Historia del municipio Cárdenas (provincia de Matanzas)


Historia del municipio Cárdenas (provincia de Matanzas)
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Escudo de Cárdenas
Cronología
Período precolombino
Período colonial (1492-1898)
Mercedaciones en la zona
El poblamiento y desarrollo de la región
Evolución económica
Evolución social
Las luchas por la independencia (1868-1898)
Período neocolonial (1902-1958)
Situación económica
Situación social
Las luchas revolucionarias
La Revolución en el poder
Transformaciones económicas
Transformaciones sociales
Poder Popular
La Batalla de Ideas

Historia del municipio Cárdenas (provincia de Matanzas) La historia del municipio se instituye con el período precolombino. Constituyó punto de interés para los conquistadores españoles a principios del siglo XVI. La costa fue examinada durante el bojeo ejecutado por Sebastián de Ocampo en 1509, y como parte de la empresa colonizadora de la Isla.

A inicios del siglo XIX, a partir de la Revolución de Haití, se produjo la expansión de la industria cafetalera, y posteriormente de la azucarera, lo que aceleró el poblamiento del área de Cárdenas. El 1 de enero de 1843 fue habilitado el puerto para el comercio con el exterior.

El 19 de mayo de 1850 venezolano Narciso López encabezó una expedición anexionista procedente de los Estados Unidos, y se enarboló por vez primera en Cuba la bandera diseñada por el matancero Miguel Teurbe Tolón. En el período de las gestas independentistas (1868-1898) la región tuvo una participación activa en el enfrentamiento al colonialismo español; durante la intervención en la guerra hispano-cubana, el 11 de mayo de 1898, la escuadra naval norteamericana bombardeó la ciudad.

El movimiento obrero y campesino tuvo en Cárdenas un accionar firme contra los males de la República Neocolonial, y su incremento en los años 50. En 1955 se fundó el M-26-7 que mantuvo en jaque a las fuerzas represivas de la tiranía, que constituyó la vanguardia revolucionaria en la lucha contra la tiranía y en torno al cual se nuclearon e integraron las fuerzas revolucionarias del territorio.

El Comandante en Jefe Fidel Castro al frente de la Caravana de La Libertad, en la mañana del 8 de enero de 1959 entró a Cárdenas donde el pueblo lo aclamó. Fidel se dirige a la casa de José Antonio Echeverría y le rinde tributo ante su tumba.

Ubicación geográfica

Situado en la parte septentrional de la provincia de Matanzas, limita al norte con el estrecho de la Florida, al sur con Limonar y Jovellanos, al oeste con Matanzas y por el este con Martí y Perico.

Características generales

Ocupa una extensión de 565 km², con 158 112 habitantes y una densidad poblacional relativamente alta de 179.9 habitantes/km², debido al crecimiento significativo que ha tenido el territorio en los últimos cincuenta años, siendo el municipio del país de mayor patrón de crecimiento poblacional, con el 1.36 % anual.

Su población reside en los poblados de Cantel, Camarioca, Carbonera, la comunidad Julián Alemán (La Conchita), Méndez Capote (Lagunillas), Merceditas, Guásimas, Consejo Popular Humberto Álvarez, Consejo Popular José Smith Comas, algunos pequeños asentamientos rurales y la propia ciudad de Cárdenas, en la que habitan 97 070 personas.

La mayor parte de los suelos del territorio es de formación sedimentaria y metamórfica en un 4% en zonas de Cantel y Camarioca. Es una región definida como gasopetrolífera por excelencia, en un área que abarca a Hicacos, Chapelín, Marbella, Varadero, Camarioca, Cantel, Guásimas, la bahía y la ciudad de Cárdenas.

Perduran en el territorio cincuenta y cuatro especímenes de mamíferos -integradas en su mayoría por murciélagos y roedores- y un solo representante de insectívoros, además de las que posteriormente introdujo el hombre. Abundan los crustáceos, sobre todo cangrejos que se han constituido en un símbolo de la ciudad.

Afectación medioambiental

El paisaje geográfico natural ha sufrido cambios desde la etapa precolombina en que comienza a manifestarse la influencia del hombre por las comunidades neolíticas asentadas en el territorio; sin embargo, la mayor afectación ocurre durante el período colonial con la tala indiscriminada de los bosques para emplear la madera. Posterior a la fundación de Cárdenas, la transformación se incrementa en correspondencia con el poblamiento, por el cambio urbanístico e industrial.

Los moluscos marinos se afectaron en gran medida en la región por la alta contaminación existente en la bahía, fenómeno que, aunque se ha atenuado en los últimos años, ha destruido casi toda su flora y fauna.

Los moluscos terrestres cada vez se localizan en menos proporción debido a factores vinculados con la urbanización, la industrialización y la ausencia, en épocas anteriores, de una conciencia de repoblación forestal.

Período precolombino

Las primeras comunidades aborígenes establecidas en el actual territorio de Cárdenas se remontan a los años 3000 a 1200 a.n.e., en una permanencia relativamente estable desde la ribera nordeste del río Canímar -incluyendo las áreas de Carboneras, Camarioca, Cantel, La Conchita, Guásimas, Virama y zonas cercanas a la actual ciudad de Cárdenas-, hasta aquellas más al oeste, hacia el río Siguagua, la Manui y la Ciénaga de Majaguillar.

En los cayos Galindo, Cruz del Padre y Cinco Leguas, situados en áreas de la bahía, y en las cuevas de Ambrosio y Los Musulmanes, ubicadas estas últimas en la península de Hicacos en Varadero, se han encontrado evidencias de la existencia de estas comunidades. Las magníficas condiciones ecológicas existentes en esta área les fue propicio para actividades como la pesca, la caza y la recolección.

En los sitios arqueológicos del Mesolítico abundan restos de dieta procedentes, fundamentalmente, de la recolección marina. El Mesolítico temprano se evidencia en la región a través de entierros primarios y secundarios con aparente presencia de ofrendas de huesos pintados de rojo que, como ejemplo típico, se presenta en la cueva Florencio. Del Mesolítico tardío, en la cueva funeraria Calero, ubicada en las cercanías del poblado de Cantel, se hallaron restos óseos de sesenta y seis individuos, entre niños y adultos, y es considerado el sitio funerario más importante de Cuba en ese momento.

En la zona de la Conchita, entre Boca de Camarioca y Varadero, se han encontrado varias cuevas funerarias, aunque en su interior los restos son muy escasos y están alterados.

La mayor parte de las comunidades aborígenes de la zona desaparecieron durante el proceso de conquista y colonización; no obstante, hoy perduran topónimos de procedencia arahuaca, tales como sigua y siguapa.

Período colonial (1492-1898)

El territorio no constituyó uno de los puntos de interés inmediato para los conquistadores españoles en las primeras décadas del siglo XVI. La costa cardenense fue reconocida durante el bojeo hecho por Sebastián de Ocampo en 1509, cuyo objetivo fundamental era la exploración de la geografía y las potencialidades económicas del territorio insular, como parte de la empresa colonizadora emprendida entre 1511 y 1513.

Mercedaciones en la zona

La gran concentración de hatos, corrales y sitios en la región, durante la segunda mitad del siglo XVI y en el transcurso del XVI -consignados con el nombre de sabana o sabanilla- evidencian el proceso de mercedaciones en la zona.

Este proceso se inició en 1566, al concedérsele a Antón Recio la sabana de Bibanasí y, el 12 de septiembre de 1569, el corral Camarioca y el corral Guamacaro. A otras personas prominentes de la villa de La Habana les entregaron, el 3 de septiembre de 1669, Las Ciegas, Las Guásimas y el hato Las Lagunillas. Otras mercedaciones fueron las de los corrales Siguagua, atravesando el río de igual nombre, y Siguapa, que comprendía el área ocupada en la actualidad por el poblado de Cantel.

En la etapa de 1700 a 1790, la merced de mayor significado que se otorgó -por lo que fue posteriormente- es el sitio San Juan de las Ciegas y Cárdenas, concedida a Diego de Sotolongo y Calvo de la Puerta el 14 de junio de 1709.

