Historia del Municipio San Antonio del Sur (Guantánamo)


Historia del municipio San Antonio del Sur (Guantánamo)
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Cronología
Etapa precolombina
Cultura proto–agrícola
Agroalfareros
Transcultural indo–hispánico
Etapa colonial
Guerras de independencia
Tregua fecunda
Guerra de 1895
Etapa Neocolonial
Población y economía al inicio del siglo XX
Propiedad y economía en el período 1930–1950
Situación social
Partido Socialista Popular (PSP) en la localidad
Economía a partir de 1950
Período Insurreccional 1953–1959
Revolución en el poder
Primeros años de la Revolución 1959–1963
Lucha contra los enemigos de la Revolución
Transformaciones y logros sociales en el territorio
Transformaciones y logros económicos
Creación del Partido Comunista
Movimiento obrero
Organización campesina
Segunda y tercera visita de Fidel
Visita de Raúl
Poder Popular

Historia del municipio San Antonio del Sur (provincia de Guantánamo). El municipio San Antonio del Sur posee una rica historia que comienza con los asentamientos aborígenes, y llega hasta la actualidad, pasando por la ocupación española, las luchas de independencia, la etapa republicana hasta llegar a la etapa revolucionaria.

El municipio San Antonio del Sur forma parte de la provincia de Guantánamo. Fue abrigo para los negros cimarrones en sus intrincadas montañas y escenario de la lucha nacional liberadora como parte del II Frente Oriental Frank País y de la Lucha Contra Bandidos (LCB).

El nombre de San Antonio, tiene su origen en el santoral de la iglesia católica y está muy arraigado en las tradiciones de nombres españoles.

El Triunfo de la Revolución Cubana, marcó el inicio de una profunda transformación en el territorio. En la actualidad muestra avances y logros significativos (muchos de los cuales no existían durante la República Neocolonial), como parte de la obra transformadora de la Revolución; avances tanto en lo económico y lo social (educación, salud, deporte y cultura); como lo relacionado con las comunicaciones y el transporte que benefician a los pobladores las zonas rurales del municipio.

Sumario

Etapa precolombina

Cultura proto–agrícola

Los Ciguatos: nivel inferior, subtaíno. Cerámica decorada

El grupo proto–agrícola, era una etapa intermedia o de transición entre los pre–agroalfareros y los agroalfareros, con una duración aproximada a un milenio desde el 500 a.n.e hasta n.e. Es un grupo cultural poco estudiado, en el territorio se ha encontrado evidencias con sus características solo en el asentamiento de las Coloradas de Yateritas.

Entre sus actividades económicas, la caza, la pesca y la recolección ocupaban un lugar preferente, capturaban y consumían más o menos las mismas especies que los pre–agroalfareros, lo demuestran así las evidencias encontradas en el asentamiento en el que se encontraron: polidontes, cadakias, siguas, grandes cantidades de restos de cangrejos, jutías, majaes, cobos etc.

Ya conocían la alfarería, aunque poco desarrollada, (trabajo con la cerámica), pero no la agricultura, esto lo demuestra la ausencia total del burén, que es el elemento indicativo indirecto de la agricultura de la yuca, el grupo se caracterizó por la talla microlítica (trabajo con la piedra).

En el sitio referido anteriormente se encontraron raspadores, buriles, láminas, laminillas, puntas y perforadores, roedores simples y lascas retocadas. Dominaban la técnica del retoque, tanto por percusión como por presión; sus herramientas microlíticas son muy pequeñas. No se han encontrado hasta el momento elementos que puedan considerarse de adornos corporales. No es posible referirse a las costumbres funerarias de estas comunidades, ya que no se han encontrado entierros humanos que puedan incluirse en esta etapa.

Agroalfareros

Los Ciguatos: otras confecciones

Las comunidades agroalfareras (ceramistas–agricultores) fue la cultura predominante en el territorio, con 84 sitios arqueológicos, 1721 piezas que se atesoran básicamente en el museo provincial de Guantánamo. Se extendieron en casi toda la geografía del municipio: Yateritas, Acueducto, Macambo, Los Ciguatos, Tortuguilla, San Antonio del Sur, Mariana, Puriales, Los Asientos, Guaibanó, Pozo azul, Mameyal, Baitiquirí, entre otros.

Entre las actividades económicas fundamentales de este grupo se encuentran la agricultura y el trabajo con la cerámica, además de cazar, pescar y recolectar. Lograron en la técnica agrícola preparar la tierra haciendo montones, utilizando un instrumento llamado coa para abrir los huecos.

En el trabajo de la agricultura la yuca fue el elemento central, constituía un alimento básico en la dieta aborigen, de esta confeccionaban el casabe, lo demuestra la gran cantidad de fragmentos de burenes encontrados en los diferentes asentamientos del Valle de Caujerí. Hacían conucos cercanos a las viviendas donde sembraban la bija y el ají, las que usaban como condimentos. También cultivaban el maíz del cual obtenían una bebida fermentada, el tabaco y el boniato.

Cazaban y consumían gran cantidad de especies, jutía, manatí, la iguana que constituyó un manjar muy apreciado por los aborígenes; además del majá. Cazaban diferentes tipos de aves y pescaban varios tipos de peces. Recolectaban moluscos marinos como el cobo, el cangrejo, la sigua, y caracoles terrestres.

Estas comunidades utilizaron variados instrumentos de producción que caracterizaron los grupos estudiados anteriormente, confeccionados de piedras, conchas, maderas y huesos, pero con mejor perfección. Existen evidencias halladas en los asentamientos: las hachas petaloides, muchas pulimentadas, hachas de cuello y elíptica, burenes, percutores, desbastadores, martillos, majadores, morteros, sumergidores de redes, cuchillos y raspadores de sílex; los picos de mano, martillos, raspadores, gubias y cucharas. Aunque no hay muestra de madera y algodón, se conoce la utilización de estos materiales en la confección de guayos, con piedrecillas incrustadas, remos, canoas, coas, azagayas, además de realizar tejidos de fibras vegetal, cuerdas o cabuyas, hamacas, redes, enaguas y el cibucán o saco para exprimir la pulpa de la yuca rayada para hacer el casabe.

Inicialmente la cerámica tuvo una función utilitaria, después al mejorar las técnicas de su confección y el desarrollo económico alcanzado por estos grupos, esta se convirtió en el material que le permitía al aborigen expresar sus inquietudes artísticas y religiosas. Es evidente la gran cantidad de piezas encontradas en los residuarios, especialmente en forma de cazuelas o de ollas, escudillos, platos y burenes.

Los agroalfareros vivían en caneyes, los que eran de formas circulares y techos cónicos y en los bohíos rectangulares, fabricados de tabla de palma, yagua y el techo de guano, estos los hacían alrededor de un espacio abierto llamado batey. También construían las barbacoas, encima de pilotos, en lagunas o lugares pantanosos; en territorio firme estos bateyes pudieron haber existido, aunque no hay evidencia aún.

En cuanto a los entierros de las comunidades agroalfareras, los arqueólogos han encontrado lo que parece ser dos tradiciones diferentes: la llamada temprana, que consistía en arrojar los cadáveres en las cuevas, con sus ofrendas; y otra que se llamaba tardía, caracterizada por el enterramiento de los muertos con sus ofrendas y residuales, ubicados en áreas despejadas.

En el territorio no existen evidencias de la tradición temprana, pero sí de la tardía, ejemplo de ello: un esqueleto que fue encontrado en el sitio arqueológico Palmar de Puriales, tenía una posición de enterramiento extendida. Según los estudios realizados por el antropólogo Manuel Rivero de la Calle, por sus características morfológicas y por el tipo de deformaciones craneanas que presenta, el esqueleto puede ser catalogado como agroalfarero. El estudio antropológico del cráneo y los huesos largos permite afirmar que estamos en presencia de un individuo masculino cuya edad ha sido estimada entre los 30 y 35 años; la estatura entre 152,5 y 159 cm. Este esqueleto se encuentra en el museo municipal.

Transcultural indo–hispánico

Según las evidencias existentes en el territorio, hubo contacto directo entre la cultura aborigen y española, así lo demuestran los asentamientos del Palmar de Puriales, Macambo, Los Asientos y Baitiquirí.

Un ejemplo de esta transculturación lo constituye la Copa o Cáliz, nombrada así por los arqueólogos Nilecta Castellano y Milton Pino, de Ciudad de La Habana. Hoy los sanantonienses la nombran Copa aborigen del Palmar de Puriales. Es una pieza arqueológica de barro cocido, encontrada en el sitio 81, ubicado en “El Palmar”, que se localiza en el macizo montañoso SaguaBaracoa. El trabajo de salvamento lo realizó el grupo arqueológico Baitiquirí. Sus características excepcionales la convierten en pieza única de la arqueología de Cuba. Por su valor histórico y cultural, el 31 de octubre del 2001 quedó aprobado como símbolo representativo del municipio San Antonio del Sur, por la Asamblea Municipal del Poder Popular.

