Historia del municipio Artemisa (provincia Artemisa)


Historia del municipio Artemisa (provincia Artemisa)
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Cronología
Período aborigen
Período colonial
Origen y fundación de Artemisa
Principales transformaciones y sucesos entre 1790-1860
Guerra de los Diez Años (1868-1978)
Guerra de 1895
Período neocolonial
Medidas tomadas por el gobierno de ocupación
Principales transformaciones económicas y sociales
El movimiento obrero artemiseño en la pseudorrepública
Lucha insurreccional (1952-1958)
Revolución en el poder
Primeros días del triunfo de la Revolución
Medidas tomadas por el gobierno revolucionario
Transformaciones políticas
Tareas en defensa de la Revolución
Transformaciones sociales
Transformaciones económicas
El periodo especial en tiempos de paz
Referencias
Fuentes

Historia del municipio Artemisa (provincia Artemisa). El territorio que ocupa el municipio Artemisa, posee una amplia historia que comienza con el período aborigen, continúa con el período colonial, el período neocolonial y llega hasta la actualidad, con la Revolución en el poder.

Los estudios realizados confirman el asentamiento de comunidades aborígenes en el territorio artemiseño, que les propició la explotación de diferentes ecosistemas como los manglares costeros, los bosques, las elevaciones y las llanuras circundantes.

En el período colonial, las tierras que ocupaba San Marcos (hoy Artemisa), comenzaron a mercedarse en la segunda mitad del siglo XVI. En el período se produjo la fundación de Artemisa; se realizaron transformaciones económicas, políticas y sociales; y se desarrollaron acciones por lograr la independencia durante la Guerra de los Diez Años y la Guerra de 1895.

Terminada la Guerra del 95, las fuerzas yanquis llegan a Artemisa en actitud de conquistadores, iniciándose el periodo neocolonial. Se destaca el papel jugado por el movimiento obrero y la participación del territorio en la lucha insurreccional hasta alcanzar la victoria.

A partir del 1 de enero de 1959, con la Revolución en el poder, comenzó una nueva etapa, que trajo consigo cambios radicales en la vida económica, política y social del territorio, donde el pueblo ha puesto de manifiesto su disposición de defender sus conquistas.

Ubicación geográfica

Ubicación del municipio Artemisa

El municipio Artemisa está situado al centro sur de la provincia de igual nombre, en los 22º 49’ latitud Norte y los 82º 46’ longitud Oeste. Limita al Norte, con los municipios de Mariel y Guanajay; al Este, con los municipios de Guanajay y Alquízar; al Sur, con el golfo de Batabanó; y al Oeste, con el municipio de Candelaria. [1]

El municipio presenta una extensión territorial de 688.7 km² y cuenta con los siguientes consejos populares: Reparto Nuevo, La Matilde, Toledo, Centro, Corojal, Las Cañas, Lavandero, Lincoln y Cayajabo.

Período aborigen

Al producirse el descubrimiento de la isla por los españoles, estaba escasamente poblada por indios, especialmente por siboneyes, agrupados en la costa del mar y en los márgenes de los ríos, estaban organizados en cacicazgos. Artemisa está asentada en la extensión territorial que antaño formaba parte del cacicazgo Marien, que comprendía aproximadamente los municipios actuales de San Cristóbal, Candelaria, Cabañas, Mariel, Guanajay, Caimito y Artemisa.

Sobre la base de la documentación histórica se puede hablar de una gran zona funcionando como región aborigen, que circundaba -en los momentos de la conquista- los alrededores de la actual bahía de Mariel, cuya raíz aruaca es Marién, que aunque en ocasiones se le acuña como “cacicazgo” aborigen, está mejor aceptada la denominación de “provincia”. De esta etapa se localizan algunas piezas arqueológicas excepcionales que responden a la ocupación del territorio en la época precolombina, tales son los casos de las esferolitias de Cayajabos, en Artemisa; las dagas líticas y los colgantes de concha, ambos de Caimito, pertenecientes a las sociedades preagroalfereras; y una vasija de cerámica localizada en Bauta, que exhibe un asa sonajera que es una exclusividad para Cuba, además de objetos de madera como una macana procedente de Mariel y el ya mencionado dujo de Santa Fe, encontrados en contextos culturales agroalfareros. [2]

Gracias al trabajo desplegado por el grupo espeleoarqueológico Guamuhaya del municipio de Guanajay en los últimos años, se ha podido reconstruir hasta cierto punto la historia más primitiva de una parte del cacicazgo Marien. [3]

En el año 1991, el doctor Gavino de la Rosa Corso, científico y arqueólogo cubano, conjuntamente con el grupo Guamuhaya, recorrieron parte del territorio en busca de evidencias o pistas que determinaran la presencia humana aborigen; el análisis de las evidencias arqueológicas de los sitios Guanajay I y Guanajay II, ha permitido llegar a la conclusión de que ambos sitios estuvieron habitados por grupos pertenecientes al mesolítico–medio, con una economía básicamente de apropiación apoyada en la práctica de la caza y la pesca.

El Sitio Jobo l, de más reciente localización, han convenido los especialistas en marcarlo dentro de la afiliación mesolítico-tardío o protoagroalfarero con tradición mesolítica. Este asentamiento aborigen, el más importante dada las riquezas de las piezas encontradas colectadas en superficie, donde se encontraron varios tipos de gubias, vasijas colgantes, microcuentas de conchas, abundantes piezas de sílex, donde aparecen puntas de proyectiles, material de piedra en volumen como dagas líticas esferolitas, vasijas de piedra percutores, majadores, etc.; así como restos de una abundante dieta producto tanto de la caza como de la pesca, la última con una significativa representatividad de productos marinos.

El grupo Guamuhaya se encuentra trabajando en la actualidad en la cueva Santa Rosa, en Bayate, territorio del municipio Artemisa, donde han encontrado un pequeño taller lítico de piezas de sílex, una mano de mortero y un percutor.

Período colonial

Origen y fundación de Artemisa

Los primeros intentos de colonizar al territorio indio llamado Hatiaguanico (hoy Pinar del Río), datan del año 1514, cuando Pánfilo de Narváez, estando en Matanzas, recibe la orden de colonizarlo, pero no es hasta los años 1549-1550 que comienzan a distribuirse las tierras en mercedes entregadas en compensación al pago de servicios al monarca y a los que tuvieron suficiente disposición para dedicarlas a la explotación de la ganadería y la agricultura.

En San Marcos (hoy Artemisa), las tierras comenzaron a mercedarse en la segunda mitad del siglo XVI, cuando le fue entregado a Cristóbal Sánchez el corral de Majana, en enero de 1566, seguidos por el corral Río Grande, a Diego Roxas el 8 de noviembre de 1566; San Antón el 2 de agosto de 1567, a Bartolomé Rodríguez; Gracias de Dios, el 7 febrero de 1578, a Francisco Angola; San Marcos, el 23 de junio de 1635, a Juana García y otros; Cayajabos, Dolores y Virtudes, que aún no se ha determinado la fecha exacta de su entrega. Los corrales: Majana, Río Grande, San Antón, Gracias de Dios y San Marcos, por sucesión de familias y por compras, pasan a Manuela de Meireles, formándose el Vínculo de Meireles. [4].

Desde su mercedación, estos corrales estuvieron dedicados a la crianza de ganado y de modo especial a la de cerdos, debido a la prodigalidad alimenticia de sus palmeras que durante más de dos centurias fertilizó tanto sus tierras que al entrar el siglo XIX, se abrieron a distintos cultivos: especialmente el del café y la caña de azúcar.

Francisco de Arango y Parreño.

Manuela de Meireles fallece el 19 de diciembre de 1769, pero desde el año 1765 había dispuesto la creación de dos vínculos, el de la zona de San Marcos para su sobrina María Rita de Arango y los de Bejucal para otra sobrina, Gertrudis; en el testamento Manuela señalaba, que los bienes no podían ser vendidos, arrendados, ni que se le diera otro destino. Estos propósitos afectaban a los herederos, de ahí que Rita y todos los cabezas de familia acordaron la demolición de las fincas y que Francisco de Arango y Parreño, hiciera la gestiones oportunas para vender las tierras en condición de Síndico de la Junta y solicitar a nombre de todos la demolición de las fincas; el Rey Carlos IV, por Real Célula del 24 –VIII- 1799, permitió alterar el testamento y demoler el corral de San Marcos, una de las primeras autorizaciones de este tipo en la isla, permitiendo que los terrenos se pudieran vender al mejor postor; así fueron creadas las condiciones para poblar San Marcos, hecho que ocurre el 28 de abril del año 1802.

El nacimiento de Artemisa tuvo un propósito económico, político y social, fue consecuencia de un incendio que conmovió a toda la isla, que tuvo lugar el 25 de abril de 1802, que devoró en pocas horas parte de los barrios de Jesús María y Guadalupe (comprendidos hoy entre las calles Águila y Chávez, Centro Habana), que poseían construcciones en inmensa mayoría de madera y guano.

Antes de presentarse el siniestro, era interés del Capitán General Marqués de Someruelos, del Real Consulado de Agricultura, Industria y Comercio y la Junta de Fomento, ir a la creación de zonas agrícolas extramuros y esta fue la oportunidad para llevar a vías de hecho este interés. Don Francisco de Arango y Parreño, interesado por vender las tierras de su propiedad y en su condición de Síndico de la Junta, presentó las diligencias a la misma y autorizó esta, para fomentar las labores del campo por medio de pequeñas poblaciones rurales.

De inmediato comenzaron las diligencias. Tres días después del incendio, el 28 de abril de 1802, se reúne el Real Consulado de Agricultura, Industria y Comercio y la Junta de Fomento con la presencia del Capitán General de la Isla Marqués de Someruelos, presidente; el de Cárdenas de Monte Hermoso, prior; Don Juan de Santa María, Don Tomás de la Cruz Muñoz, cónsules; Don Manuel González Villa Roel, Don Pedro Juan de Erice, Conde de O’Reilly, consiliarios y Don Francisco de Arango y Parreño, Síndico.

La Síndico de la Junta Francisco de Arango y Parreño, expresó que considerando que el único fin político que pudiera apoyar la a minoración y destrucción de la población de extramuros consiste en estorbar el excesivo acrecentamiento de la capital y animar las labores del campo por medio de pequeñas poblaciones rurales, fue el dictamen del Señor Síndico que esta era la ocasión de activar las ideas que siempre ha tenido la Junta…, para su fomento en el campo cuya propuesta mereció la aprobación especial del señor presidente y quedó por tanto aprobada por unanimidad la fundación del pueblo. [5]

Fueron muy duras las tareas iníciales de estas primeras familias, dedicadas a desbrozar, limpiar y sembrar el monte y con lo tumbado construirse sus viviendas. A los primeros moradores de San Marcos, no se le exigió sembrar un determinado cultivo en sus tierras, sino la obligación de ponerlas a producir y escogieron el cultivo del café, fundamentalmente por el alto precio que por entonces, tenía este producto en Europa.