El poblamiento y desarrollo de la región

El poblamiento de la región se centró hacia el nordeste, es decir, hacia San Antón de la Anegada y Guamutas, este último sitio fundado en 1693, por el incremento demográfico de esta zona.

Los antecedentes de la organización de los caseríos en la zona se remontan a los años finales del siglo XVII, cuando el obispo Diego Avelino de Compostela creó las parroquias de San Hilarión de Guamutas y de San Cipriano de Guamacaro, que no sólo regentaban los territorios donde estaban situados, sino también buena parte del actual municipio hasta mediados del siglo XIX.

Entre 1747 y 1763, los propietarios que poseyeron el sitio de Cárdenas se limitan a valerse de las riquezas naturales. En 1755 se descubre por un esclavo cimarrón prófugo la Cueva del Agua.

Los años 1762 y 1763 marcan el comienzo de la prosperidad de la zona, debida al teniente de artillería Bernardo Carrillo de Albornoz, quien inició una acertada política agraria en los terrenos que compró el 30 de octubre de 1762: San Cristóbal de las Guásimas, Canalete, Varadero, Punta de Hicacos y Camacho, colindantes entre sí y con Siguapa, Cárdenas, Camarioca y Punta de Maya. El 26 de noviembre de 1762 compró Siguapa y, a continuación, el sitio de San Juan de las Ciegas y Cárdenas. Por la extensión de sus propiedades, Bernardo Carrillo de Albornoz es, en esta época, el mayor terrateniente de la comarca.

El primer censo de Cuba, realizado en 1774, refiere que la zona tenía 294 habitantes, cifra que revela el crecimiento demográfico experimentado por la comarca. El Padrón General de la Isla de Cuba de 1778 muestra el aumento poblacional experimentado por el territorio; los partidos de Guamacaro y Guamutas tenían una población de 227 y 801 habitantes, respectivamente, para un total de 1 028 vecinos.

En 1790, la región estaba dividida en alrededor de cien fincas y estancias cercanas a la hacienda Cárdenas y a la bahía de igual nombre, las cuales mantenían vínculos económicos con los incipientes poblados de Lagunillas, Soledad y otros sitios. Las chozas y caseríos que surgieron durante los siglos XVI y XVII, como resultado de los cortes de madera, se extienden posteriormente al interior de la comarca y llegan a las zonas de Guásimas, Lagunillas, Corral Nuevo y Siguagua, sitios que alcanzan especial significación en el transcurso del siglo XVIII.

Estos sitios, generalmente vinculados a fuentes de agua potable, originaron con su desarrollo y ampliación durante el siglo XIX la fundación de Guásimas, Lagunillas, Cantel, Camarioca y otros poblados.

En los primeros años del siglo XIX, con la expansión de la industria azucarera y cafetalera, colonos procedentes de los alrededores de La Habana que ven agotadas sus tierras de cultivo, llegan a las regiones de Matanzas, Cárdenas y Colón. Este fenómeno acelera el poblamiento del territorio de Cárdenas.

Se unen así a las familias de franceses, catalanes, asturianos, isleños, vizcaínos, norteamericanos e italianos que se establecen en el territorio, conformando un núcleo de población muy heterogéneo que influirá en la formación de los rasgos típicos del carácter, las costumbres y la cultura local, en la que también tuvieron una gran influencia los cientos de esclavos congos, gangás, carabalíes, ararás, que constituían la fuerza principal creadora de las riquezas locales.

En 1817, al fundarse el poblado de Camarioca, la población asentada era de mil habitantes y había sesenta familias de diferentes nacionalidades.

En 1825 se fundó el poblado de Lagunillas, con su Capitanía Pedánea, y se le agregaron varios caseríos; entre ellos, los de Cantel y Guásimas y las haciendas nombradas Canaleta, Varadero, Siguapa y Cárdenas. Francisco de Zequeira, conde de Lagunillas, con grandes propiedades en el territorio, jugó un papel fundamental en el fomento del nuevo poblado con el establecimiento de colonos en este sitio desde el siglo anterior.

En 1837, la población era de 1 192 habitantes, de los cuales 805 eran blancos, cincuenta negros libres y 337 esclavos.

Fundación de la ciudad de Cárdenas

Cárdenas se fundó por la gestión, el 17 de enero de 1827 ante la junta de la Real Hacienda, de una de las más prominentes personalidades del siglo XIX en Cuba, el subdelegado Claudio Martínez de Pinillo, conde de Villanueva, por la necesidad de los hacendados de la comarca de contar con un embarcadero.

El 8 de marzo de 1828, el agrimensor público Andrés del Portillo presentó el plano de Cárdenas en el espacio devenido en este acto oficial como plaza fundacional, y quedaron trazadas las primeras cuatro calles y avenidas sobre 400 varas de terrenos, los cuales fueron comprados a los herederos de Bernardo Carrillo de Albornoz. Se funda así San Juan de Dios de Cárdenas, cuyas primeras calles y avenidas tomaron el nombre de personalidades de la época: Pinillo, Jerez y Aranguren, quedando delimitada la plaza fundacional con el nombre de Fernando VII (actual plaza de Colón).

Poco tiempo después fue necesario adquirir nuevos terrenos para ampliar el asentamiento, por lo que la Real Hacienda compró el 14 de julio de 1830 a María Luisa Souberville, propietaria del sitio de San Juan de las Ciegas y Cárdenas, dos caballerías más de terreno con este fin. El trazado recto de las calles y avenidas con un sentido moderno caracterizan su urbanización, las edificaciones que posteriormente se realizaron de estilo neoclásico.

Evolución económica

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Solo tres eran las actividades económicas de la región: la extracción de sal en Punta de Hicacos, el corte y extracción de maderas en varias zonas del territorio y la ganadería, que propician el comercio en la costa norte de la región. Estos tres renglones hicieron que la bahía de Siguagua o Siguapa, fuera un lugar de embarque frecuentado por el tráfico de cabotaje que se dedicaba a recoger los productos salineros, forestales y ganaderos de la comarca. En la segunda mitad del siglo XVI, Antón Recio era uno de los más beneficiados en el negocio de los cueros en sus catorce haciendas. Además, se fomentó el cultivo en los terrenos concedidos en la zona a las familias habaneras.

Se establecen colonos para el corte de madera, con mano de obra esclava, en Guamutas y San Antón de la Anegada -territorios que hoy pertenecen al municipio de Martí-, para abastecer el astillero de La Habana. Según el historiador cardenense Leonardo García Chávez, para el transporte de las maderas se construyó el canal de San Mateo, obra de ingeniería importante para la época y que fuera el primer canal de exclusas construido en Cuba.

Se afirma que las maderas preciosas fueron empleadas en la construcción y ornato del monasterio de San Lorenzo del Escorial, en España. Evidencia la importancia de los recursos forestales de la región, utilizados en el astillero de La Habana, la construcción de embarcaciones tan significativas como el Santísima Trinidad, navío hundido en la batalla de Trafalgar y que está considerado el barco más grande construido en el Real Astillero de La Habana.

La economía en el período de 1790 a 1840

Un grupo de familias francesas, que emigraron hacia Cuba a consecuencia de la Revolución en Haití y se establecieron en Cárdenas, favoreció a la agricultura con la introducción de nuevas técnicas en el cultivo de la caña y el café y la instalación, entre 1810 y 1837, de trapiches en los que se sustituye el empleo de la tracción animal por la fuerza de vapor.

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En 1817 Camarioca contaba con tres ingenios, unos años más tarde se instalan otros, como el Industria (1822), el Triunfo (1830), el Merced (1832), Pura y Limpia, Dos Rosas y La Esperanza. Este último, en 1833, llegó a producir 3 000 cajas de azúcar con trapiches tirados por bueyes.

Hacia 1836 las plantaciones de caña aumentan en la región de Cárdenas; hay cincuenta y seis ingenios que exportan 11 000 bocoyes de miel de purga, 1 220 de azúcar mascabado, 1 050 pipas de aguardiente y 23 609 cajas de azúcar. Los datos anteriores evidencian el desarrollo adquirido por la región en este renglón económico, lo cual hace que en 1837 se le considere una zona azucarera importante.