Etapa colonial

A la llegada de los conquistadores, el territorio que hoy ocupa el actual municipio de San Antonio del Sur, un bosque tupido, rico en madera preciosa en la zona norte; y en sur (colindante con el Mar Caribe), una zona seca y de escasa vegetación.

Las primeras referencias bibliográficas señalan la existencia de un cacicazgo o provincia de Baitiquirí, según aparece en Lexicografía cubana, de Alfredo Zayas y Alfonso, donde se hace referencia a un documento oficial fechado en Santiago de Cuba en 1524, donde se define como La Provincia de Baitiquirí.

En la misma obra, se hace referencia a un informe del alcalde mayor Bartolomé Ortiz, dirigido al Consejo de Indias, en 1539, donde se recoge el mercedamiento de una hacienda y la existencia de indios encomendados en el pueblo de Baitiquirí.

Es evidente también la lucha de los aborígenes desde que comenzó su explotación en la localidad. En el referido relato de Bartolomé Ortiz, se informa al Consejo de Indias, que los españoles de paso por Baitiquirí tomaron nueve indios encomendados a un vecino de esta localidad; los que conducían en su trayecto de viaje por el territorio y al encontrarse en la noche dormido los españoles, los indios tomaron las ballestas y lanzas y mataron a seis españoles, dejando otro herido; regresaron de nuevo al pueblo indio de Baitiquirí, alzaron el pueblo, mataron otros tres españoles y quemaron los bohíos.

Los asentimientos coloniales más importante en el territorio se localizaron cerca de la Loma del Aposento, en las cercanías del actual cementerio de Buena Vista. En excavaciones realizadas por el grupo de aficionados de arqueología del municipio, encabezado por Jesús Otero, se pudo determinar la existencia de un asentamiento español en ese lugar. Allí fueron encontrados fragmentos de cerámicas, monedas españolas, fragmentos de losas de la época, partes de un freno de caballo, así como un tipo de trinchera defensiva construida con piedras, para proteger la entrada por mar.

En el lugar existen las condiciones de entrada y salida por el mar y posiblemente fue a partir de ese punto que los españoles determinaron construir un fuerte en Baitiquirí, en el que estacionaron tropas, teniendo en cuenta las condiciones excelentes de la bahía. Ese lugar aparece reconocido en Lexicografía Cubana, donde se señala en un mapa el fuerte español de Baitiquirí en 1816.

La existencia de construcciones defensivas encontradas son testigo de que tuvo una gran importancia el puesto militar que allí existió, otro aspecto que permite hacer esta afirmación es lo que señala Regino Eladio Boti, cuando reconoce la hacienda Baitiquirí, relativamente cerca de esa bahía, con la existencia de un fuerte militar en la bahía. En el que no hay evidencias de una población civil allí asentada. Aun hoy, existen evidencias de las trincheras, pozos y otras construcciones defensivas construidas para proteger el lugar. Otro sitio donde se establecieron los españoles en la localidad fue en el Palmar de Puriales.

En excavaciones realizadas se han encontrado muestras de su presencia, tales como fragmentos de losas de la época, botones de chamarretas de la época, botellas, monedas, y la copa de barro antes descrita. La presencia española en el Palmar pudo estar relacionada con la persecución de indios como fuerza de trabajo para la extracción de oro y para perseguir negros cimarrones, ya que en esa zona montañosa existieron varios palenques.

Por la casi nula existencia de evidencias de la época, no se ha podido definir cuál era la actividad económica determinante en la localidad, pero el hecho de ubicarse los españoles cerca del río Sabanalamar, en el Palmar y otros puntos y una población aborigen, lleva a sostener que el lavado y extracción de oro pudo ser la primera actividad económica de la zona. También la agricultura de autoabastecimiento, si se tiene en cuenta que existían tierras fértiles y fuerza de trabajo al existir una población india abundante; más tarde la agricultura se convierte en una actividad económica significativa. Ello se reconoce en algunas bibliografías que señalan existencias de propiedades en el territorio durante la colonia.

De acuerdo a un censo realizado en 1837 en Caujerí existía un total de 29 fincas de crianza y 42 de labor. Se conoce también la hacienda de doña María Ana Llompar, en la segunda década del siglo XIX, que autorizó y cooperó para hacer el camino por dentro del Abra. Esto dio lugar a que este territorio se conociera como la Sierra de Mariana.

No fueron frecuentes los asaltos de corsarios y piratas pues no había una villa, los recursos económicos no eran abundantes y, además, la población era escasa en esa época. No por ello dejaron de visitar el lugar, y se destaca en el siguiente fragmento:

«[…] aparecieron piratas ingleses en 1747 en Baitiquirí, sin consecuencias desagradables para la población […]. Regino Eladio R. Botti en una de sus cronologías, expresa que [...] en 1774 piratas ingleses asaltan y roban animales en la hacienda de Baitiquirí.»

La existencia de algunas fincas en Caujerí y otros lugares del territorio a mediados del siglo XIX, permiten destacar la presencia del entorno geográfico, principalmente al norte del territorio, brindaba excelentes condiciones para proteger a los negros africanos que se iban de las fincas de sus amos y se convertían en negros cimarrones, los que buscaban las intrincadas e inaccesibles montañas para su protección. Esto posibilitó que en el lomerío de este territorio fueran ubicados algunos palenques de esclavos con mayor presencia en: Quiviján, Totenemos, Sierra del Purial y Caujerí. El de mayor reconocimiento por su organización fue Totenemos.

«[...] todos los hombres tenían mujeres y los apalencados con orgullo reconocían que en aquel sitio Totenemos mujeres, de ahí su nombre [...].»

Uno de los negros cimarrones de mayor relevancia en esta región oriental fue Ventura Sánchez Donatién más conocido por Cobas, jefe principal del palenque Totenemos. En 1848 fue asaltado y destruido por cuadrillas de rancheadores comandados por Miguel Pérez.

Caujerí en el siglo XIX llegó a ser un dominio de cimarrones. En marzo de 1817 la hacienda Sabanalamar, fue quemada por los apalencados de Quiviján y Puriales, al negarse su mayoral a comerciar con ellos.

Guerras de independencia

Cuando Policarpo Pineda, el indio Rustán, se vio obligado a irse de la ciudad de Guantánamo, se refugió en el sistema montañoso Baitiquirí–Macambo–Yacabo, donde comenzó a hacer vida de sublevado, hasta que lo sorprende en estas montañas, el 10 de octubre de 1868

«[...] Para mediados de 1868 se encontraba acompañado de cuatro o cinco hombres, su mujer e inclusive algunos hijos, se mantuvo huyendo del ejército español, desde Baitiquirí hasta Calderos de Imías, sus refugios principales en este período fueron dos cuevas que se encontraban situadas en la sierra de Mariana a regular distancia del puerto de Baitiquirí y la otra a unos 10 Km. del poblado de Imías, ambas conocidas por los campesinos de la zona como [...] las cuevas de Rustán [...]»

El general Antonio Maceo Grajales contaba con orgullo, en la Guerra de 1895, que los hombres más valientes que había dado Cuba en la campaña de la primera contienda eran sus hermanos José y Miguel, y el guantanamero Policarpo Pineda, conocido por Rustán. Este estableció su primer campamento en la sierra Baitiquirí, desde donde organizó las primeras operaciones de la Guerra de los Diez Años en el entorno,

«[…] Rustán instaló su base de operaciones en el área de Macambo, Yacabo Arriba y la Cabeza de Jojó [...].»

En estas áreas montañosas, organizó una guerrilla donde buscó varios colaboradores, la misma la integraban, entre otros, el sanantoniense Nicolás Calderín Frómeta, que llegó a ser su segundo al mando, estuvieron también Ramón de Armas y José Arcenio Vega, los que formaron parte de su tropa.

En enero de 1869 Rustán y su guerrilla sorprendieron a una pareja de voluntarios españoles en Macambo, desarmándola y ocupando los fusiles que portaban. La ofensiva peninsular obligó a Rustán` a replegarse hacia la Sierra de Puriales y de Imías indistintamente, lugares seguros donde no tenían el valor de entrar las fuerzas enemigas. Estableció campamento y prefectura, que les garantizaron una supervivencia prolongada, así como un servicio de información que incluía vigía permanente en el pico El Gato, a 1181 metros sobre el nivel del mar. Entre los meses de marzo y mayo las fuerzas de Rustán lograron mantenerse en el territorio a pesar de la represión.

El 1 de junio de 1869, se produjo por la playa de Boca de Guardarraya una expedición con pertrechos de guerra y numerosos recursos para los cubanos. El cansancio de los expedicionarios los obligó a descansar en la playa, donde los sorprendió a la mañana siguiente, el barco del correo entre Guantánamo y la capitanía del Partido de Jojó. Los expedicionarios sorprendidos abandonaron el lugar, se trasladaron al hato de Macambo, y abandonaron un rico botín.

«[...] trescientas carabinas con sus respectivos parques, dos cañones lisos de montaña, explosivos, barriles que contenían galletas y dos millones de pesos para la República en Armas [...]»