Hasta la tercera década del siglo XIX, el renglón agrícola fundamental que predominó en la economía artemiseña fue el café. Las fincas cafetaleras que se fomentaron en San Marcos eran verdaderos emporios, las más relevantes fueron Angerona, Reunión, La Matilde, Sibila, La Manuela, La Tentativa, El Calypso, Neptuno, Buena Esperanza, La Gloria, El Brillante, Campo Hermoso y La Rotunda, entre otros. San Marcos adquirió renombre por la belleza y buena organización de sus haciendas cafetaleras que conformaban el conjunto de su hermosa campiña.

A San Marcos venían las familias de la alta aristocracia habanera a disfrutar de los grandes festines que se celebraban en sus suntuosas casonas los propietarios de cafetales; era tanta la ostentación, que el francés Rosemod, que visitó el cafetal La Matilde en 1844, y describió así lo que vio: “…Únicamente viéndolas se puede formar idea de lo que gastan estas fincas cafetaleras en lujos excesivos. Yo he visto en las caballerizas del cafetal La Matilde, del Marqués de Arcos, ciento treinta caballos que sólo se emplean en el diario servicio entre La Habana y su cafetal La Matilde, en San Marcos.” [6]

Principales transformaciones y sucesos entre 1790-1860

El período de 1790-1840, fue un momento de florecimiento del sistema esclavista, especialmente por coyunturas internacionales como fueron: La Guerra de Independencia de las Trece Colonias, la Revolución Francesa y la Revolución Haitiana. Estos acontecimientos provocaron una gran demanda de azúcar y café cubano e hizo que la producción azucarera, que había sido históricamente muy frenada por el monopolio comercial español, recibiera gran impulso, a través del desarrollo de grandes plantaciones, que hizo necesario la mano de obra esclava.

Debido a los maltratos a que eran sometidos los esclavos, unos pasaron a ser cimarrones y otros participaron en sublevaciones contra amos, mayorales y administradores. En el año 1824, en el cafetal Favorito, se sublevaron 48 esclavos. El 7 de enero de 1827, se produjo una de las sublevaciones más importantes, en el cafetal Tentativa, se insurreccionaron 57 esclavos de nación Lucumí, ajusticiaron al administrador y al mayoral; debido a su magnitud se extendió a los cafetales colindantes. El Cabecilla de la insurrección fue el esclavo Pánfilo Lucumí, fue sentenciado según dictamen del fiscal Francisco Saidel de la comisión militar, a ser ejecutado en el parque de Guanajay, a las 8 de la mañana, del 7 de marzo del mismo año. [7]

En el año 1823, se desencadenaron sublevaciones en las dotaciones de los ingenios San Juan Bautista, propiedad del Marqués de Villalta y la Concepción, de Don Gonzalo de Herrera.

Ingenio El Pilar

El bienestar económico que disfrutaron los caficultores hasta la década del 30 del siglo XIX, declina debido a los impuestos y el absurdo sistema arancelario español, que basaba la fuente principal de todos sus ingresos, en un extremo y exagerado proteccionismo que afectó la industria cafetalera al cerrarle muchos mercados extranjeros. Esta situación provocó que los propietarios de las fincas cafetaleras, perdieran el interés por el cultivo del grano y pasaran a la producción de otros renglones agrícolas, especialmente el de la caña de azúcar. En el cafetal Angerona, se construyó un ingenio en la década del 30 cuando ya era evidente la decadencia de la producción cafetalera. En el año 1834, hace su primera zafra de importancia el ingenio El Pilar, de Francisco Durañona.

El tabaco fue otro reglón agrícola fundamental de los primeros años de la economía artemiseña. Otros cultivos fueron el plátano, las viandas y frutales de todas variedades.

En la etapa los renglones predominantes en la incipiente industria fueron el azúcar y el café que llegaron a comercializarse con La Habana y otras regiones de la isla; en menor cuantía se producía almidón en los trenes de yuca establecidos en varias fincas, hornos de carbón, otros de cal, el tabaco elaborado en casas particulares, las fabriquitas de ladrillos y tejas que se encontraban fundamentalmente en los cafetales e ingenios, toda esta producción era destinada a la venta pública dentro del territorio.

Desde la temprana fecha de 1812, existen inquietudes, con fines de crear condiciones de transportación para desarrollar el tráfico comercial en la región, dada la producción de ciertos productos agrícolas importantes y evitar el contrabando con el café y con el azúcar fundamentalmente.

Los aires de libertad latinoamericana llegan a la isla y Artemisa no es ajena a estas conspiraciones, en el ingenio San Juan Bautista se conoce de la existencia de implicados en la Conspiración de los Rayos y Soles de Bolívar. Uno de los primeros pobladores que convirtió en tierras de labranza, las del corral de San Marcos, Manuel Abreu y Montes de Oca, que sufrió prisión por participar en La Gran Legión del Águila Negra.

A partir de la década del 40 del siglo XIX, la situación de la fuerza de trabajo esclava va cambiando, como consecuencia de la aprobación de la Ley de Represión de la Trata en 1845. La entrada ilegal de esclavos es cada vez menor, el impacto producido por la Conspiración de La Escalera en 1844, advertía lo que podía suceder si continuaba la entrada masiva de esclavos a la isla; la ruina y abandono de gran número de cafetales que se transformaron en potreros, o en sitios de labor dejaban sin empleo a una elevada cifra de esclavos; los antiguos planes de fomentar la población blanca se reviven en este período con gran impulso; la introducción de las máquinas comenzó a hacer efectos en cuanto a la reducción del número de brazos necesarios para la industria azucarera.

Guerra de los Diez Años (1868-1978)

En el año 1860, la necesidad de romper con España se impone; existe una serie de elementos que van conformando el estallido revolucionario; las plantaciones esclavistas están en crisis por la imposibilidad de competir con la industria azucarera remolachera de Europa; encarecimiento del precio de los esclavos, etc. Las crisis mundiales capitalistas de 1847, 1857, 1866, que como consecuencia disminuyen las exportaciones cubanas y la contradicción metrópolis–colonia que se hace sentir desde la llegada de los españoles a la isla y que va tomando fuerzas de manera constante a través de los siglos y toma en esta etapa más vigencia, se materializa el 10 de octubre de 1868 con el levantamiento revolucionario de Cuba contra España.

La guerra del 68 se escenificó fundamentalmente en la región oriental y central del país, quedando el occidente al margen de la contienda, por tal motivo, la agricultura y la industria en el territorio no sufre las consecuencias negativas de la guerra.

La guerra no alcanzó su fuerza explosiva y de masas en el occidente, dado lo poderosa que era la clase esclavista. Esto no significó que la región estuviera totalmente de espaldas a la gesta emancipadora. Existieron partidos dirigidos por Carlos García, que se movieron y entablaron combates en casi toda la región occidental, desde Pinar del Río hasta Matanzas en la temprana fecha del 9 de abril de 1869. Precisamente, en el marco de la Asamblea de Guáimaro la tea incendiaria se hacía sentir en nuestro territorio; pues fue quemada ese día la casa del sitio “Justiniani”, en Puerta de la Güira. [8]

El régimen colonial español, va adecuando las instituciones coloniales y paraestatales a las nuevas exigencias del relativo crecimiento económico, que va teniendo lugar en esta etapa a lo largo de la isla. Según el censo de 1862, la isla aparece dividida en 32 jurisdicciones.

Iglesia de Las Cañas.


El 9 de junio de 1878, en virtud de un Real Decreto, se dividió la isla en seis provincias. Artemisa que era un Partido de la Jurisdicción de Guanajay, pasó a formar parte de la provincia pinareña. En enero de 1879, por Ley Decreto de las cortes españolas, se crearon los ayuntamientos en toda la isla. El municipio de Artemisa, quedó integrado por 6 barrios: Puerta de la Güira, Las Cañas, Virtudes, Las Capellanías y Dolores 1 y Dolores 2, también se convirtieron en municipios Cayajabos y Mangas de Río Grande, pero desaparecieron.

Guerra de 1895

El 24 de febrero de 1895, los cubanos se levantan nuevamente en armas, en esta ocasión la lucha se había preparado políticamente durante largos años, bajo la dirección de José Martí, cuyo genio político ha rebasado nuestras fronteras.

Esta guerra continuadora de la iniciada en Yara, tuvo muy en cuenta las causas que dieron al traste con la de 1868–878, por eso desde los inicios de la contienda se plantea el plan de la invasión que se concibió en la Guerra del 68 y que fracasó por diversas causas. La invasión a las provincias occidentales tenía como objetivo fundamental incorporar a toda la isla a la lucha insurreccional, evitando la concentración de las fuerzas españolas en la región oriental, como había ocurrido en el 1868. Las provincias occidentales eran las zonas más ricas y en ellas se producían los dos renglones principales de exportación de la época: el azúcar y el tabaco. Era en el occidente donde se sustentaba la base económica del régimen colonial y su destrucción era factor determinante para el triunfo de la causa independentista, por ello las fuerzas mambisas llevan a cabo la extraordinaria Invasión a Occidente.

Al llegar las columnas invasoras el día 7 de enero de 1896, a Hoyo Colorado, Bauta, provincia de La Habana, Gómez y Maceo se separan, el primero quedará por algún tiempo en la provincia para imprimir energía a la guerra y mantener a las fuerzas españolas en jaque, con el fin de llamar la atención y así facilitarle el camino a Maceo para llevar la guerra al extremo más occidental de la isla. [9]

Al separarse los dos caudillos, Gómez se dirige hacia el sudoeste de la provincia y Maceo hacia el noroeste para situarse sobre la raya divisoria de ambas regiones occidentales. Se introduce en la provincia pinareña el día 9 de enero de 1896, dando inicio a la campaña de Vueltabajo con su primera acción de guerra, la toma del poblado de Cabañas.

