de Martí, Imprenta Úcar, García y Cía, La Habana, 1937.
  • Rolando Rodríguez: Martí: los documentos de Dos Ríos, Ediciones Sed de Belleza, Santa Clara, Cuba, 2001.
  • Ludín Fonseca (comp.): Haciendo patria. Ediciones Bayamo, 2004.
  • Enrique Collazo: Los americanos en Cuba, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1972.
  • Cuba. Informe sobre el Censo de Cuba 1899. Washington, 1900.
  • Delio Orozco González: Azúcar dependencia en Manzanillo 1899- 1952, Ediciones Orto, Ciudad de Manzanillo, 2006.
  • Ricardo Martínez: 7RR. La historia de Radio Rebelde, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
  • Ernesto Che Guevara: Diario de un combatiente. De la Sierra Maestra a Santa Clara 1956-1958, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2011.
  • Roberto Pérez Rivero: La guerra de liberación nacional. Formación y desarrollo el Ejército Rebelde, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2006.
  • Gaspar García Gallo: Jesús Menéndez, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
  • Mario Riera: Cuba política 1899-1955, Impresora Modelo, S.A, La Habana, 1955.
  • Manuel Fabré Bonet: Don Porfirio: biografía y anécdotas, Editorial El Arte, Manzanillo, 1941.
  • Angelina Rojas Blaquier: Primer Partido Comunista de Cuba, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2005.
  • Rubén Castillo Ramos Las avanzadas del Cauto: el ataque al cuartel de Bayamo, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1981.
  • Colectivo de autores: Mártires del Moncada, Ediciones Revolucionaria, La Habana, 1965.
  • William Selva Álvarez: Girón, testimonio de una victoria, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1987.
  • Sergio Frómeta Suárez: La lucha clandestina del Movimiento 26 de julio en Jiguaní, Ediciones Bayamo, ciudad de Bayamo, 2004.
  • Ludín B. Fonseca García y José Eloy Rodríguez Romás: Crecencio Pérez Montano y la guerra de liberación nacional, Ediciones Bayamo, ciudad de Bayamo, 2011.
  • Ernesto Che Guevara: Pasajes de la guerra revolucionaria, Editora Política, La Habana, 2006.
  • Andrés Castillo Bernal: Cuando esta guerra se acabe. De las montañas al llano, de Ciencias Sociales, La Habana, 2000.
  • Arístides Guerra Pérez: Con el Che en la Sierra Maestra, Impresora Plural, Montevideo, Uruguay, 1996.
  • William Gálvez Rodríguez: Camilo, Señor de la vanguardia, Editorial Ciencias Sociales, La Habana 1979.
  • José Abreu Cardet y José R. Murt Mulet: Orlando Lara, capitán del llano, Ediciones Holguín, ciudad de Holguín, 1992.
  • Fidel Castro: Fidel Castro en Radio Rebelde, Editorial Gente Nueva, La Habana,1979.
  • Luis Rosado Eiró y Felipa Suárez Ramos: Una mancha azul hacia el horizonte. Historia de la columna invasora no.8 “Ciro Redondo”, Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 1999.
  • Fidel Castro: De la Sierra Maestra a Santiago de Cuba. La contraofensiva estratégica, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2010.
  • Colectivo de autores: Fidel entre nosotros. Testimonios de la presencia del Máximo Líder de la Revolución en Granma, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2007.
  • Ludín Fonseca García: Fidel Castro Ruz: Itinerarios por la provincia Granma, Ediciones Bayamo, 2006.
  • Damiana Pérez Figueredo y Sonia Tornés Mendoza: Bayamo: la Revolución en el poder 1959-1965, Ediciones Bayamo, 2010.
  • República de Cuba: Censo de población y vivienda de 1981, Instituto Nacional de la Vivienda, Provincia Granma, 1981, v. 12.
  • Colectivo de autores: Catalogo sitios arqueológicos aborígenes de Granma, Ediciones Bayamo, 2004.