Historia del municipio Alquízar (provincia Artemisa)


Historia del municipio Alquízar (provincia Artemisa)
Información sobre la plantilla
Cronología
Ubicación geográfica
Período aborigen
Período colonial
Cafetales franceses de la época en Alquízar
Luchas independentistas
Período Neocolonial
Revolución en el poder
Características del Gobierno Municipal
Movimiento obrero
Creación de organizaciones políticas y de masas
Desarrollo del deporte y la salud pública
Milicias Nacionales Revolucionarias

Historia del municipio Alquízar (provincia de Artemisa). La compilación de los sucesos históricos del municipio Alquízar tiene sus inicios con los asentamientos aborígenes en este territorio y llega hasta la actualidad, pasando por la ocupación española, las luchas de independencia, la etapa republicana hasta llegar a la etapa revolucionaria.

El espíritu de rebeldía pronto se hizo sentir en la localidad cuando en 1812 fueron detenidos los esclavos alquizareños Francisco González, Juan Briñas y Desiderio Malagamba acusados de estar implicados en la conspiración que dirigió José Antonio Aponte.

Unos meses después de haber iniciado Carlos Manuel de Céspedes la primera contienda emancipadora, es descubierta la llamada Conspiración de las Biajacas el 10 de febrero de 1896 donde estaban implicados varios alquizareños, los que fueron condenados al destierro en Fernando Poo.

Durante seis años las pequeñas partidas mambisas mantuvieron la lucha en la provincia hasta que el 21 de noviembre de 1875 en combate con las tropas españolas cae heroicamente Carlos García Vélez, con su muerte se extinguió el brote de rebeldía en la zona.

La Guerra Necesaria organizada por José Martí contó con el aporte de numerosos alquizareños orientados por Juan Gualberto Gómez y dirigidos por Generoso Campos Marquetti. El Bando de Reconcentración dictado por Valeriano Weyler, trajo a la población grandes sufrimientos y calamidades.

Durante los primeros años de la República Neocolonial y hasta la década del treinta el municipio estuvo bajo el dominio de caudillos políticos. Durante los años de la dictadura de Gerardo Machado numerosos alquizareños se incorporan a la lucha contra el tirano. El Movimiento 26 de Julio integrado por jóvenes procedentes de varios partidos políticos y asociaciones locales, participó en importantes momentos de repudio a la tiranía proimperialista de Fulgencio Batista.

Al producirse el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959 se inicia un período de profundos cambios en la localidad destinados a su transformación total.

La localidad debe su nombre al apellido del Capitán Don Sancho de Alquízar, quien siendo Gobernador Civil y Militar de la Isla solicitó y obtuvo su merced, el 26 de febrero de 1617, adquirió un corral que al pasar de los años se convertiría en un núcleo poblacional conocido por Rancho de Alquízar. La fecha que se asume como fundación del municipio es el 1 de enero de 1879.

Ubicación geográfica

Ubicación del municipio Alquízar

El municipio Alquízar se encuentra situado en el sureste de la provincia de Artemisa. Limita al Norte, con los municipios de San Antonio de los Baños y Caimito; al Este, con el de Güira de Melena; al Oeste, con el municipio de Artemisa y al Sur, con la Playa de Guanímar, cuya costa es bañada por el Golfo de Batabanó.

Posee una extensión territorial de 194,40 km2. Este municipio agrupa cuatro Consejos Populares: Norte, Mayorquín Sur, Pulido – Guanímar y Dagame. Su población total es de 35796 habitantes.

Período aborigen

Lo más probable es que los aborígenes que habitaron en el territorio del municipio hayan provenido de áreas relativamente cercanas, o sea, la entrada del aborigen en Alquízar parece ser el producto de una migración interna.

Pudiera provenir de la Península de Zapata (habiendo existido puntos intermedios en este trasiego) o llegar a través de los cayos del archipiélago Los Canarreos. También pudo ser el resultado de un movimiento que partió de la actual provincia de Pinar del Río, o provenir de otras áreas de la provincia de La Habana pobladas con antelación. Hay que destacar también que en la provincia es muy probable que hubieran entrado migraciones provenientes del territorio de Matanzas. Los aborígenes que habitaron en el territorio del municipio de Alquízar debieron poseer el mismo aspecto físico que el resto de los grupos preagroalfareros de Cuba.

Los aborígenes que vivieron en el municipio debieron desarrollar sus vidas en las zonas cenagosas con vegetación de manglar existentes hacia las costas, así como en las zonas boscosas de tierra adentro sobre todo en aquellas que se desarrollaban sobre carso desnudo y semidesnudo. Se caracterizaban por la práctica de la recolección, la caza y la pesca.

Estos aborígenes eran cazadores (caza menor), pescadores, recolectores y debieron alimentarse de diferentes especies propias del mar somero y del hábitat costero, tales como: peces, cangrejos, caracoles, ostiones, algunas aves que habitaban el área, quelonios etc., además de otras especies existentes en la zona tales como: Jutía, maja de Santa María y otras.

El hallazgo del residuario encontrado en la finca Asthón, muy próxima al límite oeste del municipio, evidencian que la dieta de moluscos marinos y jutía era fundamental en este habitante, así como se observa una destacada utilización de la concha como instrumento de trabajo.

El hombre preagroalfarero que debió habitar el territorio que actualmente ocupa el municipio Alquízar, debió encontrar dada su economía y hábitos de vida las condiciones propias en el manglar costero, pero es indudable que tenían que moverse obedeciendo a las secuencias estacionales, debido a que las especies comestibles principales que abundaban en una zona en un período, escaseaban en otro.

La costa caracterizada por bajos fondos, facilitaban la captura de moluscos en apreciables cantidades (ostiones, cobos, etc.)

Los movimientos tierra adentro le permitían la captura de roedores como jutías y recolectar alimentos de origen vegetal (frutas, semillas, etc.) abundantes en el bosque. Es por ello que el residuario de Asthón mezcla moluscos marinos con dieta de tierra adentro. Esto nos lleva a pensar que las cuevas situadas en la zona del Dagame (territorio ubicado entre el límite de Alquízar y Artemisa) sirvieron de lugar de estacionamiento transitorio a estos aborígenes.

Aunque los preagroalfareros desarrollaban la industria de la piedra lascada, en el territorio del municipio no se han encontrado evidencias de este tipo de industria, pero no se descarta la posibilidad de hallazgos dado que relativamente no muy lejano a los límites del área de interés se han hallado objetos líticos aborígenes (ejemplo en la finca San Antonio, cerca de Puerta de la Güira, municipio de Artemisa).

Sitios arqueológicos

En cuanto a las evidencias arqueológicas de aborígenes, estas se han encontrado hasta el presente en áreas limítrofes al municipio o en algunas que antes de la División política–administrativa (DPA) de 1975 pertenecían al territorio alquizareño.

El grupo Espeleológico Álvaro Reynoso realizó hallazgos en la cueva del Baño # 1 Asthón, compuestos sobre todo de residuos de dieta aborigen, raspadores de concha y conchas utilizadas para la ornamentación. También se han encontrado algunas evidencias en el Noroeste hacia la zona de la finca Sandoval (que antes de la DPA perteneció al municipio de Alquízar).