El 22 de enero llagó la invasión a Mantua. Sólo 13 días necesitaron Maceo y sus hombres para atravesar la provincia pinareña de oriente a occidente y 92 días para atravesar la isla de un extremo al otro: una hazaña verdaderamente titánica. El día 29 de enero de 1896, en su marcha y contramarcha pasa Gómez a la provincia pinareña, por Mariel y Guanajay. Acampa en la finca Tibolí, término municipal de Cabañas. Desde aquí se dirige al sur y cruza por el ingenio El Pilar, muy cerca de Artemisa para combatir en el ingenio Las Cañas. Boza narra así el combate: “Acampamos como a las 11 de la mañana en el ingenio Cañas, a las dos de la tarde nosatacó el enemigo, a quien recibió batiéndose bizarramente el bravo comandante Clavero con su escuadrón. El combate aunque corto, fue muy reñido; las escoltas del General en Jefe y el General Ángel Guerra se batieron juntas. Mucho rato después de nuestra retirada continuaban los españoles ametrallando las cercas y las maniguas donde nos suponían ocultos, tuvimos una baja y 7 heridos.” [10]. Esta fue la única vez que este territorio tuvo el privilegio de que el Generalísimo pisara su tierra.

Gómez y Maceo se encontraban separados y se hacía necesario su encuentro para coordinar los planes futuros. Maceo emprende la marcha hacia La Habana, mientras sostiene numerosos combates. Quería el caudillo, además, acampar en suelo habanero el mismo día que tomaba posesión de la Capitanía General de la Isla el General Weyler y efectivamente, el día 12 de febrero del 1896 avanza resuelto entre Artemisa y Las Mangas. Cruzaba de un tirón la línea férrea del Oeste y le daba cima a la osada idea de acampar en los campos de La Habana, el mismo día de los festines en el palacio de los Virreyes.

El 15 de marzo de 1896, regresa a Pinar del Río. Combate en el ingenio Neptuno, la primera acción de guerra en el territorio; el combate costó a las fuerzas insurrectas cinco muertos y 28 heridos [11]

Rosendo Collazo García.

Después de reconocer el poblado de Mangas, sostiene combate con una columna española al mando de Suárez Inclán y el coronel Hernández de Velazco, que operaban en Artemisa y se dirigían hacia Candelaria. Se distingue en este combate el artemiseño Rosendo Collazo García. Camino hacia El Rubí, las fuerzas mambisas el día 18 de marzo de 1896, atacan el poblado de Cayajabos. Fue un combate sangriento, los mambises hicieron mella, solo la noche y un refuerzo español hacen que Maceo acampe en la loma del Rubí, donde instala el Cuartel General. [12]

La trocha entre Mariel y Majana, separados por 32 kilómetros, tenía el propósito de aislar y atrapar en Pinar del Río a Maceo. Sus terrenos abiertos y llanos tenían como centro del mando militar en Artemisa y como jefe al General español Juan Arolas.

Magdalena Peñarredonda.

En realidad, la trocha sirvió para tener inactivos a 14.000 soldados españoles de todos los cuerpos, que eran los encargados de su custodia. Fue cruzada con regularidad por la delegada de vuelta abajo Magdalena Peñarredonda, por el joven de 19 años Manuel Valdés y por el Monseñor Guillermo González Arocha, párroco de Artemisa.

Maceo tenía alarmantes informes del carácter y sentimiento de los cubanos occidentales, pero muy pronto los hechos le demostraron que por estos lares había germinado la buena semilla del ideal libertador. En el combate de Río Hondo, el 7 de febrero de 1896, las fuerzas del General Pedro Delgado atacaron a los españoles con los puños por armas. La lucha se desarrolló bajo las órdenes y a la vista del propio Maceo y aquellos hombres obtuvieron el dictado de héroes. Maceo, acostumbrado a presenciar heroicidades, el conmovedor cuadro lo hizo exclamar: “Yo nunca había visto eso; gente novicia que ataca inerme a los españoles; con el vaso de beber agua por todo utensilio”. [13]

En el mes de octubre, Maceo es dueño absoluto de toda la zona pinareña. El día 19 desde la finca Revuelta, del barrio de San Cristóbal, envió correo a los jefes de los cantones más inmediatos con el fin de que acudieran al mencionado lugar, con el mayor número de hombres armados y reforzó los destacamentos de Río Hondo, con el fin de poder disputar el paso a los españoles mientras durase la operación que iba a emprender. La acción era gigantesca, atacar precisamente el cuartel más renombrado de la Trocha, el de Artemisa, donde estaba ubicada su comandancia. El 21 Maceo se situó en la finca Laborí, a cuatro leguas de distancia del cordón de la Trocha; luego avanzó con toda la columna. Cerró la noche, los puestos de avanzada de la Trocha, no detectaron la avanzada insurrecta, cerca de las murallas había un palmar nutrido que aprovechó Maceo para guarecerse con toda la División, esperando la hora propicia para el ataque.

Se hicieron 32 disparos de cañón, en su mayor parte de granadas cilíndricas cargadas de metralla con dinamita. Fueron cinco las casas destruidas y cinco muertos. A las 12 p.m se dio por terminado el combate.

Como desquite a las sonadas victorias de Maceo y a la feliz marcha de la insurrección por la provincia de Pinar del Río, Weyler redactó el célebre bando de la reconcentración de pacíficos campesinos, patrón de ignominia para el autor y sus partidarios y que sin duda le costó a España, el desprecio mayor que registra la historia.

La reconcentración fue uno de los crímenes más repugnantes y el más cruel de los azotes aplicados por el despotismo de una autoridad que quiso rendir por hambre a un pueblo. La crueldad se libró contra hombres, mujeres, niños y ancianos de la población rural que ante el cuadro horrendo de la matanza, vio incendiados sus bohíos, destruidas las siembras y dispersados a tiro sus animales domésticos, pues no tenían otra alternativa que aceptar la boleta del mísero alojamiento bajo la denominación de reconcentrados.

En los primeros días de noviembre, el Generalísimo Máximo Gómez le comunica a Maceo la necesidad de su presencia en Las Villas y Camagüey, donde existían conflictos en las esferas gubernamentales. Maceo, encontrándose en El Rubí, sabía lo delicado de la situación. Para ello tenía que cruzar nuevamente la trocha de Mariel a Majana y decidió hacerlo por una zona ubicada en las inmediaciones de la bahía de Mariel.

El domingo 6 de diciembre, logró cruzarla en bote con un pequeño grupo de acompañantes. De allí se dirigió al ingenio Lucía y luego, continuó su trayecto para establecer el campamento en San Pedro (actual municipio de Bauta), lugar donde encontró la muerte en combate junto con su ayudante Panchito Gómez Toro, en la tarde aciaga del día 7.

Pedro Díaz Molina.


El 3 de diciembre de 1898, fue un día glorioso para los artemiseños pues sobre las 3 y media de la tarde entraron a la población las fuerzas del Ejército Libertador del Sexto Cuerpo al mando del General Pedro Díaz Molina, acompañado por su Estado Mayor. Las fuerzas fueron instaladas precisamente en el local donde radicaba la comandancia del ejército español, que había sido recién desalojada. Fue un día de regocijo popular, se engalanaron las calles con profusión de guano y banderas cubanas, se construyeron diversos arcos de triunfo en la calle República y el cañón neumático (con el cual Maceo bombardeó el poblado en 1896) fue exhibido a la población, montado sobre un armón construido exprofeso. Durante el recorrido del cañón estuvo acompañado por la manifestación más numerosa y entusiasta que más haya presenciado el vecindario. [14]

La guerra determinó una política de exterminio para ambos bandos, afectando tanto la economía nacional, como la regional. En Artemisa fueron destruidos varios ingenios y por supuesto, grandes áreas de plantaciones cañeras. También se vio muy afectado el cultivo del tabaco. Los frutos menores escasearon, debido a que muchos campesinos se incorporaron a la lucha armada y otros fueron reconcentrados. Al quedar los campos desolados, solo se cultivaba algunos renglones agrícolas para la subsistencia: boniato, malanga, calabaza, frijoles, etc.

Periodo neocolonial

Medidas tomadas por el gobierno de ocupación

Terminada la guerra, la ocupación militar norteamericana frustra la independencia absoluta del país, las fuerzas yanquis llegan a Artemisa en actitud de conquistadores, iniciándose el periodo neocolonial. Con la intervención norteamericana se emitió un número de leyes destinadas a organizar el caos de los años de guerra, siempre con el interés preconcebido de la influencia americanizante. Una de las primeras medidas para asegurar sus objetivos, fue el licenciamiento del Ejercito Libertador. En Artemisa se incorporaron a la guerra 200 mambises, de ella sobrevivieron 135, y cayeron 65 en combate. [15]

Se forma un nuevo Cuerpo de Policía para la ciudad y la Guardia Rural para el campo, con el objetivo de mantener el orden y la protección de los intereses de la clase dominante.

Guanímar.

Por la orden número 93 de febrero de 1900, en plena intervención norteamericana, pasaron a ser barrios de Artemisa: Pijirigua, Mojanga y Guanímar, que formaban parte del municipio de Mangas.

Bajo presión de Estados Unidos, la Asamblea Constituyente aprueba la implantación de la Enmienda Platt mediante la cual ese país se arrogaba el derecho de intervenir militarmente en Cuba cuando así lo estimase conveniente, entre otras exigencias.

El 5 de marzo de 1902, fue promulgada la orden militar No. 62, la que puso en vigor normas para la disminución y deslinde de las haciendas, hatos y corrales, facilitando el traspaso a las empresas norteamericanas. Los españoles residentes, dueños de las mayores riquezas, se aliaron al imperialismo con el fin de conservar sus propiedades, comenzó así un proceso de penetración económica que se acentúa a partir del gobierno entreguista de Tomas Estrada Palma.

El 20 de mayo de 1902, queda constituida la República mediatizada. Durante más de medio siglo se sucedieron en el poder gobernantes que se caracterizaron por el sometimiento incondicional a los intereses del imperialismo yanqui, traicionando los anhelos de independencia del pueblo cubano, por lo que lucharon a lo largo de 30 años, los mambises.

Principales transformaciones económicas y sociales

Al comenzar el periodo neocolonial la economía artemiseña estuvo sustentada en un reglón principal, el azúcar de caña. Contó Artemisa desde el siglo XIX con el ingenio El Pilar, fundado en el año 1834, que sobrevivió en el tiempo, al resto de los trapiches que existieron en la época colonial. Este ingenio va teniendo distintas transformaciones, en el año 1917 es adquirido por el rico hacendado francés Don Pedro Laborde, quien lleva a cabo una serie de ampliaciones para mejorar la tecnología y las comunicaciones; se abrieron nuevos tramos de ferrocarril para garantizar el traslado de la caña al central; se extendió una línea del central a la finca Maravilla Roja que atravesaba las cincas La Nena y Neptuno; y se adquieren 10 locomotoras que utilizaban como combustible el carbón de piedra.

