Historia del municipio Bartolomé Masó (provincia Granma)


Historia del municipio Bartolomé Masó (provincia de Granma)
Información sobre la plantilla
Cronología
Comunidades aborígenes de Bartolomé Masó
Economía
Etapa colonial
Asentamientos fundacionales
Guerra de los Diez Años
Guerra Necesaria
Período Neocolonial
Luchas obreras y políticas
Revolución en el poder
Desarrollo económico
Salud

Historia del municipio Bartolomé Masó (provincia de Granma). El territorio masoense debe su nombre al insigne patriota cubano Bartolomé Masó Márquez, Mayor General del Ejercito Mambí, último Presidente de la República en Armas, luchador en las tres guerras mambisas por la independencia de Cuba.

Esta región estuvo vinculada al proceso emancipador desde el alzamiento de La Demajagua, muestra de ello es la creación del primer campamento mambí en el poblado de Naguas, el 9 de octubre de 1868; un día antes del levantamiento armado, hecho que marcó la presencia de la máxima dirección de la revolución de aquel entonces en el territorio.

En la preparación de la guerra necesaria el territorio se vio inmerso en el proceso conspirativo, veteranos de la guerra grande junto a los pinos nuevos comenzaron a reagruparse, destacándose el Coronel Juan Masó Parra, quien el 24 de febrero de 1895 se alzó en la hacienda Santo Tomás.

Al instaurarse la República neocolonial, intereses nacionales y foráneos miran hacia el territorio con ideas de constituir un central azucarero, idea que se concretó entre 1918 y 1924. Es el sector obrero azucarero el líder de las luchas políticas y sociales dirigidas por su sindicato, representado por Juan B. Salas Abreu.

En 1948 fue un año de singular trascendencia para el territorio, marcado por la presencia del líder azucarero Jesús Menéndez Larrondo quien horas después de dirigir la palabra a obreros aquí, cayó vilmente asesinado en Manzanillo.

En la década de los años 50, como expresión de la radicalización política y revolucionaria se crearon las condiciones para el surgimiento del Movimiento 26 de Julio que contó con la activa participación de jóvenes como Ángel Verdecia, Pablito Ríos y Ramiro Benítez, entre otros.

Para gloria de este municipio se constituyó en sus predios el Primer Frente Oriental José Martí dirigido por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fue este uno de los escenarios más importantes de toda la lucha revolucionaria.

Abrigo de la Comandancia General de La Plata. En estas serranías se desarrollaron importantes combates y batallas durante la ofensiva de verano de 1958.

Desde el territorio masoense salieron las columnas invasoras "Antonio Maceo" y "Ciro Redondo", comandadas por Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara, respectivamente.

El 16 de diciembre de 1958 quedó liberado el territorio tras la huída de las tropas batistianas.

Aquí se construyó la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, primera gran obra educacional edificada por la Revolución en el país.

Comunidades aborígenes

La historia del municipio de Bartolomé Masó data desde la comunidad aborigen y el proceso de luchas por la independencia de Cuba hasta estos días, periodo que ha exigido a los habitantes de este terruño, medirse a fondo y poner a prueba ingenio y entereza junto a una fuerte dosis de sacrificio, por ello que destacar los logros jamás será un cumplido, sino un verdadero acto de justicia.

En Bartolomé Masó se definen claramente dos unidades de paisaje; una llana y la otra de montaña. La primera está definida por la cuenca del río Yara donde además se relacionan los ríos Ana López (afluente del Hicotea) y Arroyón (afluente del Jibacoa), con un relieve llano con pendientes del 1 al 5% y un paisaje típico de sabana donde predominan plantaciones como la caña de azúcar, el arroz, frutales y los cultivos varios.

En estas llanuras se ubican comunidades como El Zarzal (primer núcleo poblacional del territorio), Cabagán, Madre Vieja, Punta Isleña, Canabacoa y San Antonio de Baja entre las más representativas.

La segunda unidad corresponde al segmento territorial de la Sierra Maestra que ocupa las dos terceras partes de todo el territorio masoense con unos 400 kilómetros cuadrados de extensión, ubicada al sur y este del municipio. En ella se distinguen tres franjas: una denotativa de zócalo (Ondulación con colina residual), otra pre montañosa (más de 400 metros) y una de montañas bajas (de mil a mil 200 metros) donde se pueden apreciar pendientes de entre 35 y 45%.

En la zona de Canabacoa, a unos 15 kilómetros de la cabecera municipal masoense, existen evidencias científicas de la presencia de comunidades aborígenes en el actual municipio de Bartolomé Masó. Los hallazgos arqueológicos allí encontrados dan cuenta de ello, dígase por ejemplo material lítico o sea piedra muy dura y resistente incrustada a un astil de madera, empleada lo mismo para cortar madera como para atacar animales de caza. Se comprobaron restos de adornos empleados en bailes como pendientes incrustados en naguas y en caracas, así como un majadero o triturador de piedra.

En la zona de La Cubana, ubicada a unos 200 metros de la bodega del Mamoncillo de Canabacoa, por el camino que va a Manacas, fueron hallados 2 morteros grandes, piedras talladas, lascas de sílex y núcleos de material.

También en Los Guayos, no muy lejos de la ubicación anterior, fueron encontrados objetos similares como lascas y puntos de sílex además de abundantes fragmentos de cuarzo lechoso.

Las condiciones navegables que ofrecían los ríos Yara y Nagua, así como la fertilidad de las tierras bañadas por estos sustentan la hipótesis de la existencia de varios asentamientos de grupos aborígenes agricultores y cerámicas en estas zonas del actual municipio de Bartolomé Masó. Se apoyan además en el planteamiento histórico de la ubicación de la segunda villa fundada por el adelantado Diego Velázquez en la región de Yara, región que guarda gran similitud con las zonas llanas del actual territorio masoense.

Economía

El paso de la economía de apropiación a la de la producción agrícola implicó la sedentarización de los grupos agroalfareros, pudieron así desarrollar una producción suficiente para sus necesidades y obtener cierto excedente, aparecen entonces nuevas funciones dentro de los colectivos humanos subtaínos, se hace más compleja su organización social y surgen actividades de intercambio. Ahora la organización social está basada en lazos y relaciones gentilicias matrilineales y exógenas en una fase avanzada. Todo indica que sustentaban su sociedad dentro de un núcleo de carácter gentilicio aunque pueden apreciarse algunos síntomas que indican el tránsito a la etapa patriarcal.