El geógrafo cubano Antonio Núñez Jiménez refiriéndose al reconocimiento realizado por Cristóbal Colón de la costa sur de Cuba en su segundo viaje a América señala:

«el Almirante obligó a unos indios en la costa de Guanímar a navegar con él.» [1]

Sobre este mismo hecho el escritor vasco Jon Bilbao dice:

«En todo el viaje por la costa sur de Cuba es aquí en Guanímar el único lugar donde se reporta haber obligado indígenas a permanecer a bordo de la Carabela.»

En el aspecto lingüístico quedan en la toponimia algunos vocablos tales como: Guaibacoa, Guanímar y Borinquen, como testigos de componentes de la antigua lengua aborigen.

Período colonial

El primer contacto de los colonizadores españoles con el territorio de la actual provincia de Artemisa data del 11 de junio de 1494, fecha en la que Cristóbal Colón, durante su segundo viaje a América, hizo escala en Guanímar, territorio alquizareño.

El proceso de colonización en el territorio de Alquízar se materializó a partir de la solicitud de mercedación de un lote de terreno por el entonces Gobernador de la Isla. (Don Sancho de Alquízar)

En las Actas Capitulares del Cabildo de San Cristóbal de La Habana, el cual tuvo jurisdicción sobre toda la región occidental durante los siglos XVI y XVII, (realizando los repartos de tierras en esta extensa zona) se encuentra que, el primer territorio colonizado por los españoles en Alquízar fue Guanímar. En sesión de 11 de octubre de 1566.

Los primeros núcleos poblacionales que se asentaron en la zona durante el siglo XVII fueron Alquízar (1616) y Guanajay (1650). De manera que Alquízar es la más antigua de las localidades artemiseñas.

Hacia el norte de esta merced, después del territorio conocido por Guaibacoa, existía en la época una llanura poblada de árboles, palmeras y de vegetación exuberante que hacia 1616 comenzó a ser disputada para su explotación. El primer interesado en estas tierras fue el Capitán Sancho de Alquízar, natural de Fuenterrabía en España, quien después de navegar muchos años de un continente a otro, obtuvo en recompensa de sus servicios marítimos y militares el gobierno de Caracas y Venezuela, del cual fue trasladado al de la Isla de Cuba el 7 de septiembre de 1616. En este cargo murió en La Habana el 6 de junio de 1619.

Después de la muerte de Sancho de Alquízar, el corral toma el nombre de Rancho de Alquízar. Este terreno fue solicitado por varias personas, pero su entrega nunca se llegó a concretar, convirtiéndose en tierras de uso común, donde se criaba ganado menor.

La explotación forestal constituyó primera actividad económica de importancia en la localidad. A finales del siglo XVIII se reiniciaron las actividades de una de las principales industrias establecidas en el siglo anterior; la industria de las construcciones navales, para lo cual se estableció un astillero en la Bahía de La Habana. En Alquízar en esta época existían frondosos bosques en los cuales abundaban las maderas propias para la construcción de navíos tales como el cedro, caobas, sabicú, chicharrón, yana, ocuje, Dagame y otras como señala el historiador Manuel Moreno Fraginal para esta fecha:

«Alquízar es todavía la más rica reserva forestal de los astilleros.» [2]

Los cortes de madera se inician: en la hacienda El Rancho (actual Rancho Boyeros) en 1762; por los años 1770 a 1772 están dentro del hato Ariguanabo y en 1775 se encuentra en Alquízar.

La explotación forestal en la zona provocó un aumento demográfico por la afluencia de trabajadores y comerciantes que venían al lugar; unos a realizar diversas actividades relacionadas con los cortes de maderas, y otros a negociar con los leñadores y capataces, dando lugar a la aparición de tiendas y tabernas que indudablemente dieron un gran impulso al desarrollo de la población.

En las primeras décadas del siglo XVIII el desarrollo del poblado fue muy lento.

En el centro del pequeño poblado se construyó una ermita de madera y techo de guano con el objetivo de ofrecer servicio religioso a los vecinos del lugar.

En Alquízar se adoptó como santo patrón a San Agustín, recibiendo la localidad el nombre de San Agustín de Alquízar.

Iglesia de Alquízar

El primer trazado de las calles se realizó al construirse la calle Real que se extendía desde Guanímar hasta San Antonio de los Baños (actual calle 82). Además de esta, fueron construidas otras calles, la de San Agustín (actual avenida 91) en honor del patrón del pueblo y la de la Iglesia (actual avenida 89) que recibió este nombre por encontrarse en la misma la ermita mencionada anteriormente.

Por Real Cédula del 24 de junio de 1775 se le concede el Título de Villa del nombre de Santiago de Compostela de las Vegas al pueblo de Santiago de las Vegas incorporándosele los caseríos de Batabanó, San Antonio de las Vegas, Guara, Melena del Sur, Guanímar y Alquízar.

La producción cafetalera sustituiría los cortes de maderas, convirtiéndose en el renglón económico fundamental hasta mediados del siglo XIX.

La Revolución de Haití, provocó que, a partir de 1796, emigraran hacia Cuba millares fomentaron la siembra del café, uniéndose en poco tiempo un grupo numeroso de criollos y españoles, dando lugar al surgimiento de grandes haciendas cafetaleras.

Los franceses propiciaron el desarrollo agrícola de la zona con el fomento de un gran número de cafetales y la construcción de magnificas viviendas dotadas de jardines y bibliotecas. Muchos de estos emigrantes franceses se establecieron en Alquízar, donde fomentaron grandes haciendas cafetaleras, con lujosas casas de viviendas, verdaderos palacios coloniales, con estanques, estatuas, fuentes y parques, cuyos dueños ofrecían comidas y bailes, con derroche de plata, vajillas y cristalería.

Cafetales franceses de la época en Alquízar

Las Delicias, Elejarde, La Paix, Irola, Bonne, Espérance, Blaubisson, Marchetti, Butiffu, Bombalie, Leonarl, Afortune. Estos aún se conservan como nombres de fincas, y en algunos casos lo recibe toda una región o una zona, pero ya españolizados y convertidos en: Las Delicias, Elejarde, La Paz, Irola, Buena Esperanza, Marquetti y Fortuna.

Un cafetal de renombre en la zona fue Nuestra Señora de la Luz conocido comúnmente como La Luz, ubicada cerca de Alquízar, en la carretera que va para la playa de Guanímar. Fue fomentado aproximadamente en 1812 por el español Álvaro José Reynoso López. Álvaro José trajo de España a dos jóvenes sobrinos, uno de ellos fue Antonio Reynoso Trujillo quien se distinguió como agricultor esmerado; Antonio Reynoso Trujillo contrajo matrimonio con María de Jesús de San Pío Valdés el 5 de mayo de 1821 en la parroquia de la Purísima Concepción y San Agustín de Alquízar; de esta unión nació el 4 de noviembre de 1829 Álvaro Reynoso Valdés, el cuarto de los cinco hijos de este matrimonio. Álvaro Reynoso fue el iniciador de la era científica en la agricultura cubana y el más grande químico y agrónomo de todos los tiempos.

En 1939 los cafetales La Buena Esperanza y el Buen Retiro fueron comprados por el doctor Eduardo Finlay, padre del ilustre médico cubano Carlos J. Finlay, quien pasó en el cafetal La Buena Esperanza gran parte de su niñez. Es precisamente en este cafetal donde comenzó a dedicarse a los estudios de la naturaleza, influidos seguramente por su tío materno, el doctor Felipe Barnés notable naturalista. El cafetal, situado cerca de la costa sur de Alquízar, era un verdadero foco de mosquitos, por lo que es de suponer que el doctor Finlay comenzó allí a observar la vida de esos insectos.