En la primera y segunda década de la República se observó la apertura de un sinnúmero de ingenios, avalado por la explosión de la I Guerra Mundial, que abrió amplias posibilidades de desarrollo en el campo del azúcar. En Artemisa se funda en el año 1917, el central Andorra, propiedad de Don Pedro Rodríguez. El central comienza a producir en el año 1918, y contaba además con una destilería, con planta de derivados del azúcar. En el año 1946, producía alcohol etílico, alcohol absoluto, aguardiente, hielo seco y levadura para la alimentación humana y de animal. [16]

Otro reglón importante en la economía artemiseña fue el cultivo de la piña, la cual se sembraba en las fincas Recompensa, Maravilla, Kessel, que abarcaba 47 caballerías de tierra y en Paradero de Mangas. Existieron en la villa varios picaderos, envasaderos y fábricas de conservas de la fruta. A partir del año 1940 la Cuban Canning, de Joseíto Pérez y una Compañía Norteamericana, crearon la fábrica de conserva llamada Palmarito y la de Pastor Largueruela. El destino de esta producción era para el consumo nacional y para la exportación, principalmente a los Estados Unidos.

Hoja de tabaco.

La siembra de tabaco durante los primeros años de la neocolonia se localizaban en las fincas: Duarte, Chiquitín, Abreu, Pontón, Calderón, y en la zona situada entre Las Cañas y Puerta de la Güira. En todas estas fincas existían Casas de Tabaco. Este cultivo se mantuvo hasta alrededor del año 1933, en que otros como la piña y la caña de azúcar lo fueron desplazando.

El cultivo de la papa, por las características especiales del suelo artemiseño, fértil y abundante en agua, permitió su desarrollo.

La prosperidad del poblado se traduce en la aparición de diferentes fábricas e industrias, con el fin de desarrollar la industria del tabaco. El 6 de febrero de 1907, se crea en Artemisa una sucursal de la fábrica Romeo y Julieta, donde laboraban 276 trabajadores, esta se mantuvo hasta el año 1938, que pasó a la planta matriz en La Habana.

En el año 1944, se establece la fábrica Villamil Santalla y S.A Limitada, procedente de Güira de Melena, donde el hijo de Villamil sacó la marca a producir de nuevo. Esta fábrica tenía patentadas 7 marcas: Washington, Puros Habanos, Villamil, Monte Rosa, Elena, Milton y Villiken. La producción tenía dos direcciones: para el consumo nacional e internacional. El consumo internacional se dirigía a Europa y Estados Unidos.

En el año 1919, se fundó la fábrica de Cal, una de las primeras en la provincia de Pinar del Río. Comenzó su producción de forma rústica dada la tecnología del momento. En el año 1940, se instaló un molino primario importado de los Estados Unidos y otras instalaciones que mejoraron el proceso de extracción de la piedra; a partir de la década del 50 entraron en producción 2 nuevos molinos. En el año 1956, no contentos sus dueños con los resultados de la cal, se dirigen a la producción de cemento. Comienza la producción de la fábrica de cemento Santa Teresa en septiembre de 1957, como una entidad totalmente separada de la fábrica de cal, a pesar de estar ambas prácticamente juntas y de ser los trabajadores de la calera los propios constructores de la fábrica.

La fábrica filial norteamericana de la Coca–Cola, comienza a cimentarse en el año 1950, con capital extranjero. Su gerente era un norteamericano llamado Thomson, que era gerente de las 5 fábricas que existían en Cuba.

En el año1923, se fundó la fábrica de licores Menelao, de los hermanos Octavio, Otilio y Evelio Vélez Guachs. En 1928, los referidos hermanos se inician en una nueva industria, la de Sidra de Piña.

En el 1948, fue creada una fábrica de bloque por Braulio Pereda, quien además poseía una cantera y una funeraria. Existió otra fábrica de este mismo producto en la Calera Santa Teresa, que fue fundada, al igual que la anterior, en 1948. Ambas se mantuvieron en producción hasta 1959.

Asociado a este desarrollo económico aparecieron en la villa establecimientos comerciales y de servicio, afines con los intereses de sus pobladores, existió desde la típica bodega hasta las tiendas mixtas, fondas, ferreterías, panaderías, dulcerías, trenes de lavado, carnicerías, puestos de frutas, tostaderos de café, envasaderos y fábricas de conservas, así como una gran profusión de pequeños comerciantes.

Desde 1899, los hermanos González tenían constituida la Sociedad mercantil Hermanos González. Estos hermanos se dedicaban al comercio al por mayor, además de que eran depositarios del dinero ahorrado por sus clientes y amigos. Así surgió la idea de fundar la entidad bancaria titulada González y Hermanos, posteriormente en el año 1946, construyeron el actual Banco ubicado en la calle Martí, entre Céspedes y Mártires, y abrieron sucursales en La Habana, San Cristóbal y Guanajay.

En el mes de mayo de 1913, se abre una sucursal del Banco Español en la Isla de Cuba que se llamó Banco Continental de Cuba, que radicó en el edificio de República y Maceo (hoy Restaurant Ruanda). Posteriormente, se abrieron otros bancos: el banco Carvajal, el Financiero y el Banco de Fomento Agrícola Industrial. [17]

Comienza el siglo xx con el surgimiento de nuevas vías de comunicaciones que facilitaron el comercio de Artemisa con las distintas zonas del territorio. El primer ómnibus para pasajeros llega a Artemisa en el año 1906 y el primer automóvil particular en el año 1911, propiedad del doctor Francisco Robaina Arquimbau.

El servicio de transporte automotor funcionó desde el 1917, con la Empresa Amarilla, una línea de ómnibus que circuló de Artemisa a Guanajay; le siguió la Empresa Blanca, también funcionó la Empresa Hispanos, que hacía viajes de La Habana a Artemisa por la vía de Ceiba del Agua. En el 1918 se abrieron las líneas de Artemisa-Alquízar y Güira de Melena y otra hasta Cabañas. En 1919, se funda la Empresa Ómnibus Vuelta Abajo, con la línea Artemisa–Taco Taco. En 1920, surgieron las líneas Artemisa–Central El Pilar y Artemisa–Central Andorra.

Otra de las vías de comunicación importantes fue el ferrocarril, este servicio fue ampliamente utilizado durante los primeros 30 años de la pseudorrepública. Fue usado por la industria azucarera, causa primera de su origen, para el transporte y movimiento de la caña de azúcar hacia los centrales. Se construye una estación para pasajeros en el año 1903, catalogada de primera, por donde circulaban trenes de pasajeros y de carga.

Cooperativa de Ómnibus Aliados .

En el año 1929, llega a Artemisa la carretera central y con ella la aparición de otros medios de transporte automovilísticos más modernos. A partir de este momento se suceden diversas empresas de ómnibus con distintas rutas hasta llegar a julio del año 1935, que surge la Cooperativa de Ómnibus Aliados (C.O.A) de la cual proviene la Ruta 35.

Otra rama de las comunicaciones fueron las oficinas de correo y telégrafo que existían desde el siglo XIX con categoría de Cuarta Clase. En 1932, esta administración es elevada a la categoría de Segunda Clase y se extendieron las comunicaciones a los poblados de Cayajabos, Puerta de la Güira y Las Cañas.

El 1ro.de enero de 1908, la Cuban Telephone and Company, inauguró una estación en la calle Zayas y General Díaz, a partir de esta fecha se establece el primer hilo directo para hablar con La Habana, anteriormente se utilizaba el hilo auxiliar con Guanajay.

El martes 24 de febrero de 1914, después de los trabajos previos y las instalaciones de tendido de cable y otras tareas, se inauguró el servicio eléctrico con grandes festejos en el pueblo. [18]

En el año 1895, el vecino José Manuel Santibáñez y Sainz abrió un pozo para el riego de sus siembras en la finca el Desguazo, fue progresando lentamente hasta que en el año 1913, se realizó la primera red de distribución de agua para el servicio público con entrada de la cañería maestra por la calle República.

En el 1912, se formó la Asociación de Maestros del Distrito Escolar. Esta institución aunó los maestros del término. Su primer presidente fue Juan Bautista Quintana y con esta institución se celebraron en Artemisa muchas fechas históricas y patrióticas.

Artemisa floreció en el campo de la cultura, destacándose en la música y en la literatura. Entre otros factores, influyó el desarrollo alcanzado por la imprenta en la localidad, que posibilitó las publicaciones de lo creado, sobre todo en la literatura especialmente en la publicación de periódicos. Se destacaron un grupo de escritores entre ellos: Francisco Robaina Arquimbau, Manuel Isidro Méndez, Magdalena Peñarredonda, y otros, que mantuvieron activos el espíritu cultural y el combate periodístico. No solo escribían para periódicos, sino también para revistas y obras literarias, todas editadas en el municipio.

La música popular tenía un gran peso en las fiestas ejemplo: danzones, sones, rumbas y punto guajiro, eran interpretadas por grupos típicos y orquestas de la localidad. Las competencias tradicionales de mayor aceptación por la población eran las peleas de gallo, carrera de sacos, de caballos, torneos boxísticos, palo encebado y carnavales. Las verbenas tuvieron un gran arraigo durante varias décadas en nuestro país.

El movimiento obrero artemiseño en la pseudorrepública

La burguesía y el movimiento obrero cubano evolucionan vinculados al desarrollo de lo que fue más tarde la principal industria: la azucarera, que precedida por la industria tabacalera, una de las principales fuentes de riquezas del país desde principios del siglo XIX, crea las condiciones requeridas para su progreso sobre bases capitalistas.

En el año 1900, se constituyó el Gremio Obrero de Artemisa por los obreros del tabaco en rama. Estas primeras organizaciones se caracterizaban por su lucha en defensa de las demandas económicas. En 1914, se conoce de la primera huelga organizada por los envasadores de piña, en demanda de aumento salarial. [19]

La década del 20 demostró que la clase obrera artemiseña había ganado en organización y conciencia en la lucha por lograr el triunfo de sus demandas económicas y políticas vinculadas al acontecer nacional. En 1924, hubo una huelga por el aumento de salario de los obreros ferrocarrileros que duró 21 días, en la cual los obreros obtuvieron el éxito esperado. El año 1925, se caracterizó por el espíritu revolucionario del proletariado que se tradujo en el país en una cantidad de eventos importantes de carácter político que se celebraron, entre los más significativos: el Segundo Congreso Obrero, celebrado en Cienfuegos, donde se acordó la constitución de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC), al que asisten miembros de la Sociedad de Torcedores de Artemisa. [20]

Artemisa no tardó mucho para crear su partido y en junio del año 1931, se crea la primera célula integrada por los siguientes miembros: Raúl Álvarez Valdés (secretario General), Ody Breijo (organizador), Gilberto López (vocal), Rafael Hernández (vocal), Roberto Martínez (vocal).