Los propietarios de Cárdenas solicitan construir un ferrocarril y el 23 de marzo de 1837 le fue aprobada la nueva empresa a Juan Montalvo y O´Farril. La obra, que reportaría grandes ventajas a la agricultura de la región, comenzó el 17 de diciembre de 1838 bajo la dirección del ingeniero Manuel J. Carrera. En un año y cinco meses fue construida la primera parte del plan y poco después, el 5 de mayo de 1840, se inauguró el tramo entre Cárdenas y Contreras, con el cual Cárdenas ocupó el segundo lugar del país en contar con este medio de transporte y el número veinticinco en el mundo.

Con la construcción del ferrocarril y el auge que va adquiriendo la industria azucarera, Cárdenas era notable en la economía colonial por la variedad y calidad de sus producciones agrícolas y por lo fácil que resultaba el traslado de las mismas.

La región constituyó un lugar con condiciones propicias para el desarrollo del cultivo del café. Por tal motivo, la zona de Camarioca, Lagunillas y el cuartón de Cárdenas se cubrieron en este período de excelentes fincas cafetaleras que, junto a las dedicadas a la producción de azúcar, le dieron una notable prosperidad económica al territorio. Los propietarios de una parte de estas fincas, que requerían de mano de obra esclava, eran familias francesas provenientes de Haití.

Hacia 1817 existían dieciocho cafetales que representaban el 24% de los existentes en la provincia. Cinco años más tarde la cifra de cafetales aumentó a treinta y siete. En 1825 se produjeron en la comarca 18 837 arrobas de café y en 1829 el café matancero se exportaba fundamentalmente hacia Inglaterra, Estados Unidos, España y otras naciones.

Entre 1840 y 1860 la producción azucarera aumenta con la introducción de nuevas técnicas: la máquina de vapor, molinos horizontales de tres mazas y tachos al vacío. En 1860, Luis Coppin, propietario de un taller de calderas radicado en Cárdenas, instala en el ingenio Progreso tachos de cobres ideados por él, basados en el sistema Derosne. En 1861 los instala también en el ingenio Triunfo, propiedad de Pedro Reynaldo.

Desde 1840 existía en el poblado de Cárdenas un astillero, propiedad de Mateo Ferrer y José María Pelichero, situado en la calle Héctor y Anglona, en dirección al mar. En él se construían y reparaban embarcaciones de cabotaje.

Habilitación del puerto

El 1 de enero de 1843 fue habilitado el puerto como de primera clase, lo que permite comerciar con el exterior, iniciando las funciones de capitán del puerto, el 8 de marzo de 1843, Juan de Ollague.

En 1850 se suprimen las restricciones impuestas al comercio de importación, ocupando el puerto de Cárdenas, por sus operaciones mercantiles, el sexto lugar entre sus similares de la Isla. En este mismo año entraron 355 buques con 70 000 toneladas de carga procedentes de diferentes naciones.

Desde 1861 aumenta la trasportación marítima de pasajeros, con la línea Cárdenas- Júcaro-Matanzas, con el vapor Comanditario junto a otros tres que ya realizaban este recorrido.

El desarrollo del comercio internacional se acrecienta, en mayor porciento con Estados Unidos, según señala el acta capitular del 13 de octubre de 1865. Tres de las casas exportadoras de importancia eran de propiedad norteamericana.

Evolución social

En 1772, la comarca de Cárdenas fue incluida como parte de la región occidental que comprendía dieciocho jurisdicciones. Por aquel entonces, el partido de Camarioca y Cantel eran parte de la jurisdicción de Matanzas, hasta la segunda mitad del siglo XIX al ser integrados a Cárdenas.

El 30 de julio de 1836, un grupo de hacendados comarcanos solicitan el traslado del centro político y administrativo de la Capitanía Pedánea de Lagunillas al naciente poblado de Cárdenas, ya que aspiraban lograr la habilitación del puerto para la exportación directa hacia el extranjero. Al siguiente año la solicitud fue aprobada y varios de los propietarios se trasladan a Cárdenas, que no alcanzaría el título de villa hasta 1853 cuando le fue otorgado por la reina de España.

El desarrollo urbanístico de los poblados fundados en el período en la región trae aparejado la construcción de calles, viviendas y establecimientos que facilitan la vida en estos núcleos urbanos.

En 1825 se estableció en la región el primer médico, el francés Carlos Chapelín, quien había llegado a Cuba como parte de la inmigración procedente de Haití y Santo Domingo. En 1836 el doctor catalán, Francisco Barrinat, sitúa en Cárdenas la primera farmacia en la esquina de la actual avenida de Céspedes y la calle de Obispo, la que nombró San Juan de Dios.

El progreso alcanzado por la comarca desde el punto de vista social posibilita que el 16 de febrero de 1838 se establezca en Cárdenas una subdelegación de medicina y cirugía, dirigida inicialmente por el Dr. Antonio García Ortega. Esta institución ofrece nuevas ventajas sanitarias a los habitantes del poblado.

En este período se construye el primer teatro que tuvo Cárdenas, de tablas y tejas, con poca capacidad para el público que lo nombró El Corral y estaba situado en la actual avenida de Céspedes entre las calles de Cossío y Jerez.

Las lecturas literarias -y sobre todo los bailes-, que se realizaban en las casas de las familias, constituyeron las actividades favoritas de los habitantes del poblado.

La comarca cardenense en los primeros años del siglo XIX carecía de escuelas; los vecinos hacían reiteradas solicitudes en este sentido a la Sociedad Económica de Amigos del País, la cual tenía a su cargo la instrucción pública.

En 1836 Camarioca poseía una escuela con veinticinco alumnos, costeada con 600 pesos anuales por la Diputación Patriótica de Matanzas. Dos años más tarde queda establecida en el poblado de Cárdenas la primera escuela gratuita para varones, que funciona poco tiempo por no contar el maestro con medios de vida, luego de ser despojado de una subvención que venían pagando las casillas del mercado.

El 12 de abril de 1846 se inaugura la parroquia en la plaza fundacional de Cárdenas, un hermoso edificio obra del ingeniero José Carrera.

En 1846, en la finca El Refugio, fue creado un pequeño museo de historia natural con la colaboración del naturalista alemán Juan Cristóbal Gundlach. Se exhibían aves y animales endémicos a los que el propio científico les había realizado la labor de taxidermia. Hoy en el Museo Oscar María de Rojas se expone una de estas obras de Gundlach, un zunzún.

El 15 de marzo de 1859 fue inaugurada la plaza del mercado, denominada por el pueblo plaza Malacoff por la forma de su cúpula.

En 1860 llega a Cárdenas el coronel español Domingo Verdugo para ocupar el cargo de teniente gobernador, acompañado por su esposa, la poetisa camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda.

El 26 de diciembre de 1862, con la presencia de significativas personalidades de La Habana y Matanzas, fue inaugurada pública y solemnemente, en la plaza fundacional, la primera estatua al almirante Cristóbal Colón en América, obra del escultor valenciano José Piquer, que fue fundida en bronce en Marsella. La obra se ejecutó en 1858 a propuesta del alcalde ordinario cardenense José Zabala. Las palabras inaugurales las pronunció el coronel Verdugo y la Avellaneda compuso una cantata que interpretaron jóvenes de la villa.

Durante su estancia en Cárdenas, la Avellaneda escribió su primera obra en Cuba, titulada El artista barquero, de la cual un ejemplar se expone en el Museo Oscar María de Rojas. La estadía de la poetisa en la villa, durante la cual presidio la segunda junta directiva de la Asociación de Beneficencia, favoreció la cultura con las tertulias y las veladas literarias.

Es en este período que, a la par de las riquezas que acumulan los hacendados y comerciantes locales, surgen y se incrementan las instituciones educacionales, culturales y sanitarias, manifestándose gran interés por la cultura en general. El desarrollo urbanístico va dando forma a la futura ciudad, la cual alberga ya una numerosa población.