Sobre otro cafetal de la zona, La Concordia, habla la novelista sueca Fudika Bremer en su libro Cartas sobre Cuba. Este cafetal fue fomentado por el francés Francisco Adolphe Sauvalle y su esposa Madame Chausel.

Muy cerca del pueblo de Alquízar, al sur–oeste del mismo, se encontraba el cafetal Frías propiedad de Don Domingo Frías, conde de Pozos Dulce, quien se distinguió a mediados del siglo XIX por sus estudios de los problemas cardinales de la economía cubana. También se destacó en la política ya que fue una figura importante dentro del movimiento reformista y solía recibir en su cafetal de Alquízar a figuras de renombre de este movimiento como es José Morales Lemus, José Ricardo O' Farrill y otros.

Merecen citarse además otros cafetales importantes existentes en la localidad en la primera mitad del siglo XIX. Entre ellos: Buen Concepto, Fortuna, Casualidad, Pancho Baralt, La Paz e Irola.

A mediados del siglo XIX el cultivo del café en la zona comenzó a decrecer debido a las atenciones culturales que se le venían dando por parte de los franceses, además el surgimiento de Brasil como un fuerte productor de café, agregado a esto la zona occidental de la Isla fue azotada por dos intensos ciclones en 1844 llamado San Francisco que comenzó a las 10 de la noche del día 4 de octubre de 1844 y continuó con gran violencia hasta el amanecer y 1846 llamado Santa Teresa durante los días 10 y 11 de octubre, que produjo aún mayores daños que el anterior.

En la segunda mitad del siglo XIX se desarrolló en sustitución del cultivo del café la industria azucarera. En 1860 existían en Alquízar seis ingenios con una producción bastante alta para la época.

En los antiguos cafetales comenzaron a fomentarse, plantaciones de caña, trapiches e ingenios, esto implicaría el consecuente aumento del número de esclavos.

Luchas independentistas

José Antonio Aponte, encabezó una gran conspiración que en el año 1812 se extendió desde las cercanías de la capital, Guanabacoa, Alquízar, Jaruco y San Antonio de los Baños, hasta los términos de Puerto Príncipe (Camagüey) Bayamo y Holguín con la participación de esclavos, negros y mulatos libres y blancos.

Los objetivos fundamentales de la conspiración eran: la abolición de la esclavitud, el establecimiento de la igualdad social y el derrocamiento del poder colonial en Cuba.

Aponte fue denunciado junto a sus principales seguidores, es tomado preso y recluido provisionalmente en el Cuartel de Dragones, trasladándolo finalmente a la fortaleza de La Cabaña. También fueron encerrados en el citado lugar los esclavos Francisco González Galano, Juan Briñas y Desiderio Mala gamba, promotores en Alquízar de movimiento insurreccional que lideraba Aponte.

Los esclavos de Alquízar encartados en la conspiración fueron castigados y después restituidos a sus dueños, excepto Francisco González Galano, el que fue condenado a 10 años de prisión por habérsele ocupado una pistola y considerarse el seductor del grupo.

También, los esclavos de Alquízar van a recurrir al cimarronaje, desde 1826 se tiene noticias de la presencia de cimarrones en la costa de Guanímar. Recientemente un grupo del Centro Arqueología y Etnología de la Academia de Ciencias de Cuba localizó un petroglifo (figura hecha por incisión de la pared rocosa) en una cueva que se localiza entre Alquízar y Guanímar.

En Alquízar comienza el incremento de la producción azucarera después de 1850. Para entonces sólo había dos ingenios Nuestra Señora de Guadalupe, que en 1858 cambiaría su nombre por el de Santísima Trinidad o Fajardo propiedad de los herederos de Antonio Díaz, y el Ojo de Agua, propiedad de Francisco Ferrer Callejas. La producción de ambos ingenios era de 21150 arrobas de azúcar.

En el año 1859 el partido de Alquízar tenía 6 de los 17 ingenios con que contaba la jurisdicción de San Antonio de los Baños. De los 6 ingenios existentes en el partido de Alquízar 5 de ellos utilizaban como fuerza motriz el vapor y sólo uno (Armonía) la fuerza animal, este era un pequeño trapiche, con una baja producción de azúcar, lo cual era embazado Todos los ingenios utilizaban el llamado tren jamaiquino.

Repercusión de la Guerra de los Diez Años

En Alquízar, como en el resto de la región occidental del país, la producción azucarera no sufrió los embates de la Guerra de 1868, lo que le permitió mantener una economía estable, sobrepasando la producción de azúcar que había antes del estallido revolucionario.

A finales de la década de 1860 habían desaparecido los ingenios Concepción, San José o Guaibacoa y el Santísima Trinidad. Manteniéndose en molienda El Ojo de Agua, Armonía, y Santísima Trinidad o Fajardo. Además, se habían creado los ingenios Palafox, Recurso y Reunión. Como se puede apreciar el partido tenía en esta fecha seis ingenios. Debido a dificultades económicas de sus dueños (hacía 1874) los ingenios Palafox, Recurso y Reunión, dejaron de moler y en su lugar surgieron otros con más posibilidades.

En total, en el partido existían siete ingenios al finalizar la guerra (1878) con una producción de 28000 cajas de azúcar, cifra muy superior a la de 1859 que fue de 7499 cajas, 442 bocoyes y lo que demuestra que la economía en la región no sufrió como en la parte central y oriental del país los embates de la guerra.

Aunque la producción azucarera era la primera fuente de la economía alquizareña de esta época, existían también otros renglones agrícolas que aportaban ingresos a la economía de la población como eran: 30 cafetales, 127 sitios de labor para frutos menores y 84 potreros para ganado vacuno y caballar.

Unos meses después de haber iniciado Carlos Manuel de Céspedes la primera contienda emancipadora, es descubierta la llamada Conspiración de las Biajacas el 10 de febrero de 1896 donde estaban implicados varios alquizareños, los que fueron condenados al destierro en Fernando Poo.

Posteriormente, el 1 de mayo de 1869, un grupo de campesinos de esta localidad, dirigidos por Carlos García de Sosa se levantó en armas contra el dominio colonial español en la Finca La Paz.

Durante seis años las pequeñas partidas mambisas mantuvieron la lucha en la provincia hasta que el 21 de noviembre de 1875 en combate con las tropas españolas cae heroicamente Carlos García Vélez, con su muerte se extinguió el brote de rebeldía en la zona.

Guerra Necesaria

La Guerra Necesaria organizada por José Martí contó con el aporte de numerosos alquizareños orientados por Juan Gualberto Gómez y dirigidos por Generoso Campos Marquetti.

El 5 de enero de 1896 el municipio es ocupado por las tropas cubanas al mando de los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo. A partir de ese momento muchos hijos de Alquízar se incorporan a la lucha armada por la independencia formando parte de los regimientos tiradores de Maceo y Calixto García.

En la mañana del 5 de enero, cuando los mambises llegaron a Alquízar, el pueblo los recibió amablemente y con el cuartel de voluntarios rendido.