La crisis económica con que Machado terminó su mandato, agudizó todos los problemas ya latentes en la sociedad cubana de entonces: fraude, miseria, desempleo, bajos salarios, azotaron con violencia a la población, a lo que se sumó el caos político y la represión imperante en el país.

Recién derrocada la dictadura de Machado, se produce la huelga de las despalilladoras en este año 1933, por mejoras de salarios y peso correcto del tabaco, al que se sumaron los tabaqueros, y se organizó el llamado Frente Único.

La labor del movimiento obrero estuvo dirigida a la organización de sus filas, culminando con la constitución de la CTC bajo la dirección del combativo dirigente sindical Lázaro Peña. La década de 1940, fue una etapa de gran actividad para el movimiento obrero, que recuperado de la anterior tuvo entre sus funciones, en el caso particular de Pinar del Río, la consolidación de su Federación Provincial.

El año 1942, fue de gran actividad para el movimiento obrero en los centrales, donde se pronunciaron en contra de los atropellos que se cometían por los hacendados y colonos, apoyados por las autoridades locales. Artemisa, que contó con dos centrales azucareros que representaban sus industrias básicas, fue sede de un mitin convocado por el Comité Municipal Pro–Ley Nacional del Retiro Azucarero, celebrado en el local del sindicato del central Pilar, que contó con la presencia del dirigente obrero Jesús Menéndez, quien hizo el resumen de la actividad, donde dejó bien claro la decisión de los obreros azucareros de luchar contra sus explotadores.

En el mes de noviembre de 1951, como parte de la lucha de los obreros azucareros por el pago del diferencial y por el cumplimiento del contrato colectivo de trabajo, los trabajadores del central Andorra, acordaron en asamblea general ir a la huelga.

Lucha insurreccional (1952-1958)

El 10 de marzo del año 1952, próximo a celebrase las elecciones, se produce el golpe de estado de Fulgencio Batista Zaldívar. La reacción del pueblo de Artemisa no se hizo esperar, en diferentes centros de trabajo se realizan actos de condena.

Existe en el municipio un malestar general provocado por el cuartelazo, al que se une todo un entorno económico–social desfavorable como consecuencia de la política económica llevada a cabo por el dictador. Se observa en la esfera económica una total supeditación de los intereses nacionales a los Estados Unidos, una entrega absoluta de las riquezas del país, el Tratado de Reciprocidad, las inversiones, los empréstitos, la deformación y la dependencia caracterizan a este período. Las riquezas del país se ven explotadas por monopolios norteamericanos que controlan la materia prima para la industria de Estados Unidos; y la política del gobierno está orientada a otorgar amplias facilidades a los inversionistas yanquis.

Batista superó a sus antecesores y la resistencia y la lucha armada prende en un grupo numeroso de jóvenes, en su mayoría provenientes del Partido Ortodoxo. Jóvenes honestos nucleados junto a Fidel Castro, deciden encontrar un nuevo camino. No aspiran solo a derrotar a la tiranía, sino a realizar transformaciones profundas en el panorama económico y político del país. Había que encontrar un nuevo método de combate, por eso la tesis de la lucha armada como vía para el logro de la liberación definitiva, constituyó un aporte importante de la Generación del Centenario.

A pesar del terror desatado por los esbirros de la dictadura, el 28 de enero de 1953, en el centenario del natalicio de José Martí, sale de la escalinata universitaria una enorme manifestación de obreros, estudiantes y pueblo en general, a depositar una ofrenda floral en la estatua de Martí, ubicada en el parque central de La Habana, en cuya manifestación iban con notable marcialidad y disciplina, el grupo de artemiseño bajo la orientación de José Suarez Blanco (Pepe).

En el municipio, el pueblo también conmemora los 100 años del nacimiento del apóstol con una manifestación organizada por militantes de la Ortodoxia, del PSP y estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza. Tenía como objetivo sabotear las actividades oficiales preparadas por el gobierno y rendirle a Martí el homenaje verdadero; la manifestación logró su objetivo y a gritos de “Abajo la Dictadura”, “Abajo Batista”, recorrió las calles hasta llegar al busto de Martí, ubicado en el parque.

Los integrantes del Movimiento Revolucionario saben que se combatirá y que la acción armada es necesaria y oportuna, por lo que se intensifican las prácticas de tiro; las primeras se realizan en la Universidad de la Habana y después en varios lugares del municipio: en la finca La Tentativa, propiedad del padre de Ismael Ricondo; en la finca San Miguel, del barrio Capellanías, vivienda de Carmelo Noa Gil,donde se guardaban las armas en una gruta a 800 metros de la casa; en la finca La Gloria y en la finca Sánchez, en el barrio del Dagame, entre Las Cañas y Alquizar, en este lugar las prácticas se realizaban en el brocal de un pozo que data de la época colonial (antiguo ingenio) y en una colonia de plantas de corojo que servían de diana. Fidel visitó una práctica en este sitio y comprobó la disciplina y organización de los artemiseños.

Se escoge el cuartel Moncada, en Santiago de Cuba por las tradiciones de lucha que caracterizan a los orientales y por su lejanía de la capital. Y se eligió el 26 de julio, domingo de Santa Ana, por ser día de carnaval en Santiago. Esto evitaría las sospechas del movimiento de personas extrañas hacia el lugar.

El día 24 de julio, actuando con la mayor discreción la dirección del Movimiento dio la orden de partida, salieron en pequeños grupos hacia la capital. Parten de Artemisa unos en ómnibus desde el andén de la Ruta 35 y otros en automóviles. El viaje hacia Santiago, se realiza por rutas y horarios diferentes, unos en ferrocarril, otros en ómnibus y los menos en automóvil.

Monumento a Carmelo Noa Gil.

De los participantes en las acciones desarrolladas el 26 de julio de 1953, vivían o vivieron en los municipios que actualmente forman la provincia de Artemisa, un total de 43. De ellos, cayeron en combate durante el asalto al cuartel Moncada tres: Carmelo Noa Gil, Flores Betancourt Rodríguez y Guillermo Granados Lara, del municipio Artemisa. Resaltó la participación del municipio de Artemisa, entonces perteneciente a la provincia de Pinar del Río, con un total de 31 asaltantes. [21]

Entre los participantes al asalto al Moncada se encuentra el artemiseño, nacido en Fomento, Ricardo Máximo Santana Martínez, el chofer que arriesgó su vida en medio de la balacera para recoger a Fidel Castro. [22]

El 21 de septiembre se celebró el juicio en que fueron juzgados Fidel Castro y los detenidos con motivo del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Fue condenado a 15 años de prisión Fidel Castro Ruz y a 10 años a los artemiseños: José Suarez Blanco, Julio Díaz González, Ciro Redondo García, José Ponce Díaz, Ramiro Valdés Menéndez, Fidel Labrador Díaz y Rosendo Menéndez García. Los asaltantes fueron trasladados al Presidio Modelo, donde comienza para ellos una nueva etapa de preparación cultural e ideológica, que se convierte en una nueva trinchera de lucha. La ola de protesta nacional por la amnistía logra que el 15 de mayo de 1955 sean excarcelados los asaltantes del Moncada.

Ramiro Valdés Menéndez.

A los moncadistas se le hace imposible después de la excarcelación permanecer en el país por la persecución a que estaban sometidos y salieron una parte del territorio artemiseño y otros hacia el exterior, especialmente para México. El 2 de diciembre ocurrió el desembarco del Granma. Artemisa, al igual que en el Moncada, se destacó en esta epopeya, con los siguientes combatientes: Julio Díaz González, Ciro Redondo García, Ramiro Valdés Menéndez, Arnaldo Pérez Rodríguez y José Ponce Díaz.

En abril de 1957 ocurre el ataque al cuartel Goicuría, donde un grupo de revolucionarios intentaron tomar el cuartel, no lograron el objetivo propuesto por una delación, cuando llegaron los asaltantes, los estaban esperando desatándose una feroz masacre. En esta acción participó el artemiseño Julio García Rodríguez, el cual logra escapar con una herida en el brazo, pero es detenido por los esbirros y regresado al cuartel donde es vilmente asesinado.

Todo el quehacer revolucionario trajo como consecuencia el aumento de la represión por parte del régimen, varios compañeros fueron encarcelados y torturados salvajemente. En el 1957 hubo que lamentar la muerte de dos artemiseños que cayeron combatiendo en la Sierra Maestra: Julio Díaz González, el 28 de mayo de 1957, en el combate de El Uvero, que constituyó la primera gran victoria de la guerrilla; y Ciro Redondo García, el 29 de noviembre en Mar Verde. Fue ascendido póstumamente al grado de Comandante por su trayectoria y heroísmo.

El 21 de octubre de 1957, fue asesinado en la masacre de las Pascuas Sangrientas, en Bayamo, el artemiseño Gilberto López Bosch, junto con un grupo de 20 revolucionarios.

El 28 de enero de 1958, muere Orlando Nodarse Verde, hijo del pueblo de Guanajay, cuya vida revolucionaria estuvo muy vinculada a Artemisa; su sepelio en el cementerio de Guanajay constituyó una manifestación de repudio a la tiranía.

La huelga del 9 de abril de 1958, fue otro hecho que quedó en la memoria histórica del pueblo. Para dirigir esta acción fue designado por la Dirección Provincial del M-26-7, Willy Quintana.

En el territorio se realizaron otras acciones como el ajusticiamiento de esbirros y la realización de atentados contra objetivos económicos que se planificaron y ejecutaron en toda la región.

A mediados de 1958, es designado Pastor Valente Hernández Rojas (Feliciano o Bartolo) jefe de Operaciones o de Acción y sabotaje del M-26-7 en la zona de Guanajay, Mariel, Bahía Honda, Cabañas, Artemisa y San Cristóbal.

En la zona montañosa de Candelaria y San Cristóbal, se gestó un movimiento guerrillero que fue determinante en la lucha insurreccional y alcanzó un victorioso desenlace. El 26 de julio de 1958, fue fundado en San Andrés de Caiguanabo, municipio de La Palma, el Frente Guerrillero de Pinar del Río, bajo el mando del comandante Dermidio Escalona. Como parte del Frente, se fundó el 5 de agosto de 1958 la columna No. 2 Ciro Redondo, comandada por el capitán Rogelio Payret Silvera (Claudio). Su campamento principal se encontraba en la Loma del Rubí, en Cabañas. En este frente participaron varios artemiseños.