En 1867, por el avance económico y el crecimiento poblacional la reina de España le otorga a Cárdenas el título de ciudad.

Las sublevaciones de esclavos

Inicialmente, la forma más común de manifestarse la rebeldía esclava era escapar de las haciendas para formar palenques en el monte; pero hacia fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX las luchas de los esclavos para obtener su libertad se afianzan.

El 11 de julio de 1826 se le informa al gobernador de Matanzas la fuga de cincuenta esclavos de un cafetal de Lagunillas. A partir de la década del cuarenta del siglo XIX, estas manifestaciones de rebeldía adquieren mayores proporciones y el gobierno colonial reprime a cientos de negros esclavos que trabajan en el territorio de Cárdenas.

El 18 de septiembre de 1842 se origina la primera sublevación en el cafetal Perseverancia de Lagunillas. En marzo de 1843 se sublevaron 160 esclavos que laboraban en el ferrocarril de Júcaro, relacionada esta sublevación con una efectuada en el ingenio Alcancía que entonces era de la jurisdicción de Cárdenas. Los 254 esclavos sublevados fueron a incorporar a otras seis dotaciones de cafetales e ingenios de la zona; entre ellos, La Luisa y el Moscú. Cuando se dirigían a Jovellanos se enfrentaron a las fuerzas españolas y logran continuar, llegando el 28 a Macuriges; pero aquí la superioridad de los soldados les ocasionan veinte bajas y los que logran escapar a los montes fueron perseguidos.

En 1844 fueron asesinados siete esclavos en la plaza de Souberville como parte de la represión a la denominada Conspiración de la Escalera, en la que fueron torturados y asesinados cientos de esclavos.

La Ciudad Bandera

El 19 de mayo de 1850, Cárdenas fue invadida en la madrugada por las tropas anexionistas al mando del general venezolano Narciso López, integradas por seiscientos mercenarios; entre ellos, húngaros y, en su mayoría, norteamericanos; solo cinco eran cubanos. Tras intensos combates en la plaza de armas, en los que unos pocos soldados comandados por el teniente gobernador Florencio Cerutti les ocasionaron varias bajas, tomaron el edificio que hacia función de tenencia de gobierno -hoy hotel La Dominica- y enarbolaron, por primera vez en la Isla, la bandera diseñada por el matancero Miguel Teurbe Tolón. Al no encontrar apoyo se retiraron, llevándose la bandera.

Hotel La Dominica

Las luchas por la independencia (1868-1898)

Guerra de los Diez Años

El inicio, el 10 de octubre de 1868, de la lucha por la independencia dirigida por Carlos Manuel de Céspedes, contó en Cárdenas con el apoyo de algunos patriotas. El doctor Miguel Bravo Sentíes fue el jefe del movimiento revolucionario en la localidad que contó con más de veinte conspiradores. Catorce de ellos fueron apresados y deportados a la isla de Fernando Poo, pudiendo escapar después de varios meses. Finalmente, Miguel Bravo logró regresar a Cuba y se incorpora a la lucha bajo la dirección de Carlos Manuel de Céspedes.

Una acción de gran repercusión fue el secuestro del vapor Comanditario para utilizarlo en las expediciones, el que posteriormente fue capturado.

En octubre de 1869, en el domicilio de la cardenense Rosa Martínez, las fuerzas españolas encuentran varias armas, por lo que son acusados y detenidos José Mora y Esteban Parodi; liberados posteriormente y de nuevo encarcelados por presiones del reaccionario cuerpo de voluntarios

En el injusto y criminal proceso a los estudiantes de medicina, en 1871, estuvieron implicados y fueron condenados cinco jóvenes cardenenses: Alberto Pascual, a seis meses de cárcel por contar solo con dieciséis años de edad; José Hevia, a seis años; Ernesto Campos y Fernando Méndez Capote, a cuatro años de prisión. En el caso de Octavio Smith, no fue condenado por reclamo del cónsul inglés y ser menor de edad.

Guerra de 1895

Carlos M de Rojas. Patriota Insigne de Cárdenas

Un grupo de patriotas conspiraron contra España en Cárdenas, entre los que se encontraban el licenciado Ernesto Castro Lajonchere, Lucas Álvarez Cerice, Fernando Méndez Capote y Joaquín de Rojas Cachurro junto a sus hijos; quienes se reunían en diferentes lugares; entre ellos, la Logia Perseverancia. En octubre de 1895 intensifican su labor con el objetivo de unificar fuerzas para dejar constituida la Junta Patriótica de Cárdenas.

El 26 de enero de 1896, Carlos María de Rojas Cruzat, junto a un grupo de patriotas de la localidad -en su mayoría jóvenes de diversos sectores sociales, incluyendo varios estibadores del puerto- se alzaron en armas. El general Lacret Morlot, que había acampado a una legua de la ciudad, los constituye como el Regimiento Cárdenas a las órdenes de Carlos María de Rojas.

Posteriormente, al paso de la invasión tras el combate de Coliseo, el Mayor General Antonio Maceo asciende a Carlos María de Rojas a Comandante. Tiempo después, el Mayor General Máximo Gómez le otorgó el grado de General de Brigada por las acciones victoriosas en varios combates. La Brigada Cárdenas tomó parte en importantes combates y apoyó el desembarco de expediciones.

Intervención de los Estados Unidos en la guerra

El 11 de mayo de 1898 la escuadra naval norteamericana bombardea la ciudad; los proyectiles cayeron en edificios públicos y viviendas, ocasionando víctimas en la población civil; varias personas heridas, entre ellas una niña, y otras que fallecieron. Desembarcaron en cayo Diana, arriaron la bandera española e izaron por primera vez la bandera norteamericana reafirmando así su interés de dominio. Aquí los yanquis tuvieron sus primeras bajas al acercarse al puerto uno de los barcos.

Después de la capitulación de España, a la salida de sus tropas es nombrado Joaquín de Rojas Cachurro como primer alcalde cubano, el 8 de noviembre de 1898, asumiendo el cargo el 15 de diciembre de 1898. Al siguiente día llegan de Varadero las tropas de la Brigada Cárdenas, al mando del general Carlos María de Rojas.

El 16 de julio de 1899, por orden de las tropas de ocupación yanqui, es sustituido Joaquín de Rojas como alcalde interino por Fernando Méndez Capote, quien renuncia al cargo el 15 de febrero de 1900 y ocupa la alcaldía Carlos María de Rojas. El 10 de abril el gobernador militar convoca a elecciones y el 16 de julio es ratificado como alcalde Carlos María de Rojas, cuya primera disposición es enviar un telegrama al presidente de Estados Unidos, William McKinley, para que cumpla con lo establecido en la Resolución Conjunta y sean retiradas las tropas de ocupación norteamericana.

El 19 de marzo de 1900 se funda el museo, segundo en el país, que desde la década del cuarenta lleva el nombre de Oscar María de Rojas quien fue su primer director.

El 22 de abril de 1900 se inauguró el primer mausoleo en Cuba dedicado a los veteranos de las guerras de Independencia, lugar al que fueron trasladados los más de doscientos restos de patriotas cardenenses.

Período neocolonial (1902-1958)

Situación económica

En 1935, la firma norteamericana Chalmers Co., instala en áreas de Arechabala una fábrica de confituras. La fábrica de caramelos se benefició considerablemente con el incremento de la demanda en años de la segunda guerra mundial. En 1939 se añaden técnicas más modernas y pasa a ser propiedad de Arechabala S.A., que colocó su producción en el mercado nacional bajo el nombre de Confituras Encanto. En 1938 la firma adquiere el acueducto de Sáez entre Minerva y Mercedes, el cual abastece a la industria para uso general y para el de las calderas, proceso de las destilerías y el refino. En ese mismo año se funda el departamento de planta eléctrica.

En 1952 la industria en Cárdenas ya había perdido el esplendor y fuerza que otrora ostentara. La anárquica y errónea política gubernamental, que mantenía al sector industrial no azucarero estático y sin protección de la competencia foránea, había determinado el estancamiento.