Máximo Gómez

El Generalísimo Máximo Gómez, en carta al coronel Andrés Moreno, fechada en 1897 en Sancti Spíritus, expuso su actitud ante la tea incendiaria y las riquezas de las clases opulentas del país con estas palabras:

“Cuando llegué al fondo, cuando puse mi mano en el corazón adolorido del pueblo trabajador y lo sentí herido de tristeza, cuando palpé al lado de toda aquella opulencia, alrededor de toda aquella asombrosa riqueza, tanta miseria material y tanta pobreza moral; cuando todo esto vi en la casa del colono, y me lo encontré embrutecido para ser engañado, con su mujer y sus hijitos cubiertos de andrajos y viviendo en una pobre choza, plantada en tierra ajena; cuando pregunté por la escuela y se me contestó que no la había habido nunca, y cuando entramos en pueblos como Alquízar, Ceiba del Agua, El Caimito (…) y cincuenta más, no vi absolutamente nada que acusara ni cultura ni aseo moral, ni pueblos limpios, ni riquezas limpias, ni vida acomodada, y nos recibían del brazo el alcalde y el cura; entonces yo me sentí indignado y profundamente predispuesto en contra de las clases elevadas del país, y en un instante de coraje, a la vista de tan marcado como triste y doloroso desequilibrio exclamé. ¡Bendita sea la tea!” [3]

Durante la Campaña de la Lanzadera el General Máximo Gómez acampó cuatro veces en el Ingenio San Antonio propiedad de Mamerto Pulido.

Coronel Acea y su Estado Mayor

El Bando de Reconcentración dictado por Valeriano Weyler trajo a la población grandes sufrimientos y calamidades. Miles de personas fueron víctimas de esta medida muriendo el 25% de los reconcentrados. En diciembre de 1898 entraron los mambises en Alquízar al mando del Coronel Isidro Acea Gil, en esta ocasión se izó por primera vez la Bandera cubana y se tocó el Himno Nacional entre gritos y aplausos de la población.

Los reconcentrados en Alquízar fueron ubicados en un lugar conocido por Chafarina (donde se encuentra el paseo Comandante Domingo Lence) en barracones sucios carentes de las más elementales condiciones de servicios higiénicos prácticamente inhabitables. Allí vivían juntos hombres, mujeres y niños en la mayor promiscuidad.

Los campesinos reconcentrados comían las sobras del rancho de las tropas españolas. El hambre y el hacinamiento en que vivían produjeron numerosas enfermedades: los parásitos, las afecciones de la piel, el paludismo y otras infecciones se generalizaron. Comenzaron las muertes en alarmantes proporciones. Los enterramientos se hacían en fosas comunes y sin previa identificación.

Cocina de Alquízar. Auxilio a los Pobres

Después de bando del gobierno español de fecha de 30 de marzo de 1898 que autorizaba a los campesinos a volver al campo, sólo se incorporaron en Alquízar 1250, lo que evidencia que el por ciento de muertes debe haber sido de un 63,9%.

Periodo Neocolonial

El gobierno de Estrada Palma (1902–1906), significó la elevación máxima de lo más reaccionario de la sociedad cubana en estrecha alianza con los intereses norteamericanos y el más burdo entreguismo político. El intento de su reelección provocó que, en agosto de 1906, los liberales se alzaran en armas en diversos lugares del país. Este hecho se conoce como la Guerrita de Agosto. En Alquízar se produjo un alzamiento donde los rebeldes se dirigieron a Wajay para combatir contra la guardia rural; en este lugar se produjo una escaramuza en la que murieron los alquizareños Manolo Martínez y Antonio García, allí fue asesinado, después de hacerlo prisionero, el general Quintín Banderas.


Durante los primeros años de la República Neocolonial y hasta la década del treinta el municipio estuvo bajo el dominio de caudillos políticos, con la sola excepción del Dr. Julio Valdés Collazo quien desde la alcaldía contribuyó al mejoramiento de la localidad, llevando a cabo algunas obras sociales que trajeron cierta prosperidad a la población.

El 24 de agosto de 1901 ve la luz por primera vez en la localidad Luis Marquetti Marquetti, uno de los más grandes compositores musicales de nuestro país cuya música ha recorrido todo el mundo en boca de intérpretes nacionales e internacionales.

Casa Natal de Villena

Rubén Martínez Villena, hijo ilustre de Alquízar y destacado intelectual revolucionario, en las décadas de 1920 y 1930, jugó un papel fundamental en la organización del movimiento obrero y comunista y en la lucha contra la Tiranía de Machado.

Paseo de Alquízar

En la primera mitad del siglo XX el cultivo fundamental del municipio va a ser el tabaco y su manufactura, surgiendo un fuerte movimiento obrero en este sector.

Durante los años de la dictadura de Gerardo Machado numerosos alquizareños se incorporan a la lucha contra el tirano, una muestra de ellos fue la caída en El Corojal el 14 de agosto de 1931 de Domingo Lence, Carlos Luis Villena, Heriberto Alonso y Mario Machín.

El 14 de agosto de 1933 se funda la Liga Juvenil Comunista y el 16 del propio mes el Partido Comunista de Cuba. Estas organizaciones junto al movimiento obrero llevarían una tenaz lucha contra la corrupción administrativa y el entreguismo al imperialismo yanqui de los gobernantes de turno.

Los años posteriores al golpe del 10 de marzo de 1952 fueron difíciles. El Movimiento 26 de Julio integrado por jóvenes procedentes de varios partidos políticos y asociaciones locales es la fuerza destacada que organiza la huelga espontánea de agosto de 1957 tras el asesinato de Frank País y la huelga revolucionaria del 9 de abril de 1958, importantes momentos de repudio a la tiranía pro imperialista de Fulgencio Batista.

En esta etapa se destaca Antonio Ortega González (Cundo) quien dirigió diez células clandestinas de lucha como jefe del Movimiento 26 de Julio en el municipio.

Domingo Coco Chávez Armas, combatiente de la clandestinidad, miembro de la dirección del Movimiento 26 de Julio en este pueblo, jefe de una célula y enlace de la Dirección Nacional, y miembro del Ejército Rebelde, señaló:

“En el territorio alquizareño los revolucionarios desarrollaron diversas actividades (…). Pusimos bombas en la línea del ferrocarril que va de La Habana a Pinar del Río, especialmente en el tramo entre Alquízar y El Dagame. Las bombas consistían en un tubo galvanizado de unas cuatro pulgadas de 20 cm. de largo, tenían dentro cartuchos de dinamita y le ponían dos fulminantes para que explotaran. Le decíamos pata de burro”.[4]

Revolución en el poder

Las transformaciones revolucionarias del agro en nuestro país se realizaron mediante la Reforma Agraria, que ya había tenido su origen en la Sierra Maestra donde se repartió tierras a los campesinos en las zonas liberadas. Así a sólo cuatro meses y diecisiete días del triunfo de la Revolución, el Gobierno dictó la Primera Ley de Reforma Agraria.

Con ello se cumplió un doble propósito en las medidas revolucionarias. Por un lado, se propinaba un duro golpe a las reminiscencias feudales y al imperialismo; por otro lado, se fortalecería la propiedad cooperativa y se fomentaba la pequeña propiedad de los campesinos trabajadores, todo lo cual, por su tendencia y desarrollo, afectaba las raíces más profundas de la economía agrícola capitalista dependiente en Cuba.

La compañía Azucarera Central Toledo, propiedad de Manuel Aspune, magnate azucarero, dueño y propietario de 3 centrales en la provincia de La Habana, que en su conjunto poseía 33 550 hectáreas de tierra, tenía en Alquízar las colonias cañeras de las fincas Marquetti, Pulido y Barnet. Estas tierras pasaron a poder del estado en virtud de la Primera Ley de Reforma Agraria.