La producción de tabaco como primer renglón económico, determino el régimen de propiedad existente en la zona basada en la pequeña propiedad, este tipo de economía engendro la existencia del pequeño productor.

Etapa colonial

En la etapa que va de 17631766 se conforma lo que más tarde sería el Partido Rural de Yara, cuando Ambrosio Fuñas de Villa Pando, Conde de Riela, hizo la división de la Isla, esto se decidió a dictar disposiciones de buen gobierno y a pretender extender los poderes de primera autoridad, es precisamente en este contexto que Yara contó con administración propia, que presidió el Capitán Podones o de Partido.

La Parte sur de este Partido, la constituía el territorio de esta zona, donde se destaca una montaña cubierta de bosques y otra de terrenos bajos. El terreno en la zona de Canabacoa aparece tan rojo, que en muchas localidades se confunde con el almagre, en la parte que está ocupada por la cordillera de la Sierra, está poblada enteramente de bosques abundantes con toda clase de árboles y vegetaciones útiles, así como otras zonas destacándose entre ellas Baja y Cabagán todas de bastante extensión.

La tendencia económica predominante en esta etapa está identificada con la insipiente formación de selecciones mercantiles en el sistema de explotación de la tierra a través de la preselección de las grandes haciendas y la aparición de importantes núcleos poblacionales como consecuencia de ello. Los renglones económicos fundamentales que son producidos se basan en la ganadería, tabaco y la madera.

Asentamientos fundacionales

Haciendo una ubicación más exacta del surgimiento de los primeros asentamientos poblacionales de la zona, se puede referir “La Historia Geográfica, Civil y Política de la Población del Manzanillo y sus literales”. En lo que refiere que a lo largo de todo el Río Yara se vienen desarrollando asentamientos, en los que la fertilidad de sus tierras los caracteriza vegas de tabaco, entre estas se pueden señalar Cabagán y Zarzal, esta ultima adquirió en la primera mitad del siglo XIX cierto desarrollo económico y un discreto incremento poblacional.

Hacia finales del siglo XVIII los intereses económicos de carácter mercantil comienzan a mirar en dirección costera de Bayamo. Etapa en la que Manzanillo no constituyó el centro de mayor interés migratorio.

En la etapa comprendida de 1839, en que Manzanillo se constituye como jurisdicción hasta 1868, se va a localizar una zona de desarrollo económico, caracterizado por la explotación maderable y tabacalera, en la que se destaca una faja en forma de área que abarca a los territorios de Veguitas, Yara, Zarzal, y Jibacoa que se define como zona tabacalera.

En el censo de 1842 aparece como primer reporte de que se tenga conocimiento la población de Zarzal, que refiere hacia esta época 34 habitantes en caseríos.

A fines de la década de 1850 y principios del 60, se produce una expansión geográfica, por objetivos económicos hacia el sureste del Partido de Yara. Aparece con 9 fincas rusticas en esta zona, dedicadas básicamente a la crianza y a la producción de tabaco.

En esta propia etapa se produce un incremento en la producción tabacalera del Zarzal. Condiciones que propician al establecimiento de determinado número de cosechares y comerciantes españoles. Ya en 1861 existían en El Zarzal 682 habitantes: 366 blancos, 310 pardos libres, 2 morenos libres y 4 esclavos.

Guerra de los Diez Años

Previo al estallido de la Guerra de Independencia, fue concebida por la dirección del movimiento conspirativo, el establecimiento de su primer campamento en Naguas, decisión que fue tomada durante la reunión efectuada el 6 de octubre de 1868, en El Rosario, ingenio cercano a Manzanillo, propiedad de Jaime Santiesteban.

Esta región estuvo vinculada al proceso emancipador desde el alzamiento de La Demajagua, muestra de ello es la creación del primer campamento mambí en el poblado de Naguas, el 9 de octubre de 1868; un día antes del levantamiento armado, hecho que marcó la presencia de la máxima dirección de la revolución de aquel entonces en el territorio.

La primera de las acciones bélicas ocurridas en El Zarzal se produce el 4 de mayo de 1869, aunque se desconocen los detalles de la misma, se consta como referencia con un estudio biográfico y cronológico de Guillermón Moncada, que refiere lo siguiente:

«[...] mayo 4 de 1869, se votó en el primer fuego del Zarzal [...]»

Hacia la segunda mitad del año 1871, se da inicio a un proceso de concentración de fuerzas del Ejército Libertador, en esta zona, donde hay condiciones propicias para ello pues junto a la creación del Campamento de Vihuela por Blas Soto Maceo, se ha producido un creciente incremento de la producción de frutas menores y ganado, lo que convierte al territorio en zona de cultivo y aprovisionamiento.

En este contexto se produce entre los meses de agosto y septiembre de 1871 un segundo ataque a El Zarzal dirigido por el villareño Salomé Hernández, donde las fuerzas insurrectas según carta de Céspedes, obtuvieron éxitos.

Combates de El Zarzal

La preparación del ataque a El Zarzal no fue un hecho casual, sino por el contrario obedeció a la estrategia militar que había venido desarrollando el General Calixto García desde 1869: Ataque a pequeños poblado, en el aspecto militar, era una forma de aniquilar las bases de operaciones, de las columnas españolas y desarrollar labores de avituallamiento en las zonas de cultivos de las poblaciones enemigas.

Ello obligaba a los colonialistas a concentrar en los poblados fuerzas regulares que eran extraídas de las columnas en operaciones, lo que las debilitaba.

Las acciones contra los poblados fue también una forma de incrementar las fuerzas de la Revolución, pues muchos vecinos aprovechaban los ataques para escapar con sus familiares y unirse al Ejército Libertador.

Muchos de los pobladores de El Zarzal y zonas aledañas engrosaron las filas del Ejército Libertador entre los que se destacan: Juan Bautista Estrada Jorge, José Ortiz, Vicente Rosabal y Santiago Ferriol Pacheco.

Muchos de ellos participaron en importantes combates y batallas a lo largo de la isla, otros fueron miembros de las gloriosas fuerzas que llevaron bajo el mando de Gómez y Maceo la Invasión a Occidente.