El día 5 los expedicionarios decidieron abandonar el campamento de Macambo; marchando rumbo oeste, sin práctico, con seguridad próxima a las montañas que bordean el valle de San Antonio del Sur, con mucha cautela. Se hace sentir la carencia de alimentos y de agua. En la mañana de ese día se produce un encuentro casual con la guerrilla de Rustán, quien enterado del desembarco trataba de hacer contacto con ellos.

Como resultado del encuentro, se unieron las dos fuerzas y juntos decidieron atacar en la mañana de ese mismo día 5, el cuartón de San Antonio. Al llegar encontraron las casas abandonadas, al igual que las propiedades. Fue saqueada la casa del teniente del cuartón y ocuparon caballos y alimentos. Posteriormente desconocen la autoridad de Rustán. Separados de los prácticos, cayeron fácilmente en manos de los Voluntarios.

En noviembre de 1871, como parte de la estrategia de Gómez y Maceo, durante la invasión a Guantánamo establecieron un hospital de campaña ubicado en la zona de Puriales, con magníficas condiciones para permanecer fuera del contacto del enemigo, que en esos momentos confiaba con tranquilidad al saber que no operaban fuerzas mambisas por este contorno. El hospital era parte de la retaguardia para atacar Baracoa; operación que no pudo realizarse, producto a lo fortificada y reforzada que estaba la plaza.

Esto llevó a Maceo a tomar la decisión de regresar a la región de Guantánamo y en su contramarcha, sus tropas operan con éxito en Caujerí, aprovechando la presencia de guerrillas al servicio de España, ocupando armas, municiones, ropas y otros pertrechos. En esta operación las tropas de Maceo cruzan por la cordillera norte de Caujerí y en una zona de muchas palmeras escribieron en las palmas letreros, con consignas mambisas, lo que luego dio origen al nombre del barrio que hoy se conoce como Los Letreros. En la década de 1940 según testimonios, aun existían algunas palmas en la finca de Modesto Matos, en Letrero Arriba, que mantenían las frases.

Operan en actividades militares en la zona sur del territorio tropas mambisas subordinadas a Antonio Maceo, en el mes de agosto de 1872, dirigidas por Miguel Maceo, utilizando ataques de guerrilla en los partidos de San Antonio e Imías, poniendo a la defensiva las fuerzas españolas.

Pocos meses después del Pacto del Zanjón, Maceo sale del territorio nacional, pero decide dejar algunas de sus fuerzas operando en el territorio oriental. El coronel Pedro Martínez Freyre es uno de los jefes que queda con la misión de cumplir la orden de Maceo de seguir la lucha y a la vez debilitar las fuerzas españolas en el litoral sur de Guantánamo, para propiciar el arribo de expedicionarios con recursos por esta zona.

En la primera quincena de mayo de 1878 las tropas de Martínez Freyre, se concentran en el Charrasco, un punto situado al norte de Baitiquirí, un área montañosa y protegida por la abundante vegetación, para preparar un ataque al fuerte de Baitiquirí. Una vez concentrada todas las tropas, los mambises se lanzan con todas sus fuerzas. Las tropas españolas seden y son derrotadas y el saldo final es la victoria mambisa,

«[...] 1400 tiros, 40 000 raciones de comida, ropas, armas y cabalgaduras [...]»

fue el resultado del botín.

La acción, dejó fuera de operaciones al importante fuerte de Baitiquirí. Una vez concluido el combate los mambises se dirigen hacia las alturas de la Loma de Mariana, desde donde se introducen en el Valle de Caujerí y en su paso por la cordillera, llegan al punto conocido por La Criolla, el 17 de mayo de 1878. Encontrándose en la proximidad de un arroyo chocaron con fuerzas colonialistas comandadas por el renombrado coronel Santos Pérez, hijo del jefe de guerrilla al servicio de España Miguel Pérez, muerto en 1871. En el momento del encuentro de las dos fuerzas, la lucha fue encarnizada; con tal ímpetu atacaron los mambises, que los españoles pronto se fueron en retirada, perdiendo el convoy con el archivo, municiones y otros recursos, al alejarse los españoles, ocupan un lugar en la cima de la loma.

Se decide atacar nuevamente al enemigo en la altura, Martínez Freyre, machete en mano, ordenó el asalto, entablándose un combate cuerpo a cuerpo, del que salieron vencedores los cubanos, que hicieron prisionero al segundo al mando, coronel Miguel Blanco y dos soldados, mientras quedaban dispersos algunos cadáveres de soldados españoles entre los pedregales. Así quedaba sellado el último combate de la Guerra de los Diez Años.

Tregua fecunda

Después de finalizar la Guerra Grande, en el territorio se produce una calma en la lucha revolucionaria. Se inició un proceso de transformación social como resultado de un incremento de la población emigrante, fundamentalmente campesinos de Baracoa, que se radicaron en diferentes puntos, principalmente Puriales y Caujerí.

La preparación de la guerra necesaria dirigida por José Martí, tuvo su exponente mayor aquí en la figura del teniente coronel Luís González Pineda y su familia. Ellos encabezaron todos los preparativos de la lucha, secundados, además, por el capitán Quintín Frómeta, los sargentos Magdaleno González, Antonio Martínez y Benancio Lobaina, formándose así el grupo conspirativo mambí que constituyó el núcleo inicial del Ejército Libertador, que el día 24 de febrero de 1895 se alzó en armas, dando cumplimiento a la orden de Martí de reiniciar la guerra para proseguir la lucha por la independencia de la patria y la liberación del yugo colonial español.

Guerra de 1895

El alzamiento del 24 de febrero en el territorio se realizó cercano a la loma de Mariana, dirigido por Luís González Pineda, líder indiscutible de todo el contorno. El campamento estaba situado en la Loma del Infierno cerca de Madre Vieja. El macizo montañoso de la Sierra del Purial fue escenario de la travesía de los expedicionarios de la goleta Honor; que el 1 de abril de 1895 arribó por Duaba, Baracoa con Antonio Maceo, Flor Crombet, José Maceo y otros expedicionarios.

El viernes 5 de abril, Maceo y el grupo que lo acompañaba, pasan rozando Viento Frío, salen a la elevación de la Gurbia, bajando desde allí por un peligroso trillo en dirección al caserío del actual Quivijancito, suben la loma del Sol, llegan a la loma de la Cuchilla Quemada, haciendo campamento en la cima de esa altura después de grandes esfuerzos por lo difícil del acceso. Fue una jornada agotadora, se encuentran en estado deplorable, tanto por el agotamiento como por el hambre. Están en una región muy intrincada, despoblada y montañosa, además, continúan perdidos. Así de difícil fue el paso de Maceo y sus acompañantes en 1895 después de Duaba por este territorio.

Los días 6 y 7 continuaron la marcha por el mismo rumbo que se había trazado. Siguiendo el camino real y bajando la cordillera, cruzaron por la cabeza del río Arroyón y atravesaron el río Ahogapuercos, afluente del río Sabanalamar, continuaron hacia el Oeste, rozando por el Norte la Finca Puriales, (actual Puriales de Caujerí), por el camino hacia Yateras, que era el cauce del arroyo de Dos Brazos, actual Cabeza de Vaca, en dirección Norte.

Sobre las tres de la tarde llegan a una casa en el cafetal Dos Brazos, donde residía Jorge Ramírez Rojas. Allí los expedicionarios hacen alto y deciden descansar cerca de la casa. Estando Maceo acampando en este lugar, sin haberse encontrado con Flor Crombet y José, llegan los indios, conducidos por el comandante Garrido, acompañado por unos 50 hombres procedentes de Felicidad de Yateras, se desarrolla un pequeño combate, fue breve, pues los indios no se lanzaron a fondo y Maceo considera que no era prudente establecer un combate dada las condiciones de cansancio de los hombres, por lo que ordenó la retirada, retrocediendo por el mismo camino donde llegaron a Dos Brazos, suben hacia la loma y acampan en la casa de Miguel Rodríguez, en el Alto de Bejuquera

Martí en San Antonio del Sur

El día 11 de abril de 1895, se produce el desembarco de José Martí y Máximo Gómez por Playitas de Cajobabo, los cuales después de atravesar las altas montañas de Imías, se encuentran el 21 de abril en el campamento El Palenque, todavía en el territorio de Imías, desde donde en horas tempranas los expedicionarios se disponen a marchar con rumbo a San Antonio.

En el campamento de Luís González Pineda, en la cima de la Loma del Infierno cerca de Madre Vieja, ese día preparaban el recibimiento de Martí con comida, se escogió el lugar donde acamparían, un paraje bello de la geografía, cerca al río Sabanalamar, conocido por Madre Vieja. Luís sale temprano en la mañana, se encamina al gran encuentro que se produce en el Alto de Monacal.

Después del primer momento del encuentro se reinicia la marcha rumbo a Madre Vieja, en el diario de campaña Martí describe con belleza su primer día en el 8vo campamento, el 21 de abril. Luís González, ya había enviado aviso a Periquito Pérez.