Además de lo señalado anteriormente se entregó la propiedad de la tierra a un gran número de campesinos que pagaban rentas por las mismas.

A pesar de haberse entregado 2 560.27 hectáreas de tierras a 308 campesinos, todavía quedaron 2 402.58 hectáreas en manos de 19 propietarios (3) que no fueron afectados por la Ley de Reforma Agraria ya que contaban con una extensión de menos de 30 caballerías y sus tierras estaban explotadas con un rendimiento superior al promedio nacional.

Las tierras en manos del Estado se agruparon en la granja Conrado Benítez que poseía más de 2 684 hectáreas de tierra y en la que trabajaban 500 obreros en forma permanente además de otros que laboraban eventuales o por contrato. El área de cooperativa tenía 4 468, 86 hectáreas y comprendía la Cooperativa Agropecuaria Rubén Martínez Villena y cooperativas de ganado porcino y vacuno. Además, existía una vaquería de ordeño por procedimiento mecánico y la cooperativa de pescadores Álvaro Reynoso en la playa de Guanímar con una flota de 50 barcos.

El 17 de mayo de 1961 se creó la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). Esta organización actuó como nexo entre el Estado y el pequeño campesino. Entre sus funciones estaban la concesión de créditos, el abastecimiento técnico material, el establecimiento de precios a los productos y su acopio. En Alquízar fue nombrado como presidente de la ANAP municipal Orlando Mesa.

A partir del mes de agosto de 1960 y hasta 1962 las empresas privadas que existían en Alquízar fueron pasando poco a poco al poder del Estado Revolucionario. En el período antes mencionado fue nacionalizado el despalillo de Pablo Quesada y las Escogidas de Severito Jorge, La de Arturo Toraño y la de Lak Gutiérrez. Además, pasaron a poder del pueblo las tiendas de ropa: La Casa Verde, La Casa Pepe, El Gallito, El Brazo Fuerte, La Complaciente y La Colosal. También fueron nacionalizados: El Banco Garrigó, cuatro Servicentros, dos Tintorerías, seis farmacias, dos fondas, dos ferreterías, cuatro Bases, dos funerarias, así como todas las carnicerías y bodegas del pueblo. Los círculos sociales, Centro San Agustín (sociedad de negros) y Círculo Familiar (sociedad de blancos) también pasaron a poder del pueblo.

En la zona rural se nacionalizaron dos Vaquerías, trece bodegas, el Bar Las Brisas situado en el lugar conocido como la cuchilla. En la playa de Guanímar se nacionalizaron la bodega La Chaucha, el Bar Cafetería El Balneario. Además de los establecimientos nacionalizados se crearon otros como fueron 2 puestos de venta de viandas en Las cuatro esquinas y una Granja de pollos para abastecer a la población en la zona rural del Mayorquín.

El 19 de octubre de 1960 se dictó la Ley de Reforma Urbana, la cual benefició con la entrega de viviendas a 1152 alquilados y de acuerdo con el tiempo de residencia en ella, ya habían pagado el valor de la misma.

Características del Gobierno Municipal

El primer gobierno municipal nombrado por la Revolución, a principios de 1959 en Alquízar, lo integraban un triunvirato en el que se encontraban Pedro Arronte, Macario Moreno y Julio Moreira. Esta forma de gobierno fue sustituida en marzo de 1959 por una en que un comisionado (en sustitución del antiguo alcalde) dirigía el gobierno local, para este cargo fue nombrado Antonio Gómez Arronte. De inmediato el nuevo gobierno del municipio inició una serie de obras de beneficio popular entre las que se encontraban la reconstrucción del Parque y la construcción de las calles en el barrio conocido por Pogolotti.

En 1961 surgió la Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI) como un nuevo órgano de gobierno, la misma en Alquízar estaba constituida de la siguiente forma:

  • Presidente: Félix López Prendes
  • Vicepresidente: Hirám Martínez García
  • Secretario: Rolando Ramos Suárez
  • Construcción: Antonio Ortega González
  • Comercio: Arnaldo Morín Alfonso
  • Atención a empresas: Antero Córdova Villa Real.

La JUCEI de Alquízar emprendió una ardua labor realizando un gran número de obras:

  • Se organizaron los establecimientos nacionalizados en un organismo nombrado Empresas Municipales.
  • Se reconstruyó la sociedad Círculo Familiar, convirtiéndola en Círculo Social Rubén Martínez Villena.
  • Se remozó la sociedad Centro San Agustín convirtiéndola en CTC municipal.
  • Se creó un policlínico para la atención a la población.
  • Se hizo una pescadería donde se vendía pescado fresco en la playa de Guanímar.
  • Se construyeron carnicerías en los barrios de Dagame, La Encrucijada y la Playa de Guanímar.
  • Se construyó una fábrica de bloques y mosaicos.
  • Se reconstruyó la fábrica de enlatado de pescados y mariscos de la playa de Guanímar.
  • Se creó un Círculo Social obrero y un balneario en la playa de Guanímar.
  • Se compró un cilindro para el arreglo de calles y caminos vecinales.
  • Se organizó la venta de leche a la población mediante la compra de este producto a los campesinos.
  • Se construyó el centro de Acopio Municipal con el nombre de Comercialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).

Movimiento obrero

Al triunfar la Revolución se creó, por antiguos dirigentes Sindicales, un Comité Provisional de la CTC, en Alquízar se comenzó de inmediato la sustitución de todos los dirigentes sindicales vinculados con el Mujalismo, por líderes obreros revolucionarios, quedando organizados los principales sindicatos de la forma siguiente:

Sindicatos Dirigentes
Escogedores Reinaldo García
Despalilladoras Ana Matilde Vidal (Nena)
Torcedores Enrique Suárez Carmona
Construcción Alberto García
Agrícola Luis Quesada y Antonio Romero

La dirección de los sindicatos radicaba en el Centro Obrero. En noviembre de 1959 se efectuó el X Congreso Obrero de la CTC, el primero que se celebraba después del triunfo de la Revolución. El acuerdo más importante tomado por este Congreso fue respaldar a la Revolución, al Comandante en Jefe, así como luchar consecuentemente contra el imperialismo, la reacción y la contrarrevolución. El éxito estuvo garantizado por la firmeza con que la mayoría de los delegados se pronunció por la defensa de la Revolución.

Después de la celebración de este evento se creó en cada localidad la CTC Municipal, en Alquízar esta institución va a radicar en el Centro obrero y su primer Secretario General fue Luis Quesada Díaz.

Los sindicatos participaron activamente en la recuperación de aperos de labranza y tractores, como apoyo a la Ley de Reforma Agraria.

Creación de organizaciones políticas y de masas

En Alquízar la dirección de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) va a estar en manos de los hermanos Martha y Alexis Echevarría, los que van a dar la tarea de organizar a los jóvenes de distintas organizaciones en torno a la nueva institución. De inmediato se crearon las Patrullas Juveniles dirigidas por Sinesio Carmenate y en la cual se agruparon los niños con edad escolar, esta fue la organización infantil de la AJR.

El 21 de octubre de 1960, en la I Plenaria de la AJR, esta dejó de ser una organización semimilitar y bajo la consigna de unidad, logró que se integraran a ella las secciones juveniles del MR–26–7, del 13 de Marzo y de la Juventud Socialista. La FEU, la Asociación de alumnos de Segunda Enseñanza, le brindaron su más decidido respaldo. La AJR de Alquízar con esta nueva concepción pasó a ser dirigida por Arnaldo Morín Alfonso, al cual lo acompañaban en la dirección municipal Miguel Nurque, Sinesio Carmenate y Everardo Morales (Tatín).