Con el propósito de atacar una de las dos más importantes plazas de la jurisdicción de Bayamo, Manzanillo y Bayamo, el presidente Céspedes dispuso la movilización de fuerzas del departamento de Oriente, en la finca Curao. Para cumplir la orden se movieron hacia el lugar de concentración, el día 25 de mayo de 1873, las divisiones de Cuba y Holguín.

En este lugar se reunieron con el General Calixto García los más aguerridos Jefes Mambises, entre otros estaban: Antonio Maceo, Guillermón Moncada, Flor Crombet, Silverio Prado, Modesto Fonseca, Ricardo Céspedes, Sacramento León, Francisco Baredo, Emilio Noguera, Mariano Domínguez y el villareño Salomó Hernández.

La presencia durante muchos días de esta concentración de tropas mambisas atrajo la atención del enemigo. Desde el Campamento de Vihuela las fuerzas vigilaban los movimientos de una columna enemiga que procedía de Manzanillo, el encuentro con ella no tardó en producirse: una escaramuza en Sabana Larga de Manacal, sería el preludio del encarnizado combate de dos días en El Zarzal.

Tras este encuentro, que fue un tanteo del enemigo para determinar el número de tropas cubanas, volvieron al ataque con mayor cantidad de soldados a las ordenes de los coroneles Campillo y Camino y el teniente coronel Mostrada.

Al amanecer del 4 de junio las columnas españolas que superaban en número a las fuerzas mambisas iniciaron un violento ataque que inmediatamente fue rechazado por las tropas cubanas ante lo cual el general García dividió las tropas en variar columnas y realizó el ataque por varios puntos medida que desconcertó al enemigo al verse atacado por varios lugares zarpar más rápidamente al poblado tratando de evitar que los voluntarios que radican en él pudieran incorporarse a las fortificaciones.

El General Noruegas con hombres de Bayamo comenzó a batir al enemigo, Paquito Borrero con el regimiento de Jiguaní y Silverio Prado con el de Guantánamo, rivalizaron en combatividad y arrojo frente al enemigo. Al caer la tarde entró en acción las tropas de la Luz de Yara al mando del Coronel Mariano Domínguez.

Al entrar en combate, las tropas españolas no daban muestra de abandonar el campo, a pesar de la feroz acometida mambisa, el General García ante esa situación que hacia infructuosa los ataques, decidió lanzar a la lucha todas sus fuerzas para quebrantar la recia defensa española.

Los españoles lograron organizar la defensa del fuerte, allí había tropas regulares, como casi siempre la defensa española que se limitaba a sostenerse en el fuerte, mientras el resto del poblado caía en poder del Ejercito Libertador.

Calixto García ordenó al brigadier Antonio Maceo la misión de mandar las tropas que cargarían al machete contra las columnas españolas. Maceo como le era característico, avanzó resueltamente contra los españoles para machetear sus escuadrones seguidos por Guillermo Moncada.

El empujo de los mambises fue demoledor, obligaron al enemigo a replegarse hasta que el alarmante número de bajas comenzó hacerse sentir, y obligó a sus oficiales a emprender la retirada bajo el implacable castigo del machete de la caballería y el fuego de la infantería.

El brigadier Maceo con su habitual valentía fue la figura sobresaliente en el combate, seguido por Guillermo Moncada quien con gran valor conquistó el ascenso a Coronel.

Los partes españoles de la época reportaron 90 muertos. Pero en realidad sus bajas pasaron de 250, los cubanos capturaron armas, parque y convoy del enemigo, aunque las tropas españolas que combatieron en el poblado y fuera de este fueron derrotados, el fuerte español no pudo ser tomado.

Después de la victoria de El Zarzal, el general Calixto García, abandonó la zona y se dirigió a Guisa para atacarla.

San Antonio de Baja

El 6 de septiembre de 1874, el mayor general Calixto García, acampó en San Antonio de Baja, a dos leguas de Veguitas y a media legua de El Zarzal. Entre sus ordenes estuvieron cubrir el campo para la defensa del campamento y se preparar el almuerzo.

La noticia de que ha sido cortado el hilo telegráfico llegó a la jefatura de la guarnición de Veguitas, el corredor de líneas capitán Arias, solo en operación de reconocimiento, encuentra las huellas dejadas por la pequeña tropa, llegando al lugar donde se encontraba el general García, quien en vista de los primeros se confunde creyendo que se trataba de los hombres que volvían con las viandas.

Pronto se percata de la presencia enemiga, acompañado de sus ayudantes Jefe Joaquín Castellanos, el comandante Quesada y el capitán Planas, pretende defender su retirada, los españoles hábilmente lograron cortarle la retirada, ya se entabla el combate y los ayudantes van cayendo hasta que en medio del humo y el polvo los españoles se lanzan sobre el general García y lo hacen prisionero.

Antes de entregarse al enemigo, Calixto apeló al suicidio dándose un tiro de revólver en la boca, saliendo el proyectil por la frente dejándole una huella indeleble. Identificado por las fuerzas españolas que lo tenían cercado, lo condujeron a Veguitas, donde le practicaron las primeras curas, luego a Manzanillo y de ahí a Santiago de Cuba, donde lo internaron en un hospital, le salvan la vida y envían luego a las cárceles de Pamplona y Alicante, en España, donde permanece por espacio de 4 años.

Guerra Necesaria

En la preparación de la Guerra Necesaria el territorio se vio inmerso en el proceso conspirativo, veteranos de la guerra grande junto a los pinos nuevos comenzaron a reagruparse, destacándose el coronel Juan Masó Parra, quien el 24 de febrero de 1895 se alzó en la hacienda Santo Tomás.

Período Neocolonial

Al instaurarse la República neocolonial, intereses nacionales y foráneos miran hacia el territorio con ideas de constituir un central azucarero, idea que se concretó entre 1918 y 1924. El central llevó el nombre de Don Tomás Estrada Palma.

El fomento de la nueva industria azucarera en la localidad determinó una proletarización casi total a base del desarrollo de los latifundios y la ruina que generó. En condición de obreros agrícolas o jornaleros y obreros industriales son categoría de semi empleados en su mayoría durante los periodos de zafra quedó constituida la masa de trabajadores.