Fue realmente hermoso el recibimiento y la estancia de Martí en Madre Vieja, donde se puso de manifiesto la hospitalidad y el trato amoroso que con él tuvo la familia de Luis González Pineda y los demás hombres que lo acompañaban. Entre ellos Carlos Martínez González quien vivió hasta 1973 y pudo contar de la presencia de Martí lo sucedido,

«[...] por esa vereda que ustedes ven ahí, al pie de la loma pasó Martí. En Madre Vieja, yo le llevé comida; no sé cuántas veces [...]»
«El amanecer del día 22 de abril fue muy espléndido; baño en el río Sabanalamar, lavan “Mi ropa azul” y “mi chamarreta”. Al medio día, almuerza: huevos fritos, puerco frito, una torta de pan de maíz. “Comemos bajo un chubasco”,»

escribió.

«El 23 de abril reanudan la marcha, salen de Madre Vieja temprano monte abajo, al salir al claro Martí describe el paisaje de San Antonio, que observa desde el alto de una loma cercana a la Sierra Mariana.»
«El palmar de San Antonio, rodeado de jatiales y charrascos, la hoya fértil de los cañadones, y a un lado y otro, montes, y entre ellos, el mar, allá ese monte, a la derecha, como un tajo como de sangre, por cerca de la copa, es Doña Mariana, ese al Sur, alto entre tantos, es el Pan de Azúcar.»

Observa el paisaje en su cruce a los Ciguatos, lugar que describe como:

«bosque alto y alegre, donde encuentra grata sombra, en el lugar de descanso, donde corre el agua cerca y las hojas de la Yagruma blanquean el suelo.»

Allí descansa con Luis y sus 17 hombres, junto a Máximo Gómez y los demás expedicionarios. Temprano en la mañana del 24 se emprende la marcha, rumbo a Yuraguana, Luis lo acompaña, se acercan al farallón de la cordillera Baitiquirí, rumbo a Yuraguana, en el Monte Basilio.

El paso de los principales jefes de la Guerra de 1895 por el territorio de San Antonio del Sur, luego de su arribo a Cuba fue lo más significativo ocurrido durante esta contienda independentista. Posteriormente incursionó por estas zonas, con algunas acciones la Primera División del Primer Cuerpo de Ejército del Ejercito Libertador al frente de la cual fue designado Pedro Agustín Pérez con el grado de general de división.

Etapa Neocolonial

Población y economía a inicio del siglo XX

Los investigadores aún no cuentan con datos exactos de la población del territorio que hoy ocupa el actual municipio San Antonio del Sur, según algunos testimonios en los primeros años de la República era muy escasa y se concentraba en algunos puntos del territorio: Baitiquirí, San Antonio del Sur, Caujerí y Puriales. La población estimada para 1919 era de 1731 habitantes.

Durante ese período se estaban produciendo migraciones campesinas procedentes de Baracoa que se fueron ubicando en diferentes puntos, en especial, en la hacienda Caujerí y en zonas montañosas de Puriales de Caujerí. Las primeras familias fueron: Eucito Rodríguez, Guadalupe Remires, Antonio Pérez, Clemente Marzo el mestizo, Bernabé Leyva, Eusebio Salvat, Tirso Nápoles, Fidel Gamboa, Manuel Furones, Ramón Rodríguez, Facundo Medina, entre otros.

Explotación de madera

Entre 1920 y 1930 aparecen los primeros intentos de explotar las riquezas maderables del territorio, como por ejemplo el titulado coronel Rafael Peña, que se dedicó a la explotación de los ricos bosques de maderas preciosas, donde se empleaban algunos campesinos de la zona, los que eran explotados, al tener que cortar, labrar y transportar hasta el punto de embarque, a un costo de 10 cts. la traviesa de madera, puesta en el área de transportación. Estas maderas se trasladaban a Santiago de Cuba y Manzanillo, por un embarcadero existente en la playa Sabanalamar.

En la década del 20 se construyó un aserrío en Lajas de Caujerí, con el nombre de Aserrío Macambo, propiedad del coronel Peña, en el que se preparaban las piezas para ser vendidas, y en su proximidad se construyó una casona de madera preciosa llamada Villa Macambo, residencia de la familia del coronel Peña cuando visitaban el lugar. En la década del 30 el corte y venta de madera disminuyó considerablemente como consecuencia de la tala indiscriminada, aunque el corte de madera en menor escala se mantuvo hasta los años 50, principalmente en las zonas montañosas.

Explotación de sal

A partir la década del 20 se inicia la elaboración de sal en Baitiquirí, donde se construyó una pequeña salina con un molino, propiedad de un norteamericano residente en Santiago de Cuba. Esta producción era muy demandada y se fue incrementando de forma paulatina.

Deslindes de tierras y la reacción campesina

En la década del 20 continuaron los intentos de explotación de las riquezas de la zona, pero a la vez marca el inicio de un proceso de usurpación de las tierras mediante un nuevo procedimiento “el deslinde”, con el objetivo de ampliar y extender propiedades a costa del despojo ilegal de familias campesinas sin ningún tipo de contemplación, ejemplo en 1921 el deslinde de la finca “La Maya” de 93 caballerías, el de abril de 1923 en la “hacienda Caujerí”, efectuada por una compañía norteamericana, respaldada por el gobierno de Alfredo Zayas. Como consecuencia de ese intento de desalojo se producen importantes manifestaciones de rechazo por parte de los campesinos, que impidieron que se consumara el hecho.

En mayo de 1924 se produce otro intento de deslinde en Caujerí. Este provocó que los campesinos reunieran armas y se dispusieran a defender las tierras que trabajaban durante años. La agudización de las contradicciones, obligó al gobierno de Gerardo Machado en 1929 a declarar las tierras de la “Hacienda Caujerí” como tierras del Estado. De esta forma permitía a los campesinos que continuaran trabajando la tierra, sin tener derecho a ser propietarios, y posibilitaba una tregua en estas disputas.

Propiedad y economía en el período 1930–1950

La economía del territorio, hasta la década de 1930 se basaba fundamentalmente en la exportación de maderas, la producción y venta de sal y la producción de café en las montañas, viandas y algún nivel de plátano fruta (guineo).

Producción de guineo

A partir de 1935 se inició el incremento de la producción de guineo a gran escala como resultado de la alta demanda que este alcanza en el mercado internacional y la creación de un centro de exportación del guineo ubicado en la playa Sabanalamar, donde se crea un embarcadero del producto, controlado por una compañía norteamericana. Este comercio de guineo de los campesinos duró hasta finales del 40; en que se establece en el territorio la compañía santiaguera de Octaviano Navarrete, que se dedica inicialmente a la producción y comercio de plátanos, controlando todo el comercio del producto en el territorio.

En la década del 40 se incrementa la población campesina en el Valle amparada en el acto de donación de Caujerí, firmada por el presidente de la República de Cuba con fecha 24 de febrero de 1944, ello consolidó la formación de pequeñas fincas y la existencia de algunos campesinos medios, e impidió la formación de grandes latifundios.

Pero continuaron los intentos de deslindes, lo que se observa hasta la década del 40, en que se vivió una lucha constante por adueñarse del Valle de Caujerí y otras propiedades cercanas al valle de San Antonio. En respuesta en Caujerí en 1947 se creó la Asociación de Cosecheros y Productores de Caujerí, que agrupó a numerosos campesinos, con el objetivo de defender el derecho a sus tierras. Uno de los dirigentes campesinos más destacados fue Isaías Méndez Guzmán.

En 1948 los campesinos del territorio crean el Comité de Caficultores de Bejuquera, organización campesina, que tenía el objetivo de defender los precios del café. En 1951 la compañía santiaguera “Los Navarrete” trató de llevar a cabo un nuevo deslinde de las tierras de Caujerí, para apropiarse del Valle. Esto provocó una movilización, donde participaron un número significativo de campesinos armados de machetes, palos, algunas escopetas y revólveres, dirigidos por el comité de caficultores de Bejuquera.

Entre los dirigentes campesinos estuvieron: Nemesio Viquillón, Armando Mengana, Isaías Méndez, entre otros. Contaron con el apoyo de los campesinos del Realengo 18, participando Lino Álvarez y otros dirigentes. Como resultado los Navarrete, tuvieron que cambiar de métodos, empezaron a desarrollar proposiciones de compra de tierra por la fuerza a los campesinos y a los que no aceptaban la oferta lo desalojaban.

Situación social

Testimonios de campesinos como Felino Gamboa Ramírez y Antonio Rodríguez Estévez han relatado como fue la vida de los humildes campesinos:

«[...] la vida era muy dura, no había dinero, había que comprar con vales, casi siempre en la propia tienda de los dueños de fincas que empleaban a campesinos, porque casi nunca pagaban dinero en efectivo, muchas veces había que salir con pedazos de macho cimarrón o algún otro animal que se cazaba en el monte para cambiarlo por sal, ropas viejas, alpargatas u otros objetos necesarios para poder sobrevivir. [...] Las viviendas eran fabricadas con maderas amarradas con bejuco y forradas con yagua de palma, con piso de tierras, techo de guano, algunas se forraban con tablas de palma. Los campesinos no sabían leer ni escribir, no había atención médica en ninguna parte de este territorio [...]»