La intromisión económica del capital norteamericano era considerable en la localidad, dichos inversionistas poseían; entre otros, una empresa henequenera, la International Harverster Co.; una refinería de azúcar, la Cuban Sugar Mills Refining Co.; la Empresa Eléctrica y Telefónica y entidades bancarias como el City Bank of New York que regía la vida financiera.

El transporte ferroviario hasta el año de 1953 fue propiedad de United Railways of de Havana and Regla Warehouses Limited de capital inglés, cuyas propiedades se extendían desde Pinar del Río hasta Villa Clara. En ese año, el 1 de diciembre, cambia de propietario. Según consta en una copia de escritura en el fondo protocolos notariales del Archivo Histórico de Cárdenas, mediante la constitución de una sociedad anónima se efectuó esa transacción económica, que en apariencia pasaba al Estado cubano; pero la lista del turbio negocio la encabezaba el dictador Fulgencio Batista.

La avalancha de las importaciones procedentes de los Estados Unidos, con prerrogativas aduaneras que hacían virtualmente imposible la concurrencia de los productos nacionales, incluso en el mercado local, traía como consecuencia la ruina de la industria cardenense cuyo nivel competitivo era muy inferior.

Como parte de la política entreguista de Batista a los monopolios yanquis, y con la finalidad de enriquecerse en detrimento de los intereses económicos del país y de la soberanía nacional, se gestó el programa para la construcción del llamado Canal Vía Cuba que se ejecutaría en zonas aledañas a Cárdenas. La prensa local y nacional dio amplia cobertura a la enconada polémica encabezada por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), dirigida por su presidente José A. Echeverría, y la digna y combativa postura de rechazo mantenida por los estudiantes y otros sectores de la sociedad, esclareciendo los verdaderos designios del plan para dividir de forma artificial a la Isla.

Situación social

En 1905 se organiza la escuela normal de verano en la que estudiaron destacadas maestras; entre ellas, la primera maestra internacionalista cubana Rosa Pastora Leclere quien dirigió en Sitges, Barcelona, la casa del niño español, en 1936, para los hijos de los republicanos españoles.

El desarrollo urbanístico y arquitectónico de Cárdenas en la primera mitad del siglo XX, va a dejar traslucir la influencia de diversos factores, entre los cuales se destacan la crisis económica y el ciclón del 1933. Este último determina un proceso de urbanización hacia las zonas más altas de la ciudad. La pérdida de las instalaciones comerciales, almacenes y viviendas ubicadas en la parte cercana al litoral, destruidas por el huracán, persuadieron a la burguesía a trasladarse hacia el área conocida por “las quintas”, a lo largo de la avenida de Céspedes, la cual sustituye en importancia a la antigua arteria principal, Pinillos. Allí se concentraron los inmuebles edificados a partir de la década del cuarenta, con una evidente influencia de la arquitectura norteamericana.

En el curso 1935-1936 funcionaban nueve escuelas urbanas y diecisiete rurales. No obstante, algunos niños no asistían por carencia de ropa o zapatos. En ese curso también se aprecia el desempeño de cuatro aulas de educación de adultos, una de las cuales se destinó a la enseñanza del idioma inglés.

En el período se inaugura el tan anhelado Instituto de Segunda Enseñanza, nivel que con anterioridad impartían colegios privados. Luego de una fuerte lucha de diversos sectores sociales, se logra iniciar la labor docente el 10 de mayo de 1937 con un aula de setenta y un alumnos. Aunque el Instituto nace con la falta de instalaciones adecuadas -en los primeros tiempos funciona en los altos del edificio conocido como el Gran Palacio-, la cifra de matriculados subió rápidamente a 200 alumnos

El asilo de niñas San José, ubicado en la barriada de Mijala, mantiene un promedio de cuarenta asiladas, con la asistencia de las hermanas de la caridad del Sagrado Corazón de Jesús.

El asilo Casa Industrial, al frente del cual se encontraba la viuda de su fundador, Mr. Hubbard, contaba con un promedio de sesenta y cinco educandos. La organización del centro resulta interesante, pues se educaba a los niños dentro de los hábitos laborales, para lo cual en sus terrenos existían cultivos de viandas, frutos menores y hortalizas, todos atendidos por los niños, quienes así se desempeñaban en las faenas agrícolas. También contaba para uso del centro, y como medio pedagógico de aprendizaje, con una panadería, molinos de trigo, maíz y un taller de confección y reparación de calzado.

El colegio presbiteriano La Progresiva merece atención por el papel que jugó en el ámbito local y nacional por la calidad de la enseñanza. En él estudiaban pupilos de todo el país; sus embajadas artísticas estaban integradas por estudiantes que recorrían diferentes escenarios de la Isla, llevando su mensaje cultural; también se destacaban en el sector deportivo, con la preparación de equipos de beisbol y de baloncesto. A pesar de la enseñanza norteamericana, La Progresiva respetaba el recuerdo de las fechas patrias y el homenaje a nuestros héroes, especialmente a José Martí.

En sus aulas estudiaron Renato Guitart, Esteban Hernández, Marcelo Salado, Guillermo Geilín y José Pepín Naranjo, quienes supieron acudir al llamado de la patria. Esteban Hernández ejerció como profesor de la escuela donde inculcó a los alumnos su alto sentido del deber y del amor a Cuba; como fervoroso martiano trabajó para desarrollar en los educandos el amor al Maestro y la práctica de sus ideas.

La historia, la literatura y el arte tienen en Carlos Hellberg, el primer historiador; en Emilio Bobadilla, fray Candil, un gran novelista y en Gisela Hernández Gonzalo, una compositora de música infantil que fue directora de la Coral de La Habana. El escritor Virgilio Piñera y el pintor José Piquer, junto a otros intelectuales, también ocupan un espacio en la cultura cubana.

El 20 de marzo de 1919 se inaugura el teatro Arechabala, al que asistieron artistas de renombre de diferentes países.

El 25 de diciembre de 1927, Juan Hurtado de Mendoza, Atilano de la Fe, Ramón Pruneda y Genaro Sabater efectuaron las primeras transmisiones de la radio en Cárdenas, con un rudimentario equipo desde el hogar de Hurtado de Mendoza. Luego de algunos programas musicales, entre los que se le pedía a los oyentes que reportasen su audición, se trasladan a un taller propiedad de Sabater.

El 6 de abril de 1929 se funda la juventud cultural deportiva obrera, por orientación del Partido Comunista, la que integran algunos jóvenes de ideas socialistas.

Se inicia por esta época el movimiento de aficionados, surgido alrededor del centro obrero, con una proyección cultural que responde a la clase obrera. También para 1929, surge un grupo organizado por Rafael Bueno, que realiza funciones en toda la zona. La actividad teatral se funde con una nueva opción, la radio y en 1938 surge el teatro radial.

El 24 de febrero de 1930 se inaugura como emisora de radio comercial La Voz de los Acumuladores, con sus primeros locutores Esther Sabater y Juan Caparó. El 31 de agosto comienza a transmitirse La hora radial escolar, en un esfuerzo por combinar la nueva opción comunicativa con la labor educacional. Aunque la radio emisora local continúo funcionando con una programación popular, no podía llegar a todo el pueblo por la falta de aparatos receptores, ya que el 11% de la población del municipio no contaba con estos.

Se mantiene funcionando el teatro Martí, donde harán temporadas compañías habaneras como la de Mario Martínez Casado, la de Ramón Espígul, la Muñiz-Llorens y la compañía de zarzuelas Arango, entre otras.

Diferentes publicaciones reseñan los acontecimientos; los periódicos La Unión y La Antorcha desde 1933 hasta 1960.

El 22 de mayo de 1939 se establece en el hotel Europa una sucursal de la Cuban Trasatlantic Radio Corporation, sistema RGA, que enlaza a Cárdenas telegráficamente con una gran red de comunicaciones.

El proceso de la cultura en la localidad continuó gracias al interés de individuos y corporaciones que respaldaban actividades como las visitas de grandes artistas, tanto cubanos como extranjeros, al teatro Cárdenas. Es así como se pudo apreciar el arte de la primerísima bailarina Alicia Alonso, de la destacada cantante Esther Borja y de la compañía de comedia de Enrique Arredondo, entre los valores de la cultura nacional.