Dos artemiseños estuvieron presentes en la columna invasora de Camilo Cienfuegos, son ellos: José Manuel Canciano Laborí y Gerardo Noguera Martínez. José Manuel se incorporó el 1ro, de septiembre de 1958, a la guerrilla del frente de Las Villas al mando del comandante Félix Torres. Gerardo Noguera Martínez se incorporó el 15 de octubre de 1958 a la columna invasora No.2 Antonio Maceo comandada por Camilo Cienfuegos y participó en los combates de Iguara, Zulueta 1 y 2, Jaraueca y Yaguajay, alcanzando el grado de capitán.

Era evidente que el derrumbe de la tiranía se acercaba debido a la lucha revolucionaria, tanto en las montañas como en el llano.

La revolución en el poder

Primeros días del triunfo de la Revolución

Al conocer nuestro pueblo la huida del tirano, se lanza a las calles, portando banderas cubanas y comenzaron a llegar los revolucionarios que estaban presos.

En horas de la tarde lo hizo Héctor González Gil, jefe de acción del M-26-7 en el municipio, que estaba preso en el cuartel de San Cristóbal, junto a otros compañeros. En la madrugada del día 2, escapa el teniente Reyes Ruiz, jefe del cuartel, que fue capturado y entregado a la capitanía de Guanajay y se dirigen a la instalación los revolucionarios encabezados por Héctor González; los soldados que se mantenían en la guarnición no presentaron resistencia.

El día 1ro.de enero fue ocupado el Ayuntamiento por la compañera Julieta Yorens, días después fue nombrada comisionada. El día 2 de enero llega a Artemisa el compañero Luis Sánchez, quien estaba preso en Isla de Pinos, y asume el cargo de Coordinador del Movimiento 26 de Julio. Pastor Valente Hernández Rojas, recuerda:

“En los primeros días después del triunfo de la Revolución, el capitán Claudio me dijo: “móntate en el jeep y vamos, para que te hagas cargo de Artemisa”. Inmediatamente salimos, aquello me sorprendió pero no pregunté nada, como militar sé que cumplo órdenes y palante. Al llegar al cuartel de Artemisa, Claudio me presenta apenas con unas palabras: “el teniente se va a hacer cargo del cuartel”, luego habló de la situación existente, de las medidas que debíamos tomar…, ahí comencé mi trabajo en Artemisa como jefe militar”. [23]

El pueblo responde masivamente al llamamiento de Fidel Castro Ruz a la huelga general con vistas a que todos los revolucionarios cooperaran en el total desmantelamiento del régimen opresor.

El nuevo gobierno trabajó de inmediato en los cambios que eran necesarios realizar, principalmente en la economía que estaba en manos de personeros de la dictadura batistiana, mucho de los cuales abandonaron el país junto al tirano.

El 2 de enero de 1959, fue creada la Comisión de Recuperación de Bienes Malversados, la integraban: Daniel Solano, Pastor Valente Hernández Rojas, Rafael Collazo, Caridad Pereda y Arnaldo Díaz del Cañal. Comenzaron a intervenir fincas pertenecientes a personas de la dictadura y estas pasaron al patrimonio estatal.

El almacén de Carvajal y las fábricas de Cemento y Cal, propiedad de tres accionistas, el general Robaina, Papo Batista y Manuel Santos Domínguez, son intervenidos las acciones de los dos primeros, consideradas como bienes mal habidos; y en 1960, con la nacionalización pasa a manos estatales la correspondiente a Manuel Santos Domínguez.

Parque La Libertad.

En plena efervescencia en el marco del triunfo revolucionario, el 17 de enero de 1959, Artemisa recibe la Caravana de la Libertad en su paso hacia Pinar del Río. La caravana se desvió y desde el parque La Libertad, el Comandante en jefe Fidel Castro pronunció un histórico discurso resaltando el aporte extraordinario de los artemiseños en el Moncada, la lucha en la Sierra y en la consolidación de la victoria.

El 5 de marzo de 1959, fue intervenida la cooperativa de Ómnibus Aliados (Ruta 35) con sede en Artemisa, la Creche, la casa del teniente de la Guardia Rural Reyes Ruiz y la escuela de comercio, entre otros.

Medidas tomadas por el gobierno revolucionario

La máxima dirección del país se dedicó a hacer cumplir el programa del Moncada e ir a un proceso democrático popular. La primera ley que dictó fue la Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1959. En Artemisa, como en el resto del país, fueron beneficiados millares de campesinos con la entrega de títulos de propiedad. A partir de esta ley la tierra pasa a manos de sus dueños verdaderos, los que la trabajan. Los títulos que acreditaban a los nuevos propietarios fueron entregados en diversas fincas del municipio.

Con esta ley se expropiaban las fincas de más de 30 caballerías que pasaron al estado con la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). Comienza a consolidarse el trabajo llevado a cabo por la Revolución en la esfera agrícola. En Artemisa el primer delegado fue Alberto Hernández Guibernao. Surgen diferentes zonas de desarrollo o regiones, entre ellas Artemisa, que comprendía los municipios de Artemisa, Guanajay, Cabañas y Bahía Honda.

Las primeras transformaciones consistieron en agrupar en cooperativas las tierras sembradas de caña. Estas sufrieron un proceso de evolución que culminó en enero de 1961, con la creación de administración de granjas del pueblo.

La segunda Ley de Reforma Agraria fue aprobada en octubre de 1963, dirigida fundamentalmente contra propietarios poseedores de más de 5 caballerías de tierra, que obstaculizaban la producción y saboteaban el desarrollo de la ganadería.

Con las nacionalizaciones pasaron muchos objetivos económicos, nacionales y extranjeros a manos del estado cubano. En agosto de 1960, fueron intervenidos dos centrales azucareros: “Andorra”, propiedad de Eusebio Mujal, luego Abrahn Lincoln; y el central “Pilar”, de Julio Lobo, que pasó a llamarse Eduardo García Lavandero. En octubre de ese mismo año fueron nacionalizados 5 bancos.

El 14 de octubre de 1960, se dictó la Ley de Reforma Urbana. Se nacionalizaron las viviendas a los que poseían más de una casa y de inmediato se rebajaron los alquileres de estas.

Otras de las medidas adoptadas por la Revolución fue el canje de la moneda, que neutralizó en la esfera de las finanzas los planes de la contrarrevolución. En Artemisa se crearon centros de cambio en distintas zonas urbanas y en la periferia en los poblados de Las Cañas, Cayajabos y Las Mangas.

El cuartel de la guardia Rural en Artemisa se convirtió en la escuela primaria Carlos Rodríguez Careaga. Con la ley de nacionalización general de la enseñanza y el carácter gratuito de esta, dictada el 6 de junio de 1961, se nacionalizan las escuelas privadas.

La Campaña de Alfabetización sacó del analfabetismo al pueblo cubano. Artemisa fue unos de los primeros municipios en trabajar en la campaña. En el año 1960 fueron creados centros pilotos de experimentación.

El municipio fue dividido en 18 zonas, 8 urbanas y 10 rurales, cada una con un responsable técnico con el fin de realizar un censo que detectó a 2934 analfabetos en la zona urbana y 2641 en la rural.

Artemisa aportó al contingente Conrado Benítez 484 brigadistas, los cuales fueron a enseñar a la antigua provincia de Oriente y se recibieron 317 brigadistas de otras provincias del país. En el mes de abril de 1961, se crearon brigadas móviles compuestas por maestros y alfabetizadores populares que se trasladaban a enseñar en las zonas más intrincadas del campo. La primera graduación se efectuó en el teatro Juárez, y fueron entregados los diplomas de alfabetizados a 1000 alumnos. Las palabras de resumen las pronunció el compañero Raúl Ferrer, vicepresidente de la campaña a nivel nacional.

El 17 de diciembre de 1961, se declaró el municipio territorio libre de analfabetismo.[24]

La Revolución fue creando sus mecanismos de gobierno y direcciones políticas ajustándolo a las nuevas condiciones. Comienza a estructurarse el nuevo poder estatal con la instauración del comisionado.

Se constituyó una comisión para ejercer el gobierno del municipio integrada por 12 miembros entre los que estaban Julieta Yorens, Estrella Alonso, Roberto Pérez Orta y Pedro Barata, de estos la compañera Yorens fue designada la primera comisionada y se mantuvo en estas funciones de enero hasta agosto de 1959, en que es designado para ese cargo José Francisco Lavandera Collazo (Tito).

La primera fase de gobierno en el municipio fue la Junta Central de Economía e Industria (J.U.C.E.I); su primer presidente fue José Francisco Lavandera, cargo que ocupó hasta el año 1964. A partir de 1966, la J.UC.E.I se transforma en poder local, forma de gobierno que rige durante 10 años, hasta que en el año 1976 se crea el Poder Popular, donde el pueblo elige a sus dirigentes democráticamente.

La Asamblea Municipal del Poder Popular se constituyó con la participación de los organismos invitados y la presencia del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez. Resultaron electo Jesús Álvarez Ortega como Presidente, Jesús Rafael Allende Pérez, Vicepresidente y José Ponce Díaz secretario.

Transformaciones políticas

A partir del mismo año 1959, la dirección de la Revolución y de manera especial el propio Fidel, iniciaron un proceso de constitución de organismos políticos y de masas, que ejecutaran y apoyaran el conjunto de medidas y leyes revolucionarias que se iban adoptando.

En el mes de abril, se convoca a una reunión para la formación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), en la que participaron representantes del Movimiento 26 de Julio, del Partido Socialista Popular (PSP) y el Directorio Revolucionario (DR). Sus dirigentes iniciales fueron: Israel Fernández Carmona, como secretario, y como integrantes: Lorenzo Mojena, Alberto Amador, Raúl Sánchez, Abelardo Calderín, Ignacio Calero, Catalino Brito y Rolando Hermida.

Una de las primeras labores llevadas a cabo fue el proceso de formación de las ORI en los centros de trabajo y para ello se tuvo en cuenta que fueran combatientes dispuestos a defender la Revolución. Con ello se unió a todas las fuerzas revolucionarias y las consolidó.

Como consecuencia del sectarismo, Fidel hizo un análisis público el 16 de marzo de 1962, donde criticó esta situación. Surgió el PURSC. En los primeros meses del año 63, se convoca una asamblea municipal efectuada en el Círculo Social, para elegir al secretario del PURSC, siendo electo Ignacio Calero Gil y a mediados de ese mismo año, se elige a Lorenzo Mojena. La labor del partido en el municipio se dirigió al trabajo político ideológico con el pueblo, en un momento donde se necesitaba afianzar estos valores.