Luchas obreras y políticas

Entre los años 19261931 se iniciaron las primeras luchas obreras en forma aislada, espontáneas y falta de organización por los trabajadores del “Estrada Palma”. Contra ellos arremetió la administración de la empresa, apoyada por la guardia rural que era básicamente la ley y el orden en el territorio. Estas características de la lucha y la represión desatada demostraban la necesidad de unir a los trabajadores y organizarlos para la misma.

En esas primeras jornadas de luchas se destacaron Ramón Sardiña, Eugenio Rosabal, José Valdespino, Andrés Valdespino, Olimpo Céspedes, Luis Campa, Rodrigo Alega, Benito Sutil, Juan Neva, Efraín Torres y otros.

Estos en general fueron despedidos de su trabajo y conducidos al cuartel de la guardia rural donde eran detenidos y maltratados. Era usual ponerlos a chapear el área del cuartel con un machete sin filo.

Hacia 1929 con la organización de la célula comunista de Yara Arriba, a través de los comunistas y dirigentes manzanilleros, entre los que se destacaban los hermanos Figueredo, Paquito Rosales, Blas Roca, Juvencio Guerrero entre otros, se inició en la localidad una activación de la lucha y la divulgación de la ideología marxista que fue encabezada por José Valdespino (Pepe) y que concluyó su proceso de gestación con la creación de las primeras células comunistas en 1931 en Manacal, San Felipe, Brazo del Toro, Canabacoa 1932 y otras zonas.

Estas primeras células comunistas fueron actuando además en la organización de células campesinas y en el reclamo de mejoras de los trabajadores y su organización. En medio de la crisis, la situación de los obreros se fue haciendo cada vez más grave. Las Baja de los precios del azúcar, de las exportaciones, las restricciones que ocasionaban con mayor constancia el desempleo, unido a los fenómenos naturales adversos como el ciclón del 32 y la sequía que siguió al mismo, reparación despiadada que llevaba a cabo la dictadura de machado tuvieron su clímax con el cierre del central azucarero entre los años 1932,1933 y 1934.

En medio del clima político nacional de enfrentamiento al machadato se producían mítines, protestas y propagandas contra las pésimas condiciones económicas y sociales existentes.

En 1933 un grupo de trabajadores organizados y armados de palos se lanzan a la lucha ante el llamado a huelga nacional y llegan a ocuparle varios bueyes, propiedad de la compañía, sacrificarlos y distribuirlos a la población, llegando incluso a ocupar el central reclamando básicamente el reinicio de las zafras, pan o trabajo, elevación de los salarios en las próximas zafras, jornadas de 8 horas, derecho de reunión y el cese del terror. En estas jornadas fue creado el Primer Comité de lucha de la Defensa de los Trabajadores. Este a su vez creó el Comité Unidad Obrera con los siguientes miembros:

  • Secretario General: Olimpo Céspedes
  • Secretario Organizador: Luis Campa
  • Secretario de Finanzas: Eugenio Rosabal
  • Secretario: Andrés Valdespino
  • Secretario Agrario: Remón Sardiña
  • Delegado ante los organismos: José Valdespino

Con el objetivo de evitar que la represión pudiera eliminar este comité se creó uno suplente siendo designado Secretario General Efraín Torres.

La guardia Rural detuvo a los principales dirigentes, negándoseles la incorporación a las reparaciones para el reinicio de zafras en 1935. Esto provocó una fuerte protesta de los obreros de vías y obras dirigidos por el Español Juan Novas, lo que incidió en su reincorporación al trabajo. La dirección administrativa del central, tratando de decidir, fraccionar y contrarrestar la incipiente organización obrera se propuso crear el llamado “Grupo de trabajadores” aparente organización obrera sometida a sus intereses. Procedieron a la recogida de numerosas firmas entre los obreros valiéndose de presiones y amenazas y en 1938 lograron inscribirla como representativa de los obreros por “Decreto 798” del ministerio del Trabajo. Esta jugó un papel muy negativo en el ulterior desarrollo de las luchas obreras pues dividía a los trabajadores y limitaba el logro de sus objetivos. Se destacaron en esta organización divisionista Álvaro Bode Mazorra, Luis Meriño Vargas, José López, Amado Veloso, Oscar Mendoza y otros.

Con el reinicio de las zafras en 1938 se fortaleció el ritmo de las luchas obreras. Entre los obreros que emigraron hacia la localidad llegaron los hermanos Salas; que contaban con amplias experiencias en las luchas obreras en centrales de la región central del país y habían ingresado en el Partido Comunista estableciendo contacto con dirigentes obreros nacionales. Estos contribuyeron a fortalecer y guiar la organización de los obreros en sus luchas, con un tesonero trabajo sistemático de divulgación, persuasión y de convencimiento unieron a los obreros y frente a los intentos de la administración del central lograron crear el Sindicato de obreros Azucareros del Central Estrada Palma y sus colonias que fue reconocido e inscripto el 11 de mayo de 1938.

De esta forma los trabajadores pasan a una etapa superior de lucha con el logro de una organización obrera representativa de sus intereses y aspiraciones económico–sociales.

Aunque los problemas del campesinado estuvieron presentes en los planteamientos del Partido Comunista desde su fundación, lo cierto es, que un trabajo concreto y efectivo por organizar los campesinos y unirlos en la lucha por las demandas de la clase obrera o incluso por sus propias reinvocaciones, no se inició con profundidad hasta 1931.

Es el sector obrero azucarero el líder de las luchas políticas y sociales dirigidas por su sindicato, representado por Juan B. Salas Abreu. En 1948 fue un año de singular trascendencia para el territorio, marcado por la presencia del líder azucarero Jesús Menéndez Larrondo quien horas después de dirigir la palabra a obreros aquí, cayó vilmente asesinado en Manzanillo.

En la década de los años 50, como expresión de la radicalización política y revolucionaria se crearon las condiciones para el surgimiento del Movimiento 26 de Julio que contó con la activa participación de jóvenes como Ángel Verdecia, Pablito Ríos y Ramiro Benítez, entre otros.

En julio de este año en el programa de lucha del Partido Comunista se exponía una de las demandas básicas que serviría de bandera de combate en la labor organizativa.

«Confiscación, sin indemnización de toda la tierra que pertenece a las empresas extranjeras y cubanas y su reparto entre los campesinos.»

En octubre del mismo año el Partido da a sus organizaciones de base la orientación siguiente:

«¡Constituid comités de lucha contra los despojos de sus tierras, contra los desahucios y por la readquisición de la tierra despojada!»