La situación del sistema de salud en Cárdenas había sufrido un considerable deterioro, debido a la inercia oficial. En 1928 existía un solo equipo de rayos x en la ciudad, propiedad del Dr. Sáez, quien cobraba doce pesos por cada aplicación.

En el año 1931, un joven graduado de medicina, Julio Aristegui Villamil, estableció un modesto consultorio en la calle Obispo en el que brinda atención gratuita a los más necesitados, por lo que le dominaron “el médico de los pobres”. Había nacido en la ciudad el 15 de junio de 1905 e integró el Partido Comunista. Falleció en 1950 y en homenaje a su trayectoria, hoy el hospital territorial lleva su nombre.

El servicio de salud pública se realiza en el hospital Santa Isabel, al cual el ciclón de 1933 destruyó las ventanas y varias instalaciones; la explosión de una caldera dejó sin techo una parte del edificio. No había presupuesto para repararlo, por lo que se acude a solicitar aportaciones individuales, a la organización de comités de damas caritativas y a la institución del día del hospital, con el objetivo de recaudar algún financiamiento que ayudara a mantenerlo.

En 1934 se celebra en Cárdenas la asamblea nacional de la escuela médica cubana. El Colegio Médico de Cárdenas, institución creada en 1926, participa con su delegado, el Dr. Julio Aristegui.

La situación de insalubridad creada por la destrucción del desagüe natural de la ciudad, como consecuencia del ciclón de 1933, determina la acción de Robert L. Wharton, Eugenio Silva y Luis del Valle, miembros del Club Rotario, quienes publican, el 16 de marzo de 1939, una citación para todos los interesados en mejorar el estado de las calles. Es así como se crea, el 10 de mayo de 1939, el Comité Procalles de Cárdenas, para el cual es electo presidente Robert L. Wharton. Este movimiento cívico recabó la colaboración de todos para una obra de beneficio colectivo. Contó con el apoyo de la población, en un hermoso gesto cooperativo de realizar las calles.

La mortalidad infantil de cero a cinco años era de 40 por cada mil nacidos vivos y la esperanza de vida de la población estaba entre 50 y 54 años; la cifra de médicos era de veinte y estomatólogos once.

El campeón internacional de ajedrez José Raúl Capablanca, invitado por el círculo de artesanos, llegó de la ciudad el 19 de febrero de 1912 para efectuar una simultánea de ajedrez en el Casino Español con integrantes del mismo.

Un gran triunfo deportivo obtuvo el nadador Leonel Bebito Smith en los primeros juegos centroamericanos, celebrados en México en octubre de 1926. Alcanzó la medalla de oro en los 400 m y en los 1 500 m estilo libre, una primicia de la natación cubana en la historia de estos juegos.

En el período el deporte cardenense obtiene grandes resultados en el baloncesto, con la proeza del club deportivo de conquistar en seis ocasiones -cinco de ellas en forma consecutiva- el campeonato nacional de la Unión Atlética Amateur de Cuba. El Club Deportivo Cárdenas se presenta por primera vez en el campeonato junior de 1928. Al año siguiente obtiene el triunfo en el campeonato nacional y fue el único equipo que derrotó a los habaneros, quienes eran los vencedores en la modalidad.

La pelota, deporte nacional, mantiene la atención de los cardenenses, quienes disfrutan de los triunfos del equipo profesional Rum Havana Club -uno de los más fuertes conjuntos del interior del país-, y del Cárdenas Base Ball Club, que participa en la liga nacional de beisbol amateur en 1928, en 1932 y a partir de 1939.

En 1930, a petición de un grupo de jóvenes, el veterano mambí Pablo Avelino Fernández cede un lote de terreno de su finca en las cercanías de Cárdenas para jugar pelota, pues no existían instalaciones deportivas en la ciudad para disfrute de los jugadores aficionados. En 1959, al triunfo de la Revolución, se edificó correctamente el terreno de pelota instalado en ese sitio, que lleva el nombre del glorioso combatiente por la independencia de Cuba.

El movimiento deportivo se sustentaba gracias al esfuerzo de individuos y juntas. Un ejemplo de ello se observa en una nota aparecida en La Antorcha; en la que se instaba a los ciudadanos a contribuir monetariamente para que el equipo de remos del Club Náutico pudiera asistir a las Olimpiadas de 1956 en Melbourne, Australia. Los remeros cardenenses pudieron participar gracias a la cuestación popular e hicieron un honorable papel, a pesar que siempre les faltó el apoyo oficial.

El municipio cardenense alcanza, en el censo de 1943, la cifra de 45 289 habitantes, lo cual significa un aumento del 11.83 % con relación al censo anterior, correspondiendo a la ciudad una cifra de 37 144 y a los barrios rurales 6 095. La división del municipio mantiene sus ocho barrios: Pueblo Nuevo, Marina, Versalles, Méndez Capote, Cantel (abarca hasta Carboneras), Guásimas y Varadero.

Respecto a índices del nivel de vida de la población, los datos estimados por la Cámara de Comercio de la ciudad consignan que, en 1954, en la localidad solo el 2.8% de la población tenía auto, el 11% había podido adquirir radio, el 1.9% disfrutaba de aparatos de televisión y el 5.7% poseía refrigerador. Los contrastes que generaba el capitalismo eran evidentes: en tanto la miseria hacia presa de los hogares obreros, el lujo de la burguesía desplegado en los centros nocturnos de Varadero, en fiestas sociales y actividades culturales, eran reflejadas por la prensa.

La existencia de dos asilos para niños pobres o sin amparo filial, y la llamada “creche”, no eran suficientes para albergar a todos los pequeños carentes de medios elementales para vivir.

En una población de 52 525 habitantes, 4 888 eran analfabetos

La carencia de vivienda agravaba la situación social; las personas de menores ingresos no tenían posibilidad de construir y los precios de arrendamiento eran altos. En las zonas rurales, la generalidad estaba dada por los bohíos de paredes de tablas de palmas o de yagua, con techos de guano en su mayoría y pisos de tierra.

Se había instrumentado un día a la semana para realizar los desahucios; el dueño de la vivienda reclamaba el alquiler y si este no le era abonado, el Ejército se presentaba en el lugar y desalojaba a la familia.

Las luchas revolucionarias

Un significativo acontecimiento ocurre el 6 de agosto 1925, cuando Julio Antonio Mella visita el barco soviético Valask Vorosky, anclado en la bahía de Cárdenas para cargar azúcar. En ese primer encuentro entre soviéticos y cubanos se intercambian las banderas de las dos naciones. Mella fue trasladado hasta el buque soviético por el cardenense Nereo Peraza, conocido como Chito, en la embarcación con la que abastecía de agua a las tripulaciones.

Ante la agresión fascista se crea un gran movimiento de solidaridad con la República Española y jóvenes cardenenses se incorporan a la lucha antifascista en España; entre otros, Constantino Barredo y Humberto Álvarez.

En 1938 se funda en Cárdenas la Liga Juvenil Comunista. El objetivo de esta organización era atraer a los jóvenes a las actividades políticas de la liga, que se va fortaleciendo, y cuenta entre sus miembros un gran número de obreros. La labor de la célula era clandestina El fin que se perseguía era movilizar a los trabajadores de las fábricas para luchar contra la explotación de los patronos.

El movimiento obrero

La rebeldía proletaria está presente en el curso de estos años. En 1933 se destaca el movimiento de los henequeneros que demandan la reducción de la jornada de trabajo y el aumento de salario. Tras intensos reclamos logran reivindicaciones en esa fecha los obreros del puerto. Otros movimientos son sostenidos por los maestros, los abogados y los vendedores de periódicos, estos últimos en solidaridad con sus compañeros de La Habana en huelga por mejoras económicas.

Comienza a gestarse una fuerte acción sindical en la industria Arechabala S.A, donde se crea, a la caída de Machado, una directiva obrera denominada Sindicato de Refinadores de La Vizcaya.