Educación

La mayoría de la población era analfabeta, esto y la presencia de un número muy bajo de escuelas, en la década del 50, refleja el abandono que había. Las escuelas carecían de maestros. Desde 1936 funcionó la escuela del Manguito que nunca cerró por falta de maestros, gracias a las gestiones de padres y vecinos.

Salud

No había servicios de salud de ningún tipo. Testimonios de campesinos refieren que:

«[…] había solo 5 boticas (farmacias) Eran los farmacéuticos y propietarios a la vez, los que indicaban y vendían las medicinas. Los enfermos muy graves se trasladaban en parihuelas (camillas muy rústicas), por caminos en muy mal estado, hacia San Antonio, con la esperanza llevarlos a Guantánamo. Muchas veces morían en el camino.»

Partido Socialista Popular (PSP) en la localidad

A partir de 1942 comienzan a llegar al territorio y especialmente al Valle de Caujerí diferentes militantes del PSP, para cumplir diferentes misiones y además, orientar el trabajo de éste referente a la política agraria en relación con el campesino de este territorio.

En 1944 se creó la primera célula del PSP en Sao del Indio, integrada entre otros por Laureano Prade Giró, Carmen Matos, Francisco y Arsenio Pelegrín. Un año después surgen otras células. Una labor importante que desarrollaron los militantes al iniciar su trabajo fue enseñar a leer y escribir a los campesinos y a sus hijos; al encontrar que la inmensa mayoría eran analfabetas.

Economía a partir de 1950

La estructura económica se dividía en tres grandes zonas: el litoral, donde se desarrolla la ganadería vacuna, la producción de sal, la existencia de almacenes mayoristas, dedicados a la compra y venta de mercancías, así como los embarcaderos. El control económico fundamental lo ejercían los “Navarrete”, que contaban con grandes extensiones de tierras dedicadas a la cría de ganado vacuno, para la exportación de carne principalmente, también monopolizaban la producción y la venta de sal y el comercio de cabotaje.

Las zonas montañosas se dedicaban fundamentalmente a la producción de café, malanga y otras viandas. El Valle de Caujerí se convierte en esta época en un granero de maíz, producción que alcanzó significativos rendimientos en la década del 50.

Durante el gobierno de Carlos Prío Socarrás, apoyado por la Ley No. 5 del año 1950, fue creado el Banco de Fomento Agrícola Industrial y Comercio de Cuba (BANFAIC). En el territorio, en 1952, Papo Batista, hijo de Fulgencio Batista, creó el organismo estatal que llevó el nombre de Comisión Ejecutiva Nacional de Cooperativas Agrícolas y Mineras (CENCAM), que ejecutó algunas acciones, como en Guaibanó, y el engañoso plan de financiamiento llamado Providencia del Maicero del Valle de Caujerí. Los años 1953, 1954 y 1955, fueron de constantes movilizaciones de los campesinos, dirigidas por las diferentes organizaciones y con el apoyo de militantes del PSP.

Período Insurreccional 1953–1959

Células del Movimiento 26 de Julio (MR–26–7)

Como paso previo para crear la organización dirigente de la lucha nacional liberadora en el territorio, la dirección del Movimiento 26 de Julio de Guantánamo llevó a cabo una reunión en enero de 1958, donde asistió, en representación de los campesinos, José Durand Bravet, Zapata, en la misma se discutieron las características favorables que tenía el territorio para operar con un grupo guerrillero. Tarea similar desarrolló esta organización de Guantánamo con jóvenes del territorio de San Antonio del Sur.

La primera célula del 26 de Julio se organiza en los inicios de 1958, en Los Letreros de Caujerí, a las que siguen: Guaibanó, San Antonio del Sur, Corojo y Centeno. Como expresión de la lucha se desarrollaron importantes acciones, entre ellas la emboscada en la Loma de Los Muertos el 6 de febrero de 1958, que constituyó la primera acción directa del grupo de Zapata contra las fuerzas regulares del Ejército Batistiano.

El 24 de febrero de 1958, en las tradicionales “Fiestas de los Gallos”, se produjo el ataque al apostadero ubicado en Puriales de Caujerí. Zapata estableció, con mejores condiciones de comunicación, en Cueva Prieta, el primer campamento del Ejército Rebelde que se organizó en el territorio; hacia allí fueron todos lo que en ese momento integraban el grupo de éste en El Mije y los miembros de las células del 26 de Julio de la localidad, que decidieron pasar a la fila del grupo guerrillero establecido en el territorio.

El 11 de marzo de 1958, por orden del Comandante en Jefe Fidel Castro, se crea el II Frente Oriental Frank País, que operaría la zona de Mayarí, Guantánamo y Baracoa, al mando del Comandante Raúl Castro Ruz, el cual organiza las fuerzas bajo su mando en varias compañías para distribuirlas por todo el territorio que abarcaría el frente, con la misión de organizar toda la vida militar y civil y llevar a cabo una guerra de desgaste al enemigo en la zona, que se extendía desde Mayarí hasta Baracoa.

La compañía E se formó el día 7 de abril de 1958, cuando 30 compañeros integrantes del grupo guerrillero de Caujerí, dirigidos por Zapata y Carlos Líate se presentaron ante el Comandante Raúl, en Guayabal de Yateras,

«[...] el jefe del II Frente Oriental pasó revista a la pequeña tropa, la que le causó buena impresión, por su organización y disciplina. El armamento del grupo era poco y variado, [...]”. La compañía E: la integraban combatientes de la Sierra Maestra como el capitán Ciro Frías Cabrera, y compañeros del grupo guerrillero del territorio.»

A partir de esos momentos se llevaron a cabo diferentes acciones como: el Ataque al Cuartel de Imías, el 9 de abril de 1958, en apoyo a la huelga general, sin éxito y hubo que lamentar la caída de Ciro Frías. Por orden de Raúl Castro, el 10 de abril sustituye a Ciro Frías, Félix Elugerio Pena Díaz, en situaciones muy difíciles. Este rápidamente organizó la tropa y trazó un plan de defensa para evitar que el ejército de la tiranía pudiera entrar en el Valle de Caujerí, tomó medidas organizativas para levantar el ánimo de los combatientes después del revés de Imías. En honor al capitán Ciro Frías Cabrera, la compañía E tomó su nombre.

En la mañana del día 11 de abril Félix Pena recibe en el poblado de Puriales, la orden de Raúl, de partir hacia Felicidad de Yateras con los hombres más experimentados y mejor armados, para ponerse bajo las órdenes de Efigenio Ameijeiras, y participar en el ataque al cuartel de Jamaica. Antes de la salida, impartió órdenes para continuar la lucha en el territorio, como: ataque, el 14 de abril, al apostadero de la guardia rural en Yateritas, que protegía el acueducto que abastecía de agua la Base Naval norteamericana en Guantánamo, resultando victorioso.

Después de la emboscada de Yateritas, el ejército se movilizó en persecución de los rebeldes, planeando entrar en el Valle de de San Antonio del Sur y por otros puntos posibles. En Guaibanó, sorprendieron al pequeño grupo de rebeldes y dieron muerte al combatiente Constantino Lores Alba. Realizaron además saqueo a la población. Ante aquella compleja situación el teniente Zapata envió un mensaje al Raúl Castro solicitándole refuerzo, para rechazar al ejército de Batista.

Al salir de Guaibanó cayeron en una emboscada en el camino del Abra de Mariana, organizada por Celso Sevila, pero salió victorioso el Ejército Rebelde. El 17 de abril regresa Pena a Caujerí y se pone nuevamente frente a las tropas. El valle fue bombardeado por el enemigo varias veces resultando herido el combatiente Pedro Hernández Segura, quien, por temor a ser apresado por el enemigo, optó por quitarse la vida.

Esta guerra de posiciones que libra la compañía E “Ciro Frías Cabrera”, tenía como objetivo defender el Valle de Caujerí para evitar que fuera tomado y se establecieran en él las fuerzas de Batista. Esta fue una estrategia que se siguió durante los meses de abril y primera quincena de mayo.

El 11 de mayo los hombres de Zapata cumplen la orden de quemar la hacienda del senador Meneses, ubicada en el Quemado de San Antonio Redó que servía de cuartel a las fuerzas del ejército batistiano, lo que resultó victorioso. Con esta acción se produce el cambio de táctica, de una guerra de posiciones a la de hostigamiento.

El día 12 de mayo reiniciaron los bombardeó para apoyar al ejército en el intento nuevamente de tomar el valle de Caujerí. Las fuerzas rebeldes lucharon, resistieron e impidieron que cumplieran sus objetivos, a pesar de la superioridad del enemigo en hombres y armas. Posteriormente los rebeldes se internan en la montaña asumiendo la táctica de guerra de guerrilla.