Al mismo tiempo las organizaciones obreras ligaron sus demandas a los reclamos de los campesinos incluso de los pequeños colonos.

Con este fin el partido orienta la creación de las ligas campesinas, asociaciones, comités conjuntos de acción de obreros y campesinos. La plataforma política elaborada por el Partido Comunista a mediados de 1932, recogía las demandas fundamentales de los campesinos trabajadores y la Primera conferencia nacional de obreros en la industria azucarera reafirmó el apoyo del proletariado a las juntas demandas de los colonos pobres y medios.

La realización de estas orientaciones del Partido se llevó a cabo en el territorio tempranamente. El centro inicial de la constitución de células comunistas, así como de una asociación campesina se llevó a cabo en Yara Arriba en 1929 bajo la dirección de Miguel Ángel Figueredo y tenía como objetivo la defensa de los intereses de los campesinos: la lucha contra los desalojos, así como la búsqueda de mejores condiciones de vida. Esta célula y asociación integrada por productores de tabaco y frutos menores llegó a contar con numerosos miembros: Cecilio Piñeiro, Julio Piñeiro, Raúl López, José Antonio Piñeiro, Celedonio Rodríguez, Romárico Castillo, David Castillo, Rosa Figueredo, Santiago Figueredo y otros. Rápidamente esta organización comenzó a ser el centro de las asiduas visitas de los comunistas manzanilleros (N. Luna, Blas roca, Juvencio Guerrero, Cesar Vilar) que en forma clandestina le brindaban orientaciones y la politizaban. Al mismo tiempo esta se convirtió en un centro gestor de nuevas células comunistas, asociaciones campesinas y Comités de lucha que fueron fuerzas importantes contra los desalojos y desmanes de, los terratenientes en las zonas de Cayo Espino, Jibacoa, Canabacoa, Providencia y otros.

Por la influencia de la célula de Yara Arriba se organizan en los años subsiguientes otras en San Felipe, Brazo del Toro, Manacal en 1931 bajo la dirección de José Valdespino, Andrés Valdespino. En 1932 se organiza en Canabacoa y la Miel esta bajo la dirección de Manuel Cordoví Santiesteban. En años posteriores este trabajo se afianza enormemente con el trabajo que desarrollan Juan Abreu, Rafael Moreno y Manuel Agustín Piña (Marcolf) y Estrada Palma.

Este trabajo organizativo de los campesinos permitió desarrollar demandas por mejores salarios a los obreros agrícolas (80 cts. como Jornal Mínimo, mejores viviendas y el cese de la dictadura de Machado.) estas organizaciones posibilitaron una coordinación entre las demandas de los obreros y campesinos. Por eso en estos duros años de 1929-33 las luchas obreras en el central Estrada Palma contaron con la participación de grandes masas de campesinos. El desarrollo de mítines, protestas y manifestaciones fueron constantes hasta la caída de Machado en 1933. Las semillas organizativas de los obreros y campesinos estaban regadas desde años tempranos.

Guerra de Liberación Nacional

La lucha clandestina desde 1956 tomó fuerza en el central Estrada Palma, El Zarzal, Cerro Pelado y Las Mercedes, entre otros puntos del actual municipio. En este tiempo se crearon en El Zarzal dos células dirigidas por Pable César Ferriol Peña (agrícola) y Minervino Benítez Arevich (comunista); otros integrantes fueron José Luis Benítez Arevich (trabajador del Comercio) Eva del Castillo Tamayo (empleada doméstica), Manuel de la Morera del castillo (empleado de comercio) Feliciano Benítez Arevich (empleado de comercio), Luis Mariano Benítez Arias (empleado de comercio) Juaquin Vila Báez (empleado de comercio).

Estos grupos se fundieron y recayó las jefaturas en Minervino Benítez Arevich (trabajador de comercio), Pablo César Ferriol Peña (Obrero agrícola) José Luis Gómez peña (pepillo) Manuel Ferriol González, segundo de Pablo César Ferriol, Alfredo Amado Núñez Rosabal, sustituto de Pepillo, cuando se alzó.

En Estrada Palma, hoy Central Bartolomé Masó Márquez, en enero de 1957 con una célula de tres grupos dirigidos por Manuel Zavala Días y Eduardo Paneque Vázquez, los que recibían orientaciones de Manuel Rebustillo Kant, (Traidor), este las obtenía directamente de Frank País García, también con carácter secreto. Formaban parte además los integrantes del movimientos del 26 de Julio.

Otra célula se creó en Canabacoa por Lalo Sardiña Labrada (combatiente) y guiado por Abelardo D. Calás del Castillo, Efraín Tomes Morat y Magín Mora.

Lucha armada

La lucha armada comenzó el 3 de enero de 1957, tuvo sus primeros brotes en la falda de la Loma de Caracas, encabezada por Fidel Castro Ruz, en el corazón de la Sierra Maestra. Los tres grupos fundamentales del M–26–7: Zarzal, Central Estrada Palma y Canabacoa, pasaron a una segunda fase de dirección, en este caso directamente desde la montaña: Esto demuestra que las relaciones entre las organizaciones políticas y la militar eran de orientación, cooperación y ayuda mutua.

Los contactos del llano enviaban medicinas, ropas y mercancías, a través de un campesino de confianza de Fidel, como Miguel Díaz Prohenza, Ramón Fajardo Lahera, del Corojo, Miguel Espinosa.

Movimiento 26 de Julio

El grupo M–26–7 tuvo contacto después de haberse organizado un dirigente como Daniel Emilio Motolá Herriman (traidor), con Eduardo Vázquez (Lalo) y meses más tarde con Adalberto Pesan González y Andrés Lujan Vázquez, la labor fundamental era enviar mensajes a Celia Sánchez Manduley con Nelson Buque, Pablo César Ferriol, Eliécer Tejeda sobre la situación y movimientos del Ejercito de la tiranía, acampado en Estrada Palma, así como el tipo de armamentos que manipulaban.

El grupo de Canabacoa tenía como objetivo central, detener los soldados del batistato que intentaban subir a las estribaciones de la Sierra Maestra, las primeras armas que ocuparon fueron: escopetas y dos cañones, revólveres, entregados por los campesinos, más los que se le arrebataban a los terratenientes, y mayorales de la zona, también en los enfrentamientos se capturaron sprinfiel, gárand, una ametralladora de calibre 30, San Cristóbal, M.I, materiales de las bombas que no explotaban que eran enviadas por el taller de El Naranjo para su reconstrucción y fabricación de obuses.