En aras de la unidad y la incorporación plena de la mujer a la Revolución, se imponía la integración de todas estas organizaciones. El 23 de agosto de 1960 fueron convocadas todas las organizaciones existentes para el acto constitutivo de una nueva organización, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

En Alquízar se efectuó una reunión en la que participaron aproximadamente 25 mujeres, allí una compañera de la provincia procedió a dirigir la selección de 8 compañeras que pasaron a conformar la primera dirección de la FMC en Alquízar, estas fueron:

  • Presidenta: Odilia Castañeda
  • Organizadora: Gloria Rodríguez
  • Educación: Uralia Hojas
  • Finanzas: Gladys Yruretagoyena
  • Trabajo Voluntario: María Antonia Valle
  • Salud Pública: Caridad Borrego
  • Bienestar Social: Iraida Alvarez
  • Emulación: Dolores Hernández

Se organizaron posteriormente las distintas Comisiones de Trabajo para las captaciones de las mujeres trabajadoras y las amas de casa, para este trabajo se visitaron las casas de las zonas urbanas y rurales y los centros de trabajo, efectuándose la divulgación del contenido de trabajo de la organización femenina. En un principio la organización no incluía estudiantes.

Las diferentes organizaciones tenían nombres de mujeres combatientes por las Revolución cubana:

  • Tania “La Guerrillera”
  • Leonor Pérez
  • Fe del Valle
  • Ana Betancourt
  • Clodomira Acosta
  • Mariana Grajales

Cada delegación tenía los mismos frentes que el municipio, con la única diferencia de que a veces una persona ocupaba dos cargos, fundamentalmente en la zona rural. A principios de 1961 la FMC de Alquízar llegó a tener 250 federadas, cifra que se fue incrementando en años posteriores.

El 28 de septiembre de 1960, en una enorme concentración frente al antiguo Palacio Presidencial, surgió la organización que fortalecería la vigilancia frente a las agresiones del enemigo: los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). En Alquízar una comisión formada por Berto Hernández, Rosendo Porner, Justo Vidal, Alberto García, Bruno Hernández y otros más, se dieron a la tarea de crear los CDR en la localidad. En poco tiempo se crearon más de 200 CDR a nivel de cuadra, los cuales fueron agrupados en seccionales y la organización municipal a la que se le dio el nombre de distrito. La estructura municipal quedó de la forma siguiente:

  • Coordinador: Berto Hernández
  • Organizador: Lucio Hernández
  • Cultura: Manuel Posee
  • Salud: Francisco Sánchez
  • Instrucción Revolucionaria: Alexis Álvarez
  • Frente por la Paz: Iraida Álvarez
  • Abastecimiento: Mario Álvarez

Múltiples fueron las tareas llevadas a cabo por los CDR alquizareños en estos primeros años de la Revolución.

Al triunfo de la Revolución fue organizada la Junta Municipal de Educación en Alquízar quedando estructurada de la forma siguiente:

  • Director: Ángel Oliva Truy
  • Secretaria: Rosario Martínez
  • Oficinistas: Dania Fleitas y Caridad Robayna
  • Inspector Municipal: Alda Delgado Icart
  • Responsable de Archivo: Filiberto Martínez
  • Auxiliar: Oscar Barreras

De inmediato la Dirección Municipal de Educación se esforzó por darle atención a las escuelas del municipio, fundamentalmente a 26 de ellas que se encontraban en la zona rural y cuya construcción estaba en muy malas condiciones.

Entre el año 1959 y 1960 el Gobierno Revolucionario construyó un gran número de escuelas. En Alquízar fue construida la Escuela Primaria Urbana Enrique Hart y 7 escuelas rurales situadas en: La Playa de Guanímar, la Finca la Europa, Finca el Bejerano, Finca El Carmen, Finca Izquierdito, Los Cuatro Caminos y el K 7 de la carretera de Artemisa a Alquízar. Ahora era necesario erradicar el analfabetismo no sólo en Alquízar sino en todo el país para augurar la calificación necesaria al desarrollo científico–técnico propuesto. Así nació la Campaña de Alfabetización, desarrollada durante el año 1961 (Año de la Educación) que había venido preparándose cuidadosamente.

El 12 de octubre de 1960 en el Hotel Habana Libre de la Capital, se firma la Declaración de principios del Primer Congreso Nacional de Consejos Municipales de Educación, en la que estuvieron presentes como representantes de Alquízar los compañeros siguientes:

  • Rolando Muñoz: Presidente del Consejo Municipal de Alfabetización.
  • Ángel Oliva Truy: Director del Departamento Municipal de Educación
  • Reynaldo García: Delegado Obrero

En esta actividad Fidel Castro planteó, que la meta a lograr en la educación era alfabetizar a todo el que lo necesitara en el año 1961.

El Consejo Municipal de Alquízar ocupó el antiguo local de la Academia Orientación, como local para la dirección de la Campaña de Alfabetización, incorporando como miembros del Consejo los campesinos Ulises Fernández por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y Rosa García por la FMC.

Los primeros pasos para el inicio de la Campaña de Alfabetización fue realizar un censo el cual arrojó los datos siguientes, 1 705 analfabetos, 508 alfabetizadores, 109 maestros.

El proceso de Alfabetización en Alquízar se hizo de forma organizada y constantemente controlada, para ello se crearon las unidades de Alfabetización, esta venía a ser como la comunidad de unos 50 analfabetos y 25 alfabetizadores (2x1), formados en pequeños grupos (núcleos). Los responsables eran: Los jefes de unidad que se reunían todas las semanas, estudiaban el modelo a seguir y lo llevaban al organismo correspondiente. Los asesores técnicos vigilaban el aprovechamiento de las clases, así como el ritmo de los charlistas ofrecían orientación política y revolucionaria en las reuniones.

Teniendo en cuenta las características de la Playa de Guanímar el Departamento de Pesca envió cuatro brigadistas conocedores de la vida en el mar para que fueran ubicados en ese lugar alfabetizadores para atender a los pescadores que lo necesitaban.

A la Campaña de Alfabetización en Alquízar se incorporó todo aquel que tenía deseos de enseñar, desde alumnos de sexto grado, jóvenes de 16 a 17 años, hombres con nivel escolar, hasta amas de casa, fue algo masivo, que se convirtió en una tarea de pueblos. Hay que decir además que la Comisión de Alfabetización no solo se circunscribía a las labores propias de la educación, sino que cooperaba en las labores del pueblo cortando y alzando caña.

La organización de las brigadas de alfabetización Conrado Benítez prendió en todo el pueblo de Alquízar. La Asociación de Jóvenes, la Secundaria Magoon Villena y el Departamento Municipal de Educación, desplegaron una gran actividad y bajo la constante dirección del Consejo de Alfabetización y con el aporte de otras organizaciones revolucionarias se integraron numerosos jóvenes a estas brigadas, las cuales quedaron organizadas de la siguiente forma:

  • Brigadistas Conrado Benítez, que marcharon a otras provincias del país 260.
  • Brigadistas Conrado Benítez que alfabetizaron en Alquízar 67.
  • Responsable de la Brigada Conrado Benítez: Albertina Sotolongo Toledo.
  • Subresponsable: José L. Acosta Castillo

Los Brigadistas Conrado Benítez que se ubicaron en el municipio quedaron distribuidos en:

Para atender técnicamente a los maestros y brigadistas se dividió la zona urbana y rural del municipio, en unidades de alfabetización situando en cada una de ellas a maestros experimentados. La zona urbana tenía 13 unidades atendida por 24 maestros y la rural tenía 17 unidades atendidas por 24 maestros.