Operación antiaérea

Ante la intensificación de los bombardeos contra los pacíficos caseríos y poblados campesinos e incluso contra casas aisladas, Raúl Castro ordenó como respuesta, en junio de 1958, la Operación Antiaérea. El día 22 dicta la orden militar No. 30, donde disponía que los jefes principales del Segundo Frente Oriental Frank País, procedieran a detener a todos los ciudadanos norteamericanos que estuvieran al alcance de ese mando militar, se exceptuaban a las mujeres y los niños. Las acciones comenzaron el 26 de junio.

En el territorio libre de San Antonio del Sur las tropas conocieron la orden ese mismo día, la que fue ejecutada con la detención de 29 marines norteamericanos que se trasladaban en ómnibus de Guantánamo a la base naval. Por orden del Comandante en Jefe Fidel Castro, fueron liberados posteriormente, pero los objetivos políticos y militares de la acción antiaérea se cumplieron.

En julio de 1958 se crea el Comité Campesino “Todos por Cuba”, primera organización campesina creada para el apoyo del ejército revolucionario en este territorio. Contó desde sus inicios con el boletín “Mambí”. El trabajo de “Todos por Cuba” se extendió por los barrios campesinos, desarrollando una labor política importante con esta población.

Una de sus tareas fue elegir los delegados de Caujerí al Congreso Campesino en Armas, celebrado en Soledad de Mayarí en 1958, bajo la dirección de Raúl Castro. Entre los campesinos del territorio participantes se encontraban: Arsenio Pelegrín, Elías Jiménez, Otilio Cobas y Antonio Calderín (Niño). Como resultado del congreso se ejecutaron algunas obras sociales. Del Ejército Rebelde surge la idea de organizar a las mujeres en un comité femenino, teniendo como base el Comité Campesino “Todos por Cuba”, nace así el Comité Femenino Revolucionario “Todos por Cuba”.

En agosto de 1958, el territorio libre del Ejército Rebelde abarcaba lo que es hoy San Antonio del Sur, Puriales, el Valle de Caujerí, Maya y todas las zonas montañosas de este territorio, así como gran parte del litoral desde Macambo hasta Yateritas; solo existían algunas tropas de la tiranía de Batista en el Acueducto de Yateritas, que protegía el abasto de agua a la base naval yanqui. El ejército batistiano hizo todo lo posible por bloquear todo el extenso territorio rebelde para que no entraran recursos de ningún tipo a las tropas revolucionarias.

Organización del territorio liberado

Servicios de salud

Los servicios de salud se organizaron por la compañía E tanto a combatientes como a la población campesina, se creó un hospital rebelde en la zona de Puriales y se establecieron puestos médicos en Puriales, Guaibanó, San Antonio del Sur y Baitiquirí, que organizaron consultas gratis para la población civil.

Órganos de justicia

Se instituyeron en Puriales de Caujerí y posteriormente en Bejuquera. Al frente de esa actividad se designó a Eusebio Paumier Solas, Fueron celebrados juicios por indisciplina, confidencias y otras actividades contrarias a la revolución, también se efectuaron matrimonios y se creó un vivac (especie de cárcel). Desde los primeros momentos se creó una fábrica de armas ubicada en El Mate que se movió por diferentes puntos del territorio: Fue construido en el mes de noviembre de 1958 un aeropuerto de 100 metros de longitud y 22 m de ancho en la finca de Rogelio Gómez en el Corojo de Caujerí. Se instalaron líneas telefónicas desde San Antonio del Sur hasta Guaibanó y de este a Los Letreros; así como las comunicaciones radiofónicas, instalándose una planta transmisora en Bejuquera, que comunicaba con la comandancia general.

El 3 de septiembre de 1958 se crea la Columna 18 Antonio López Fernández, por orden del jefe del II Frente Oriental, a partir de su creación, Félix Pena Díaz trazó una nueva estrategia de lucha para extender la guerra fuera del territorio libre de San Antonio del Sur, como parte de la ofensiva final que se preparaba en todos los territorios. Después de creada la Columna 18, se produce el 4 de septiembre de 1958 la histórica visita de Raúl Castro y Vilma Espín a Puriales, para crear la jefatura de la columna, entregar el grado de comandante a Félix Pena y analizar las nuevas misiones de la columna. El 5 con una importante concentración de campesinos, a la que asistieron los comités femeninos “Todos por Cuba” del territorio, fueron recibidos Raúl y Vilma por el pueblo.

Lucha revolucionaria en ascenso victorioso

El Ejército Rebelde en el territorio de San Antonio mantenía su posición para no dejar entrar al enemigo, pero a la vez lo hostigaba constantemente. A finales de septiembre fue cortada el agua del acueducto de Yateritas que abastecía la base naval norteamericana. El comandante Félix Pena dio orientaciones a finales de octubre para impedir las elecciones fraudulentas que se llevarían a cabo el 3 de noviembre de 1958. Se prohibió el tránsito de todo vehículo por el terraplén de la Vía Azul, y transitar por los caminos, tampoco se podía realizar ningún tipo de actividad política relacionada con las elecciones.

En octubre se creó la tesorería de la comandancia que tenía como fin organizar el cobro de los impuestos, así como los ingresos y gastos de ésta y sus compañías. Se ejecutaron las construcciones de los caminos: Bejuquera a Mameyal, Puriales a Guaibanó, entre otros y fue fundado el Comité de Arreglo de Caminos.

El territorio sirvió de paso a las fuerzas del comandante Efigenio Ameijeiras que procedente de Yateras, reforzarían la ‘’Operación Ciro Frías”, transitando por Puriales, Guaibanó, el Abra de Mariana, San Antonio del Sur y Macambo, donde arriban el 13 de noviembre, en este lugar tiene lugar el encuentro con Pena para coordinar las acciones que culminaron con la victoria del Ejército Rebelde el 14 de noviembre de 1958, con la toma del cuartel del ejército de Batista de Imías. Fue la última acción para declarar triunfante la revolución en San Antonio del Sur.

Revolución en el poder

Primeros años de la Revolución 1959–1963

Mapa San Antonio del Sur

El territorio hasta 1959 se conocía como Término Baitiquirí de la municipalidad de Guantánamo. Al triunfar la Revolución se crea una estructura territorial donde se ejercía el control por zona geográfica, limitada por el río Sabanalamar, a la derecha era territorio jurídico de Baracoa y a la izquierda pertenecía a Guantánamo. Con esta nueva forma de división política administrativa se inician desde los primeros meses de 1959, las transformaciones revolucionarias organizadas y dirigidas por la intendencia rebelde, que se ubicó en San Antonio del Sur y en Puriales. El poder político quedó ejercido por el Ejército Rebelde en todo el territorio. Las medidas socio–económicas que ya se venían tomando desde antes de 1959 en territorios liberados continuaron a un ritmo superior.

En octubre de 1959 se decidió por la dirección de la Revolución intervenir toda la propiedad de los Navarrete ya que se pudo comprobar que esa enorme hacienda era el resultado de acciones fraudulentas cometidas a lo largo de la historia de la compañía, todas las tierras pasaron a manos del estado revolucionario. Se crean las tiendas del pueblo para prestarles el servicio del comercio a los campesinos y la entrega por primera vez, de suministros y créditos a los campesinos para desarrollar sus producciones. La creación del INRA favoreció el desarrollo de la ganadería en la antigua hacienda Navarrete y otras importantes transformaciones.

Hacia octubre de 1963 el gobierno revolucionario aplica la Segunda Ley de Reforma Agraria mediante la cual se da un duro golpe a la burguesía rural al confiscar las propiedades de más de 5 caballerías de tierras. En el territorio se confiscaron pequeños latifundios como fueron: Finca de Ulpiano Piña (Piñita) en Pozo Azul, Finca de Miguel Martínez en el Mije de Caujerí, Finca de Juan Rivera en Los Letreros, Finca de Gavino Cautín en Mariana. Parte de estas tierras pasaron a la Granja René Amill, y con otras se crearon sociedades agropecuarias. En los años siguientes creció la producción ganadera, de maíz y la maderera.

Lucha contra los enemigos de la Revolución

Con el propósito de defender el proceso revolucionario se crean las patrullas campesinas, que tenían como tarea fundamental la protección y cuidado de los objetivos económicos y sociales, así como enfrentar las manifestaciones contrarrevolucionarias que se produjera en cualquier parte del territorio. Estas patrullas fueron el antecedente de las milicias serranas. En 1961 es inaugurada por el comandante Raúl Castro, en Cardonal, donde estaban los corrales de los Navarrete, la escuela de la milicia serrana Braulio Coroneaut. Fue una de las primeras de Oriente, y tenía la misión de formar los primeros milicianos que pasaron a integrar las compañías serranas de San Antonio del Sur, Imías, Baracoa y Maisí.

Los alzamientos contrarrevolucionarios en este territorio fueron muy frecuentes, una de las primeras acciones de este tipo fue la protagonizada por el ciudadano Pelón Charló que se alzó en la Zona de Puriales a principio de 1960. Fue capturado en Vega Grande. Un comerciante de Puriales Rafael Marcé, se nombró comandante de la contra, quemó tiendas y escuelas, cayó al enfrentarse a las milicias en la zona de Macambo, en un intento de fuga del país a fines de 1960.