La guerrilla fue creciendo mediante la incorporación de hombres reclutados por el M–26–7 y otras organizaciones obreras del llano: al principio el equipamiento era escaso y gradualmente se formaron nuevas compañías, las que se pertrecharon a medida que se les arrebataba al enemigo en los combates, escaramuzas, emboscadas y batallas, otras armas fueron recopiladas cuando los soldados huían despavoridos por salvar la vida y las abandonaban.

Para poder desenvolverse con mayor facilidad y poder despistar al enemigo, los tres grupos del central se hacían pasar por equipos de jugadores de pelota: en esos momentos (Primeros meses de 1957), eran dirigidos por Eduardo Paneque Vázquez (cuenta propia), Esteban Pérez Ducangel (Obrero industrial) y José Manuel Labrada Díaz (Kico) (Obrero industrial), la composición de ella en su mayoría era de obreros y empleados del central, siendo controlados por Víctor Mora, Ángel Verdecia Moreno (campesino) y Teté Puebla directamente desde La Plata.

Con relación al grupo de Canabacoa la totalidad de los miembros eran campesinos y obreros agrícolas, muchos simpatizantes con el Partido Socialista Popular y recibieron las enseñanzas de revolucionarios incansables en su bregar como Juan Abreus Salas, Paquito Rosales Benítez, Enrique Cascrinero y otros.

Para gloria de este municipio se constituyó en sus predios el Primer Frente Oriental José Martí dirigido por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fue este uno de los escenarios más importantes de toda la lucha revolucionaria.

Fidel Castro en la Comandancia General de La Plata
La Casa del Comandante en Jefe Fidel Castro en La Plata, Sierra Maestra
En La Plata fue creado un Museo

En Altos de Mompié Fidel Castro fue ascendido a Comandante en Jefe de las fuerzas de la Sierra y el Llano.

En estas serranías se desarrollaron importantes combates y batallas durante la ofensiva de verano de 1958, como por ejemplo: Primera y Segunda Batalla de Santo Domingo y Batalla de Las Mercedes, entre otras. También aquí estuvo asentada la Comandancia General del Ejército Rebelde en La Plata, establecida en el territorio precisamente en mayo de 1958.

Desde el territorio masoense salieron las columnas invasoras “Antonio Maceo” y “Ciro Redondo”, comandadas por Camilo Cienfuegos y Ernesto, respectivamente.

Como resultado de la derrota a la ofensiva de la tiranía entre mayo y agosto de 1958, en la que se escenificaron importantes combates que dieron al traste con la existencia del sangriento régimen queda preparado el terreno y las condiciones.

En septiembre es tomada la posición más cercana a la Sierra Maestra, Cerro Pelado, el Cuartel General del Central Estrada Palma, cuya guarnición temerosa de un nuevo ataque rebelde se retira hacia Manzanillo y Yara, siendo ocupada esta población por la célula del M–26–7, que operaba en la zona, el 16 de diciembre de 1958, que ha quedado marcada como el día de la liberación del territorio.

Tras la huida del ejército de la tiranía, llega al territorio una avanzada del ejército rebelde. El pelotón de Luisa Crespo que se fusiona con la célula del M–26–7 que ya radicaba en el propio cuartel.

Al formar la organización civil del territorio ya liberado, entra en acción una importante fuerza política en la zona; el sindicato obrero azucarero cuyo líder Juan Abreu Salas, desempeñó un importante papel en los primeros momentos del triunfo revolucionario. Situación que estuvo condicionada por determinados factores:

  • El mayor peso en la población de la zona lo tenían los obreros azucareros.
  • Durante toda la etapa de la república neocolonial, este sector había encabezado las luchas políticas económicas y sociales.
  • El pueblo de la zona, participante directo en la lucha por la toma del poder político, asume su posición como clase.

Zarzal que desde tiempos de la colonia había sido el centro político, al instaurarse con el poder revolucionario los comisionados como primera forma de gobierno civil y estos radicar en Yara, pierde su alcaldía.

Revolución en el poder

El territorio actual de Bartolomé Masó pertenecía al triunfo de la Revolución en 1959 a los barrios de Yara, El Zarzal, Las Mercedes y Canabacoa. Pero en la práctica comenzó a depender de la administración del subcomisionado de Yara, queda relegado a un segundo plano, dado por un fenómeno peculiar que se produjo la entrada de los primeros batallones de trabajo del Ejército Rebelde, las obras de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos y sus dependencias con altos dirigentes de la Revolución: los comandantes Armando Acosta y Manuel "Piti" Fajardo, con los que se le va a contar para tomar las decisiones económicas, políticas y sociales en el territorio.

Ya a mediados de 1961 había sido creada la Junta de Coordinación e Inspección (JUCEI), órgano que a escala nacional sustituye a los comisionados. Con la creación de esta nueva estructura, se constituyeron los diferentes establecimientos económicos y sociales para enfrentar las tareas que a escala local se presentaban como fueron: Comercio, Construcción, Salud, Organizaciones Sociales de Masas como la CTC, FMC, CDR.

La JUCEI la integraban representantes de las organizaciones de masas y de las delegaciones de los organismos de la administración central del estado en el municipio de Yara, su función fundamental fue lograr la coordinación de los diferentes organismos representativos de la administración en las localidades y tener un mayor control sobre los recursos.

Las funciones de este órgano en el territorio, estuvieron compartidas con el municipio Las Mercedes que entonces atendía diferentes zonas de Bartolomé Masó principalmente la zona de montaña. La JUCEI continuó el trabajo social emprendido en los primeros años de la revolución. Se destaca el trabajo político, materializado en charlas políticas organizadas por los CDR y la ANAP que impartían dirigentes de la JUCEI, estas contribuían al desarrollo de un trabajo integral porque además de orientar políticamente a las masas, se planteaban tareas concretas en relación con la defensa y el mayor desenvolvimiento de la zafra azucarera, como parte del desarrollo socio-económico de la zona.