A finales de 1945, los trabajadores de Arechabala van a la huelga ante la negativa de los empresarios a pagar el diferencial azucarero. Los obreros salen de la fábrica y toman el ayuntamiento, ante lo cual la Guardia Rural y la policía rodean el edificio. El movimiento, apoyado por el sindicato de la Cuban Sugar, concluyó luego de treinta y dos días con el triunfo para los huelguistas.

En 1946 se promueve el paro entre los obreros del central Dos Rosas, también por el pago del diferencial azucarero. Humberto Álvarez figura en el centro de las luchas junto a otros valiosos líderes obreros.

Los momentos finales del período no fueron fáciles para el proletariado cardenense, al igual que los del resto del país comienzan los ataques a los sindicatos, los intentos por dividir el movimiento obrero y las persecuciones de sus principales líderes.

Enfrentamiento a la dictadura de Batista

La población de Cárdenas, al igual que el resto de la nación, hizo patente su repudio al artero golpe del 10 de marzo pocas horas después de conocerse la noticia del mismo. Se congregaron ante el ayuntamiento miembros del Partido Ortodoxo, del Partido Socialista Popular y algunos integrantes de la Juventud Auténtica, contrarios al golpe; se organizó una protesta frente a la emisora de radio local, a la cual se unieron los trabajadores de Arechabala S.A. En el acto hicieron uso de la palabra Eladio de Marcos, líder del sindicato de los trabajadores de esa empresa, y dirigentes del Partido Socialista Popular. Se demostró públicamente en el mitin el rechazo a la situación anticonstitucional creada en el país por el golpe de Estado.

El movimiento obrero henequenero se mantiene con fuerza a pesar de la represión; a las protestas de la huelga de los 103 días en las plantaciones de La Conchita, se suman las esposas y hermanas de los participantes que llegaron hasta el ayuntamiento de la ciudad.

En una reunión efectuada en la casa situada en Souverbille No. 320, entre Aranguren y Jerez, se funda el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en esta ciudad, cuya dirección quedó integrada por Manuel del Cueto, coordinador; Ernesto González, jefe de acción y sabotaje y Arnaldo Pérez Mirabal, responsable de propaganda. Integraron el Movimiento José Smith Comas, Troadio Pérez, Irma Díaz, su esposo F. Rodríguez, y otros hasta cifra que ascendía a más de cien compañeros que tomaron parte en audaces acciones.

Las acciones del M-26-7 mantenían en jaque a las fuerzas represivas, estimulando al pueblo a sumarse a la lucha contra la tiranía. Con el propósito de recaudar fondos para la lucha, miembros del Movimiento reproducen y venden entre los simpatizantes una foto de José Smith Comas, enviada desde México, en la cual aparece el joven cardenense junto a Fidel y a Juan Manuel Márquez.

Por motivos de seguridad, se traslada para Cárdenas la dirección provincial del M-26-7 al ser apresado uno de sus principales dirigentes en Matanzas.

El accionar político revolucionario del pueblo se desarrolló y canalizó a través del Partido Ortodoxo y la Juventud Ortodoxa, el movimiento estudiantil, el fuerte movimiento obrero y el Partido Socialista Popular, hasta que con la fundación del Movimiento 26 de Julio, en 1955, pasó este a ser la vanguardia revolucionaria organizada en la lucha contra la tiranía, alrededor del cual se nuclearon e integraron las anteriores fuerzas.

Se incorporaron a la expedición del Granma, José Smith Comas, René Rodríguez Cruz y Horacio Rodríguez; a la lucha en la Sierra, Pablo Cabrera, Marcelo Fernández y Guillermo Geilin Menéndez, integrante de la columna del Che que cayó en el combate de El Dorado, en la Sierra Maestra.

Participantes en la lucha clandestina asesinados por la tiranía de Batista: Amado Cuellar Saavedra, Ramón Macario Valenzuela Cuellar, Manuel Moreno, José Joaquín Valdés Piard, Juan Oxamendy, Humberto Sosa Jover, Ramón Martell Medina, Humberto Álvarez Abreu y Germán Hernández Salas.

La Revolución en el poder

El Ejército Rebelde, con su Comandante en Jefe Fidel Castro al frente de la Caravana de la Libertad, en la mañana del 8 de enero de 1959 llega a Cárdenas donde el pueblo lo aclama. Fidel se dirige a la casa del líder de la FEU, José Antonio Echeverría, y acompañado de la familia fue a la necrópolis local para rendirle tributo ante su tumba. Junto a los integrantes del M-26-7 en Cárdenas, Celia Sánchez y los combatientes del Ejército Rebelde, depositó una ofrenda floral y pronunció un discurso en el que resaltó los valores patrióticos de José Antonio, señalando que regresaría el 13 de marzo para conmemorar el segundo aniversario de su heroica caída.

El capitán del Ejército Rebelde, Edelberto González Cente, llega para ocupar la jefatura del Escuadrón 42 que se encuentra enfrente de la ciudad junto a los compañeros del M-26-7 José Jenquis y Manuel del Cueto. Hasta la elección de los tres primeros comisionados, entre ellos estaba Blanca Ojeda, también miembro del M-26-7, quien fue directora de la escuela primaria de la Progresiva. Posterior al cambio de estructura fue electo Gilberto Mancha.

El 13 de marzo de 1959, en el segundo aniversario de las acciones del asalto al Palacio Presidencial, la toma de Radio Reloj y el asesinato de José Antonio Echeverría, se realiza el primer desfile hasta su tumba. El Comandante en Jefe Fidel Castro asistió para pronunciar un discurso en el que resaltó el valor de la labor revolucionaria del líder estudiantil, señalando que era la primera peregrinación popular a la tumba de un mártir de la Revolución, con lo que así quedó instituida esta patriótica tradición.

El 5 de julio de 1959 se realizó la concentración proreforma agraria, presidida por el líder de la Revolución Fidel Castro y el comandante Camilo Cienfuegos. Más de treinta mil campesinos asistieron al acto en el antiguo central Dos Rosas, en el que ambos dirigentes reafirmaron la importancia de la Reforma Agraria para el campesinado cubano.

El comandante Ernesto Guevara posteriormente asistió a la coronación de la reina de la Reforma Agraria, organizada por el Movimiento 26 de Julio.

Luego de la desaparición del avión en que viajaba el comandante Camilo Cienfuegos, al finalizar la búsqueda días después, el 15 de noviembre de 1959, se realiza el primer desfile en homenaje a Camilo desde el parque José Martí hasta el litoral, el que a partir del siguiente año se realiza cada 28 de octubre.

En el año 1961 es elegida la primera delegación regional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) quedando como secretario general el compañero Humberto Cantera, de reconocida militancia comunista en las luchas obreras, y el Dr. Gerardo Fernández secretario de cultura.

Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) se constituyeron en septiembre de 1960 y se nombraron los primeros coordinadores a nivel de cada uno de los cuatro barrios en que estaba dividida la ciudad: en el barrio de la Marina, Enrique de la Sota; en Pueblo Nuevo, Florial Seguñola; en Versalles, Ernesto Rodríguez y en el barrio de Fundición, Juan Fadraga la Rosa. Al concluir el proceso de creación de los CDR en todo el municipio, se efectuó un gigantesco acto en el punto más céntrico de la ciudad con la presencia de miles de ciudadanos que celebraron la masividad que había alcanzado la nueva organización de masas.

El 2 de octubre de 1960 se constituyó la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) con la participación de alrededor de 300 compañeras, quienes eligieron su primer secretariado el que quedó integrado por la doctora Blanca Ojeda Díaz como secretaria general, y las compañeras Virginia Pérez León, Virginia Pérez Saavedra, Caridad Vega, Hilda de Bien y Julia Cuellar, en las otras responsabilidades.

Los batallones de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) que se organizaron en defensa de la Revolución, el 209 y 211 de la ciudad y el 207 de Varadero, al producirse la invasión mercenaria por Playa Girón, fueron movilizados. En el combate contra la agresión mercenaria en Girón caen los jóvenes cardenenses Roberto Fernández, Orlando Brígido García y Raudilio Fleitas, integrantes de la Escuela de Responsables de Milicias.