También se alza el campesino Amancio Mosqueda (Yarey) en la zona del Chote, individuo que tuvo una larga historia de acciones contrarrevolucionarias. A mediados de 1960 aparece la figura de Blanco Pelegrín, alzado en Los Cacaos, allí asesinó al presidente de la asociación campesina, Juanico Guzmán en presencia de su familia. En 1961 se produce un alzamiento en Naranjal y Jaroche, al Noreste del Valle de Caujerí, dirigido por Porfilio Parra. En Naranjal, aviones de la Base Naval le tiraron armas y otros recursos.

Un hecho de trascendencia fue la gran movilización de las milicias serranas durante la crisis de octubre de 1962, en las costas del litoral, desde Yateritas hasta los límites con Imías, que se desarrolló durante varias semanas. En el año de 1963 se inician las infiltraciones por las costas del territorio, del agente de la CIA Amancio Mosqueda procedente de EE.UU., donde se había refugiado desde 1960, para desarrollar acciones contrarrevolucionarias para desestabilizar el país por esta región.

Operación Macambo

El 18 de mayo de 1969 se inicia la "Operación Macambo" dirigida por el comandante Tomaseviche. Como parte de ella el 25 de mayo es hecho prisionero Yarey, Tico Herrera, y otros contrarrevolucionarios. En esta operación mueren los combatientes de la frontera Maximiliano Domínguez y Rafael Pérez Cutiño. Esta operación victoriosa puso fin a las infiltraciones y bandas contrarrevolucionarias, Yarey y otros fueron puestos ante la justicia el 3 de diciembre de 1969.

Transformaciones y logros sociales en el territorio

Salud pública

Los logros alcanzados fueron significativos. En 1961 se construye el hospital rural de Puriales, y en 1969 se abre un puesto de enfermería en el poblado de San Antonio del Sur a los que siguen otros. Se prestaron disímiles servicios médicos y quedaron erradicadas enfermedades infecciosas, que favorecieron al pueblo.

En 1982 se crea el Centro Municipal de Higiene y Epidemiología para darle seguimiento a la erradicación del vector trasmisor del dengue y otros vectores de enfermedades que afectan el estado sanitario de la población. Disminuyó la mortalidad infantil, en 1989 fue de un 6% por 1000 nacidos vivos. Para esta fecha se contaba con dos hogares materno uno en Puriales y otro en San Antonio. En 1983, llegó el primer médico de la familia a la cooperativa agropecuaria “Solidaridad con Angola” de El Manguito de Caujerí.

Entre 1986 y 1988 se crean 34 consultorios para el servicio de medicina preventiva y asistencial que abarcó a casi el 100% de la población. En 1989 se prestan servicios de laboratorio clínico y de rayos x en el hospital de Puriales a toda la población del municipio. Para esta fecha, se había establecido el servicio de ambulancia en Guaibanó y Viento Frío. En 1993 se inaugura el Hospital Municipal IV Congreso del Partido.

Educación

En el año 1959 continuaron abiertas las 38 escuelas rebeldes. En 1961 como en toda Cuba se llevó a cabo la campaña de alfabetización con jóvenes de diferentes partes del país y otros del territorio. Entre 1962 y 1965 se acometió un amplio proyecto de creación de escuelas a través del llamado Plan Baracoa. La primera gran obra constructiva de la Revolución en el territorio, fue el internado de montaña Constantino Lores Alba para alumnos de 5to y 6to grado, inaugurado en 1962, en Puriales de Caujerí, con una capacidad de 300 alumnos. El territorio fue favorecido por el plan de becas Ana Betancourt.

En 1970 se crea la Dirección Municipal de Educación en los tres municipios, Puriales, Guaibanó y San Antonio. En 1977 al surgir la nueva división política administrativa, la dirección pasa a la actual cabecera municipal. En 1982 da inicio la enseñanza especial y en el 1988 la enseñanza politécnica. Estos numerosos logros en educación se fueron multiplicando cuantitativa y cualitativamente. En el 2002 como parte de la Batalla de Ideas se inician los estudios universitarios, con la apertura de sedes universitarias y diferentes carreras, luego de integradas se convierten en el 2014. Centro Universitario Municipal (CUM). Este hecho permite la formación de una gran parte de los profesionales que necesita el municipio para su desarrollo local sostenible.

Deporte

Al triunfo de la Revolución el único deporte que se practicaba era el béisbol. A finales de 1961 se crea el primer consejo voluntario deportivo en el poblado de Guaibanó, en esa misma época se seleccionan los primeros activistas deportivos del territorio. En las siguientes décadas este deporte experimentó un significativo desarrollo atendido por el INDER.

En 1996 se construyó el estadio de béisbol municipal. Existen otros campos en: Yateritas, Baitiquirí, Corojo, Manguito, Guaibanó, Puriales, donde se juega ese deporte con regularidad por niños y jóvenes. A partir de la década del 80 se practican otras disciplinas deportivas como: la lucha (1980), el yudo (1986), el boxeo cuyo antecedente fue en 1972, deporte con diferentes lauros a nivel provincial y atletas destacados. El municipio cuenta con un combinado deportivo en la cabecera municipal desde 1990, el cual tiene capacidad para jugar baloncesto, voleibol, una sala de cultura física y un gimnasio fisioterapéutico.

Cultura

Al triunfo de la Revolución las tradiciones culturales con más arraigo en la población eran el guateque campesino, las corridas de cintas, las peleas de gallo, las serenatas nocturnas, donde predominaban la música campesina y mexicana tocada con instrumentos tradicionales. Un elemento de las tradiciones en el territorio es la presencia de un grupo de teatro callejero que realizaba comedias del género bufo, asentándose una parte en la zona de Dos Brazos y Centeno.

En 1983, el 28 de octubre, entra en funcionamiento el museo municipal Emilio Daudinot, en la cabecera municipal, donde se pone a salvo gran parte del legado histórico. En 1985 se construye el Módulo Cultural y comienzan a funcionar, la tienda de bienes culturales, la galería de arte y una librería, en el año 1990 se decide cambiar su estructura y se deja solo, una librería y una biblioteca pública.

Hacia 1980 llegan los 9 primeros instructores de artes al municipio dando impulso al desarrollo de diferentes manifestaciones artísticas como la música y el teatro. El 12 de noviembre de 1985 se construye la casa de la cultura municipal, principal institución cultural del territorio que realiza múltiples actividades, como la realización de la jornada de la cultura.

Transformaciones y logros económicos

En los primeros meses de 1959, los trabajadores de la ganadería Baitiquirí, propiedad de Octaviano Navarrete, habían creado una sesión sindical para enfrentarse a los patrones, el objetivo era exigir el pago del dinero por concepto de salario que hacía más de dos años que no se pagaba en efectivo, sólo una mínima parte en vales y chapillas. La dirección del sindicato la formaban, Mario Pacheco (traidor); Darío Rubio y José Cuervo (Pepe).

Primera visita de Fidel

Fidel Castro, el 26 de junio de 1959, visita a los trabajadores de la ganadería Baitiquirí, acompañado de Celia Sánchez y otros compañeros. Conoció de la situación de los trabajadores y decidió de inmediato aplicar la Ley de Reforma Agraria, que recién se había aprobado. Fue este uno de los primeros latifundios cubanos donde se aplicaba por primera vez la ley revolucionaria.

Se decidió además intervenir parte de la tierra ganadera, se le dejaron unas 100 caballerías en el valle de San Antonio para seguir desarrollando el plan lechero, pero Fidel les advirtió, que cuando revisaran los papeles en Santiago, si todos no estaban en orden, la propiedad sería intervenida completa. Orientó crear una sociedad agropecuaria con las tierras que se intervinieron, para ello otorgó un crédito de $10 000. Compró, además, a los Navarrete, 500 novillas, le entregó un cheque y dio un plazo de 72 horas para que liquidaran toda la deuda que tenían con los trabajadores.

Después de 6 horas de trabajo el líder se dirigió al Valle de Caujerí, y se reúne con los campesinos en Guaibanó. Ese día se dejó nacionalizada oficialmente la CENCAM. Les prometió a los campesinos que pronto recibirían los beneficios de la Ley de Reforma Agraria y así fue. También, visita Yateritas, donde orienta la creación de una cooperativa. Esta se crea en 1960 y fue antecedente del plan agropecuario y luego el plan uvas por orientación de Fidel.

En octubre de 1959 se decidió por la dirección de la Revolución intervenir toda la propiedad de los Navarrete ya que se pudo comprobar que esa enorme hacienda era el resultado de acciones fraudulentas cometidas a lo largo de la historia de la compañía, todas las tierras pasaron a manos del estado revolucionario. Se crean las tiendas del pueblo para prestarles el servicio del comercio a los campesinos y la entrega por primera vez, de suministros y créditos a los campesinos para desarrollar sus producciones. La creación del INRA favoreció el desarrollo de la ganadería en la antigua hacienda Navarrete y otras importantes transformaciones.