El 15 de noviembre de 1961 Alquízar se proclamó Territorio Libre de Analfabetismo y los alfabetizadores se trasladaron al vecino municipio de Güira de Melena para ayudarlos a culminar la Campaña.

Desarrollo del deporte y la salud pública

Al triunfar la Revolución en el año 1959, se comenzó a socializar el deporte ampliando la oportunidad de participación del pueblo, sin embargo, hasta 1960 se mantuvieron funcionando algunas organizaciones deportivas clasistas que dirigían el deporte en el sector burgués y mediano burgués; o sea, tenían en sus manos el control de la participación, por lo que en esa etapa todavía el desarrollo del pueblo era mínimo.

Después de un análisis realizado por el gobierno Revolucionario de la situación en que se encontraba el deporte en Cuba y de la participación ínfima del pueblo en el Deporte, la Educación Física y la Revolución, por la Ley 936 del 23 de febrero de 1961 se creó el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), poniendo en vigor una serie de disposiciones que disolvieron todas las organizaciones clasistas y eliminaron el profesionalismo en el país.

En Alquízar el INDER Municipal se creó en 1961, el primer responsable del mismo fue Ignacio Breto Herreras y su primera tarea fue la creación de los Consejos Voluntarios Deportivos en Centros de Trabajo, de estudios y unidades militares con el objetivo de llevar adelante el deporte en forma masiva. Posteriormente las instalaciones llevarían a cabo las pruebas Listos para vencer (LPV) para buscar la eficiencia física y poder obtener los talentos deportivos en correspondencia con los resultados logrados.

Estos consejos voluntarios continúan funcionando en la actualidad, aunque están por circunscripción, bases campesinas y consejos populares. De no haber sido por ellos, no se hubiera podido alcanzar el desarrollo deportivo logrado por el municipio.

A principio de la Revolución el Círculo Familiar prestó una gran ayuda al desarrollo del deporte, la Educación Física en el municipio.

En lo relacionado con la Salud Pública, la Revolución heredó del capitalismo un sistema de salud muy diferente. En Alquízar sólo existía una pequeña Casa de Socorro para prestar los primeros auxilios a quienes se lesionaban.

En 1960 el gobierno local tomó la casa de un terrateniente que abandonó el país nombrado Nivaldo Capote para crear en ella la Unidad Sanitaria Municipal. La dirección de esta institución fue llevada por el Dr. Aniano Marquetti Moynelo, este facultativo daba consulta médica gratis a la población. Existía además una ambulancia para casos de urgencias.

La Cruz Roja Municipal estaba dirigida por Domingo Rodríguez González y la misma resultaba un auxiliar eficaz de la Unidad Sanitaria Municipal.

Los demás servicios de salud en estos primeros años seguían siendo atendidos por la Jefatura Local de Sanidad.

Milicias Nacionales Revolucionarias

Aproximadamente en el mes de diciembre de 1959, comenzaron a organizarse las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) en Alquízar. Uno de los primeros grupos fue el creado en el Círculo Familiar (hoy Círculo Social Obrero Rubén Martínez Villena) por Britardo Hernández y Fernando Méndez al cual se le llamó Brigada Camilo Cienfuegos en recordación de este desaparecido el 28 de octubre de ese año.

En el sector de la construcción Enrique Castañeda crea una Milicia Obrera. Ana Matilde Vidal organiza la primera milicia femenina de la localidad y en varias zonas rurales surgen milicias campesinas: en Breto son organizadas por José Antonio Izquierdo, en el Dagame por Rigoberto Pérez, en Ingenio Nuevo por Víctor Rebolledo y en la Playa de Guanímar por Julio Morales. Además, Luis Quesada crea la Milicia del Sindicato de Obreros Agrícolas y Santos Miró las del Sindicato de Maestros.

En junio de 1960 se unificaron todos los grupos de milicianos de la localidad, bajo una sola dirección, ocupando el cargo de Jefe de las mismas primero Juan Vargas Sarmientos y posteriormente el combatiente del Ejército Rebelde Jorge Alarcón. Se llegaron a agrupar más de 500 milicianos.

El primer Mártir de las Milicias Alquizareñas fue Eulalio Piloto, asesinado el 27 de julio de 1960 en el lugar conocido por La Cuchilla entre Alquízar y Güira de Melena.

En agosto de 1960 las milicias de Alquízar recibieron la orden de partir hacia Güira de Melena, allí en el terreno de Piloto se unificaron las milicias de Güira de Melena, el Gabriel y Alquízar quedando constituido el BON 180. Esta organización militar contaba con 1200 hombres distribuidos por compañías, pelotones y escuadras. Los milicianos de Alquízar fueron agrupados en dos compañías cuyos jefes eran de esta localidad.

Estas dos compañías regresaron a Alquízar y radicaban en el antiguo local de la policía municipal que se encontraba frente a donde está hoy el INDER. Además, se continuó con la preparación militar de los milicianos organizándose caminatas, ejemplo de ello fue el recorrido de unos 20 kilómetros que separa a Alquízar de la Playa de Guanímar.

A finales del año 1960, la amenaza de una invasión por parte de los Estados Unidos se hacía cada vez más real y el recién creado BON 180 necesitaba urgentemente equiparse con mejores armas, esto llevó la jefatura del BON que radicaba en Güira de Melena, a realizar gestiones con el Comandante Filiberto Olivera, el cual ordenó al Capitán Galán jefe del Quinto Distrito Militar que entregara armas modernas para equipar a los 2 200 hombres del BON 180. A principios de enero de 1961 fue nombrado jefe del BON 180 el teniente Jacinto Vázquez de la Garza.

Ante la inminente posibilidad de una invasión a Cuba, el Gobierno Revolucionario ordenó la movilización de diversos batallones de milicias hacia lugares estratégicos del país. El BON 180 fue situado el 3 de enero de 1961 en el antiguo latifundio del líder antiobrero Eusebio Mujal, ubicado entre los municipios de San Antonio de los Baños y Santiago de las Vegas. Todos los milicianos fueron agrupados en el Parque de Güira de Melena, a cada uno se le entregó un fusil M-32 y 300 cartuchos, los cuales fueron colocados en unas cananas de telas hechas en trabajo voluntario por los obreros de la rama textil de Güira de Melena.

El 15 de abril, fueron atacados simultáneamente los aeropuertos de Santiago de Cuba, San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad, con el propósito de destruir en tierra la aviación revolucionaria. Al día siguiente el BON 180 participó en los funerales de los caídos durante los bombardeos y en el acto de la calle 23 y 12 en el Vedado, donde Fidel declaró el carácter socialista de la Revolución.

En la madrugada del 17 de abril de 1961, la Jefatura del BON que radicaba en Güira de Melena, recibía la orden de movilización total y de partir para Jovellanos en la provincia de Matanzas. Las fuerzas mercenarias, que habían sido previamente entrenadas por el imperialismo en distintos campamentos de América Central, atacaban Playa Girón y Playa Larga en la Ciénaga de Zapata. Esta era una zona donde la población había sido redimida por la acción revolucionaria. Los imperialistas habían tenido en cuenta los factores geográficos para escoger el punto del desembarco, pero habían olvidado por completo los factores humanos.