El 12 de noviembre de 1960 fue nacionalizado el Central “Estrada Palma” propiedad de Manuel Arcas Campos , de acuerdo con la resolución 495 del 14 de Octubre de 1960, dictada por la administración general de ingenios del INRA, se reunieron en las oficinas del Central para proceder a la firma del acta de nacionalización, Juan Abreu en representación del Sindicato, Juan Muñiz por la administración, Roberto del Monte jefe de Oficina y una delegación del Ejercito Rebelde encargada de la aplicación de la Reforma Agraria, fue designado como nuevo administrador Grabiel Roquete, compañero que provenía del central Río Cauto. Conjuntamente con la nacionalización del central se procedía a la intervención de todos los bienes, muebles e inmuebles, derechos que pertenecían y disfrutaban la compañía Estrada Palma, Sugar Compy S.A, así como todas las dependencias y entidades subsidiarias de esta.

Así se intervinieron la tienda “La Comercial” propiedad de la compañía, y el Chalet de San Vicente casa de descanso de los dueños del central y la residencia del administrador.

De esta forma el principal renglón económico del territorio pasaba a manos del gobierno revolucionario: la Industria Azucarera.

Aunque se había nacionalizado el central y sus dependencias, muchos negocios se mantuvieron en manos de sus dueños, como tiendas, bares, cafetines, dulcerías, carpinterías, en los que muchos de ellos, sus dueños continuaban explotando al pueblo. Situación que podemos ilustrar con el siguiente cuadro:

El gobierno revolucionario atravesaba por un serio problema del comercio privado sobre el estatal por tanto era vital para el gobierno establecer un control más estricto sobre estas actividades. Y para lograrlo se decidió emprender lo que se conoce “Ofensiva Revolucionaria”, se llevó a cabo en el mes de marzo de 1968 se le dio muerte a la propiedad privada en el país pues esta ofensiva implicaba la intervención de todos los comercios y dependencias que aún se mantenían el manos privadas y su pase a propiedad estatal.

Este proceso en el territorio se efectuó sin oposición por parte de los que eran perjudicados, porque además no eran grandes negocios los que poseían.

El municipio de Bartolomé Masó experimenta un gradual de crecimiento poblacional debido a la baja natalidad y a los flujos migratorios externos, la población actual es aproximadamente de 49 mil 286 habitantes con una densidad de 8,7 habitantes por kilómetro cuadrado.

La carretera turística de Bartolomé Masó a la Comandancia de La Plata, Sierra Maestra

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Los mayores movimientos migratorios hacia fuera de la provincia se dirigen hacia La Habana, Matanzas y Ciudad de la Habana y en menor medida hacia Ciego de Ávila y Camaguey, mientras que dentro de la provincia esos flujos se dirigen hacia Manzanillo, Yara y Bayamo.

Hacia el interior los movimientos se dirigen de la montaña al llano, con una mayor concentración de la población hacia la periferia de los núcleos urbanos de Bartolomé Masó y Caney de Las Mercedes y hacia los asentamientos ubicados en la red vial que interconecta a ambos.

El sistema de asentamiento actual se compone por 79 asentamientos humanos concentrados, de ellos tres urbanos: el poblado capital masoense, con 14 mil 492 habitantes; Caney de Las Mercedes, con 4 mil 392 y Las Mercedes con poco más de 2 mil 400.

Campamento de Pioneros Exploradores Ramón Paz Borroto en Santo Domingo, inaugurado por el Comandante en jefe Fidel castro el 19 de julio de 1981

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Existen además otras 30 comunidades mayores de 200 habitantes como El Zarzal, El Cerro, Sao Grande, San Lorenzo, Las Vegas, Providencia, Canabacoa y otros de menor tamaño que se desarrollan progresivamente.

El municipio lo integran 13 Consejos Populares de Gobierno, de ellos: 1 urbano; 3 semiurbanos y 9 rurales, de los cuales 7 pertenecen al Plan Turquino.

Desarrollo económico

Los principales renglones económicos del municipio se basan en la agricultura dedicada a varios cultivos, entre los que llevan mayor peso la caña de azúcar, el cultivo de café, cacao, plátanos fruta y forestales, arroz y otros. Las ¾ partes de las producciones se ubican en zonas del Plan Turquino, siendo el café un elemental rubro de los fondos exportables para el desarrollo del municipio y el país.

En el macizo montañoso masoense se localiza uno de los mayores polos cafetaleros de la provincia Granma unido a una rica actividad agroforestal con un paisaje rico en variedad y enriquecido por las condiciones climáticas y lluvias orográficas, a la vez que degradado, en cierta medida, por la actividad antropológica del hombre.

La industria fundamental es la azucarera, además se destacan las de materiales de construcción, plantas de tratamiento de café, el turismo, la producción pesquera con el centro de Alevinaje mayor del país, hidroeconomía, Pan y Dulce y otras no alimentarias.

Se cuenta además con una granja avícola, se desarrolla también la ganadería vacuna, ovina y caballar, así como la apicultura. La Empresa Azucarera Bartolomé Masó Márquez, es una de las empresas productoras de azúcar del país, la misma está ubicada en el municipio que lleva el mismo nombre. La construcción del ingenio comienza en el año 1922 y se concluye en 1924 y su primera zafra la realiza en 1925, fecha de su fundación, llevando entonces el nombre de “Estrada Palma” en honor al Primer Presidente de la República mediatizada.

Al triunfar la Revolución y comenzar el proceso de nacionalización de la industria azucarera en 1960, los trabajadores acordaron cambiar el nombre y optaron por ponerle Bartolomé Masó Márquez reivindicando al Mayor General, participante de las tres guerras por la independencia y ser el último presidente de la República en Armas.

Este central era propiedad de la familia Arcas Campos desde 1932, la cual tenía un riguroso control de toda esta apartada zona oriental. Aquí se llevaron a cabo varias huelgas obreras encabezadas por Ramón Paz Borroto, un obrero agrícola de este lugar, quien después fuera comandante del Ejército Rebelde, caído en combate en Providencia, poblado del municipio.

Este ingenio fue el último que visitó Jesús Menéndez antes de morir asesinado el 22 de enero de 1948 cuando presidía una asamblea por el diferencial azucarero, como parte de su recorrido por varios centrales del país, en la terminal de ferrocarril de Manzanillo.