Hacia octubre de 1963 el gobierno revolucionario aplica la Segunda Ley de Reforma Agraria mediante la cual se da un duro golpe a la burguesía rural al confiscar las propiedades de más de 5 caballerías de tierras. En el territorio se confiscaron pequeños latifundios como fueron: Finca de Ulpiano Piña (Piñita) en Pozo Azul, Finca de Miguel Martínez en el Mije de Caujerí, Finca de Juan Rivera en Los Letreros, Finca de Gavino Cautín en Mariana. Parte de estas tierras pasaron a la Granja René Amill, y con otras se crearon sociedades agropecuarias. En los años siguientes creció la producción ganadera, de maíz y la maderera.

Servicio eléctrico

A partir de 1963 alcanzó notable desarrollo; se utilizaron plantas eléctricas en San Antonio, Guaibanó y Puriales y a algunas viviendas a mediados de la década de 1960. En 1970 se instalaron cuartos de plantas eléctricas con tres máquinas en San Antonio, Yateritas, Guaibanó y Puriales, limitados primero a 6 horas por la noche. A finales de los años 80 se extendió desde Acueducto a San Antonio en 1989; y entre 1990 y 1991 hasta el Valle de Caujerí y Puriales. Fue un gran logro en esta zona de silencio.

Comunicaciones y transporte

Con la construcción de la carretera Vía Azul Guantánamo–Baracoa, el servicio del transporte comenzó a desarrollarse a partir de 1961, fecha en que se inició la construcción de varios caminos Hacia 1963 se inauguró el servicio de transporte serrano, con la primera ruta Guantánamo–Puriales. En 1975 se crea una base de ómnibus en San Antonio del Sur, con varias rutas internas. En 1972 se comienza a prestar servicios de ómnibus nacionales con la recogida de cuatro pasajeros diarios para La Habana.

Creación del Partido Comunista

Al triunfar la Revolución en la localidad existían unos 10 militantes del Partido Socialista Popular (PSP), radicados en Los Indios y Puriales. A mediados de 1961 se dieron los primeros pasos para la creación de núcleos de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) (dirigido desde el seccional de la ORI en Jamaica, Guantánamo) en la granja René Amill y luego en Puriales, los que jugaron un papel muy importante en las tareas políticas y revolucionarias que se desarrollaban en esos momentos. No tuvo nunca una estructura municipal.

En 1963 por tener el territorio cerca de 33 000 habitantes y una considerable extensión, se crea el municipio Emilio Daudinot Pineda, con esta nueva estructura administrativa se celebra la asamblea de constitución del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURSC) en Guaibanó el 29 de septiembre de 1963 y se eligió el primer Buró Municipal del Partido, integrado por 9 miembros. En octubre de 1965 asume el nombre de Partido Comunista de Cuba (PCC), como en todo el país.

Movimiento obrero

No existió antes de 1959, por lo que sólo la Revolución hizo posible el desarrollo de este con la creación de cientos de empleos que beneficiaron a miles de obreros, mejorando con ello sus condiciones de vida y la de sus familias. En 1964 se crean las primeras organizaciones sindicales de bases en el sector agropecuario, en la granja del pueblo “René Amill”. En 1967 se organiza la dirección de la CTC en Guaibanó.

A partir de 1973 con la celebración del XIII Congreso de la CTC, se impulsa el movimiento obrero y su organización sindical se fortalece, aumentó el número de afiliados y de sesiones sindicales, lográndose desarrollar un movimiento obrero fuerte, donde la emulación socialista se convirtió en el motor impulsor.

Organización campesina

El campesinado era el único sector social que al triunfar la Revolución estaba organizado. El 17 de mayo de 1961 al constituirse la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP) en todo el país, los campesinos de este territorio asumen ésta. El 15 de febrero de 1964 se constituyó el primer ejecutivo de la ANAP, en el municipio Emilio Daudinot. Ello contribuyó al mejoramiento del trabajo del campesinado, y al impulso de importantes tareas. La ANAP fue adaptando su estructura a las diferentes divisiones políticas administrativas por la que transitó el territorio.

Segunda y tercera visita de Fidel

Realizada el primero de julio de 1977, se reunió con dirigentes de las bases campesinas de todo el Valle de Caujerí en la casa de cultura del poblado de Guaibanó. En esa reunión se analizó la situación crítica que tenía el valle por la sequía que lo afectaba y la baja producción que alcanzaba el territorio. Se hizo, además, una valoración de la fuerza laboral campesina de cada base y de los recursos con que contaba, se proyectó el futuro desarrollo cooperativo como forma superior de producción para mejorar la situación que tenía el campesinado. Orientó, entre otras tareas, desarrollar una fábrica de ladrillos y crear una brigada de construcción de presas. En su cumplimiento entre 1979 y 1983 se construyó la presa de Pozo Azul.

La tercera visita fue en la celebración del acto nacional de la ANAP por el XX aniversario del surgimiento de esa organización, el 17 de mayo de 1981, en el terreno de pelota del poblado de Guaibanó, con la asistencia de más de 5000 personas entre campesinos, obreros y estudiantes. El Comandante en Jefe llamó a convertir a Caujerí en un jardín productivo.

Visita de Raúl

En septiembre de 1985 se produjo la visita del General de Ejército Raúl Castro al Valle de Caujerí, acompañado de Vilma Espín y José Ramírez Cruz, realizó un recorrido por el lugar y participó en un acto de masas en la cooperativa Solidaridad con Angola, del Manguito, por su destacada labor en la preparación para la defensa de la patria. En ese acto se entregó por Raúl la bandera de “Resistir y Vencer”.

Poder Popular

Esta nueva forma de gobierno tuvo como antecedente la JUCEI y el Poder Local y el hecho de que el territorio con la nueva división política administrativa en 1976, San Antonio del Sur se integra en un solo municipio dirigido por la provincia de Guantánamo. El 14 de mayo de 1976 se realizaron las elecciones a delegados. Votó el 98,8% de los electores registrados y quedaron elegidos los 46 primeros delegados del Poder Popular. El 31 de octubre de 1976 se constituyó la primera asamblea municipal, con Ibraín Vaqué como presidente. Esta forma de gobierno se ha venido fortaleciendo en todos.

Efectos del período especial

Este periodo de crisis afectó al territorio en todas las esferas de los servicios y la economía, en este último mermaron los niveles productivos. Para enfrentar la difícil situación se inició el Programa Director del Valle de Caujerí. El nuevo siglo llegó y son innumerables los logros de este municipio en todas las esferas, gracias al trabajo del pueblo unido, junto al Partido, Gobierno y demás organizaciones.

Fuentes

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  • Managüi No. 8 de 1988 p. 45.
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  • Cesar Leante. Los guerrilleros negros. p. 93.
  • José Sánchez Guerra. Rustan. p. 16.
  • José Sánchez y Wilfredo.Campo Los Ecos de la Damajagua en el Alto Oriente Cubano. p. 17.
  • José Martí. Diario de Cabo Haitiano a Dos ríos.
  • Mario García del Cueto. La Obra de la Revolución por la Ruta Martiana. p. 44.
  • García del Cueto Mario, La Obra de la Revolución por la Ruta Martiana. p. 44.
  • Raúl Castro Ruz, La Sierra y el Llano. Diario de Campaña. Casa de Las Américas, La Habana 1961, P. 153.
  • Fidel Castro Ruz: Discurso en el XXV aniversario de Playa Girón. Granma 17 de abril de 1986.
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  • Darío Rubio Frómeta. Testimonio. Fundador del Partido y primer sanantoniense que dirige el Partido.
  • Rigoberto Tamayo Remón Testimonio. Profesor escuela de milicias en 1961.
  • Ramón Rodríguez Chávez Archivo personal sobre producción de maíz en Caujerí.
  • Ismael Alonso Coma. Historia de Guantánamo. Editorial El Mar y la Montaña, 2018.
  • José Barreiro. Panchito. Cacique de Montaña, Casa de las Américas, 2016.
  • Colectivo de autores: Diccionario Enciclopédico Militar de Cuba. Ediciones Verde Olivo, 2001.
  • Colectivo de autores: Frank en la Memoria. Editora Historia, La Habana, 2012.
  • Ladislao Guerra bueno. El ferrocarril de Guantánamo. Editorial El Mar y la Montaña, 2010.
  • José Sánchez Guerra. Conflictos en Guantánamo 1959-1970. P 35. Inédito
  • Manuel García González y Vivian Díaz Bardají. Veteranos. Esperanzas y olvido. Editorial El Mar y la Montaña. Guantánamo, 2012.
  • Vivian Díaz Bardají. Ideología y Movimiento Obrero en Guantánamo. 1888-1955. (Inédito)
  • Alfredo Mateo Domingo. Historia de la División Político-Administrativa. (1607-1976). Concurso 26 de Julio. MINFAR, 1977.
  • Centro de Documentación del CC del PCC. Cronología. 25 años de Revolución. Editora Política, La Habana, 1987.