En mayo de 1963, se crean las estructuras regionales del partido. Artemisa fue sede de dicho Comité Regional que abarcaba los municipios de Artemisa, Guanajay, Mariel y Cabañas y sus respectivos seccionales del partido en Las Cañas, Cayajabos, Lavandero y Lincoln.

La denominación del PURSC, existió hasta el 3 de octubre de 1965, donde se acordó cambiarle el nombre por el de Partido Comunista de Cuba (PCC). En el mes de noviembre se efectuó la asamblea municipal del PCC en la que son elegidos los siguientes compañeros: Héctor Estrada, Primer Secretario; Humberto Pérez, Organizador; Elvira Rodríguez, Educadora; y en la esfera de Producción, Juan Manuel Lorenzo.

En el año 1960, se crea la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), institución que unió a todas las organizaciones juveniles existentes. Esta organización se dio a la tarea de crear asociaciones de bases en centros de trabajo, estudio y zonas campesinas, realizando un trabajo político ideológico de apoyo a todas las leyes revolucionarias. Sus primeros dirigentes fueron: Presidente, Armando de la Barrera Fernández: Organizadora, Alicia Jaca Remedios, otros integrantes: Jorge de la Barrera Fernández, Julio Baeza, Isauro Delgado y Reineiro López García.

La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), fue creada el 4 de abril de 1962, se nutrió de las organizaciones de base de la AJR. Sus primeros dirigentes fueron: Juan Bernal, secretario general, Manuel Triaggf, organizador, José Luis Fuentes, divulgación, Nancy Méndez atención a pioneros, Pedro González Propaganda, Miguel Rodríguez, finanzas, Anselmo Azcano, frente estudiantil.

El 4 de abril de 1961, se constituyó la Unión de Pioneros de Cuba (UPC) en la enseñanza primaria. Fue seleccionada Marieta de la Barrera Fernández, como su primera presidenta. En 1977, el Tercer Congreso de la UJC determinó convertir la UPC en Organización de Pioneros José Martí (OPJM); así devinieron grandes cambios en su estructura y funcionamiento y, principalmente, la extensión de los pioneros hasta el noveno grado.

En 1960, comenzaron a realizarse asambleas en los centros de trabajo para elegir a los delegados a la asamblea sindical municipal. Se escogieron los delegados de los diferentes sectores. En la reunión se eligió la dirección municipal de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), siendo sus dirigentes: Secretario General, Amado Valdés y otros integrantes Antonio Castro, Francisco Linares, Omelio Suárez y Diosdado Schull.

De inmediato se trabajó en la organización del movimiento obrero en la base, para incorporar a los trabajadores a las diversas enseñanzas, se instituyeron plenarias para el análisis de los planes de producción y servicios, la higiene y protección del trabajo, la incorporación a las tareas de la defensa, el trabajo voluntario y otras.

La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) se fundó el 23 de agosto de 1960 a iniciativa de nuestro comandante en jefe y fue elegida como presidenta nacional la compañera Vilma Espín.

En nuestro municipio existían el frente de mujeres martianas, la sección femenina del 26 de julio y la unidad femenina revolucionaria. De esa cantera surge la FMC, la primera dirección la integraron Adelina Fernández Martínez como Presidenta, miembros de la dirección: Nereida Reyes Collazo, Edelmira Rodríguez Valdés, María Fetecilla Acosta, Pura Collazo Rodríguez y Graciela de Moya.Se trabajó intensamente en el trabajo ideológico.

En la concentración del 28 de septiembre de 1960, Fidel decide crear una organización a nivel de cuadra con un carácter verdaderamente popular, para defender la Revolución y surgen de esta manera los Comité de Defensa de la Revolución (CDR).En Artemisa quedan constituidos días después. Integraron la primera dirección los compañeros: Aracelio Rodríguez (Coordinador), Lucas Ponzoa (Organizador), Armando Mesa (Vigilancia), Elio Martín (Abastecimiento), Efraín Martínez (Educación), Caridad Díaz (Propaganda).

El 17 de mayo de 1961, surge la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), como organización del campesinado. Entre las más importantes tareas políticas emprendidas en estos años en Artemisa se encuentra el profundo trabajo realizado con los campesinos para su incorporación a la ANAP. Como resultado de este trabajo se incorporaron 984 socios distribuidos en 14 bases campesinas.

Posteriormente se crean las cooperativas de crédito y servicio (CCS) y luego las cooperativas de producción agropecuaria (CPA).Estas cooperativas se rigen por el reglamento general de la ANAP.

Tareas en defensa de la Revolución

Aparecen medidas de carácter radical y de inmediato se desencadenó una ola de descontento por parte de aquellos sectores que se vieron afectados.

Las misiones del Ejército Rebelde en el municipio, en estos primeros meses estaban encaminadas a consolidar el poder revolucionario y a la protección de los principales objetivos económicos. Trabajaron además en la preparación y organización de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR).

Durante 1960, arrecia la contrarrevolución, colonos, terratenientes y burgueses de la zona apoyan las bandas contrarrevolucionarias que se dedicaban a sembrar la desconfianza, a violar y asesinar personas inocentes, destrozar todo lo que encontraban a su paso. Las bandas más connotadas que existieron en el territorio fueron las de Francisco Robaina Rodríguez (Machete), la de Israel García Díaz (Titi), y la de Noel Domínguez Noa (Escaparate). La participación de los milicianos artemiseños hizo posible, que en breve tiempo, estas bandas contrarrevolucionarias fueron eliminadas.

En 1961, el batallón número 1, dirigido por Florencio Cintado, es ubicado en la granja La Mirita para completar su formación. De ahí parten hacia el cafetal Angerona en espera de órdenes. El día 9 de enero de este año, reciben la visita del comandante Ernesto Che Guevara, quien les pasa revista a las tropas y queda impresionado con la organización y disciplina que observó. De aquí parten, el 21 de enero, hacia el Escambray, donde permanecieron 72 días y cumplieron múltiples misiones.

El 22 de octubre del año 1962, el mundo estuvo al borde de una guerra termonuclear. Durante estos difíciles días las fuerzas revolucionarias y el pueblo en general estuvieron atentos al llamado de las orientaciones de los dirigentes de la Revolución. El comandante Ernesto Che Guevara fue el designado como jefe militar de la provincia de Pinar del Río, a la cual pertenecía Artemisa. Su puesto de mando radicaba en la Cueva de Los Portales. Batallones del municipio cumplieron misiones dentro y fuera de nuestro territorio.

Hijos de este municipio han cumplido misión internacionalista en varios países. En Angola se destacaron por su valentía y arrojo, sobre todo en la Batalla de Cuito Cuanavale. Varios artemiseños derramaron su sangre y otros dieron hasta la vida en cumplimiento de tan sagrado deber.

Los mártires internacionalistas fueron traídos a la patria en 1989, siendo inhumados sus restos el 7 de diciembre, en la denominada Operación Tributo.

Trabajadores internacionalistas del sector de la salud pública de distintas especialidades como médicos, enfermeras y técnicos, han cooperado en más de 30 países, la mayor parte de ellos en Venezuela. Los sectores del deporte, la educación y otros, también han dado su aporte a otros pueblos del mundo.

Transformaciones sociales

La vida del municipio artemiseño está marcada en todos los años de la Revolución en el poder, por la adopción de medidas tendientes a favorecer al pueblo. Sin dudas fueron las esferas de la educación y la salud pública las que experimentaron el vuelco más definitivo, porque pasaron de ser los renglones más olvidados y proscriptos a recibir la atención más esmerada dada su sensibilidad e importancia para el futuro del país.

En 1970, se puso en práctica el sistema de escuelas en el campo, para lograr una vinculación directa del estudio con el trabajo. Correspondió al territorio de Artemisa la primera Escuela Secundaria Básica en el Campo, la “Mártires de Kent”, que inició sus labores educativas y productivas, el 20 de marzo.

En 1976, tras la realización del Primer Congreso del PCC, se instauró una nueva división político-administrativa según la cual los municipios que hoy forman parte de la provincia de Artemisa se integraron a La Habana (Artemisa, Guanajay, Mariel, Caimito, Bauta, San Antonio de los Baños, Alquízar y Güira de Melena) y Pinar del Río (Bahía Honda, Candelaria y San Cristóbal).

Mausoleo a los Mártires de Artemisa.

Se construyó el Mausoleo a los Mártires de Artemisa, inaugurado el 16 de julio de 1977, con la presencia del comandante en Jefe Fidel Castro y varios miembros del Buró Político.

La Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU), con capacidad para 600 alumnos, fue inaugurada el 3 de septiembre de 1977, lleva el nombre del primer mártir artemiseño Manuel Valdés. El 20 de noviembre de 1979, se crea otra ESBU lleva el nombre de Pedro Ortiz.

Las obras sociales recibieron un gran impulso como son: la Terminal de ómnibus, se incrementó el número de autos para la base de taxis, se cambió el parque de ómnibus Skoda por el Ikaros.

En obras de salud se construyó el hospital Ciro Redondo, se amplió el policlínico Adrián Sansariq y se construyó una sala de rayos X en el policlínico Tomas Romay. Gran impulso recibió la atención primaria de salud, se construyeron 53 casas de médicos de la familia. El hogar de anciano se reconstruyó el local y se amplió su capacidad. Las obras para la educación fueron impulsadas.

Los resultados en la provincia de La Habana, así como los apreciados en nuestro municipio, contribuyeron a que se le otorgara la sede del acto nacional por el 26 de julio de 1987, dado los resultados en todas las esferas y su decisiva participación en el Ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Transformaciones económicas

En el año 1968, por iniciativa de Fidel se creó el plan plátano [25], hoy Empresa Agropecuaria Artemisa. Su dirección radicaba en la finca la Esperanza y contó con un aproximado de 1200 caballerías, dedicadas 550 al plátano y el resto a otros cultivos. La producción era con destino a la provincia de La Habana y a la ciudad.

La ganadería cubana con el triunfo de la Revolución pasó de una ganadería extensiva, sin el uso de la técnica y la genética, a otra con la introducción de la inseminación artificial y el mejoramiento de los pastos y forrajes. Esta idea de Fidel lleva consigo el surgimiento de la Empresa Pecuaria de Artemisa, con 70 unidades distribuidas en las zonas del Dagame, Cayajabos, Premontaña, el Porvenir y las 3 unidades llamadas Niña Bonita, con un promedio de 5 800 vacas. En el año 1989, esta empresa se fusionó con los Naranjos.

El cebadero Galope se creó en el año 1963, con una capacidad para 25 000 toros, funcionaba con equipos mecanizados procedentes de la Unión Soviética, su mayor producción la obtuvo en el año 1988 que llegó a tener 18 548 cabezas, con una producción de 5968.6 toneladas métricas de carne.