La Empresa Azucarera Bartolomé Masó Márquez, posee un área total ascendente a 16683.4 ha, de ellas dedicadas a caña 8000 ha, 1941.9 se dedican al pastoreo, 3439.3 ha a cultivos varios y arroz y 3302.20 ha para la reforestación.

La fábrica de azúcar de la empresa tiene una norma potencial de 3450 t/día; posee una estructura de dirección que encabeza el Jefe de Fábrica, cuatro Jefes de Área (Basculador y Molinos, Generación de Vapor, Planta Eléctrica y Fabricación), cuatro Jefes de Turnos Integrales y cuatro Técnicos Integrales; además de una plantilla de 380 trabajadores. La producción fundamental es el azúcar crudo y para ello se recibe la materia prima por dos vías de transporte: el ferrocarril y a través de carga por camiones.

Entre 1963 y 1965 se producen importantes cambios en las direcciones de la lucha del pueblo cubano, ahora en su avance hacia el socialismo, desarrollar la economía, organizar la producción sobre sólidas bases y garantizar su adecuada distribución constituyeron las principales líneas de trabajo de la dirección de la revolución y el pueblo en general.

En la localidad alcanzó una gran significación la formación y consolidación del sector estatal ya a fines de 1964, como resultado de la aplicación de la Ley de Reforma Agraria en 1963, se redujo la propiedad particular de la tierra a 5 caballerías, pasaron a manos del estado más de 80 caballerías de tierra productoras de caña, arroz y ganado, gracias a la conservación de fincas administradas en granjas estatales fue posible organizar sobre nuevas bases la producción agrícola.

Estos cambios tuvieron lugar sobre todo en la zona donde se habían concentrado las principales fincas productoras del a localidad, Cubeñas, Canabacoa y Baja y que encerraban en su conjunto alto índices de producción de caña, arroz, ganado, viandas, y frutos menores.

Sustancial importancia cobró la producción cañera en estas tierras que formaban parte del sector estatal aunque los estimados de cosecha se establecían de acuerdo a las posibilidades de rendimiento de las tierras, se entregaban al central por parte de las granjas estatales entre 50 mil y 60 mil de caña, lo que significaba altos rendimientos, si tenemos en cuenta que existían granjas que iban desde 15 caballerías, hasta 25 caballerías, otras y distribuían la tierra para la producción de diversos cultivos.

Hay que señalar como un elemento importante en estos cambios socioeconómicos que se producen en la etapa que en un gran número de pequeños propietarios de la zona, integraron sus tierras a estas granjas estatales, situación que provocó un mayor y mejor entendimiento entre la dirección de la Revolución en la zona y los campesinos, pues el Gobierno Revolucionario garantizó a este sector la conservación de la propiedad privada de la tierra en los límites establecidos por la ley y no hizo forzoso el proceso de colectivización y los campesinos cambiaron radicalmente sus condiciones de vida entre otras.

Como resultado del establecimiento de la nueva división político-administrativa en el país en 1976, surge el municipio Bartolomé Masó Márquez.

El nuevo municipio surge con una extensión territorial de 620.8 kilómetros cuadrados, donde sus dos terceras partes es montañoso con aproximadamente 400 kilómetros cuadrados su población de 55 528 habitantes, para una densidad poblacional de 87.9 habitantes por kilómetros cuadrados. Cuenta con 3 núcleos urbanos fundamentalmente; Bartolomé Masó cabecera, Caney de las Mercedes y Las Mercedes, en los que se concentran gran parte de la población.

Posee como hemos señalado una vasta y amplia zona rural, en las que se destacan los núcleos poblacionales de montaña; Providencia, Zarzal, Canabacoa, San Lorenzo, Minas de Frío, Santana de Nagua, La sierrita, Cabagán, Sao Grande, Los Pinales, Baja, San Juan, Antón Sánchez, Sabana Larga y Bihuela.

La economía del municipio está representado por 6 sectores productivos fundamentales, destacándose la industria con el 47.6%, ocupando el mayor peso el CAI Bartolomé Masó Márquez, en segundo lugar el Sector agropecuario con el 25%, con mayor incidencias, en tercer lugar construcción con un 17.6%, le siguen transporte, comunicaciones, silvicultura, producción de alevines. Se caracteriza por una fuerte actividad agropecuaria, el área cultivada es de 149.2 kilómetros cuadrados, lo que representa el 23.7% del área total del municipio, siendo los cultivos de mayor incidencia la caña con 34.1% en el llano y el café con 29.3% en la montaña.

Estas actividades económicas, del uso de la tierra están representadas en el Sector Estatal por la Empresa Cafetalera y Pecuaria Bartolomé Masó, el CAI Bartolomé Masó Márquez y un establecimiento de la empresa Forestal Integral.

Salud

Es importante subrayar la labor de higienización y salud pública en la localidad. Se encontraban médicos para ofrecer consultas en zonas rurales, se estableció una nueva farmacia en la cabecera de Bartolomé Masó.

Fuentes

  • Orlando Naranjo Escalona, periodista y miembro de la UNHIC.
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  • Gaspar García Gallo: Jesús Menéndez, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
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  • Ernesto Che Guevara: Pasajes de la guerra revolucionaria, Editora Política, La Habana, 2006.
  • Ernesto Che Guevara: Diario de un combatiente. De la Sierra Maestra a Santa Clara 1956-1958, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2011.
  • Roberto Pérez Rivero: La guerra de liberación nacional. Formación y desarrollo el Ejército Rebelde, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2006.
  • Ricardo Martínez: 7RR. La historia de Radio Rebelde, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
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  • Fidel Castro: Por todos los caminos de la Sierra. La victoria estratégica, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2011.
  • Joel Iglesias Leyva: De la Sierra Maestra al Escambray, Editorial de Letras Cubanas, Ciudad de La Habana, 1979.
  • Luis Rosado Eiró y Felipa Suárez Ramos: Una mancha azul hacia el horizonte. Historia de la columna invasora no.8 “Ciro Redondo”, Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 1999.
  • Colectivo de autores: Fidel entre nosotros. Testimonios de la presencia del Máximo Líder de la Revolución en Granma, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2007.
  • Ludín Fonseca García: Fidel Castro Ruz: Itinerarios por la provincia Granma, Ediciones Bayamo, 2006.
  • República de Cuba: Censo de población y vivienda de 1981, Instituto Nacional de la Vivienda, Provincia Granma, 1981, v. 12.