Transformaciones económicas

La riqueza del municipio está repartida entre la producción agrícola, pesquera e industrial. Cerca de mil habitantes del territorio laboran en el polo turístico de Varadero mientras que el resto de la fuerza laboral se halla empleada en la producción de varios derivados del azúcar, la industria pesquera, industria sideromecánica, la producción de alimentos, las actividades agrícolas y las de servicio y atención a la población.

Los principales centros productivos del municipio son: la Empresa Azucarera José Antonio Echeverría, Fábrica de Ron Eladio de Marcos, Empresa Molinera, Empresa Sideromecánica José Valdés Reyes, Empresa América Libre, Complejo Lavandería-Fábrica de Hielo Clodomira Acosta, Fábrica de Helados Nevada, Fábrica de Bombones Gamby, Fábrica Prosa Capitán Guillermo Geilin, Pesca Caribe, Empresa Horacio Rodríguez y Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo del Centro.

El municipio cuenta, en la esfera agropecuaria, con granjas de cultivos varios, pecuarias, Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), unidades de autoconsumo y organopónicos.

Transformaciones sociales

Para mejorar las condiciones de vida de personas carentes de viviendas se edificó el reparto José Antonio Echeverría en 1961. Posteriormente, se crearon otros dos repartos, el 13 de marzo en la década del 70, y el Fructuoso Rodríguez a finales de los 80. El incremento poblacional ha llevado al establecimiento de nuevos repartos, como el denominado Biplanta y un complejo de edificios denominado Brisas del Mar, así como el asentamiento de constructores,

Las madres pudieron incorporarse al trabajo al crearse el primer círculo infantil, denominado José Joaquín Valdés Piard, en homenaje al joven asesinado y desaparecido por la tiranía de Fulgencio Batista.

Cárdenas fue el primer municipio en declararse módulo cultural de la provincia, al completar las diez instituciones básicas de la comunidad en el año 1979. Dentro de las instituciones de la cultura del municipio se encuentran: la librería Concha de Venus, la Casa de Cultura Gonzalo Roig, la Biblioteca Municipal José Antonio Echeverría, el Archivo Histórico Municipal José Smith Comas, el Museo Oscar María de Rojas, el Museo Máximo Gómez, Centro de Veteranos de la Independencia, Museo Casa Natal de José Antonio Echeverría, el Museo A la Batalla de Ideas, el Teatro Cárdenas y la Galería de Arte Conrado Massaguer.

Además, existen otras instituciones como la Casa de la Trova, el Centro Coral, el primer Museo Campesino del país y la Empresa de la Música Rafael Somavilla, con un valioso potencial de agrupaciones y de solistas.

Diversas actividades culturales se realizan como el Jardín de Isabel, en el Museo Oscar María de Rojas, a cargo de la agrupación Nuestra América, al que asisten cada mes diversos artistas de la ciudad y consagrados interpretes nacionales y el proyecto cultural De Vuelta a Casa, que dirige la cantante Carmen Lidia Maden.

El desarrollo cultural del municipio también se ha puesto de manifiesto en los diferentes proyectos que se han llevado a cabo durante los últimos años, tal es el caso del Proyecto Cultural 2 de diciembre, Proyecto Cultural Tiempo.

Para la práctica masiva del deporte, el municipio cuenta con veintitrés instalaciones deportivas. Se practican los cinco deportes incluidos en los programas de la Revolución: kárate, ajedrez, gimnasia rítmica, gimnasia artística y voleibol.

Una red de instalaciones de salud garantiza una mayor calidad asistencial y de vida a la población: cuatro policlínicos, de ellos dos universitarios de nuevo tipo; más de 150 consultorios médicos; una clínica estomatológica; un hogar materno; una casa de abuelos; un Hospital Docente Clínico Quirúrgico; un hogar de ancianos y una clínica para la atención al paciente diabético, entre otros.

La primera Clínica del Neurodesarrollo del país se fundó el 18 de septiembre de 2002, mediante un proyecto de colaboración del Partido Comunista Alemán. Constituye un centro de significativos programas científicos para niños con discapacidad o afectaciones motoras.

En el municipio se llevaron a cabo varios de los programas de la Revolución en el área de salud.

Existen dos servicios estomatológicos remodelados ubicados en los policlínicos de nuevo tipo, cada uno con once conjuntos dentales, y se logró recuperar el servicio de prótesis.

El hospital territorial de Cárdenas cuenta con los servicios de terapia intensiva e intermedia, de ortopedia y traumatología, y de hemodiálisis, equipado con cinco riñones.

Se ofrece una consulta de genética clínica municipal en el policlínico Héroes del Moncada; además existen consultas de genética comunitaria en las áreas de salud, se realizan pesquisas de cinco enfermedades y se continúa la atención de los retrasados mentales y discapacitados.

Existe la dispensarización de los pacientes con enfermedades crónicas de la infancia y se siguen por las áreas de salud con especialistas municipales, provinciales y algunos en consultas de referencias nacionales.

Poder Popular

Al escogerse a la provincia de Matanzas para llevar a cabo la experiencia de constitución de los Órganos Locales del Poder Popular (OLPP) en 1974, en Cárdenas, como en toda la provincia, se realizó todo el proceso organizativo y la elección de los delegados de circunscripciones el 30 de junio de 1974, así como la constitución de la primera Asamblea Municipal.

La IV Sesión Ordinaria de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP), el 21 de junio de 1994, aprobó como símbolos de la ciudad de Cárdenas: el Escudo creado en 1943 por el profesor Mario Sánchez; la Llave de la Ciudad; el Machete del general Carlos María de Rojas, jefe de la Brigada Cárdenas durante la guerra de 1895 y el Cangrejo.

En la misma sesión de la AMPP se aprobaron las distinciones: Hijo Ilustre de la Ciudad; Huésped Ilustre de la Ciudad; Hijo Adoptivo de Cárdenas e Hijo Destacado de Cárdenas.

La Batalla de Ideas

Fidel con Juan Miguel el papa de Elián

El 6 de diciembre de 1999, el reclamo del niño Elián González, secuestrado en Miami, marcó a Cárdenas y a Cuba al iniciarse lo que el líder de la Revolución denominó Batalla de Ideas. Ese día, pasada la una de la tarde, Fidel hizo su entrada en la Escuela Primaria Marcelo Salado. En conversación con los estudiantes, maestros y familiares del niño prometió que al año siguiente estarían junto a Elián celebrando su cumpleaños y en el aula del niño, al lado de su pupitre, expresó que no sería por la fuerza de las armas sino por la fuerza de las ideas.

El 6 de diciembre de 2000, con la presencia del Comandante en Jefe, junto a Elián en su escuela todos los estudiantes festejaron sus siete años de vida.

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 14 de julio de 2001, inauguró el Museo A la Batalla de Ideas. En el libro de visitantes escribió: ¨El primero de Cuba y el mundo. Habrá otros como este, pero aquí nació la idea y será escuela y ejemplo para los demás. La Batalla de Ideas no puede perderse, ni se perderá. La especie humana depende de ella.”

Fidel, en julio del 2003, asiste a la graduación de los alumnos de sexto grado -entre los que se encuentra Elián González-, en el parque José Antonio Echeverría.

En agosto de 2005 sale al aire la primera emisión de Telebandera, canal de televisión municipal –creado a propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro- que lleva el acontecer del territorio a cada hogar.

Bibliografía

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  • Museo municipal Oscar María de Rojas. Cárdenas. Documentos históricos.
  • Museo A la Batalla de Ideas. Cárdenas. Documentos Históricos
  • Jiménez de la Cal, Dr. Arnaldo: General Carlos María de Rojas. Ejemplo de ética revolucionaria, periódico Girón, Matanzas, 20 de marzo del 2003.
  • Ing. Armando Castañeda Lozano, Especialista “C” en Comunicación Cultural y miembro de la Filial Provincial Matanzas de la Unión de Historiadores de Cuba.
  • MSc. María Teresa Clark Betancourt, historiadora municipal.