De inmediato el BON se trasladó a Jovellanos llegando a este lugar al atardecer, después de una breve estancia en esa zona, partió hacia el Central Australia en el municipio de Jagüey Grande. Al llegar al lugar, el propio Comandante en Jefe de la Revolución Fidel Castro Ruz, dio la información de que se había producido una invasión, por la zona de la Ciénaga de Zapata, ordenando que el Batallón 180 avanzara hacia Pálpito donde estaba el entonces Capitán José Ramón Fernández, quien le daría las órdenes pertinentes para entrar en combate.

El avance hacia Pálpito fue muy lento, ya que la carretera era estrecha y había una gran oscuridad. En la madrugada del 18 de abril, el Batallón llegó al Caserío de Pálpito donde el Capitán Fernández, ordenó avanzar hacia Playa Larga que se encuentra a unos cuatro kilómetros del lugar. A la entrada de Playa Larga en una curva del camino en forma de Y griega, se produjo el primer contacto con el enemigo, el cual con una ametralladora calibre 50 trató de impedir el avance del Batallón. De inmediato, se ordenó emplazar la batería de Mortero y el resto de las compañías se desplegó a las orillas de la carretera en las cunetas. Un tanque del ejército cubano fue inutilizado por el enemigo a la entrada de la Playa, por lo que se dio orden a la artillería pesada de disparar sobre los agresores que se encontraban en la playa.

Quebrantada la resistencia en Playa Larga, se ordenó al Batallón avanzar hacia la misma, en orden de combate, haciendo contacto de inmediato con el enemigo, el cual fue desalojado rápidamente de toda la zona de la Playa. Una vez tomada Playa Larga se organizó la defensa de la misma, mientras el puesto de mando del Capitán Fernández fue situado en este lugar. Aproximadamente treinta minutos después de haber tomado la playa, el enemigo organizó un fuerte bombardeo sobre las posiciones del Batallón, provocando el incendio de un camión cargado de granadas de mortero, el cual fue apagado rápidamente.

Pedro rodriguez santana.jpg

El 19 de abril, en horas de la mañana el BON se dirigió hacia Playa Girón con la orden de que junto a otras Unidades debía de desalojar a los mercenarios que se encontraban parapetados en ese lugar. El Batallón entró en combate en forma de cuña invertida: en el flanco izquierdo, la tercera compañía, en el flanco derecho la cuarta y en el centro la Playa Mayor y la Ligera de Combate. El avance se realizaba junto al Batallón 123 y una compañía del Ejército Rebelde. De inmediato el enemigo realizó un fuerte bombardeo de morteros sobre los atacantes, hiriendo de gravedad al Jefe de la Tercera Compañía, Teniente Ricardo Iglesias, ocupando la jefatura de esta Compañía, su segundo al mando Santos Armando Miró. Poco después el impacto de una granada de mortero mató al miliciano alquizareño Pedro Rodríguez Santana. También fueron heridos los milicianos de esta localidad Orestes Viera Fernández y Ricardo Vargas Sarmiento. El fuego era tan intenso que la formación de cuña invertida dejó de funcionar. Fue en esta acción donde la mayoría de sus bajas, un muerto y veintisiete heridos. La situación era muy difícil por lo que se ordenó una retirada, mientras la artillería pesada entraba en acción abriendo fuego hacia Playa Girón.

Ante el constante ataque a las 5:30 de la tarde el 19 de abril de 1961 los mercenarios acantonados en Playa Girón se rendían. El Batallón 180 y las otras fuerzas revolucionarias tomaron rápidamente en la playa decenas de prisioneros.

En la mañana del 20 de abril, los combatientes del BON 180, regresaron a Playa Larga, realizando operaciones de rastreos en los bosques cercanos, capturando numerosos mercenarios, armas y equipos abandonados por estos. El 27 de abril de 1961, en horas de la mañana se dio la orden de regresar hacia los municipios de Güira de Melena y Alquízar donde fueron recibidos con gran júbilo por la población.

Referencias

Fuentes

  • Bosa, Bernabé: Mi Diario de la Guerra. Tomo I Segunda parte, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1974.
  • Datos tomados de la Cronología Alquizareña por Mario AlvarezMarquetti. 2020
  • Datos del Archivo del Museo Casa Natal "Rubén Martínez Villena". Alquízar. 2020
  • Datos del Archivo del Museo Municipal "Alvaro Reynoso". Alquízar. 2020
  • Datos del Archivo Parroquial de la Iglesia de Alquízar. 2020
  • Franco, José L: Ensayos Históricos. Ed. Ciencia Sociales, La Habana, 1974.
  • Gómez, M: Mi diario de campaña. Instituto del Libro. La Habana. 1968.
  • Hernández, C. y A. Rives: Los primeros habitantes de la región habanera. Editorial Unicornio, La Habana. 2007
  • Herrera, José Isabel: Impresiones de la Guerra de Independencia. Ed. Nuevos Rumbos, La Habana 1948.
  • Iglesias Utset, Marial: Las Metáforas del Cambio en la vida cotidiana: Cuba 1898-1902. Ed. Unión, La Habana 2003. .
  • Le Riverend, Julio: Historia Económica de Cuba. Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1974.
  • Mauri Sierra, Omar Felipe: Leyenda de Artemisa. Ed. Gente Nueva.
  • Memorias de los Eventos Alquízar y su Historia
  • Miró Argenter, José: Crónicas de la Guerra Tomo I. Ed. Letras Cubanas. Ciudad de la Habana, 1981.
  • Moreno Fraginals, Manuel: El INGENIO. Complejo económico social cubano del azúcar. Tomo I. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 2014.
  • Núñez Jiménez, Antonio: Bojeo de Cuba Ed Científico Técnica, La Habana 2013.
  • Núñez Machín, Ana: Rubén Martínez Villena. Ed. Ciencias Sociales, La Habana 1974.
  • Palenque, Amado: La Campaña de Invasión. Ed. Ciencias Sociales, 1988.
  • Pérez, F. La guerra en La Habana. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1974.
  • Pichardo, F.: Los indios en sus tiempos históricos. Editorial Lux, La Habana, Cuba. 1945.
  • Reynoso, Álvaro y Díaz Barreiro, Francisco: La polémica de la Esclavitud. Ed. Ciencias Sociales, La Habana 1987.
  • Rodríguez Díaz, O y Colectivo de autores (Caridad Massón Sena, Jean Robaina Sánchez, Daniel Suárez Rodríguez, Rebeca Figueredo Valdés, Mabel Martínez Deulofeu, Marta S. Troncoso Hernández): Artemisa. Apuntes para la historia de una provincia. Editorial Unicornio. Artemisa, 2016.
  • Sitio Web de la Dirección Municipal de Cultura de Alquízaralq.uart.edu.cu
  • Testimonio de la Lic. Maribel Valle Núñez. Museóloga
  • Testimonio del Lic. Ángel Valentín Prada Sánchez. Museólogo.
  • Testimonio del Lic. Emilio Robayna Figueroa.
  • Testimonio del Lic. Ernesto Robayna Figueroa. Historiador del Municipio.
  • Testimonio del MSc. Pedro Luis Prada Sánchez. Presidente de la UNHIC en el municipio.