La granja Bufalina se creó en el 1983, en la Finca Ingenito y San Julián, extendiéndose posteriormente para otras fincas. Esta granja sirvió para el desarrollo de la masa bufalina y la extensión de esta a todo el país, Fidel visitó esta granja en reiteradas ocasiones. [26]

La fábrica de fertilizantes al ser nacionalizada producía solamente abono químico turba. Al introducir la Revolución, con la diversificación de cultivos, se impone ampliar sus líneas de producción. Es por ello que en el año 1964 se cambia su tecnología y comienza a producir otros productos como ZINET, Duple A, Dramanzón, Carbaril, Marcose y Cipemetrina, todas estas fundamentales para un buen desarrollo agrícola, siendo esta fábrica la única de su tipo en el país. [27]

En mayo de 1978, comenzó la producción la fábrica Asbesto Cemento; el 17 de diciembre de 1978, se inauguró el Estadio 26 de Julio. En los años del 1977 al 1980, se incorporaron 13 refricentros para expendio de productos cárnicos. Se instauró el plan ciudad donde se repararon, reconstruyeron y pintaron 3000 viviendas y se edificaron 20 edificios de apartamentos. El 14 de septiembre de 1980, se inaugura el Combinado de Baldosa.

Entre 1980 y 1985 se consolidó la producción de cemento y asbesto cemento, la producción de baldosas, mosaicos y bloques, resaltando la humanización del trabajo en esta producción al realizar montajes de plantas automáticas y semiautomáticas.

El municipio avanzó en la construcción de viviendas, se construyeron 75 edificios multifamiliares, uno de ellos de 8 plantas con 157 apartamentos. Se construyeron por esfuerzo propio más de 2000 viviendas.

Artemisa posee una red de panaderías que abastece satisfactoriamente a la población, unas funcionan en sus antiguos locales y otras son de nueva creación, entre estas se encuentran las Flores Betancourt construida en 1980, la de los poblados de las Cañas, el Corojal y Cayajabos.

Los CAI Eduardo García Lavandero y Abrahan Linconl, dada su baja producción son cerrados. El 21 de octubre del 2002, el Comandante en Jefe presidió un acto en las áreas del central Lavandero, donde explicó la tarea Álvaro Reinoso que consistía en cerrar los centrales más improductivos e incorporar a un gran número de trabajadores al estudio para que fueran más eficaces en otras tareas de la economía.

La empresa mixta ETECSA se fundó en el año 1994; se firmaron sólidos contratos con empresas extranjeras y se detuvo el profundo deterioro que habían sufrido las redes internas y externas de telefonía.

La fábrica de tabaco Villamil ha tenido una estabilidad en el cumplimiento de sus planes de producción, es un centro priorizado y exporta el tabaco a Francia, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega, España, Italia, Suiza y América Latina.

El periodo especial en tiempos de paz

A principios de los años 90, el derrumbe de la URSS, la desaparición del campo socialista europeo y el paso al período especial en tiempo de paz, trajo consigo un nuevo escenario.

La agricultura fue afectada grandemente. La empresa de Cultivos Varios al carecer de combustible para roturar tierras y regadíos, descendió sus niveles de producción, pero la empresa fue priorizada en el año 1993. Esta empresa la visitó Fidel en múltiples ocasiones.

Al desaparecer el suministro de pienso en la ganadería, se hizo un plan intensivo de siembra de caña y king gras, se intensificó el acuartonamiento de las áreas, utilizando la cerca eléctrica y el poste vivo para trancar el ganado. El Cebadero Galope fue desapareciendo paulatinamente, cerrando completamente en el año 1998.En el porcino se mantuvo la base genética, desapareciendo los cebaderos.

En esta etapa se hizo todo lo posible por mantener la producción de azúcar, no obstante desaparecieron los sistemas de riego quedándose fundamentalmente los bancos de semilla. La utilización de los bueyes fue una alternativa utilizada en el sector estatal y el privado.

En la educación hubo una afectación en la base material de estudio, en la alimentación, en los aseguramientos a los centros internos y en el éxodo de docentes. Los centros fundamentales del municipio apadrinaban los centros educacionales para darle solución a sus necesidades básicas.

La cultura sufrió también este impacto, faltaron instrumentos y equipamiento que procedían del campo socialista, afectando sobremanera el desempeño de las actividades culturales, no obstante, aplicando la iniciativa y la creatividad se defendió nuestra identidad.

La salud pública fue un sector seriamente afectado, la transportación de los enfermos se afectó considerablemente, las ambulancias quedaron inactivas por falta de piezas de repuesto, hubo que habilitar carros de guardia en el hospital pertenecientes al partido, gobierno y de sectores administrativos para trasladar a los pacientes hacia los hospitales.

Los servicios comunales desde el punto de vista de transporte desaparecieron totalmente, se comenzó a usar la tracción animal. Se priorizó la reparación de los carros fúnebres y el abastecimiento de su combustible.

La empresa de comercio tuvo que hacer un esfuerzo extraordinario, se produjo un movimiento en todos los centros que tenían recursos alimentarios de apadrinamiento a la red gastronómica.

El transporte público colapsó por falta de piezas, neumáticos y combustible, por lo que se orientó que cada transporte disponible tenía que pasar por las terminales y otros puntos de recogida que eran atendidos por los inspectores populares.

La fábrica de Asbesto fue priorizada en la producción. La producción de cemento se mantuvo a niveles mínimos por falta de recursos de todo tipo, en ese momento se introdujo el crudo nacional. La fábrica de baldosas mantuvo la producción manual de bloques y mosaicos, así como ladrillos prensados no funcionó la línea de baldosa. [28]

Entrada a Artemisa.

Ante esta situación, nuestro principal enemigo el imperialismo yanqui y las pretensiones de la mafia miamense, subestimaron la capacidad de resistencia de nuestro pueblo dirigido por el Partido y el indiscutible liderazgo de nuestro Comandante en Jefe. No podían ni imaginar el patriotismo, la unidad, la inventiva y sobre todo su convicción de seguir defendiendo las conquistas fundamentales del socialismo y su afán por buscar alternativas demostrando el espíritu de lucha que a través de la historia nos hizo invencibles y superamos la mayoría de las dificultades impuestas.

Por iniciativa de nuestro Comandante en Jefe Fidel, partir de 1999 comenzó la lucha de nuestro pueblo por el regreso a Cuba del niño Elián González, el cual estaba en manos de la mafia cubano-americana. Con ello se dio inicio a la Batalla de ideas; constituyendo una acción política de la Revolución donde se desarrolló un debate de carácter ético en defensa de sus avances en la justicia social, de la integridad nacional y el internacionalismo. Se acompañó por un conjunto de programas que se llevaron a cabo en las diferentes esferas de la sociedad y que contribuyó a la realización de importantes cambios positivos en la calidad de vida de la población de nuestro municipio.

El 1 de agosto del año 2010, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó las modificaciones a la Ley de la División Político-Administrativa, vigente desde julio de 1976, entre las cuales se incluye la creación de las provincias de Mayabeque y Artemisa, asentadas fundamentalmente en el territorio que ocupaba La Habana.

Artemisa comenzó a funcionar como provincia a partir del 9 de enero de 2011. Su capital es la ciudad de Artemisa, el mayor municipio en extensión y población del territorio.

Referencias

Fuentes

  • Los datos fundamentales se tomaron de la Síntesis de la historia del municipio Artemisa, del historiador del municipio Lic. Rolando García Blanco.
  • Rodríguez Díaz, O y Colectivo de autores (Caridad Massón Sena, Jean Robaina Sánchez, Daniel Suárez Rodríguez, Rebeca Figueredo Valdés, Mabel Martínez Deulofeu, Marta S. Troncoso Hernández) (2016): Artemisa. Apuntes para la historia de una provincia. Editorial Unicornio. Artemisa, Cuba.
  • Méndez, Manuel I. (1973):Historia de Artemisa. Unidad de Artes Gráficas. Artemisa.
  • Boza, Bernabé. (1974): Mi diario de la guerra. Tomo I. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana.
  • Copia de la concesión para el servicio de abastecimiento de agua a la población de Artemisa , otorgada por el ayuntamiento a favor de Manuel Santibáñez Sainz, el 2 de febrero de 1918.
  • DOR del PCC Artemisa (1977): Apuntes para la Historia de Artemisa.
  • Entrevista a Ramón Hernández, cosechero de piña.
  • Entrevista al Ingeniero Agrónomo Humberto Díaz Ortega.
  • Entrevista al Ingeniero Agrónomo Roberto Núñez Guerra, fundador del Plan Plátano.
  • Entrevista realizada a Argelio Mederos, fundador de la matriz en Artemisa, en el año 1993 e Historial del Centro de la fábrica Villamil.
  • Entrevista realizada a José Francisco Lavandero, presidente de la JUCEI en Artemisa.
  • Entrevista realizada a Mario Robaina Ortega, fundador y periodista de la Emisora Radio Artemisa.
  • Entrevista realizada a Pedro Núñez Sánchez, cultivador de papa.
  • Fondos del Museo Municipal de Artemisa.
  • Garcés Montero, Enrique. (2012): El artemiseño que rescató a Fidel. Editora Política, La Habana.
  • Garcés Montero, Enrique. (2019): Pastor Valente: El más político de la guerrilla. (Inédito).
  • García Brito, Jorge y Orlando Valladares. Breves apuntes del transporte de pasajeros en Artemisa. Historia de la Ruta 35, folleto15 de julio de 1973.
  • Guerra, R. (1971). Manual de Historia de Cuba. Desde su descubrimiento hasta 1868. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana.
  • Historial del Centro de la fábrica de Cemento Mártires de Artemisa y entrevista realizada a Bernardino Villar, trabajador de la fábrica, en el año 1994.
  • Miró Argenter, José. (1970): Crónicas de la Guerra. Tomo I. Editorial Ciencias Sociales. La Habana.
  • Portuondo, F. (1975): Historia de Cuba (1492-1898). Editorial Pueblo y Educación. La Habana.
  • Rodríguez Calzadilla, Leandro. (1946): Historia del pueblo de Artemisa. Editorial La Prueba, Artemisa.
  • Testimonio de Jesús Álvarez Ortega, primer presidente del Poder Popular.
  • Testimonio de Lorenzo González Méndez, jefe de personal, organización y movilización de la Unidad. Militar 1413.
  • Testimonio de Lorenzo Mojena, dirigente del PURS
  • Trujillo Fuentes, José. (1979): Apuntes de la Historia de la Imprenta en Artemisa. *E.C. de Artes gráficas de Artemisa